El retail colombiano sigue siendo un sector fragmentado, con puntos de venta tradicionales siendo el canal dominante de las tiendas de retail en general. Esto incluye almacenes de barrio, vendedores ambulantes, panaderías y negocios familiares que operan en el sector formal e informal.
Estos a menudo se agrupan en oposición a los canales modernos de retail, pertenecientes a cadenas nacionales y compañías extranjeras de Chile, Francia, México, Holanda y Portugal. Con Kantar Worldpanel, una consultora, estimando que los canales tradicionales representan 54% de las tiendas, los grandes negocios necesitan adaptarse para encajar en las condiciones locales.
El continuo papel jugado por los almacenes de barrio está sorprendiendo. Colombia, como Brasil y Chile, ha visto subir sus ingresos robustamente en las últimas dos décadas, con los hábitos de consumo evolucionando. La urbanización también ha aumentado el número de colombianos viviendo en pueblos y ciudades, que ha tenido un segundo impacto al aumentar las ventas de bienes de lujo. Los almacenes de barrio, por su parte, están tradicionalmente asociadas con el consumo de los hogares más pobres, pero otros factores distintos que el ingreso permiten que continúen intactos.
Uno de esos factores es el hábito. Los colombianos tienen una historia de utilizar los mercados callejeros como lugar de compras y como un foro para socializar con sus amigos y vecinos. También juega un papel el factor cultural. Para los colombianos preocupados de la moda, los supermercados y centros comerciales son un lugar para “ser vistos”, e implica arreglarse para ir de compras, mientras que visitar almacenes locales es un asunto de menos estilo y más conveniencia. Los comerciantes también desarrollaron relaciones cercanas con los clientes regulares, actuando como confidentes al escuchar problemas y ofreciendo consejo, un nivel de servicio que las cadenas de supermercados no pueden ofrecer.
El efectivo es el rey
También hay una consideración financiera. La relación cercana entre pequeños minoritas y sus clientes significa que muchas operaciones de crédito son asumidas en base a la confianza. Con bajos niveles de penetración bancaria y relativamente bajos niveles de ingresos, este arreglo de financiación informal entrega una ventaja competitiva. Los negocios de vecindario también venden productos como huevos y verduras en cantidades menores y más asequibles, mientras que los supermercados tienden a vender algunos productos en cantidades mayores.
Otro factor es que las tarjetas de crédito y pagos electrónicos continúan infrautilizados, y el efectivo es el medio de pago más común. Lo mismo para las compras online, que continúan siendo relativamente inusuales, aunque si la inversión en infraestructura tecnológica crece, se esperan mejoras rápidas.
La conveniencia no debe ser subestimada tampoco. Los colombianos son aficionados a estar cerca de casa para sus compras rutinarias y, en un país donde las distancias pueden ser considerables, los confiables negocios locales continúan siendo los favoritos para la adquisición de productos básicos del día a día como huevos, arroz y aceite de cocina. Kantar Wordpanel estima que los colombianos visitan sus almacenes en promedio una vez cada dos días, mientras que las cadenas de supermercados pueden esperar una visita cada quince días.
Cambiando patrones de consumo
Por lo tanto, los pequeños negocios minoristas han mostrado resiliencia, pese a los bruscos cambios en los hábitos de compra. Los patrones de consumo están evolucionando particularmente en los grandes centros urbanos, donde consumidores faltos de tiempo dedican menos horas a comprar. Las ventas en supermercados e hipermercados crecieron 9,3% a tasa interanual en los primeros diez meses de 2014 de acuerdo al DANE, la oficina de estadísticas del gobierno. Las ventas totales del retail, excluyendo autos y combustibles, subieron 7,3% en el mismo período, reflejando una pequeña declinación en la prominencia de los pequeños negocios.
Sin embargo, los números no pintan una clara fotografía de las compras en almacenes, cuyos datos son difíciles de recolectar, especialmente en el sector informal. Además, una línea divisoria está siendo dibujada en base a los niveles de ingreso. Kantar afirma que, si bien los almacenes son populares particularmente entre consumidores rurales de ingresos más bajos, el retail moderno se está volviendo más popular entre los ricos consumidores urbanos.
Hábitos tradicionales aún atractivos
El atrincheramiento de los negocios locales es un desafío de muchos minoritas grandes, que hicieron incursiones sustanciales dentro del mercado en los ’90, pero vieron su estancamiento en años recientes.
Como resultado, muchos están renovando sus estrategias para poner los tradicionales hábitos de consumo a su favor. Siguiendo un modelo que ha entregado resultados positivos en países como México, un importante número de tiendas de retail están estableciendo unidades más pequeñas y convenientes, que apuntan a servir a una comunidad restringida. La idea detrás de proyectos como Éxito Vecino, Oxxo y Carrefour Express, es crear un canal híbrido que ofrece los beneficios de las tiendas locales mientras que también complace cambiantes ingresos y hábitos de consumo. Estos lanzamientos se han centrado en locaciones convenientes y apuntan a ofrecer un amigable servicio personalizado. Pero también a suministrar una variedad de productos de calidad garantizada.
Las unidades más pequeñas anotan una ventaja para el retail. En ciudades de crecimiento rápido como Bogotá y Medallín, el precio de los terrenos ha crecido rápidamente. Como resultado, pequeños supermercados de vecindario en áreas suburbanas son económicamente más viables que la presencia de grandes tiendas. Horarios de atención más largos es otra característica de los almacenes que las cadenas esperan igualar.
Enfrentados con los mayores recursos de las cadenas nacionales, los almacenes podrían comenzar a sucumbir y ceder más espacio a sus grandes rivales. Pero posiblemente el cambio será lento, con los comerciantes locales aún ofreciendo un nivel de servicio que será difícil de igualar por las grandes cadenas.
Fuente: DF
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