ESPECIALISTA EN HARD DISCOUNT
DIRECTOR ESTRATÉGICO DE LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE RETAIL - INNOVADOR https://colombiaretail.com/
Investigación y Consultoría / Asesoría estratégica en Marketing de Retail (igomeze@gmail.com) (igomeze@colombiaretail.com) (BLOG desde febrero de 2005).
Miembro de HISPANIC RETAIL CHAMBERS OF COMMECE, DISCOUNT RETAIL CONSULTING
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La velocidad de la innovación tecnológica está cambiando las bases de los negocios tal y como los conocemos. Toda organización del mundo retail adora pensar que tiene una filosofía de poner al cliente por delante de todo, pero el viejo objetivo de aumentar los clientes que pasan por mis tiendas ya no es suficiente, ni siquiera el aumento de los clientes que pasan por mi web.
En la complejidad omnicanal del mundo actual, los clientes deciden qué tipo de aproximación realizan a los retailers, cambiándose de canal dependiendo del momento de su ciclo de compra, de su necesidad en ese instante y casi de su estado de ánimo. No es suficiente grabar sus datos y transacciones, ser capaces de establecer relaciones y vinculación profunda, sino que aparece un retail de contexto donde la inteligencia de los sistemas y la tecnología nos permiten pisar un terreno predictivo, ajustado y de altísimo valor.
La existencia de sistemas que pueden completar tareas cognitivas es infinitamente más relevante e importante que las máquinas que son capaces de sustituir tareas físicas. Y es que la inteligencia artificial se está democratizando, la computación en la nube y el hecho de que retailers y empresas puedan utilizar la capacidad que necesitan en lugar de tener que adquirir los mega centros de datos y súperprocesadores, está acercando los usos y resultados, sin tener que poseer y gestionar los sistemas en casa.
Con estas premisas, la capacidad de realizar modelos predictivos con machine learning que permiten fijar precios de manera estacional o en dependencia de la rotación de inventario que queremos ajustar, la automatización del servicio de atención al cliente con gestión de soluciones que permiten los bots interactivos, o el uso de la inteligencia artificial en relación a la cadena de suministro, logística y reaprovisionamiento conectando el internet de las cosas, son algunos de los ejemplos que están modificando los negocios de los retailers con modelos disruptivos y nuevos, donde la analítica e inteligencia se convierten en herramientas de alto valor al servicio del negocio.
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Aunque la mayoría de las organizaciones reconocerán la necesidad de este nuevo mundo, donde la ubiquidad es necesaria, la consistencia entre canales, o donde el servicio debe ser personalizado y ser relevante, sentirán probablemente un miedo a su posible aplicación, tal vez por la dificultad de entender el cómo o tal vez por la dependencia de tecnólogos.
Pero siendo realistas, conseguir un servicio VIP, que los dependientes se conviertan en expertos, tener un pasillo infinito de existencias, ser organizaciones dirigidas por datos inteligentes, solo puede ser conseguido en este momento, juntando al toque humano que no desaparecerá, con la potencia de una ingente avalancha de tecnología. La inteligencia artificial no ha llegado para sustituir personas, sino hacerlas más competentes, más inteligentes trabajando y permitiendo pasar de una economía del conocimiento a una economía de aprendizaje continuo.
José María Sánchez Santa Cecilia, general manager de Prodware Spain y vicepresidente corporativo Enterprise and Strategic Accounts del Grupo Prodware
La Generación Z, nacida a partir de 1995, está a punto de iniciarse en el mercado laboral. Este grupo constituirá el 36 % de la fuerza de trabajo mundial, y en 2050, será el grupo de edad más numeroso. Y en su plenitud profesional, serán el motor del nuevo entorno económico mundial. Serán también los que marquen la intersección del mundo digital y físico, la combinación del hombre y la máquina para una vida mejor.
Así lo ve Miguel Ángel Turrado, director general de HP SCDS, en esta interesante Opinión y Análisissobre el hombre y la máquina con la vista puesta en 2050
“HOMBRE Y MÁQUINA CAMINARÁN JUNTOS EN 2050”
Tanto tiempo llevamos hablando de los Millennials, que casi sin darnos cuenta, ya tenemos aquí a la siguiente generación, a los primeros miembros de la Generación Z, graduándose esta primavera. Mientras estábamos intentando entender las diferencias y peculiaridades de la generación más disruptiva y diferente, que se suponía representaban los Millennials, tenemos ya incorporándose al mercado laboral a esta otra generación nacida a partir de 1995.
Si bien los Millennials eran una generación tremendamente bien preparada desde un punto de vista profesional, paradójicamente, han sufrido a la hora de su inserción laboral. Han padecido el enorme desacople entre aquello para lo que la sociedad les preparó, tanto desde un punto de vista técnico como de percepción de la realidad, y aquello que de verdad el mundo laboral les demandaba.
Esta separación / clasificación de generaciones no es baladí, ya que las diferencias no son pocas. La ventaja de la nueva Generación es que han tenido tiempo de aprender de muchas de las cosas que les pasaron a sus predecesores los Millennials. Han crecido en tiempos de incertidumbre, con lo que son mucho más realistas.
El entorno familiar donde se han criado les ha hecho que sean jóvenes muy maduros, autosuficientes y creativos. Se han educado en un mundo donde tienen toda la información a un clic, con lo que los Z son autodidactas, son “Do It Yourself”.
De hecho, los problemas con la incorporación al mundo profesional de sus mayores les han hecho más emprendedores. Se han formado en un entorno donde lo digital lo es todo, pero son conscientes ya no solo de la importancia de usar la tecnología como usuario final, sino que quieren dar un paso más, pasando de espectadores a actores; mientras que muchos de los Millennials, en ese uso de la tecnología, se limitaban a compartir contenidos, la Generación Z no se conforma con compartir: quieren crear.
Todas las nuevas características de la Generación Z cobra más importancia con el hecho, de que en 2020, este grupo constituirá el 36 % de la fuerza de trabajo mundial, y en 2050, será el grupo de edad más numeroso, y con más de cincuenta años estarán en su plenitud profesional. Serán el motor del nuevo entorno económico mundial; la Generación Z está llamada a aprovechar, e incluso dirigir, los grandes cambios sociales que se producirán en los próximos 30 años. Esta generación es la que nos va a llevar al futuro. La generación que está llamada a escribir los siguientes capítulos de nuestra historia. Y además, lo hará en un mundo que, como les ha pasado a ellos, será marcadamente diferente al que hemos tenido hasta ahora. Es apasionante imaginar cómo cambiará su mundo.
Así, cada año, la cumbre anual del Foro Económico Mundial en Davos nos permite reflexionar sobre la realidad que estamos viviendo y la que nos traerá el futuro. Es difícil prever y, claro, acertar cómo será el mundo en 2050, pero sí que hay algunas tendencias que ya se tienen claras y que influirán particularmente en el mundo que se encuentren los miembros de la Generación Z en torno al año 2050. Tanto que el propio Foro Económico Mundial las destaca y está trabajando en algunas de ellas: la rápida urbanización del planeta y la hiperconectividad. Estas dos dinámicas crearán una experiencia humana apenas reconocible para otras generaciones, al integrar nuestras experiencias físicas y digitales en una única realidad que lo fusione todo.
Hoy las ciudades, conteniendo la mitad de la población mundial, solo ocupan el 2,6 % de la corteza terrestre. En 30 años, la ONU estima que la población mundial crecerá hasta los 9.600 millones de personas, y ya serán dos terceras partes las que vivirán en esas áreas urbanas.
Habrá que reinventar esas ciudades del futuro en las que la mayor parte de nosotros viviremos, para esta nueva realidad urbana, donde tendremos que conectar absolutamente todo y a todas las personas. Edificios inteligentes, tecnologías informáticas más inmersivas y contextuales, fabricación personalizada y cercana al cliente, o la conectividad integrada prácticamente en todo, serán constantes en nuestras vidas.
Esto ya se ha empezado: en 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados, y en 2021, la cobertura 4G llegará a alrededor del 75 % de la población mundial. Y todavía mejor, la tecnología 5G ya está llamando a la puerta. Con ella será posible superar las barreras actuales en cuanto a alta movilidad, velocidades entre 100 y 1.000 veces mayores que las actuales, menores consumos y, sobre todo, mínima latencia (apenas 1 milisegundo). Esto no solo permitirá el despliegue masivo de esa hiperconectividad de todo con todo y con todos, sino incluso el poder ofrecer servicios críticos, imposibles con la tecnología de hoy.
La combinación perfecta será cuando a esto se una el despliegue ya generalizado de los sistemas de Inteligencia Artificial, que están evolucionando rápidamente en los últimos años. Veremos como esos sistemas superarán la capacidad humana en determinados ámbitos, aportando rapidez, eficacia y nuevas formas de abordar problemas. De todas formas, la sustitución total del hombre no es algo que ninguna de las generaciones actuales veamos. La amplitud de la mente humana o aspectos como la empatía, son de momento irremplazables.
Esta combinación perfecta de nuevas necesidades sociales, junto con la hiperconectividad, de nuevas tecnologías y nuevos sistemas de inteligencia artificial, y sobre todo, de esa Generación Z ya adaptada para sacarle el máximo partido, hará que los límites entre el mundo físico y el mundo digital desaparezcan en casi su totalidad.
Es lo que nosotros llamamos la “blended reality”. Es probable que alguno de los miembros de la Generación Z que entren a trabajar en una compañía de biotecnológica este verano, consigan antes de 2050 poder devolver la visión a una persona ciega o que eliminar los infartos sea ciencia, no ciencia ficción. También hacer realidad que a un enfermo le opere al lado de su casa con total precisión el mejor especialista del mundo desde un hospital en otro continente. O que el conseguir reducir a prácticamente cero los accidentes de tráfico, ya no sea solo un deseo.
El resultado de todas estas tendencias es nuestro camino imparable hacia la realidad inmersiva o “blended reality”: la intersección de nuestro mundo digital y físico; la combinación del hombre y la máquina para una vida mejor. A su paso, las ciudades se transformarán, la población se reinventará y viviremos nuevas experiencias. El futuro de la Generación Z es realmente fascinante.
Miguel Ángel Turrado es director general de HP SCDS (HP Solutions Creations & Development Services)
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionA los panaderos no les atraía mucho el concepto.
Es un producto tan ubicuo que no te sorprende encontrarlo en las más pequeñas o remotas tiendas de esquina.
Cuando tomas una bolsa con pan rebanado de una estantería en el supermercado ni siquiera te preguntas cómo ese producto llegó allí.
Parece sencillo, sobre todo cuando tienes en cuenta cuán larga es la historia del pan.
Hace 8.000 años ya se hacía pan, aunque sin levadura. La masa era una mezcla de semillas toscamente molidas que a veces contenía arena o tierra y dañaba los dientes al consumidor.
Hace 3.000 años, los egipcios empezaron a elaborar cerveza y descubrieron por casualidad que el residuo del proceso hacía que la masa leudara y mejoraba el pan.
A partir de entonces, todo dependió de la forma de moler y tamizar las semillas pues era eso lo que hacía la diferencia.
En el año 100 d.C. los egipcios les enseñaron a los griegos cómo hacer pan y sus habilidades se hicieron famosas. Los primeros registros de recetas de pan y productos de panaderos datan de la época del escritor griego Ateneo y el escritor romano Cato el censor.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionFigurines encontrados en tumbas egipcias en los que se ve como hacían pan. Los egipcios metían escenas domésticas en sus últimas moradas para llevárselas a la vida del más allá.
Así que saber cómo hacer pan no ha sido problema desde hace mucho tiempo, de manera que para llegar a tener pan rebanado en las estanterías sólo se necesitaba...
Que a alguien pensara que era buena idea cortar el pan de antemano para venderlo
Que alguien inventara la máquina para poder hacerlo a gran escala
Nada particularmente complicado, aparentemente.
Sólo que...
Hacer pan fue parte de la vida doméstica durante milenios.
En Estados Unidos, por ejemplo, en 1890 alrededor del 90% del pan era hecho en casa.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionMujer vigorosamente mezclando la masa del pan.
Así que, para que pudiera suceder lo que dice el punto 1, habría que esperar hasta el siglo XX.
Fue entonces cuando comenzó a darse un cambio de actitud que hoy en día -con nuestra preferencia por lo artesanal y la nostalgia por la manera en que se hacían las cosas antes de la masificación- puede sonar algo disparatada.
Con la llegada del nuevo siglo, los estadounidenses se empezaron a preocupar por la pureza de su comida.
Lo curioso es que el asunto de mezclar, amasar y leudar en casa fue lo que les pareció más propenso a la contaminación.
El pan producido en serie, por el contrario, parecía más limpio: era hecho en plantas que resplandecían, se preparaba en máquinas y el gobierno regulaba la operación.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionPor primera vez en milenios, el pan se dejó de hacer en casa.
Así surgió una de las condiciones necesarias para que emergiera la idea: la demanda de pan de fábrica.
La siguiente se derivaría de un problema.
Privación sensorial
Cuando haces pan en casa, sabes qué le estás echando. Además, al hornearlo, la casa se llena de un irresistible aroma.
El pan de fábrica, en contraste, venía empacado de manera que no podías olerlo y era difícil verlo. Lo único que podías hacer era tocarlo, o más bien, apretarlo.
Eso hizo que la suavidad se convirtiera en la fórmula del éxito, así que los productores se enfocaron en encontrar las maneras más efectivas para producir pan cada vez más blando.
Llegó a ser tan blando que era difícil cortarlo en casa.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionHabía máquinas manuales para cortar el pan en casa como ésta...Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption...y ésta.
Ahora sí estaban dadas las condiciones para que apareciera ese alguien a quien se le ocurriera que era buena idea vender pan en rodajas y que inventara la máquina para hacerlo.
Joyas por pan
El concepto del pan rebanado se lo debemos a un inventor estadounidense llamado Otto Rohwedder.
Rohwedder era un joyero al que le gustaba inventar máquinas nuevas.
Cuando se le ocurrió que podía inventar una de uso comercial para cortar pan vendió sus tres joyerías y utilizó ese dinero para financiar su empresa.
Desafortunadamente un incendio en 1917 hizo cenizas los planos del prototipo. Las llamas retrasaron la salida al mercado de su invento diez años, pues tuvo que volver a buscar de dónde sacar fondos para seguir creando.
Sin embargo, en 1927 ya teníauna máquina que no sólo rebanaba el pan sino que también lo empacaba.
Derechos de autor de la imagenDOMINIO PÚBLICOImage captionLa de Rohwedder era una máquina automática industrial, con cuchillas que subían y bajaban. Esta es la patente que le otorgaron en 1932.
Cumplido el punto 2. ¿Fin de la historia? No.
Lo que pasa es que, sorpresivamente, hay un punto 3.
3. Que alguien quisiera venderlo
A pesar de que para 1930 las fábricas se encargaban casi completamente de la tarea antaño doméstica de hacer pan en EE.UU., y de que por hacerlo blando para venderlo era difícil cortarlo, a Rohwedder no le resultó fácil vender la solución a ese problema.
A los panaderos no les atraía mucho el concepto. Además, temían que, al cortarlo, se desmoronaría. O que si el pan ya estaba rebanado, se pondría viejo y duro muy rápido.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLos panaderos no anticiparon el éxito que podía tener.
Para resolver ese último punto, Rohwedder sugería que pusieran unos palillos que mantuvieran las rebanadas juntas después de cortarlas. Pero a los potenciales compradores de su máquina les parecía inconveniente.
Luego repensó el empaque: si empacaba los panes recién rebanados con papel encerado, mantendrían su frescura.
A pesar de sus ideas, los panaderos no estaban convencidos de que a los clientes les importaba si el pan estaba rebanado o no, por lo que no les parecía que valiera la pena invertir en la máquina de Rohwedder.
Finalmente, una panadería de Chillicothe, Missouri, decidió darle una oportunidad.
¡Por fin!
En julio de 1928 la Chillicote Baking Company empezó a vender "Kleen Maid Sliced Bread".
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEs sencillo y se presta para hacer cosas deliciosas.
Para sorpresa de muchos, pero no de Rohwedder, el pan rebanado tuvo un enorme éxito.
Las ventas de la panadería aumentaron en un 2.000%.
El fenómeno se extendió rápidamente.
En 1930, apenas dos años después del debut, Wonder Bread, una de las grandes fábricas de pan de EE.UU., estaba haciendo sus propias máquinas y distribuyendo pan rebanado por todo el país.
Rohwedder había podido patentar su máquina pero no el pan rebanado, así que otros se beneficiaron de su idea.