martes, marzo 28, 2006

LA IMPORTANCIA ESTRATEGICA DEL COMERCIO TRADICIONAL EN LA DISTRIBUCIÓN.

Por: Ignacio Gómez Escobar
Estratega en Mercadeo
igomeze@geo.net.co


Esta semana estuve leyendo un documento con este mismo nombre escrito por Roberto Fernández Rodríguez y referido a la distribución comercial española y me puse desde su óptica a compararlo con Colombia. Las diferencias prácticamente no existen.

La economía a evolucionado de manera significativa y lo seguirá haciendo de una manera mas que acelerada en los próximos años y en el comercio esto no es una excepción, hace parte de la regla. Con mucha frecuencia brotan del suelo con una rapidez como semillas de fríjol grandes almacenes como Éxito, Ley, Carrefour, Carulla, Vivero, Olímpica, Sao, Makro, La 14, Home Center, comprando territorios, copando las regiones y marcándolas como suyas. Lo mismo ocurre con los Centros Comerciales, gigantescas moles con cien mil o más metros, pequeñas ciudades con todos los servicios y entretenimiento (Está disparada la construcción de centros comerciales en la ciudad de Medellín. Entre nuevos y variaciones a los antiguos, hay más de 30 proyectos en curso para los próximos 2 años – Revista Dinero). Con este crecimiento avasallador vive y tiene que seguir viviendo el comercio tradicional: La tienda de barrio, el almacén de la cuadra, la pequeña calle comercial, el centro de la ciudad, el pequeño Centro Comercial. En apariencia dos sistemas polarizados con posiciones encontradas muchas veces pero también complementarios, se necesitan el uno al otro.

En Colombia como en España y en muchos otros países se cataloga como negocio tradicional aquel que tiene menos de 100 a 120 metros cuadrados, dos a tres empleados, regularmente familiar, con un punto de venta como excepción dos, con mediana o baja tecnología, compran regularmente a mayoristas, el gerente es sl mismo propietario, son sociedades unipersonales y en muchos casos informales.

¿Por qué se denominan tradicionales? Porque vienen desde siempre, porque muchas veces se asimila a primitivo o anticuado, porque lo ha avasallado la modernidad y no se han “montado en ella”, como decimos en Antioquia: “Los ha dejado el tren del progreso”, pero estas afirmaciones no quiere decir que estan acabados, al contrario, mantienen su fortaleza. Guillermo Botero, presidente de FENALCO, Federación que recoge a los Comerciantes Colombianos, afirma con conocimiento: “De suerte que el panorama actual es como sigue: los grandes establecimientos comerciales controlan el 49 por ciento de la comercialización de alimentos. Y las tiendas de barrio, registran ahora una participación del 51 por ciento”. Están mas vivos que nunca, ofrecen valores agregados que se convierten en diferencias con la competencia que se han sostenido en el tiempo como: El crédito personal y de confianza, el servicio a domicilio, la venta de la porción pequeña, única o del diario y atienden el mercado de proximidad.

Y en el otro comercio tradicional, el de ropas y misceláneos, es solo mirar el éxito del HUECO en Medellín, San Victorino en Bogotá y algo similar en Cali y Barranquilla, son ejemplo para concluir que los negocios tradicionales existen, pesan en la economía y seguirán existiendo porque tienen el futuro asegurado.

Peo no todo es fácil, también tienen dificultades y no son pocas, por ejemplo la compra a mayoristas y/o distribuidoras que le agrega un intermediario al negocio, la falta de sistematización que no les permite un adecuado manejo de inventarios ni control sobre la rotación.

La tienda hace parte de la vida de los barrios, el tendero es el líder, el psicólogo, el amigo, el confidente y el consejero de su área de influencia. No podemos concebir un barrio sin tienda ni una tienda sin barrio. Son el uno para el otro.

1 comentario:

cavernadeltoposauro dijo...

Cordial saludo...

Por aca pasando a conocer el espacio. Interesante el enfoque sobre mercadeo.

Topamos...