Mostrando las entradas con la etiqueta Neiva. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Neiva. Mostrar todas las entradas

viernes, octubre 05, 2018

COLOMBIA - La resistencia de los tenderos de Neiva frente a la competencia de grandes superficies


La resistencia de los tenderos de Neiva frente a la competencia de grandes superficies
Por Heber Zabaleta
-4 Octubre, 2018






Estudiantes de UNIMINUTO Neiva presentan resultados de investigación sobre la nueva dinámica de la economía en la ciudad.

Por: Eliana Brigith Agudelo Urriago

Andrea del Pilar Castaño Ortiz

Materia de economía y globalización

En los últimos años los tenderos de la ciudad de Neiva han visto cómo arriban a la ciudad grandes superficies que impactan en sus negocios de barrio. Algunos de estos comerciantes por imposibilidad de competir cerraron sus tiendas y otros optaron por diversificar sus negocios para poder enfrentar esta nueva dinámica de la economía en la ciudad.

En la capital del Huila como en muchas otras pequeñas ciudades del país, se presenta el crecimiento de grandes supermercados que abren sedes en los barrios como son el Éxito Vecino y la tienda Olímpica. Sumado a esto llegan superficies con precios bajos que se extienden por toda la ciudad, tal es el caso de la Mercadería Justo & Bueno y el supermercado Popular.

Frente a esta situación, los pequeños empresarios que tienen tiendas de barrio tienen que hacer muchas estrategias para salir adelante. Este tipo de economía popular de tienda de barrio, fuera de ser el punto de encuentro de la gente es también la posibilidad de subsistencia de muchas familias. Sin embargo, sufren un retroceso ante la presencia de superficies como la Mercadería Justo & Bueno. Ésta ha captado un gran número de clientes, ya que ofrece productos a bajo precio, esto les permite a atraer un porcentaje importante de consumidores en los diferentes territorios del país a donde llegan para satisfacer las necesidades económicas de la canasta familiar.

Esta Mercadería tiene un crecimiento potencial, en todo el país hay más de 450 sedes, según información de la página oficial. En el medio El Portafolio se destaca que los dueños eran socios de las tiendas D1, una red de supermercados de similar condición donde el accionista principal es Valorem, del Grupo Santo Domingo, “Mientas que Justo & Bueno tiene el respaldo de un grupo de inversionistas, algunos de los cuales hicieron parte de la creación de D1, pero que se distanciaron y crearon su propia empresa bajo el nombre de Mercadería SAS, matriz de Justo & Bueno”, se puntualiza en el Portafolio.

Justo & Bueno ha impactado la economía local y las tiendas de barrio, pese a que aseguren que no buscan competir contra las tiendas, su lógica de negocio si genera efectos en la economía de los tenderos. La estrategia de esta superficie es lo que denominan tiendas de conveniencia, lo que buscan es crear vínculos de cercanía con los consumidores, es decir hacer apertura en los barrios, cerca de los hogares. Detrás de este negocio hay grandes inversiones, lideradas por el grupo Santo Domingo y otros fueres capitales que tiene como propósito abarcar gran parte del país.

La realidad de los tenderos

La ciudad de Neiva no es la excepción, en el año 2017 se dio apertura a la primera tienda de Justo & Bueno en la ciudad, y ya hay más de cinco tiendas diferentes zonas, cubriendo todos los puntos cardinales. Una de las más recientes se instaló a mediados de abril de 2018 y se ubicó en la Comuna Diez. En un establecimiento como a manera de una bodega, sin muchos empleados y con marcas poco conocidas, algo propio de su formato de cadenas de descuento

En el reporte del último censo realizado por Fenalco Seccional Huila se arrojó que la ciudad tiene aproximadamente 2.600 tiendas. Sin embargo, frente a el crecimiento de estas superficies en las zonas barriales, las tradicionales tiendas de las comunas se ven amenazadas. Según datos de Fenalco Huila, entre agosto de 2016 a agosto de 2017 cerraron en la ciudad alrededor de 450 tiendas de barrio, entre las comunas más impactadas está la 10, zona donde se instaló un nuevo punto de Justo & Bueno.

La amenaza que enfrentan los tenderos es por la cercanía que tienen estas superficies con la población de todos los estratos, principalmente de escasos recursos. Esa participación potencial en la cadena de comercialización, hace que todas las marcas se vean con muy buenos ojos ante el consumidor gracias a sus bajos precios y una oportunidad para poder realizar posicionamiento de sus productos dentro de una expansión de compradores.

En la capital Opita todavía hay barrios en los que Mercadería Justo & Bueno, no hace presencia, sin embargo, tenderos cercanos a este almacén están atentos para solventar la competencia silenciosa que sea implantado en una nueva economía de mercados baratos.

“Aunque creo que Justo & Bueno le compite directamente a grandes superficies, si he visto como se disminuyen las ventas. El precio de los productos es más económico y eso nos afecta. Cómo cobrarle a un cliente una libra de arroz en $1.600 cuando ellos la venden a $1.000” dijo Fernando Gómez, propietario de una tienda en el Barrio las Palmas.

Estrategias para competir

Como no pueden competir en precios, algunos tenderos se las han ingeniado para ganar ventas en aquello que Justo & Bueno no tiene, así afirmó Enrique Flórez, un vendedor de verduras y frutas: “Toca mirar cómo cambiar el negocio, así no me ha visto afectado muy poco, pero sé que por precios no se le puede competir a esos almacenes”.

Para todo no es mala la existencia de esta cadena de mercado, algunos consumidores como Patricia Ramírez ven con buenos ojos la llegada, “creo que la cadena no es una competencia para las tiendas de barrio. Es competencia para las grandes zonas. Además venden productos nacionales, de buena calidad y a buenos precios. No gastan en publicidad, en bolsas, Creo que es competencia y eso es bueno para el consumidor, más de a dónde ir”.

Frente a este panorama la directora ejecutiva de Fenalco Seccional Huila, Andrea del Pilar Bautista, manifestó en medios de comunicación que este tipo de modelo de economía por medio de tiendas de descuento duro, de alguna manera genera competencia desleal, “frente a unos precios supremamente bajos puesto que afecta directamente a los pequeños tenderos, que tienen que lidiar todos los días con el pago de impuestos y demás gastos que le sumen a su negocio”. El llamado que hace Bautista es apoyar la economía local, así mismo manifiesta que los tenderos deben reaccionar buscando mejores precios, propiciando competencia por medio de ofertas y descuentos.

Si bien los tenderos de barrio han diversificado sus productos y generando ofertas que le permiten mantener la cercanía vecinal, las posibilidades para una competencia contra estas superficies es difícil. “En precios no podemos competir, pues no tenemos los grandes capitales que manejan estas plataformas y no podemos ofrecer a bajo precio porque perdemos, y esto es un negocio familiar”, puntualizó la señora Julia Bermúdez de la comuna 10. En este sentido, enfrentar la competencia es difícil, ya que los tenderos no pueden generar mayores descuentos y más productos, puesto que sus proveedores manejan precios más altos en comparación a las cadenas de estas mercadería que comprar los productos a menos precios gracias a las cantidad innumerables que adquieren o porque producen sus propias marcas.

Para los tenderos es poco comprensible poder dar descuentos o promociones debido a que muchos de ellos solo surten lo necesario para abastecer los negocios, a diferencia que las cadenas de mercado grandes que adquieren gran número de productos a bajos precios permitiéndoles brindar a los consumidores lo que hoy se ve con las mercaderías de Justo & Bueno.

Bajo este panorama la Cámara de Comercio de Neiva desarrolla el Programa de Fortalecimiento Empresarial a Tenderos en la ciudad. El programa de formación académica, contempla fortalecer la capacidad de autogestión y el mejoramiento en el nivel de competitividad, el cual asegurará un desarrollo sostenido de las tiendas de barrio. “La Cámara de Comercio vienen planteando capacitaciones empresariales por la amenaza que tienen los tenderos de desaparecer con las nuevas plataformas y grandes supermercados que han llegado y siguen llegando a la ciudad. Las cuales profundizan en cada una de las áreas, vinculadas a las tendencias actuales de un mundo globalizado, acompañado de una adecuada gestión administrativa, financiera, de mercadotecnia, buenas prácticas de higiene, entre otras, que se convierten en básicas para el mejoramiento de la competitividad de los negocios, logrando en el tiempo empresas productivas y competitivas”, manifestó Karina Andrea Montealegre, Directora de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Neiva.

En consecuencia, el apoyo continúo a la economía local de las tiendas de barrio es fundamental para que este tipo negocio barrial siga representando una alternativa productiva para muchas familias que por años han ayudado a satisfacer las necesidades del consumidor en la canasta familiar. Mientras tanto los tenderos siguen buscando alternativas para resistir en esta nueva economía.

domingo, febrero 07, 2016

Las dos caras del mercado campesino en Neiva

Las dos caras del mercado campesino en Neiva



Las dos caras del mercado campesino en Neiva


titulo noticia

   
ver galeria



Las dos historias detrás de los dos mercados campesinos más emblemáticos de la capital huilense tienen los rostros de la pujanza y entereza, pero también de la crisis, el abandono y la incertidumbre. El auge de las grandes cadenas de supermercados crece, pero el mercado campesino sigue tan vigente como el alimento que se vende.

Cae la noche en Calixto. Las frutas y verduras comienzan a disminuir en los estantes. Es viernes y los cerca de cien campesinos provenientes de las zonas rurales del norte y oriente de Neiva están finalizando su primera jornada de venta. La segunda culminará el sábado en la mañana, cuando algunos neivanos aprovechen el fin de semana para salir a mercar.
“Se le tiene el queso”, anuncia una vendedora que parte trozos sobre una bandeja. A su lado hay arvejas, plátanos, tomates, bananos, maduros, yuca, pepino, mangos, cholupa, pulpa de cholupa, maracuyá, pulpa de maracuyá. Hay todo lo que un mercado puede ofrecer, en medio de gallinas atadas que revolotean sus alas ante el roce desprevenido de algún transeúnte.
Hace 33 años nació Mercalixto, el tradicional mercado ubicado en el barrio que lleva ese mismo nombre: Calixto. Del barrio Las Granjas, cuando otros campesinos quisieron también instalar sus propias ventas, llegaron allí y emprendieron su idea de negocio de mercado, pero además, por una necesidad mayor: continuar vendiendo las verduras y frutas que aún siguen produciendo en sus fincas. Primero llegaron treinta, luego cincuenta, sesenta, y así sucesivamente. Pero cuando el mercado llegó a un pico de vendedores, el número de estos declinó. Hoy no supera los cien.
Mientras la mujer regala trozos de queso a los compradores que llegan, Silvia Rojas, una mujer de 63 años, cobra los impuestos que durante dieciocho años le han permitido a Coopmercalixto subsistir como cooperativa y a la vez, como asociación que sostiene la idea de mercado campesino. Silvia dice que muchos campesinos que están en Calixto hoy en día, salieron del barrio Granjas por problemas en esa zona y hasta con los mismos coordinadores del mercado, tras disputas y altercados. Y en medio de su labor de tesorera, Silvia explica que los impuestos se cobran dependiendo del producto que se venda. “Cobramos cada ocho días; hay impuestos que valen tres mil. Otros, como los cárnicos y pollos, son de cinco mil; y los pescados, tres mil. El dinero recolectado se invierte en “el arreglo del lugar”, dice. Los chalecos verdes con el nombre de la cooperativa, identifican a los vendedores.
El papá de Silvia, Germán Rojas, fue uno de los fundadores de Mercalixto. Dice que todos ya fallecieron y luego trata de recordar algún indicio de quienes más lo fueron. Pronuncia dos nombres: Miguel Casallas y don Arnulfo Gordo. “Gordo fue presidente del mercado, muy buen presidente”, expresa. Luego se dirige a una vendedora y le exige que le pague pero ella le responde que “cuando termine de hablar con la periodista” lo hará.
Mercalixto ha tenido abogados que han salvado el lugar de líos jurídicos y posibles hechos como desalojos, principalmente. Silvia dice que la cooperativa es legal, “pues nosotros tenemos personería jurídica, ahí, detrás de cada chaleco usted puede ver el número del NIT. Acá nosotros somos muy colaborativos y ordenados”, manifiesta.
Hay un pensamiento que muchos comparten. “Lo que hay aquí no es ni la mitad de lo que había hace diez años”, dice la mujer. “Es que con tanto almacén y supermercado, la gente tiene también sus preferencias, pero definitivamente esto es lo más natural y económico que se puede ofrecer”, dice.Luego narra una anécdota, la que según Silvia, permitió que hoy, casi diez años después, siguieran vigentes en esa zona de la ciudad. “Una vez Cielo, que en ese entonces era alcaldesa, nos mandó a llamar pero cuando llegamos decenas de campesinos a su oficina, nos recibió con dos piedras en la mano. Nos dijo que a la semana siguiente nos iba a ‘echar’ el Esmad sin ninguna contemplación. Pero nosotros nos unimos y enviamos una nota a ministros con copia al presidente Álvaro Uribe, para que nos colaboraran porque nos íbamos a quedar en la calle. A los cinco minutos de enviado el fax, nos llegó una respuesta de Uribe. La respuesta era que dejaran quietos a los campesinos”.
Silvia no sabe qué pasó entre “esos grandes personajes”, pero sí, que de Calixto nunca los pudieron sacar. Sigue recorriendo y abordando a los vendedores. Al día siguiente partirá nuevamente a su finca de Las Ceibas y como cada ocho días, volverá para ordenar las listas financieras del mercado.

Un elefante blanco que se sigue moviendo
Mercaneiva perece escondida. Pese a su ubicación, permea con Neiva la Nueva, una zona que promete extensas urbanizaciones y desarrollo comercial en el sur del Huila. El lugar aguarda alrededor de trescientos campesinos y revendedores. Al parqueadero, el cual es usufructuado por el dueño de las instalaciones de esa infraestructura llegan lujosos carros de los cuales descienden damas y caballeros que con lista en mano se alistan a mercar.
Mercaneiva nació hace 18 años y es más joven que el propio Mercalixto. Llegó con la construcción de la central de abastos Surabastos y antes de que esta existiera, los campesinos tenían su lugar de venta en la galería central, ubicada en lo que hoy se conoce como Plaza Cívica Los Libertadores. Era el templo sagrado de las ventas de frutas y verduras, antes de que órdenes de la Administración Municipal de la época decidieran demolerla.
Ricardo Bocanegra lleva los mismos 17 o 18 años que tiene Mercaneiva, “creo que son 17”, dice. Parece que la memoria le falla un poco. Dice que la galería central se acabó a raíz de un desorden que formaron los vendedores ambulantes “pero auspiciados por la misma alcaldía, que era la que daba los permisos para las casetas y ventas ambulantes, porque al interior de la galería había gente que estaba pagando arriendo, bien ubicados y sin hacer estorbos”.
Menciona a los dirigentes de la época. “El señor Gustavo Penagos Perdomo, el abogado Roberto Almario Mayor, quien era el secretario de Gobierno Municipal de ese entonces, ellos formaron un equipo y resolvieron destruir la galería del centro y el Pasaje Camacho porque, según ellos, el lugar era un foco de infección, de desorden y otras cosas, pero a la vez ellos mismos lo auspiciaban”, señala.
Ricardo mira las pequeñas claraboyas de la galería e intenta recordar. Hay un episodio para él importante. No sabe con exactitud el año pero está seguro que fue un 23 de diciembre. Por fin rememora y dice que ese día se unieron todos los campesinos en la galería central, con la idea de impedir la demolición del lugar. Pero la acción colectiva no fue suficiente. Efectivamente, el 24 de diciembre de 1998 la galería fue destruida, en medio de fuertes choques entre fuerza pública, campesinos y vendedores.
“Ese día nos trajeron fuerzas especiales traídas de Cundinamarca y Tolima. Eran los hombres más grandes que había visto en mi vida; por encima, en el techo, nos echaron gases lacrimógenos ‘o se salen o se mueren’. Ese día decretaron toque de queda y fue un día nefasto para todos nosotros”, comenta y añade que fue esa la primera vez que decretaron dicha medida en la capital. “Eso lo ordenó Roberto Almario Mayor, que igualmente fue gerente de este lugar”.
Quienes salieron despavoridos del sitio, con las pocas pertenencias que pudieron rescatar en medio de la demolición, fueron reasentados en las primeras instalaciones de la central Surabastos, pese a que la idea de la administración era reubicarlos en dicho lugar cuando ya estuviera terminado. “Nos botaron como perros a aguantar hambre y sol por aquí cuando esto ni siquiera habían terminado de construirlo”, dice Ricardo.
Mercaneiva no está terminado y ninguno de los que trabaja allí sabe cuándo culminará su construcción. A los puestos les faltan enchapes de mármol contemplados en los diseños y la calificación de ‘verraquera’ que los ingenieros aludían en su momento, pasó de la expectativa a la triste realidad. “Esto lo construyeron de mala fe”, asegura Ricardo. Y añade que “nos vendieron sobre un plano que nunca construyeron y hasta la fecha no lo han cumplido. También crearon un decreto que dice que a ‘tantos’ kilómetros a la redonda del microcentro de Neiva no debe haber venta de productos perecederos, eso está vigente, pero vaya y vea, nunca lo han hecho cumplir”.
El dilema de Mercaneiva radica en sus instalaciones. Ricardo asegura que la gente sigue comprando pero que los grandes supermercados acabaron sus días de gloria allí. “Esto es muy lejos. ¿Se imagina donde hubiera transporte para que la gente viniera y mercara acá? Porque lo que acá se ofrece es fresco, no está tratado y es más económico que lo que se vende en los supermercados”, afirma.
Los puestos de tintos se llenan. Los caldos calientes están servidos sobre los mesones de cemento que hay en algunas casetas. Son casi las ocho de la mañana y las primeras ventas ya comienzan a notarse. Martes, viernes, sábado y domingo son los días en que Mercaneiva procura ser la gloria de las ventas de frutas y verduras. “Esto es un elefante blanco, pero aquí nos seguimos moviendo, como se pueda, aquí estamos”.

Por: Laura Marcela Perdomo

sábado, febrero 15, 2014

Ripley invirtió U$8 millones en su tienda en Neiva - La Nación

Ripley invirtió U$8 millones en su tienda en Neiva - La Nación



Ripley invirtió U$8 millones en su tienda en Neiva

Sábado, 15 Febrero 2014 12:00 AM
  • Escrito por  LA NACIÓN, NEIVA
Ayer se realizó la presentación oficial de la tienda Ripley en Neiva, la cual estará abierta al público desde hoy a las seis de la mañana.Ayer se realizó la presentación oficial de la tienda Ripley en Neiva, la cual estará abierta al público desde hoy a las seis de la mañana.

Con una inversión que superó los ocho millones de dólares, con el fin de adecuar un espacio de 6.000 metros cuadrados para albergar las más reconocidas marcas de Colombia y el mundo, hoy se realizará la apertura oficial de la primera tienda Ripley para el sur del país, la cual está ubicada en el centro comercial San Pedro Plaza, a partir de las 6:00 a.m.

El proyecto, que hace parte del ambicioso plan de inversiones que realizará en el país la multinacional chilena Ripley y que contempla la financiación total de 272 millones de dólares, se convierte en un hito comercial para la capital del Huila, pues permitirá que los consumidores encuentren en un solo espacio las más reconocidas y modernas marcas, dentro de la gran variedad de productos que ofrece esta compañía en el mercado local.

Luis Ríos Hoyos, gerente General Retail de Ripley Colombia, confirmó que desde que la multinacional chilena planeó su llegada al país, identificaron a Neiva como una ciudad de gran potencial para la apertura de una tienda, teniendo en cuenta que la capital del Huila es el polo de desarrollo del sur colombiano.

“La llegada a Colombia de Ripley se empezó a planear desde hace tres años y siempre Neiva tuvo un objetivo por la actividad económica de la ciudad, sino porque tenemos claro que la capital del Huila es un eje de desarrollo de todo el sur de Colombia, lo que quiere decir que el área de influencia es mucho mayor. Ripley es una compañía con más de 50 años de historia, hace presencia en varios países de Latinoamérica y en la actualidad cuentan con 70 tiendas y 400.000 metros cuadrados de puntos de venta y queremos consolidarnos en la ciudad”, confirmó Ríos Hoyos.


Impacto

Con la apertura de la tienda en Neiva, Ripley completa cuatro puntos de venta en Colombia, pues la primera que se abrió fue en el centro comercial Cacique en Bucaramanga, posteriormente se dio la apertura en el centro comercial Calima en Bogotá y también hay otro punto Ripley en el centro comercial Centro Mayor en la capital del país, locales que se abrieron en un lapso de 45 días durante el año pasado.

Para el 2014, las directivas de Ripley tienen previsto abrir nuevos puntos de venta en ciudades como Villavicencio, Medellín y en Chía, las cuales ya se encuentran en proceso de construcción.

“Es una compañía que a nivel latinoamericano tiene unas dimensiones importantes y estamos empezando nuestra entrada al mercado colombiano. Nosotros básicamente lo que tratamos en nuestras tiendas es hacer una propuesta comercial donde nuestro objetivo está muy enfocado en la mujer y en la moda y nuestra comunicación se dirige a estos dos segmentos. Y tenemos otro punto en el que nos apalancamos bastante fuerte que es la tarjeta de crédito, que le brinda muchas garantías y descuentos a los compradores”, destacó Ríos Hoyos.


Beneficios

Dentro de la gran variedad de productos que encontrarán los neivanos en Ripley, en el primer piso podrán hallar un área amplio con ropa, calzado, accesorios y perfumería para mujer, artículos de belleza, ropa interior, al igual que una completa sección dedicada a los hombres, donde se incluye ropa interior y calzado.

En el segundo piso, los compradores encontrarán el área de aparatos electrónicos, con las marcas más importantes, un área de decoración y muebles, lencería, la sección infantil, en donde se encuentra desde ropa hasta juguetes.

“Este tipo de tiendas al final lo que ofrece es una experiencia de compra muy distinta y yo espero que las personas, en la medida que la conozcan, realmente la sienta, la vivan y la disfruten, porque es un juego de mercancía muy linda, con precios muy accesibles, de una buena cantidad de marcas, algunas de estas marcas propias que Ripley ha creado y diseña y con las cuales trabajamos muy bien. También hay otras marcas nacionales que son reconocidas. Un punto importante de las tiendas por departamento es la experiencia, que viene acompañada con las marcas, del ambiente de compras, pues se hace un trabajo de exhibición muy moderno para los compradores”, resaltó Ríos Hoyos.


Tarjetahabientes

Por su parte, Rafael Herrera, gerente Comercial Compañía de Financiamiento Ripley, destacó que en la actualidad 6.000 neivanos ya han adquirido la tarjeta de crédito Ripley Visa, con la cual los tarjetahabientes podrán acceder a descuentos especiales desde hoy, el día oficial de la apertura.

“La tarjeta Ripley ha tenido una importante acogida debido a que Neiva es una ciudad que tiene una profundización financiera que está en proceso de crecimiento, menos del 10 por ciento de la población tiene tarjeta de crédito, lo que nos permite crear un proceso interesante de formalización de crédito. La tarjeta ya lleva seis meses operando en Neiva, desde el mes de septiembre llegamos a buscar el equipo más talentoso para ofrecer este producto financiero, arrancamos en varias zonas de influencia de la ciudad, con la meta que nos habíamos trazado de colocar en el mercado 6.000 tarjetas, las cuales se completaron el día de ayer”, comentó.