viernes, octubre 01, 2010

«Temer al competidor es como tener miedo al enemigo en la guerra; se le debe respetar»


Licenciado en Económicas y Empresariales y autor de «Cómo ganar una guerra» 

«Durante la II Guerra Mundial los "directivos" de las grandes naciones y ejércitos se enfrentaron también a sus "retos empresariales"»


Ignacio González-Posada.
Ignacio González-Posada. ricardo solís

MYRIAM MANCISIDOR

Ignacio González-Posada, avilesino residente en Madrid, licenciado en Económicas y Empresariales por la Universidad de Oviedo, acaba de publicar el libre «Cómo ganar una guerra», en el que traza paralelismos entre las contiendas bélicas y la actual situación económica. González-Posada ha desarrollado su carrera profesional en el mundo del marketing y las ventas trabajando en empresas de Alemania, España, Estados Unidos y Japón. Ha servido también en la Armada Española. Actualmente dirige el área de Desarrollo de Negocio en «Air Miles» en España.

-¿Cómo surge la idea de trasladar episodios históricos a los problemas del día a día?

-Trabajar en una empresa es una especie de revisión continua de situaciones ya vividas especialmente para quienes conocemos la historia en profundidad. Las similitudes son tantas que me extraña que no hayan muchos más libros como este.

-¿Qué similitudes ha encontrado entre los entresijos de la II Guerra Mundial y el panorama empresarial actual?

-Durante la II Guerra Mundial, los «directivos» de las grandes naciones y ejércitos se enfrentaron también a sus «retos empresariales». El libro descubre los sorprendentes parecidos entre la forma de comportarse y las estrategias que adoptaron, con la manera de actuar de hoy en día. Compara, por ejemplo, la invasión de Francia en 1940 por Alemania con la estrategia de Honda a la hora de «invadir» el mercado norteamericano, la estrategia de la empresa de chips Intel con la toma de Stalingrado, describe el «estilo de dirección» de Stalin, como reaccionar ante un «competidor kamikaze»?

-Entre 1939 y 1945 hubo una gran crisis, se desató la lucha por los mercados globales y aparecieron por primera vez las nuevas tecnologías. ¿Se superó esta crisis?

-Todas las crisis se superan. El problema no es si se va a salir de la crisis, si no cuándo y a qué coste. Y es aquí donde un buen directivo, ya sea un político, empresario o general puede marcar la diferencia.

-¿Con qué episodio bélico compararía la actual crisis económica?

-Salvando las distancias, en 1940, Gran Bretaña, con un ejército en cuadro, se enfrentaba sola a una Alemania victoriosa. Era una situación de crisis, de incertidumbre, de no saber qué hacer, de máximo peligro. Los expertos pronosticaban que el Reino Unido no resistiría más de tres semanas. Aquí un dirigente, Winston Churchill, marcó la diferencia: nunca salió del 10 de Downing Street (residencia del primer ministro) para decir «estoy perdido» o «no se que hacer», salió con una dirección y un propósito. Supo unir al pueblo británico ante la adversidad, inyectando optimismo a quienes dirigía? Salvó a Gran Bretaña de Hitler, y con ello a Europa y posiblemente también al mundo.

-Comienza su libro haciendo alusión a la invasión de Polonia por Hitler en 1939. ¿Polonia se podría comparar con una tienda de barrio y Alemania con un hipermercado?

-Efectivamente, Polonia era inferior militarmente a Alemania, pero el Estado Mayor polaco planteó la batalla que más convenía a los alemanes. Lo intentó defender todo, sus ejércitos se desplegaron a lo largo de un frente de 1.800 kilómetros. El resultado fue que sus ejércitos fueron fácilmente rodeados por los tanques alemanes en rápido avance. Cuando al lado de una tienda de barrio aparece un hipermercado, si el dueño pretende seguir actuando como si nada («defenderlo todo») tendrá muy pocas posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, si concentra su actividad en lo que puede ofrecer de forma diferencial respecto a un hipermercado (por ejemplo el conocimiento del cliente, un mejor servicio, trato personalizado?) sus posibilidades de seguir con su actividad aumentan de forma exponencial. Para ganar no hace falta ser más fuerte, sólo hay que serlo en el lugar y en el momento decisivo.

-Hace alusión en su trabajo a la importancia de dirigir acertadamente una empresa, ¿qué nivel hay en los profesionales españoles?

-En España hay un gran nivel y una gran profesionalidad. Siempre me sorprende muy gratamente conocer a empresarios y altos ejecutivos que a pesar de las circunstancias mantienen su optimismo, que rebosan inspiración e innovación y que no esperan a que las condiciones sean óptimas para actuar.

-¿Y en Asturias?

-Lo anterior, lógicamente, es extensible también a Asturias. Pero, además, del empresario asturiano destacaría su lealtad, su ética, su ilusión y su capacidad de trabajo.

-¿Se debe temer la competencia empresarial?

-Temer al competidor es como temer al enemigo en la guerra. Se le debe respetar y valorar en su justa medida. Pero el enemigo o la competencia nunca nos debe paralizar, ellos también tienen sus problemas, y de nuevo vuelvo a insistir: para ganar no hace falta ser el más fuerte, sólo en el lugar y en el momento decisivo? además ¡podemos aprender muchísimo de ellos!

-Asegura también que hay millones de casos de empleados que trabajan por desesperación o por disciplina en lugar de motivación. ¿Cómo se puede incentivar a un trabajador desmotivado?

-Los ejércitos tienen desde hace siglos la respuesta. El «Espíritu de pertenencia» (Esprit de corps). Los lazos con sus compañeros, el orgullo de hacer bien su trabajo, por conseguir cosas juntos. Si fomentamos este sentimiento de pertenencia lograremos resultados increíbles. Los miembros del equipo sentirán que deben apoyar a sus compañeros, de la misma forma que ellos serán apoyados si llega el caso. Para ello hay que hacer énfasis primero en la selección del personal y luego en delegar correctamente.

-¿El cliente siempre tiene la razón?

-El cliente siempre tiene razón pero no sabe qué razones tiene. En 1908 el fundador de la casa Ford, Henry Ford, lanzó el primer vehículo a motor dirigido a la clase media (el «modelo T»). Si hubiera preguntado a sus clientes potenciales lo que estos querían seguro que le hubieran dicho «un mejor carruaje tirado por un mejor caballo».

«El empresario asturiano destaca por su lealtad, ética, ilusión y capacidad de trabajo»

«El problema no es si se va a salir de la crisis, sino cuándo y a qué coste»
ESTRATEGA EN RETAIL. Contactos en: igomeze@une.net.co igomeze@gmail.com www.igomeze.blogspot.com igomeze@une.net.co COLOMBIA - SURAMERICA

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