Se habla tanto de innovación que uno se queda parado a veces sin saber por dónde seguir innovando. Si ya tenemos un concepto de por sí innovador, ¿qué más podemos hacer?
Esa es la pregunta que nos hacíamos Mark, Miguel y yo, su retail coach, cuando por fin dimos con un local en la calle Torrent de l’Olla 46, para abrir la primera tienda Budda Bagen Barcelona. Budda Bag es una gran marca de puffs en Irlanda e Inglaterra, con una imagen y punto de venta de éxito demostrado en ventas, eventos y televisión (actualmente participan en el reality show de moda en Inglaterra – Factor X).
Aquí es una marca nueva, con un producto divertido y comodísimo al estar relleno con espuma efecto memoria, pero tradicionalmente considerado mueble accesorio y con precedentes de bolitas duras e incómodas. Por eso teníamos que presentar estos puffs evolucionados de una manera también innovadora, así que en apenas 50 m2 hemos intentado conjuntar estas pequeñas innovaciones:
1. Buddabag everywhere – conscientes de que teníamos que hacer mucha promoción de un producto tan novedoso, empezamos mucho antes de tener una tienda. De allí resultó que la primera tienda se convirtiió en la respuesta a una necesidad urgente – la de ofrecer un punto de venta a todos nuevos fans que los Buddabag cosechaban en ferias como The BranderyBiz Barcelona, etc. Además empezamos una colaboración interesante con las tiendas Sony Style, posicionando a los Buddabags como el mejor asiento para disfrutar de los dispositivos electrónicos.
2. Cercanía con los clientes. Decidimos que una barra contra la pared, con el monitor del TPV a la vista, es un modo mucho más próximo de atender que un mostrador tradicional que se interpone entre la marca y los clientes. Además, el protocolo de atención al público que hemos establecido dicta que al cliente se le responden las preguntas solamente si está cómodamente sentado en un Budda Bag. El prinicpal objetivo de la conversación no es la venta, sino la experiencia del cliente con el producto, imprescindible para entender qué quiere decir eso de que los puffs han evolucionado.
3. Toque local y de improvisación. El color negro corporativo era ariesgado en una tienda tan pequeña pero ha creado ese efecto de un fondo que se pierde, dejando que brille el producto en todo su color. En la pared principal el negro es un color-pizarra y es el punto de comunicación más directa e improvisada con los clientes. Un poco más al fondo se encuentra un gran mapa de Barcelona en la que los clientes pueden marcar su aportación en la expansión de fans Budda Bag.
4. Buddabag Nómada – A partir del 2012, estamos preparando la aventura Buddabag Nómada. Se trata de que los interesados reciban en su casa un Mini Budda durante dos semanas y vean cómo se desenvuelve. 120cm de puff para disfrutar completamente gratis y sin compromiso de compra. La idea es que el cliente use el producto en su casa, compruebe si le cabe, si se adapta a su decoración y de paso por lo menos disfrute del placer de hundirse en un Budda Bag durante dos semanas. La lista ya está abierta. Si alguien está interesado puede escribir a info@buddabag.es