martes, abril 18, 2006

Tarjetas de crédito hasta para los de salario mínimo

TOMADO DE PORTAFOLIO - COLOMBIA -

Estos medios de pago considerados hasta hace poco un producto elitista, están bajando de estrato pues los bancos buscan nuevos mercados.

Hasta hace poco, los bancos estaban tan ocupados atendiendo a los clientes de ingresos altos, extendiéndoles todo tipo de tarjetas de crédito, que se olvidaron de los segmentos medios y bajos a quienes hoy, justamente, quieren conquistar con este producto.

Muchas instituciones entendieron que éste es un mercado con gran potencial de crecimiento para el negocio del dinero plástico y por ello volvieron la mirada hacia este segmento de la población, diseñando productos especiales para su nivel de ingresos.

Hoy, las tarjetas de crédito, consideradas de tiempo atrás como un producto bancario ‘elitista’, comienzan a bajar de estrato social.

"Los bancos están ‘ánimados’, ofreciendo tarjetas de crédito a manos llenas, a clientes con ingresos medios y aún bajos", comenta un analista del mercado.

En efecto, el año pasado, el sector financiero expidió 700.000 nuevas tarjetas de crédito para alcanzar ya un volumen de 3,5 millones de plásticos.

Lo cierto del caso es que las tarjetas de crédito están penetrando los mercados populares y hasta los trabajadores que ganan un salario mínimo comienzan a ser sujetos atractivos para expedirles una tarjeta de crédito.

El vicepresidente Ejecutivo de Productos de Pago de Visa Internacional, Región América Latina y el Caribe, José María Ayuso, afirma que es una tendencia que se observa en toda América Latina y que en Colombia empieza a desarrollarse.

Señala que los bancos están reaccionando a esta nueva tendencia y por ello hoy están diseñando tarjetas con cuotas fijas bajas, con la intención de ir penetrando en los estratos medios y bajos que tuvieron olvidados.

Ahora bien, aunque la banca le ha bajado el perfil a la tarjeta de crédito, no ha hecho lo mismo con las tasas de interés para este producto.

El costo del crédito a través de tarjeta es usualmente el más alto, hasta 25 por ciento efectivo anual, en los máximos límites permitidos.

El gancho está en las cuotas de manejo y pagos fijos

En la carrera por impulsar el negocio de las tarjetas de crédito, no están solas las entidades financieras, también el comercio quiere una tajada.

Tras la vieja disputa que sostiene con la banca por el tema de las comisiones y entendiendo que recibir únicamente pagos en efectivo le restringe sus oportunidades de crecimiento en ventas, el comercio ha entrado con fuerza en el negocio de las tarjetas de crédito.

Especialmente ha orientado su estrategia hacia las personas de estratos 1 y 2.

Grandes y medianos establecimientos comerciales, aerolíneas, asociaciones y pequeñas empresas entraron en esta moda del dinero plástico. En algunos casos lo hacen con marcas privadas y, en otros, en alianza con un establecimiento de crédito que actúa como operador, caso en el cual ofrecen las llamadas tarjetas compartidas.

En Colombia, las grandes cadenas como Carrefour, Almacenes Exito, Alkosto, Homecenter, Carulla-Vivero, Ley y Cafam, entre otras, están ofreciendo tarjetas de crédito para toda clase de público, con cupos de gasto que aumentan de acuerdo a los ingresos del cliente.

En el mercado hay tarjetas para las personas que ganan un salario mínimo (408.000 pesos al mes), a quienes se les asigna un cupo de 625.000 pesos para compras y se les determina una cuota fija al mes.

La Caja de Compensación Familiar Cafam lanzó en enero una tarjeta de crédito en alianza con Bansuperior, que la opera (hoy en fusión con Davivienda), con el propósito inicial de financiar las compras de útiles en la temporada escolar.

Ahora, Cafam amplió su utilización para otro tipo de gastos como los centros vacacionales y acceder a los demás servicios de la Caja. Para obtener la tarjeta, el usuario no necesita ser afiliado a la entidad. En esta tarjeta, el cliente paga cuotas mensuales fijas desde 25.000 pesos, monto en el que ya está incluido el pago por administración (que es de 3.000 pesos mensuales). Las tasas de interés no difieren de las que se aplican en el mercado para este tipo de crédito de consumo, es decir, están alrededor del 24 por ciento efectivo.

Almacenes Exito tiene también su propia tarjeta de crédito privada, que otorga a clientes con ingresos mensuales de un salario mínimo en adelante -en el caso de los empleados y de dos salarios para los trabajadores independientes.

La 'Tarjeta Exito' es operada por Sufinanciamiento, la financiera comercial del Grupo Bancolombia.

Esta tiene una cuota fija al mes que depende del ingreso del cliente y allí se incluye la cuota de manejo que son 6.380 pesos. La tasa de interés es 1,88 mes vencido. El tenedor participa de beneficios como descuentos, ofertas especiales y puntos.

El Exito tiene también una tarjeta de marca compartida con Bancolombia y afiliada a la red Visa.

La llegada a Colombia de la cadena comercial CRM Falabella de Chile le dio un impulso adicional al crédito de consumo con tarjeta.

Falabella es una de las empresas más grandes de Chile y una de las tiendas por departamento más importantes de Suramérica. En Colombia hizo alianza con los supermercados Carrefour y Homecenter para colocar su tarjeta de crédito.

La tarjeta de crédito Falabella ofrece cuota fija para que el cliente sea quien decida cuánto paga. El estudio y la entrega del plástico son inmediatos.

Los clientes disfrutan de ofertas en precios de los productos que adquieran con la tarjeta. La cuota de manejo es más baja.

El cliente tiene la opción de escoger el plan denominado media cuota.

A través de éste, el usuario puede abonar cuando quiera la mitad del pago y el resto diferirlo de 3 a 6 meses. Tiene la opción de realizar avances en efectivo y diferirlos hasta 6 meses.

Carulla Vivero comenzó el 2006 con el anuncio de un acuerdo con la cadena minorista chilena Ripley para desarrollar en el país el negocio de tarjetas de crédito de consumo masivo para uso especial en este supermercado. La tarjeta todavía no se ha lanzado.

En esta misma tendencia de ofrecer tarjetas de corte más asequible para la gente, algunos establecimientos comerciales se han asociado con banco.

El banco Colpatria tiene acuerdos de marcas compartidas con Comcel, Cafam, Pepeganga, La Riviera, Carrefour, DirectTV, Cajasán, Cablepacífico y El Tiempo. Colpatria prepara el lanzamiento de su una nueva tarjeta para personas de estratos 1 y 2, con ingresos mínimos de un salario mínimo.

A finales del año pasado, Bancolombia lanzó una tarjeta en alianza con General Motors con la que el usuario puede comprar desde autopartes hasta un vehículo de esa marca. La "Chevi Card" opera por el momento en algunos concesionarios Chevrolet de Bogotá y con ella el usuario puede adquirir repuestos y pagar gastos de mantenimiento de su vehículo.

Lo cierto es que la competencia por el mercado de las tarjetas de crédito está al rojo vivo.

En los supermercados hay verdaderos ejércitos de asesores comerciales a la caza de clientes y para lograrlo ofrecen el ‘anzuelo’ de las tarjetas de crédito privadas y de marcas compartidas con varios beneficios, especialmente descuentos y acumulación de puntos para reclamar obsequios en supermercados o millas en aerolíneas.

Cabe anotar que las tarjetas privadas tienen uso restringido, es decir, sólo pueden ser utilizadas en el comercio que las emite. Las compartidas con bancos son de uso general.

* Los jóvenes, un mercado en aumento

Una parte importante de la estrategia es cautivar a los clientes jóvenes.

Por eso existen incluso tarjetas especiales para estudiantes que las entidades financieras otorgan con el requisito de que el beneficiario tenga el amparo de un familiar u otro adulto con ingresos certificados.

Estas tarjetas amparadas tienen cupos relativamente bajos, pero aumentan de acuerdo al ingreso de quien respalda al beneficiario final.

Un ejemplo de esta tarjeta genérica es la Diners "Joven estudiantil", que emite Bansuperior, entidad que fue adquirida recientemente por Davivienda.

Perspectivas de crecimiento

A través de las modalidades de marcas compartidas, privadas o genéricas, las tarjetas de crédito están ganando terreno entre los colombianos.

Sería un gran reto para Colombia estimular el uso de este medio electrónico de pago entre la población, señala el Vicepresidente de productos de pago de Visa América Latina y el Caribe, José María Ayuso.

El directivo pronostica que la dinámica que se observó el año pasado en el mercado de las tarjetas en Colombia se repetirá en el 2006 y el 2007.

"Hay muchos proyectos de la banca colombiana para salir al mercado con nuevos productos asequibles a más personas.

Vienen esquemas de manejo flexibles y atractivos para los diferentes perfiles de clientes", anotó.

Para el directivo de Visa, la competencia del comercio en el negocio de este medio de pago, a través de sus marcas privadas, ha sido probada en otros países en la región y en muchas ocasiones han terminado asociándose con la propia banca que conoce más que el comercio el manejo del riesgo y cómo administrar el cobro.

Las marcas compartidas (banca-comercio) son una tendencia mundial. La facturación en el punto de venta para el caso de las tarjetas Visa ha crecido 24 por ciento, mientras que el número de plásticos ha aumentado en 12 por ciento.

* La mayor tajada

Con la integración Davivienda-Banco Superior, la entidad fusionada se convirtió en líder en la emisión de tarjetas de crédito en Colombia con unos 930.000 plásticos en el mercado.

El presidente de Davivienda, Efraín Forero, sostiene que la entidad integrada tiene colocadas cerca de 800.000 tarjetas de crédito con las franquicias Diners MasterCard y Visa.

Señala que en los últimos seis meses el ritmo de colocaciones de nuevas tarjetas creció un 15 por ciento.

Esto demuestra, entonces, que la competencia por conquistar clientes vía crédito está cada día más intensa y, como van las cosas, todo indica que la carrera apenas comienza.

Bancolombia tiene en el mercado cerca de 600.000 tarjetas de crédito, de las cuales unas 40.000 son de marca compartida. Ofrece las franquicias Visa, MasterCard y American Express.

Colpatria tiene 503.340 tarjetas de crédito. El presidente de la entidad, Santiago Perdomo, sostiene que el 75 por ciento de esas tarjetas (unas 377.000) corresponden a marcas compartidas. En total, en el país circulaban hasta febrero 3’.552.442 tarjetas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Ignacio Gómez-Escobar
Muy interesante el panorama presentado sobre el mercado de tarjetas de crédito en Colombia; tenemos sede en Buenos Aires, Argentina y Asunción, Paraguay, nos especializamos en el diseño, instalación y procesamiento remoto de tarjets de crédito privadas para cooperativas, mutuales, bancos y empresas. Puedes visitar nuestro sitio www.cardtech.com.ar y si consideras apropiado comenzar a hilar una alianza estratégica, por favor háznolo saber.
Cordiales saludos
Dr. LC Ricardo Gutiérrez
rg@cardtech.com.ar

Andres dijo...

He intentado sacar la tarjeta de crédito en 3 bancos y no ha sido posible, asi que no hay tales tarjetas de crédito para los de menos ingresos, tarjetas reales. Las tarjetas que dan carrefour, exito fallabela son tarjetas muy diferentes, solo sirven para comprar en esos establecimientos y con descuentos con algunos asociados, no puedes hacer avances en efectivo, no puedes hacer comprar o pagos por internet, la tasa es más alta aun, no tiene beneficios adicionales como las reales. Así que estas no son tarjetas de crédito en el más conocido y amplio sentido de la palabra. Nada que ver.

zapatlas dijo...

sALUDOS LA UNICA TARJETA QUE YO PUDE SACAR CON UN SALARIO MINIMO FU CREDITO IDEAL DE BANCOLOMBIA Y NO PUDE ASOCIARLA CON PYPAL PUES SOLO ES VALICIDA EN COLOMBIA Y DA 700.000 DE CREDITO PA PAGOS INTERNACIONALES TUVE QUE SACAR UNA VIRTUAL RECARGABLE.ALGUIEN SABE DE OTRO BANCO QUE DE TARJETAS CON UN SALARIO MINIMO