martes, junio 20, 2006

Nueva inversión para sector textil

Bogotá

La gestión que desde hace algún tiempo adelanta Proexport para promocionar la inversión, también dio sus frutos en el marco de la Macrorrueda de negocios que terminó el viernes en Medellín.

Después de varios análisis de mercado en algunos países de América Latina, la firma peruana de textiles y confecciones, Cotton Knit, decidió establecerse en la capital de Antioquia.

El primer contacto con esta compañía, que cuenta con 2.300 empleados y que factura 30 millones de dólares en el mercado americano, lo adelantó Proexport en Colombiatex donde se pactó un negocio de venta de insumos.

Allí, los dueños de la compañía manifestaron el deseo de ampliar su planta de producción, pero por los problemas políticos de su país decidieron que no iba a ser en Perú. Los candidatos para instalar la planta fueron Costa Rica, Guatemala y Colombia, nación por el que finalmente se decidieron.

El director de Proexport Perú, Ismael Ramírez, se dio a la tarea de sondear a los ejecutivos de la compañía sobre que era lo que necesitaban para instalarse en Colombia. La lista incluía temas de lonja de propiedad raíz, beneficios fiscales, TLC, costos logísticos y mano de obra, entre otros.

Durante un mes la entidad de promoción recolectó la información y la semana antepasada, más exactamente el domingo, acordaron con los ejecutivos de Cotton Knit una agenda de 4 días para visitar empresas textileras de Medellín y Bogotá.

La firma trabaja el paquete completo: compra la hilaza, fabrica la tela, tiñe y acaba el producto. La compañía primero abrirá una planta en la que generarán 500 puestos de trabajo. En un comienzo la inversión será de 1.5 millones de dólares. Actualmente buscan un local de 2.000 metros, en caso que sea en arriendo, pero si la decisión es comprar, la apuesta es por 20.000 metros cuadrados. "El plan es montar una planta igual a la que tienen en Perú en un término de 5 años. En ese plazo ellos quieren tener aquí 2.500 trabajadores", indicó Ramírez.



Resultado de macrorruedas

Tres años han sido suficientes para concretar negocios del orden de 600 millones de dólares y que se han efectuado en 18 macrorruedas. Desde ese entonces la lista de clientes se ha diversificados con empresas de EE.UU., Centroamérica y el Caribe, Europa y Latinoamérica.

El presidente de Proexport, Luis Guillermo Plata, al hacer el balance de la segunda actividad de esta naturaleza con compradores de varios países de América Latina, destaca que el esquema cada vez se especializa y es más demandado. Esto se refleja en el aumento de las exportaciones totales que el año pasado superaron los 22.000 millones de dólares.

De las crisis surgen las grandes oportunidades y este esquema de hacer negocios encaja dentro de ese concepto. Luis Guillermo Plata recuerda como la idea se gestó en 2003 como resultado de una visión estratégica del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y de Proexport para encontrar alternativas al mercado que estaban perdiendo las industrias colombianas por la crisis de Venezuela.

Esos 600 millones de dólares que suman hoy los negocios logrados en estos eventos, coincidencialmente equivalen a la cifra que en 2003 se perdió por los problemas que enfrentaron los empresarios con Venezuela. Fue cuando se decidió hacer un alto en el camino y reemplazar los formatos tradicionales como las ferias en el exterior y los show room sectoriales para dar paso a una gran rueda que facilitara la traída de los compradores y redujera costos.


Evolución

El concepto de macrorrueda se fue perfeccionando y la siguiente fase fue identificar los destinos a dónde más crecían las ventas y que interesaban a las compañías.

Ese mercado fue Centroamérica, México y el Caribe. De allí se trajeron los compradores que participaron en la primera gran rueda de negocios.

Asistieron 700 exportadores colombianos y más de 330 compradores internacionales. Hoy, la cifra es equivalente y ese es el balance que queda de la segunda macrorrueda con Latinoamérica.

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