EN COLOMBIAMODA - MEDELLÍN - COLOMBIA
SUBEDITORA DE ENTRETENIMIENTO
MEDELLIN
PERIODICO EL TIEMPO
Ninguno recibió rechiflas, porque sus pasarelas fueron decorosas. Y después de casi 30 desfiles, la conclusión es que lo que vendrá en materia de moda tiene influencia de los años 50, 60 y 80.
La de los 50 se percibió en algunos vestidos entallados en la cintura y anchos en la falda, los 60 en los que son rectos y los 80 con la bota tubo y los brillantes. Quizás la que más hizo énfasis en la época discotequera de los 80 fue Olga Piedrahíta, quien fue muy arriesgada en su propuesta y esto, entre otras cosas, le mereció el premio del Instituto Marnagoni, que consiste en una beca para estudiar mercadeo de moda.
¿Y qué se va a usar? Según lo que se vio en Colombiamoda vienen las mangas bombachas, de todos los largos, las bermudas, los pantalones bota tubo y los leggings (chicles superpegados por encima de los tobillos).
De destacar, el rescate del vestido, pues casi todas las propuestas femeninas incluyeron esta prenda ¿además de las faldas cortas y hasta la media pierna¿ y seguirán con fuerza las llamadas globo (como embombadas).
En cuanto a las propuestas de color, por tratarse de ofertas de primavera-verano se vio mucho blanco, pasteles y una gran gama de brillantes. Podría decirse que todos los colores caben, pues la mayoría fueron usados por los creadores. Para crear contrastes, los diseñadores apelaron a los neutros.
La bolsa de valores
Después de consultar con conocedores del sector, así se resume el sube y baja de las pasarelas de los diseñadores.
- En alza: El manejo del color de Johanna Ortiz. La investigación textil de Elia Abuchaibe. La osadía y la creatividad de Olga Piedrahíta. La innovación, conservando sus técnicas de Isabel Henao. La nueva línea de Hernán Zajar. El colorido, la silueta, la propuesta y la puesta en escena de Lina Cantillo. La creatividad y frescura de los estudiantes de la Colegiatura Colombiana de Diseño. La trascendencia que Amelia Toro les dio a sus molas para llevarlas a estampados en faldas transparentes. El nuevo aire que impuso Mónica Holguín a Pepa Pombo, conservando la identidad de la marca, pero renovándola con la mezcla de nuevos textiles como velos. La creatividad de Miau que trabajó el tema artesanal y de identidad de manera renovada, colorista y joven. La impecable confección de Judy Hazbún. La grafía ancestral que imprimió Salvarte a las prendas. Los accesorios que complementaron las propuestas de los diseñadores. La renovación de las modelos.
- En baja: La dificultad de María Luisa Ortiz para dar a entender el hilo conductor de su colección. El uso repetitivo de Amelia Toro de las molas en chaquetas y abrigos. La saturación del tema artesanal, se puede ser muy colombiano sin seguir abusando del tema. Las escenografías de Hernán Zajar, Esika y Miau. Traer diseñadores extranjeros porque sí. Miau e Isabel Henao deben desconfiar de su talento, para no represarse. Lo poco innovadoras de las pasarelas y la mala música.
- Lo que faltó: El picante acostumbrado de Judy Hazbún. La exageración de las pasarelas que mezclan joyería y moda. La carencia de propuestas y modelos masculinos.
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