TOMADO DE: RED DE NEGOCIOS
EE UU acudió a los mecanismos disponibles en la Organización Mundial del Comercio para controlar la avalancha del algunas líneas de productos textiles provenientes de China. Los norteamericanos impusieron un sistema de cuotas para productos como blusas, camisas, suéteres y otros cuantos tipos de ropa.
La medida favorece líneas de gran producción en Latinoamérica como los pantalones de algodón, camisetas de tejido de algodón y la ropa interior. La decisión se conoció este fin de semana y entrará en vigor a finales del mes de mayo. El objetivo es controlar el ingreso desmedido de este tipo de productos que hasta el año pasado tenían un control permanente de cuotas.
Los chinos que inicialmente habían asumido alguna autorregulación, ahora tienen inundados los mercados de EE UU y la Unión Europea. Incluso la Unión Europea había advertido la semana pasada sobre la posibilidad de imponer salvaguardias a las confecciones chinas, pero EE UU se adelantó en la toma de decisiones.
De hecho los productores de países como Colombia encuentran en la medida un respiro a la feroz competencia que deben enfrentar con los chinos. Incluso los mismos empresarios estadounidenses, con excepción de los minoristas, elogiaron la decisión del gobierno Bush por considerarla necesaria para el empleo estadounidense.
Los comerciantes de confecciones advirtieron que dichas medidas, así como otras que se han anunciado en igual sentido para más categorías, generarán un aumento en los precios de los productos confeccionados que compran los estadounidenses, generando un deterioro en las ventas.
El gobierno chino no ocultó su molestia por la decisión de Estados Unidos de reimponer cuotas a sus textiles (La OMC lo permite hasta 2008). Para Pekín, la decisión de Washington es un precedente con un grave riesgo para el sistema multilateral. Aún no se sabe si tomará represalias comerciales.
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