viernes, junio 16, 2006

El consumo cambia de mira

TOMADO DE EL COLOMBIANO

Durante este último periodo del año se han presentado algunas noticias y nuevas tendencias de crucial importancia para el consumo de los colombianos, y no de los nacionales a quienes tradicionalmente se le han dirigido todas las estrategias de mercadeo masivo.

Entre septiembre y octubre, los hipermercados Éxito han abierto nuevos almacenes o modernizado los que tiene en lugares poco tradicionales para el desarrollo de las grandes superficies comerciales. Tulúa, Girardot y Apartadó son algunas de las nuevas plazas que ya cuentan con un Éxito.

Y no sólo son los tradicionales almacenes paisas quienes están mirando hacia ciudades intermedias, otrora olvidadas por sus planes de desarrollo, es también su competencia Carrefour, Cafam, Olímpica y Carulla-Vivero que con paso firme está abriendo nuevos hipermercados en barrios populares de las grandes ciudades del país.

Estamos en medio de una gran consolidación de los hipermercados y vivimos dentro de una espiral de competencia que sólo redunda en beneficio de todos los colombianos. Sí. De todos los colombianos, pues nunca en la historia económica del país se había vivido un desenfrenado desarrollo de superficies comerciales en ciudades distintas a Bogotá, Cali, Medellín o Barranquilla. Esa otra Colombia que también consume, paga impuestos y construye país desde la provincia.

Los olímpicas, cafanes, carullas, éxitos y carrefures, están llevando su competencia a otros segmentos de mercado tradicionalmente olvidados, como son los niveles socioeconómicos de bajos ingresos, pero de altos consumos.

La apertura de grandes almacenes en localidades o poblaciones intermedias, barrios populosos y la facilitación de los créditos personalizados a estrados dos, tres y cuatro, es un nuevo capítulo en la historia del consumo de los colombianos, que hasta ahora lo sólo habían escrito las tiendas de barrio.

Es satisfactorio ver como las facilidades y las comodidades de consumir que tienen las grandes capitales, hoy se tienen en lugares no tradicionales. Si bien el consumo no es desarrollo, si es un globalizador de beneficios económicos: de la guerra de los supermercados también se tienen que beneficiar los colombianos de la provincia o de bajo poder adquisitivo.

Puede entenderse que esta nueva estrategia de los hipermercados sólo sea una manera de blindarse frente a la inminente llegada de otros competidores que tienen en su mercado a consumidores no tradicionales, o tal vez que quieran enfrentar la arraigada cultura de las tiendas de barrio. Las motivaciones no son importantes, pero el alcance de tales acciones si beneficia a muchos.

Sea cual fuere la respuesta, lo cierto es que cada vez más colombianos compran mejores productos, más baratos y tiene la posibilidad de elegir.

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