En un estudio previo nuestro equipo de bases de datos de Happify encontró que el estado mental de los veinteañeros es relativamente negativo. Este grupo de edad experimenta un notable y continuo aumento del estrés caracterizado por los pensamientos más negativos y las emociones menos positivas en comparación con otros grupos de edad. Esto concuerda con otros trabajos sobre la crisis del cuarto de vida, la difícil transición desde la adolescencia hasta la adultez.
¿Qué está provocando tanta angustia a los millennials? Decidimos aprovechar la potencia del big data para contestar. Lo que encontramos es que los millennialsestán obsesionados con su trabajo, hacen menos vida social con amigos de la que creen muchas personas mayores y no parecen dar demasiada importancia al desarrollo de una vida espiritual.
Examinamos un conjunto de datos de más de 250.000 usuarios de Happify y más de 12 millones de palabras que escribieron sobre las cosas que les hacen sentir gratitud y sus objetivos. Con el uso de un algoritmo de extracción de temas (del modelo generativo Latent Dirichlet Allocation, con las palabras vacías eliminadas y los hiperparámetros optimizados), extrajimos temas descriptivos que caracterizaran el conjunto de datos. Cada uno de esos temas incluía un conjunto de palabras comunes y su frecuencia.
Al examinar las palabras junto con parte del texto bruto real, pudimos elaborar una etiqueta representativa para cada tema. Por ejemplo, denominamos "solicitando un trabajo" a la agrupación de palabras que contiene "empleo", "currículum vitae", "solicitar", "entrevista" y "empleadores".
Una vez extraídos los temas, estudiamos la composición media de los resultados de cada uno para cada grupo de edad en todos los textos escritos por los usuarios. También seleccionamos aquellos en los que más variación se produjo entre las personas de 25 a 34 años. En otras palabras, buscamos los temas que ocupan mucho más las mentes de los millennials que las de la gente de otras edades y también los temas en los que piensan mucho otros grupos de edad, pero sólo marginalmente los millennials.
La extracción de temas se realizó por separado a partir de tres ejercicios distintos de redacción dentro de Happify: uno para agradecer, otro para escribir sus objetivos a largo plazo y un último con objetivos a corto plazo (semanales).
Gratitud – ¿Qué valoran los millennials?
Al preguntar a la gente por qué siente gratitud, qué tipo de cosas agradece, la mayoría de las personas suele responder con cosas que reconoce personalmente como importantes, que valoran. Un texto de agradecimiento puede ofrecer por tanto una ventana para contrastar las prioridades vitales básicas de las personas. En nuestro estudio, 276.296 usuarios de Happify (el 30,7% de los cuales tenían entre 25 y 34 años) participaron en una actividad en la que se les pidió "apuntar tres cosas que han pasado hoy o ayer y que agradecerían". A los usuarios se les dirigió para que pensaran en un gran abanico de posibilidades: "Podría ser algo que alguien haya hecho por usted, algo que hizo por sí mismo o el simple hecho de que brillara el sol".
En todos los grupos de edad, los temas más comunes guardaban relación con "dedicar un tiempo de calidad a amigos y familia". Pero los temas por los que los millennials expresaron específicamente más gratitud fueron diferentes: "interacciones positivas con compañeros de trabajo", "un trayecto al trabajo poco estresante", "conseguir un trabajo nuevo", "sentirse realizado con su puesto de trabajo actual", "dormir" y "relajarse en la cama".
Cuatro de estos seis temas están relacionados con la carrera profesional y tienen que ver con el proceso de encontrar empleo o con experiencias profesionales cotidianas. Los otros dos se refieren al tiempo pasado en la cama. Puesto que la pregunta de la gratitud preguntaba específicamente sobre las cosas que habían sucedido hoy o ayer, podemos afirmar con un grado razonable de confianza que las cosas distintivas que caracterizan las experiencias positivas de los millennialstienen lugar en el trabajo o en la cama.
Los dos temas de gratitud con mucha menos incidencia entre los millennials son "eventos religiosos", un evento positivo que haya ocurrido en la iglesia o alguna actividad relacionada como cantar en el coro, y "amigos y familia", uno de lo más comunes para los usuarios de otras edades.
Objetivos a largo plazo – ¿A dónde esperan llegar los millennials?
Después de examinar los temas que valoran y agradecen los millennials, estudiamos sus aspiraciones. En este caso evaluamos la manera en la que 5.561 usuarios de Happify (el 36,2% de los cuales tenía de 25 a 34 años) respondieron a la siguiente pregunta: "Fije un objetivo a muy largo plazo, uno que no pueda lograrse durante el transcurso de un par de años. Quizá terminar por fin las memorias que ha querido escribir durante tantos años o volver a estudiar para realizar un importante cambio de carrera. Imagine los beneficios de lograr ese objetivo. ¿Qué sucederá? ¿Cómo se sentirá?". Esta pregunta se centró en objetivos estratégicos o vitales; pedía a los encuestados que pensaran en un futuro no cercano.
Extrajimos 80 temas diferentes. Los más comunes en todos los grupos de edad tenían que ver con la gestión del tiempo y con el bienestar físico y emocional. Por ejemplo, "reservar tiempo para alcanzar mis objetivos", "conciliar vida profesional y personal", "cumplir con mis objetivos de salud física", "dejar de preocuparme" y "reducir el estrés".
Los objetivos a largo plazo que fueron más habituales entre los millennials parecen perserguir los mismos objetivos generales de reducir el estrés, la preocupación y hacer más ejercicio. Pero los millennials fueron más concretos a la hora de formularlos. Por ejemplo, tenían muchas más probabilidades de mencionar objetivos de bienestar, como hacer yoga, que de simplemente decir que esperaban estar en mejor forma física. Pero en este estudio, los millennials también estaban más predispuestos a hablar del trabajo. Mencionaron encontrar un empleo nuevo con mejores beneficios, sueldo, horario y conciliación de la vida profesional y personal; además de conseguir puestos de trabajo intrínsecamente más satisfactorios. Esto, de nuevo, fue mucho más común entre el grupo de los millennials que entre otros más mayores o jóvenes.
Al examinar los objetivos a largo plazo menos compartidos por los millennials, encontramos que representan el grupo de edad con menor interés en aquellos relacionados con la fe y las prácticas religiosas. Tenían muchas menos probabilidades de emplear términos como "Dios", "rezar", "espiritual" o "biblia", por ejemplo.
Objetivos a corto plazo – ¿Cómo tienen pensado los millennials lograr llegar a dónde quieren estar?
En el tercer estudio examinamos los objetivos a corto plazo. Por la manera en la que se formularon las preguntas, buscábamos que los usuarios especificaran los objetivos para la semana que les permitieran avanzar para cumplir sus objetivos a largo plazo:
Piense en algo que le encantaría lograr antes de terminar la semana –algo que le importe a USTED (no algo que su pareja, jefe o amigo quiere que haga)– o una tarea que ha estado evitando. Podría ser reencontrarse con un viejo amigo u ordenar el trastero. Ahora, dé un salto hacia el futuro e imagínese que acaba de completar su objetivo. ¿Qué impacto está teniendo en su vida? ¿Cómo es la sensación de lograrlo?
Al extraer 100 temas de 13.445 respuestas (el 34,9% eran del grupo de 25-34 años), encontramos que los temas comunes guardaban relación con la ejecución de tareas profesionales, abordar algún reto o algo que se hubiera estado posponiendo y ser capaz de sentirse feliz a pesar de molestias y desilusiones. De nuevo, al analizar los temas que caracterizaron a los millennials, los objetivos semanales eran más específicos. Los cuatro temas más comunes entre millennials fueron "hacer algo de mi lista de cosas por hacer", "solicitar un empleo nuevo", "salir de mi zona de confort" y "dejar de preocuparme".
Esto sugiere que los millennials están estresados y preocupados (y son conscientes de ello). Les preocupa conseguir un empleo genial y abordarlo de una manera consciente y organizada, sin miedo a poner los límites a prueba y enfrentarse a retos. Al estudiar los objetivos a largo y corto plazo, observamos una clara focalización en el trabajo y un intento por gestionar el estrés y la preocupación.
¿Una receta para la felicidad de los millennials?
Si superponemos la gratitud con los objetivos a largo y corto plazo, emerge la fotografía de una mente millennial que se preocupa sobre todo por conseguir el trabajo perfecto a la vez que experimenta una gran cantidad de estrés y ansiedad. Esta imagen coincide con nuestras investigaciones anteriores y refuerza la existencia de una crisis del cuarto de vida a la vez que arroja más luz sobre los procesos que la generan. Los millennials son muy conscientes del estrés de sus vidas y buscan maneras de reducirlo. Intentan hacerlo al seguir un régimen de ejercicio y pasar tiempo relajándose en la cama. En general, la superación personal representa una parte importante de sus vidas, y se considera posiblemente tanto un objetivo de desarrollo personal como una forma para reducir la angustia emocional. También es un proceso ordenado, que sigue una rutina que incluye prácticas como el yoga, la meditación y frecuentes visitas al gimnasio.
Encontramos que los millennials son los menos interesados en conceptos religiosos o espirituales. Este hallazgo está respaldado por un estudio publicado este año que demostró que un número cada vez mayor de jóvenes se definen como laicos, lo que significa que no se consideran ni religiosos ni espirituales. Además, descubrimos que los millennials no tienden a mencionar relaciones cercanas con familiares y amigos como objetivos. Tampoco como algo que agradecerían. Esto también está respaldado por investigaciones anteriores que demuestran que los objetivos de las personas jóvenes están más orientados al éxito individual que a conceptos como comunidad, afiliación y civismo. Tanto el interés religioso como la importancia de los vínculos sociales más profundos parecen desarrollarse en etapas posteriores de la vida, y ambos son importantes para el bienestar emocional y la felicidad de un individuo.
Al estudiar estas diferencias entre millennials y otros grupos de edad, y al emparejarlas con las diferencias encontradas anteriormente en el bienestar, uno no puede evitar preguntarse si la vida espiritual y social no serán los ingredientes que podrían hacer más felices a los millennials. Parece que al adentrarnos en la treintena y cuarentena y dejar atrás la crisis del cuarto de siglo, empezamos a darnos cuenta de que la vida no se puede optimizar. Ser feliz también incluye ocuparse de cuestiones humanas fundamentales y espirituales, de tener relaciones profundas e íntimas con familiares y amigos.