El estilo gerencial de los suizos
Hay un chiste que dice que el infierno europeo es un lugar en el que los cocineros son ingleses, los policías son alemanes, los amantes son suizos, los mecánicos son franceses y los gerentes son italianos; y que el paraíso europeo es un lugar donde los cocineros son franceses, los policías son ingleses, los amantes son italianos, los mecánicos son alemanes y los gerentes son suizos. Sigmund Freud sostuvo que todo chiste es una verdad enmascarada, afirmación válida en este caso -al elogiar la capacidad gerencial de los suizos. Hecho que se nos vino a la cabeza a propósito de la vinculación de dos empresas suizas a proyectos claves de Colombia: el Aeropuerto de Zurich (en Eldorado), y Glencore (en la refinería de Ecopetrol en Cartagena).
El estilo gerencial de los suizos tiene mucho qué enseñarle a los administradores colombianos. Por eso, además de la inyección financiera y el aporte tecnológico, es bienvenida la creciente presencia de inversiones suizas en nuestro país. Así pues, vale la pena destacar algunos de esos ingredientes del management suizo, que naturalmente son también característicos de la personalidad de la gente de esa bella nación:
Precisión. Los gerentes suizos, como los famosos relojes de ese país, funcionan en perfecta sincronización. Todas las piezas del reloj empresarial -desde el presidente de la firma hasta el más humilde de sus empleados, cumple cabal y oportunamente con la labor que le ha sido encomendada. Porque todos comprenden a la perfección que si esto no sucede así, pues el reloj de su negocio no dará la hora precisa.
Impacto. Saben bien los suizos que es mucho más productivo concentrarse en hacer unas pocas cosas -de alto impacto muy bien hechas, que dispersar las energías en múltiples proyectos de limitado alcance. Aplican al pie de la letra la recomendación de Vilfredo Pareto, autor del famoso principio que recomienda enfocar los esfuerzos en el 20 por ciento de las actividades que producen el 80 por ciento de los resultados.
Disciplina. Esta cualidad de los suizos contrasta con el desorden, la improvisación y la falta de perseverancia que lamentablemente se da con frecuencia en nuestro medio. Tal vez el hecho de que todos los ciudadanos suizos tienen la obligación de prestar servicio militar a lo largo de casi toda su vida -en breves períodos cada año- les da una sólida formación en este atributo.
Sentido de pertenencia. Suiza tiene la democracia más avanzada del mundo. Es un sistema con muy elevada participación ciudadana -son frecuentemente invitados a votar en referendos en los que se deciden desde los grandes temas nacionales hasta las cuestiones menores de pequeñas comunidades. Esto obviamente genera un gran sentido de pertenencia, porque los suizos entienden que las reglas del juego en su país las definen ellos mismos, no élites o supuestos representantes de sus intereses.
Espíritu colectivo. A pesar de que Suiza es una nación respetuosa de las libertades individuales y de la diversidad que se manifiesta en sus muy distintos cantones, ha sido capaz de crear -a través de los siglos una cultura que fomenta un valioso principio: la unión hace la fuerza.
Respeto por las normas. Tal vez lo que más impresiona en las empresas y en la vida cotidiana en Suiza es el absoluto respeto por las normas y las leyes. Y esto sucede no tanto por temor a las sanciones (que son como deben ser- bastante duras), sino porque existe plena conciencia cívica de que no acatar las regulaciones haría desmoronar la esencia misma del exitoso modelo suizo.