domingo, julio 23, 2006

Hay gente para todos

Crece construcción de centros comerciales en el Valle del Aburrá
Los centros comerciales en el Valle del Aburrá ganan terreno. En los últimos años se han dirigido a cubrir las necesidades de los consumidores para que encuentren todo en un mismo lugar.Autor: Gustavo A. Zabala Berrío

TOMADO DE EL MUNDO


En sólo Medellín, el número de centros comerciales sobrepasa los 50. Entre los nuevos centros comerciales que se construyen en el Área Metropolitana están: Premium Plaza, Mall Fontana Plus y Puerta del Norte (Bello).
Desde que se inauguró en 1.972 en primer centro comercial en Medellín, Sandiego, en la ciudad se ha dado una expansión interesante de este tipo de construcciones que buscan satisfacer las necesidades de los clientes al ofrecerles todo en un mismo lugar. Fue tal el éxito del centro comercial inaugurado por Tomás Santamaría y Rodrigo Mora Montoya que este concepto se ha extendido a lo largo y ancho del país siguiendo modelos en su gran mayoría, de otros países, hasta llegar hoy a tener más de 350, principalmente en las grandes capitales, aunque a este fenómeno no escapan las ciudades intermedias. A pesar de que Medellín fue la pionera en este tema, hoy en día es Bogotá la que alberga el mayor número de estos espacios con más de 100. Y es que si antes los centros comerciales eran destinados sólo para comercio, hoy en día esta imagen ha sido revaluada por la misma necesidad que tienen los compradores de hallar todo en un mismo sitio sin tener que ir a otro lugar. Las nuevas construcciones que se levantan sobre la ciudad intentan responder a todos los públicos con: supermercados de grandes superficies, droguerías, tiendas de marcas reconocidas, espacios para la recreación de los niños, librerías, locales especializados en tecnología y espacios para el descanso con fuentes que invitan a la meditación. Con el paso del tiempo pasaron a convertirse en un punto de referencia y de encuentro de la mayoría de las personas, ya sea para estudiar, para desplazarse a otro sitio, para una cita “clandestina”, para encuentros amorosos y hasta para hacer negocios. También han ido acompañados de nuevos conceptos como el de pasajes comerciales y mall, aunque distintos en forma, persiguen el mismo objetivo: atraer compradores. Según Luz Marina Londoño, directora ejecutiva de Asocentros, el crecimiento de los centros comerciales en la ciudad beneficia tanto al público como al comerciante porque “les brinda a todos una serie de servicios que no tienen en el comercio callejero como los servicios complementarios, seguridad, aseo, posibilidad de pasar el tiempo libre conjuntamente con el de compras. Y al comerciante se le ofrece un flujo de público más constante, más seleccionado, porque sabe quién es su publico, qué necesita, a qué va”. Sin embargo, considera que los proyectos actuales están excesivamente concentrados y a pesar de que la ciudad puede con muchos, es necesario que su construcción y ubicación respondan a un estudio serio para llegar a mercados desprotegidos que se pueden expandir “pero que todo el mundo le apunte al mismo mercado y a los mismos comerciantes no se vuelve un crecimiento sino una amenaza”. Además porque el diseño y la ubicación no son siempre garantía de éxito. Sin restricción La construcción de estos espacios no tiene restricción alguna, de ahí que abunden los pasajes comerciales, centros comerciales de menor tamaño y los mismos mall. Según María Elena Gaviria, jefe de la Unidad de Monitoreo y Control de la Administración Municipal, la reglamentación vigente comprende el Acuerdo 62 de 1999 Plan de Ordenamiento Territorial, el Acuerdo 23 de 2000 Fichas de Normativa Urbana y Rural y el Acuerdo 38 de 1990 Estatuto de Usos del suelo, urbanismo y construcción. Este último define a los centros comerciales como una edificación o un conjunto de ellas que agrupa locales dedicados a la venta de artículos diversos ya la prestación de servicios, “con una reglamentación interna y áreas comunes para su funcionamiento y que ubicados por fuera del área central comercial o de actividad múltiple, requieren de la dotación suficiente de área para parqueadero de visitantes y zonas francas para cargue y descargue de productos y mercancías”. ¿Muchos o pocos? Afirmó la Directora Ejecutiva de Asocentros que el freno de la construcción en general en el sector de El Poblado no se dio con la parte comercial y citó proyectos como los de San Fernando (con centro comercial), La Strada, el Centro Empresarial (con locales comerciales), la Librería Panamericana y “ya hay un proyecto entre La Aguacatala y la Panamericana para hacer otro centro comercial al frente de Oviedo, Carulla, Home Mart. Todo el mundo quiere estar en la misma cuadra y van a terminar matando el mercado”, enfatizó. Algo similar opina Raúl Echeverri Duque, presidente de Asoguayaquil, quien manifestó que aunque en calidad de centros comerciales en comparación con otras ciudades del país, Medellín está bien, en números hay “una sobresaturación de construcción no sólo en el sector de Guayaquil sino de Medellín, cree uno que el mercado no está dado para tanto. Sin embargo uno considera que las personas que están haciendo estas construcciones han hecho los estudios de mercado juiciosos al respecto. Estamos en el tope de la saturación”. Aseguró que dentro del mismo sector de Guayaquil se está dando un cambio en la tendencia del tradicional centro comercial de local pequeño a locales más grandes. En la zona del Hueco, hay 46 centros comerciales y entre 70 y 80 en todo Guayaquil. Eso sin contar los pasajes pequeños subdivididos en locales que también denominan centros comerciales. Muy distinto piensa Gloria Nelly Acosta, quien hasta el viernes fue la directora ejecutiva de Uniccom y pasó a ser la administradora del Centro Comercial Puerta del Norte en Bello. Afirmó que a pesar de los que existen, sí hay compradores para cada uno de ellos porque cada zona está quedando con su sector comercial. “Nos estamos repartiendo el mercado porque se hace la fidelización del cliente, todos nos estamos beneficiando, en cada zona hay un conglomerado comercial y allí su zona de influencia”, dijo. Una de las dificultades que tienen los administradores de los centros comerciales es conocer a ciencia cierta cuánto venden, principalmente porque los propietarios de los locales no están obligados a reportarlas. “Eso no funciona así en el resto del mundo. En todas partes los centros comerciales son de un solo dueño que alquila los espacios por un fijo más unas comisiones de ventas y tiene control por las ventas de cada almacén”, afirmó Luz Marina Londoño, directora ejecutiva de Asocentros. En la zona del Hueco esta situación es más compleja porque allí existen cerca de 5.000 locales en una manzana y esas ventas son privadas de la gente. Lo importante de este auge en infraestructura comercial es la posibilidad que se abre a la generación de nuevas fuentes de empleo en las zonas escogidas para la construcción de estos centros comerciales en el Valle de Aburrá.
Asociaciones
En Medellín existen tres organizaciones donde están agrupados los centros comerciales: Asoguayaquil, Uniccom y Asocentros. Asoguayaquil integra a 15 de ellos que están ubicados en la zona del Hueco como: Hueco Pichincha, Hueco N°1, Japón, Metrohueco, Metrópolis, Guayaquil, Floro Zuluaga, Atenas, Palacio Rojo, Maturín, entre otros. Uniccom agrupa 14 centros comerciales en todo el Área Metropolitana, desde Itagüí hasta el norte: Automotriz, El Paso, El Diamante, Galerías de Sandiego, Mall La Frontera, Mall La Visitación, Monterrey, Orquídea Plaza, Obelisco, Plazoleta Las Américas, Platino Plaza, Terminal del Norte, Terminal del Sur, Villanueva En Asocentros están: Camino Real, El Tesoro, Oviedo, Sandiego y Unicentro. Ha invitado además a Los Molinos y a Mayorca. Los independientes son: Univentas, Los Molinos, Mayorca y Punto Clave, sin contar los que están en proceso de construcción como: Puerta del Norte en Bello, Premium Plaza y Mall Fontana Plus.

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