sábado, julio 01, 2006

El comercio tradicional se sacude para enfrentar a la competencia


TOMADO DE PORTAFOLIO.COM.CO

Algunos comerciantes optaron por salir de sus locales para buscar ‘cupo’ en los centros comerciales.

La apertura de nuevos centros comerciales en los últimos dos años se ha convertido en un reto para los comerciantes que tienen sus negocios en el centro de las ciudades, los barrios populares y en los conocidos San Andresito. Para mencionar algunos casos, quienes han tenido que cambiar sus estrategias para enfrentar la agresiva competencia del comercio moderno y, en muchos casos, aplicar la filosofía del ‘apague y vámonos’.


Juan Carlos Mogollón, experto en el tema de Centros Comerciales, calcula que en todo el país hay actualmente entre 300 y 350 centros comerciales modernos y que la tendencia de los próximos años es seguir aumentando la oferta, teniendo en cuenta que la novedad se ha convertido en el ‘gancho’ para impulsar las ventas.


No en vano empresas como Pedro Gómez Barrero, Cusezar, Amarilo y Espacios Urbanos, entre otras, trabajan en la búsqueda de nuevos sitios estratégicos para seguir adelante con sus proyectos de construir nuevos centros comerciales a lo largo y ancho del país.


Las grandes superficies también continúan en su estrategia y, además, están incursionando en ciudades intermedias como Villavicencio, Girardot, Pasto, Popayán y en algunos municipios para seguir ganando mercado.


Esta tendencia ha generado diversas reacciones en el comercio, pero el impacto más fuerte lo están recibiendo los pequeños empresarios, que han tenido que cerrar sus negocios de hace muchos años, para ir en busca de alternativas que les permita sobrevivir.


En Bogotá, muchos comerciantes han optado por salir de los locales que han tenido tradicionalmente para buscar ‘cupo’ en los nuevos centros comerciales. En sectores como San Andresito, Chapinero, El Siete de Agosto y el Centro de Bogotá hay una alta oferta de locales que tienen el aviso "se vende" o "se arrienda".


En Cali, donde se calcula que hay 20 centros comerciales organizados y en el último año el área aprobada con destino al comercio creció un 10,4 por ciento, hay muchas personas descontentas con el cambio que ha sufrido el comercio como consecuencia de las nuevas inversiones.


Jairo Morales ha sido uno de los más afectados con la incursión de marcas y grandes superficies a la ciudad. Él tenía un local donde vendía pollo congelado en un barrio del norte de Cali, pero a menos de cuatro cuadras de su negocio Carrefour abrió sus puertas.


"Solo pude aguantar un año. Carrefour entró con muchos descuentos y con la posibilidad de que la gente pagara con tarjetas de crédito. A eso se suma que desde su llegada ha desarrollado una agresiva campaña para que la gente tenga la tarjeta de crédito que ellos ofrecen y eso hizo que mucha clientela dejara de comprar en mi local, pues yo sólo recibo dinero en efectivo", dice.


Otra desventaja que tuvo el comerciante fueron los precios. "La gran cadena compra al por mayor y puede hacer sus promociones permanentemente, yo no compro volúmenes así que no pude competir con precios y me tocó cerrar", comenta. Otro caso parecido vivió Edith Reyes en Villavicencio con su tienda de frutas y verduras, cuando Exito abrió un gran almacén a pocas cuadras de su negocio. "Ustedes publican todo el tiempo que las tiendas de barrio continúan siendo fuertes, pero aquí muchas se cerraron.

EL TRABAJO EN EQUIPO ES OTRA DE LAS ESTRATEGIAS PARA SOBREVIVIR
En Bogotá, un significativo grupo de comerciantes de electrodomésticos de línea blanca (lavadoras, estufas, neveras y calentadores), ubicados en la carrera 13 entre calles 15 y 17, se unió para crear un centro comercial abierto denominado 'La Feria de la Carrera 13'.


En concepto de Rafael España, analista económico de Fenalco, esta es una buena iniciativa para mantener vivo el comercio tradicional. A juicio del experto, a muchos comerciantes de sectores tradicionales les falta audacia, organización y metodología para mantener sus negocios.


"Hay que admitir que la situación de seguridad en el país hace que la gente se incline más por los centros comerciales y de ahí que los empresarios continúen con la idea de construir más espacios dotados de todas las comodidades", comenta España.


La visión del directivo es que el comercio debe especializarse y trabajar en grupo para mantener a los consumidores.

Crédito y descuentos ahora van de la mano

Hasta hace algunos años las tarjetas de crédito no se recibían ni en los San Andresitos ni en los establecimientos del centro de las ciudades. Los compradores de estos sitios negociaban con el efectivo en mano los electromésticos, juguetes y todo tipo de mercancías importadas.


Hoy es común que en la mayoría de locales reciban tarjetas de crédito, incluso con el descuento que se obtiene después de haber negociado por alguna mercancía.


Ricardo Rodríguez, gerente del Centro Comercial Puerto Príncipe en Sanandresito San José de Bogotá, dice que, además, los comerciantes se han unido para invertir en infraestructura y hoy en día San Andresito tiene un aspecto más agradable y es más seguro.


En efecto, otro de los aspectos en los que ha evolucionado San Andresito es que cada bloque de comercio lleva el nombre de un centro comercial. Todos cuentan con vigilancia, administración y servicio de baños, en el cual cobran 500 pesos la entrada por persona.


Maclovio Torres, gerente de la cooperativa que agremia a los comerciantes de San Andresito en San José, dice que el sector sigue teniendo sus clientes, debido a que la oferta es muy diferente a la de los centros comerciales y los precios continúan siendo más bajos.

Los compradores tienen la última palabra en el tema

Diego Fajardo, del Centro de Investigaciones del Comercio (Cico) dice que si bien los centros comerciales han cambiado la cultura en lo que al consumo se refiere, esto no quiere decir que estén comprando más en los centros comerciales.


En concepto del ejecutivo, los compradores se han repartido entre los diferentes espacios y lo que se evidencia es que cada día hay menos consumidores fieles a las marcas.


Según las investigaciones realizadas por Cico, el 91 por ciento de las personas que visitan los centros comerciales no van a comprar. En su mayoría las familias visitan los nuevos espacios para actualizarse en tendencias de la moda, para reunirse con otras personas y para conocer las nuevas propuestas.


Según la encuesta realizada por esta empresa en las principales ciudades del país con personas de estratos 1, 2 y 3, el 85 por ciento de la gente continúa pensando que en el comercio tradicional hay mucho más surtido y que los precios son más favorables.


Otro aspecto a favor para los comerciantes tradicionales está en el tema de los parqueaderos. Para un 59 por ciento es desagradable el cobro del parqueo en los centros comerciales.


Según un sondeo con personas que visitaron algunos centros comerciales el pasado fin de semana, si bien es cierto que el centro comercial les proporciona mayor seguridad es claro que los precios al interior de los establecimientos son más costosos. Por ende consideran que no se debería cobrar el parqueadero en las primeras horas, como hasta hace algunos años lo hacía Unicentro y otros centros comerciales.


En el caso de los comerciantes que quieren poner sus negocios en estos sitios, consideran que es muy alto el costo. El arriendo de los locales cuesta entre 4 y 5 millones de pesos.

La presencia masiva de las marcas en el comercio asegura una buena imagen

Para los expertos en publicidad y mercadeo, un hecho claro es que las grandes marcas deben estar presentes tanto en el comercio tradicional como en los nuevos centros comerciales, como una estrategia para posicionar las marcas y estar más cerca de todos los consumidores.

Los empresarios dicen que sí se han incrementado las ventas y que hay compradores para todos los productos en todos los establecimientos. Sin embargo, los empleados de los establecimientos aseguran que entre lunes y jueves no se mueven casi las ventas y que los mejores días para el comercio son los viernes, sábados y domingos.

Los comerciantes de Chapinero, el Centro, el Siete de Agosto y el Restrepo en Bogotá aseguran que las ventas se han bajado mucho en los últimos dos años, a pesar de que la economía se ha recuperado y la gente se está endeudando nuevamente.

Dentro de las marcas que se caracterizan por hacer presencia masiva en todo el comercio sobresalen: Arturo Calle, Spring Step, Totto, Kokoriko y Lanosos, para mencionar algunos casos.

Rafael España, analista económico de Fenalco, destaca la estrategia de muchos de estos comerciantes para mantenerse activos en los diferentes puntos y con la proyección de seguir abriendo puntos de venta. "Yo creo que si estos almacenes no tuvieran resultado hubieran cerrado hace mucho tiempo, pero el Arturo Calle de Chapinero se mantiene ahí y es por algo", comenta.

Otros analistas dicen que la expansión del comercio ha beneficiado también a los dueños de franquicias porque muchos comerciantes que han cerrado sus pequeños negocios han decidido invertir en marcas reconocidas para seguir obteniendo los ingresos.

Julio Senior, del Grupo Latinoamericano de Franquicias, confirma que en los últimos dos años ha crecido el interés de las empresas por crear franquicias debido al interés de sus clientes de beneficiarse de las marcas.

Esto ha hecho que muchas pequeñas y medianas empresas de ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y la Costa Atlántica estén incursionando con sus marcas al país, generando una nueva competencia en los diferentes sectores.

Muestra de ello es que en los nuevos centros comerciales de Bogotá hay marcas paisas como Bésame, Unico y Elipse. Las tres compiten en el segmento de ropa interior donde Punto Blanco, Gef y Leonisa han sido tradicionalmente fuertes a lo largo de los años.

La respuesta de estas marcas ha sido la de aumentar sus inversiones en publicidad y hacer presencia masiva.

Por ejemplo Gef y Leonisa, que por años comercializaban sus mercancías a través de los almacenes de cadena, ahora tienen tiendas propias en los centros comerciales y en los principales comercios abiertos del país. La idea de estas empresas es posicionar sus marcas ante el público y lograr un mayor acercamiento para que compren los productos, independientemente de donde lo hagan.

En esta misma tendencia están las marcas de alto nivel. En el centro comercial El Retiro de Bogotá, en el Andino y en el Atlántis Plaza abrieron tiendas propias marcas como Calvin Klein, Versace, Agatha Ruiz de la Prada, Kenneth Cole de Nueva York, Carlos Pinel y Rashed. Estas marcas están dirigidas a consumidores de alto nivel y hasta hace algunos años se traían por encargo al país.

Administradores de las tiendas dicen que estar cerca al consumidor permite darle más realse a las empresas y tener más contacto con las personas que buscan este tipo de marcas, para llegarles al bolsillo con estrategias precisas.

SIGUE EL AUGE DE LOS NUEVOS CENTROS
El constructor Pedro Gómez Barrero es claro en afirmar que el auge de los centros comerciales continuará, debido a la demanda que hay por espacios dentro de estos nuevos complejos.

"La experiencia me lo demuestra. Cuando un proyecto sale a la venta, el 90 por ciento se vende en menos de un trimestre y luego de comercializado el proyecto tenemos personas a la expectativa de cuándo sale a la venta el siguiente", dice.

El empresario llama la atención en que muchos comerciantes están saliendo de sus ciudades y esto hace más atractivo el negocio. Dice, también, que es una oportunidad para las marcas.

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