La Segunda
Haase -de regreso al retail- habla de Saieh, Fra Fra y su "fanatismo" por Paulmann
"Es un proyecto enormemente atractivo, difícil, donde hay que hacer muchas cosas a la vez", dice el flamante director de Unimarc.
¿Cree que Saieh entró para vender? "Eso no pasa de una especulación".
Por José Tomás Santa María
Dos años pasó Claudio Haase (67) fuera del retail. Tras 30 años en Cencosud, como cabeza del ala supermercadista y mano derecha del controlador Horst Paulmann, el ejecutivo dejó las góndolas y decidió jubilarse sorprendiendo a todo el mercado.
Pero la sangre supermercadista tira. Y una vez terminado el tiempo en que acordó con su ex jefe, ingresó en gloria y majestad al nuevo conglomerado retail SMU, formado por Alvaro Saieh, la familia Rendic y Enrique Bravo. Grupo que en 5 meses ya tiene un 14% del mercado.
-¿Es raro competir con Cencosud?
-(Piensa un rato) Creo que hay que mirarlo de otra manera. Estoy tratando de ayudar a esta empresa, a hacerlo lo mejor posible. Pero la competencia, del día a día, es un tema de la administración. Yo, estoy más metido en el pasado mañana.
Y agrega: "yo tengo un afecto especial por mucha gente de Cencosud, y uno más que especial por Horst Paulmann".
Haase sólo tiene elogios para su ex jefe, igual que para Alvaro Saieh. "Me impresionó porque pese a los cambios operacionales, de dueños, etc, las ventas de las distintas cadenas no se vieron afectadas. Eso habla muy bien del entusiasmo que puso la gente para que funcione", cuenta tras asistir a su primer directorio, aclarando que en ningún caso habla como vocero de la empresa.
-¿Por qué regresó al retail?
-Había un trato con Cencosud de no estar ligado al retail durante algún tiempo, pero ese tiempo ya pasó, se dieron algunas alternativas y las tomamos.
-Durante estos dos años recibió ofertas de grupos como Falabella, ¿por qué tomó la de Unimarc?
-Cualquier conversación que haya tenido en el pasado era extemporánea por el trato con Cencosud. Cuando se produjo con la gente de Unimarc, lo encontré un proyecto enormemente atractivo. Es difícil, hay que hacer muchas cosas a la vez y me impresionó la visión que tiene Alvaro Saieh de cómo quiere llevar a cabo este proyecto. De Juan Pablo Vega (gerente general), tengo la misma idea.
"Una compañía creíble, no una ensalada de cosas"
-¿Cómo fue asistir a su primer directorio, la semana pasada?
-Fue muy interesante. No conocía al señor Saieh y me impresionó su capacidad de meterse en temas que le son desconocidos, su análisis muy meditado y profundo.
-Muchos se preguntan qué quiere Saieh...
-Creo que él quiere, en un plazo relativamente corto, armar una organización robusta. Más que en una cifra (de participación), está pensando en armar una organización que le permita crecer y rentar.
-¿A qué se refiere con "robusta"?
-Que tenga un posicionamiento propio, imagen clara ante el consumidor, eficiente administrativamente y con algo que ofrecer. Una compañía creíble, no una ensalada de cosas. Que sea la cadena donde compro, y mi primera opción si voy a otra ciudad.
-Algunos apuestan a que estará un rato, y después venderá.
-Cuando alguien está recién entrando a un negocio y tiene tan claro lo que quiere hacer, un plan de corto, mediano y largo plazo, eso no pasa de ser una especulación.
-¿No han hablado de qué cuota de mercado quieren tener?
-No, por lo menos yo no conozco esa cifra. Mirando la cantidad de locales distintos que han comprado, y que siguen funcionando -no han perdido ventas y eso ya es un logro-, creo que el próximo paso es armar de eso una organización. Y la siguiente etapa, hacerla crecer.
-¿Cree que es mejor unificar todas esas marcas?
-Es una pregunta que nos hemos hecho todos y en la que todos estamos un poco sesgados. La administración está pidiendo estudios que avalen una u otra posición. Puedo entender que la gente vinculada a una cadena no le guste tanto que le cambien el nombre, sin embargo, si todo es para mejor, lo aceptaría.
-¿Donde cree que están los desafíos del nuevo conglomerado?
-Hay varios desafíos; de gestión: organizar, normalizar y recuperar. Comerciales: hacerle sentir a los clientes de las antiguas cadenas regionales que siguen estando en su local. Y a los que están yendo a comprar a otra parte, ofrecerles una ventaja, sea cercanía, servicio, u otra cosa. Hay mucho trabajo, muchas cosas que hacer, pero con un buen equipo y buena voluntad se puede. Si uno mira locales de Unimarc, está claro cómo han mejorado.
Tottus y su " plan B"
-¿Qué cambios lo sorprendieron en el supermercadismo?
-Cada época tiene sus desafíos y oportunidades. Si uno se remonta a los '70, el desafío era tener surtido y crecer en ubicaciones. Después vino administrar ese crecimiento, la incorporación de la tecnología. En los '90 fue evolucionar en la capacitación y recursos humanos; contratar gente joven, entraba al comercio el que no encontraba otro trabajo.
Hoy el desafío es administrar costos y operar en forma eficiente, dado que el mundo es más competitivo . Otro son las salidas al exterior, el comercio tiene que conseguir productos más baratos y para eso necesita volumen de ventas.
-¿No ve riesgos en la expansión internacional que ha emprendido el retail?
-Estabilidad no hay ni en Suiza, el mundo es bastante volátil y lo que ayer era perfecto hoy ya no lo es tanto, más si estamos hablando de nuestro hemisferio.
-¿Cómo ve en este escenario a Tottus, que quedó como cuarto actor?
-No conozco los planes de Tottus. No hay que faltarle al respeto en ningún momento, porque Falabella tiene muchos recursos y no sólo en dinero, sino que un equipo de gente de primer nivel. No me cabe duda que están preparando un plan B.
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