lunes, julio 17, 2006

Al término de Colombiamoda quedó en el ambiente que todos los diseñadores pasaron las pruebas

EN COLOMBIAMODA - MEDELLÍN - COLOMBIA

MARTHA LUZ MONROY G.
SUBEDITORA DE ENTRETENIMIENTO
MEDELLIN
PERIODICO EL TIEMPO

Clic para ampliar
Olga Piedrahíta fue arriesgada en su propuesta. Esto le mereció el premio del Instituto Marnagoni. Rodrigo Sepúlveda-EL TIEMPO

Ninguno recibió rechiflas, porque sus pasarelas fueron decorosas. Y después de casi 30 desfiles, la conclusión es que lo que vendrá en materia de moda tiene influencia de los años 50, 60 y 80.

La de los 50 se percibió en algunos vestidos entallados en la cintura y anchos en la falda, los 60 en los que son rectos y los 80 con la bota tubo y los brillantes. Quizás la que más hizo énfasis en la época discotequera de los 80 fue Olga Piedrahíta, quien fue muy arriesgada en su propuesta y esto, entre otras cosas, le mereció el premio del Instituto Marnagoni, que consiste en una beca para estudiar mercadeo de moda.

¿Y qué se va a usar? Según lo que se vio en Colombiamoda vienen las mangas bombachas, de todos los largos, las bermudas, los pantalones bota tubo y los leggings (chicles superpegados por encima de los tobillos).

De destacar, el rescate del vestido, pues casi todas las propuestas femeninas incluyeron esta prenda ¿además de las faldas cortas y hasta la media pierna¿ y seguirán con fuerza las llamadas globo (como embombadas).

En cuanto a las propuestas de color, por tratarse de ofertas de primavera-verano se vio mucho blanco, pasteles y una gran gama de brillantes. Podría decirse que todos los colores caben, pues la mayoría fueron usados por los creadores. Para crear contrastes, los diseñadores apelaron a los neutros.

La bolsa de valores

Después de consultar con conocedores del sector, así se resume el sube y baja de las pasarelas de los diseñadores.

  • En alza: El manejo del color de Johanna Ortiz. La investigación textil de Elia Abuchaibe. La osadía y la creatividad de Olga Piedrahíta. La innovación, conservando sus técnicas de Isabel Henao. La nueva línea de Hernán Zajar. El colorido, la silueta, la propuesta y la puesta en escena de Lina Cantillo. La creatividad y frescura de los estudiantes de la Colegiatura Colombiana de Diseño. La trascendencia que Amelia Toro les dio a sus molas para llevarlas a estampados en faldas transparentes. El nuevo aire que impuso Mónica Holguín a Pepa Pombo, conservando la identidad de la marca, pero renovándola con la mezcla de nuevos textiles como velos. La creatividad de Miau que trabajó el tema artesanal y de identidad de manera renovada, colorista y joven. La impecable confección de Judy Hazbún. La grafía ancestral que imprimió Salvarte a las prendas. Los accesorios que complementaron las propuestas de los diseñadores. La renovación de las modelos.
  • En baja: La dificultad de María Luisa Ortiz para dar a entender el hilo conductor de su colección. El uso repetitivo de Amelia Toro de las molas en chaquetas y abrigos. La saturación del tema artesanal, se puede ser muy colombiano sin seguir abusando del tema. Las escenografías de Hernán Zajar, Esika y Miau. Traer diseñadores extranjeros porque sí. Miau e Isabel Henao deben desconfiar de su talento, para no represarse. Lo poco innovadoras de las pasarelas y la mala música.
  • Lo que faltó: El picante acostumbrado de Judy Hazbún. La exageración de las pasarelas que mezclan joyería y moda. La carencia de propuestas y modelos masculinos.


No hay comentarios.: