Vender medicamentos, un negocio tan bueno para los Char como sus tiendas Olímpica
Vender medicamentos, un negocio tan bueno para los Char como sus tiendas Olímpica
Además de su popular cadena La Economía le suministran las drogas a la Policía, un contrato que volvieron a ganar y que vale 217 mil millones
Por: Las Dos Orillas | noviembre 27, 2025

Dieciséis días antes de que Gustavo Petro se pusiera la banda presidencial, el gobierno de Iván Duque firmó un contrato que todavía resuena en los pasillos de las instituciones públicas. Fue un acuerdo de alcance nacional que organizaba el suministro de medicamentos para 15 departamentos y que fijaba quién tendría la exclusividad del abastecimiento para hospitales públicos, unidades militares y la Policía hasta finales de 2025. Ese contrato, que se convirtió en un peso muerto sobre el escritorio del nuevo gobierno, tenía entre sus ganadores un nombre que en el Caribe se pronuncia con familiaridad: Éticos Serrano Gómez, la distribuidora de medicamentos asociada a la familia Char, empresa que volvió a quedarse con el jugoso contrato de urgencia con la Policía Nacional de distribución de sus medicamentos, por 217 mil millones de pesos, pese a los intentos del Gobierno Petro por tumbarlo.
Éticos Serrano Gómez, incrustado desde hace dos décadas en el negocio farmacéutico estatal, volvió a aparecer en los informes, en las quejas, en los trámites y en las urgencias del país. Petro llegó con la intención declarada de romper el esquema que heredó, abrir el mercado y multiplicar los proveedores. Pero la estructura que encontró estaba hecha para resistir. Mientras él hablaba de competencia, el sistema seguía funcionando con la misma lógica que lo había sostenido desde 2005: un operador centralizado que movía millones de unidades médicas y controlaba los inventarios de entidades que atienden a más de medio millón de usuarios. En ese engranaje, Éticos Serrano se mantuvo inmóvil, como si nada pudiera descolocarla y nada ha podido.
Lea también: El plan de 100 nuevas tiendas de Ísimo con el que los Char quieren darle la pelea a D1 y Ara
La empresa no siempre fue ese gigante que opera bodegas, rutas, centros de acopio y sistemas de dispensación en todo el país. Empezó como un negocio vallenato en 1979, pequeño y austero, dedicado a llevar medicamentos al sur de La Guajira y al Cesar. Era el tipo de emprendimiento que sobrevivía más por persistencia que por músculo financiero. A mediados de los años noventa, cuando los Char buscaban expandir su cadena de droguerías y robustecer la oferta de sus supermercados Olímpica, vieron allí una oportunidad. Compraron la distribuidora y la hicieron parte de su engranaje comercial, el mismo que controla emisoras, tiendas, bienes raíces y al Junior de Barranquilla. Con el tiempo, Éticos Serrano creció en bodegas, en rutas, en inventarios y en contratos. Una de sus primeras audiciones fue Drogas La Economía, la cual se dio en 1995, cuando Socinsa, empresa de los Char, compró el 99,9 % de las acciones de Éticos Serrano Ltda. En 2022, luego de hacerse a varias droguerías más pequeñas, dentro de las que estaban las casi 60 Farmacias Torres, líderes en la Costa Atlántica, llegó a reportar ingresos cercanos a un billón de pesos y a ubicarse entre las empresas más grandes de la Costa Caribe.
Ese crecimiento coincidió con la progresiva consolidación del sistema de compra pública de medicamentos, que fue dejando en manos de unos pocos operadores el abastecimiento de hospitales, fuerzas militares y la Policía. En siete años, tres grandes convenios pasaron por las mismas manos: primero Medipol 16, luego Éticos Serrano, y después otra adjudicación en la que la empresa volvió a aparecer. La demanda era enorme. Solo en 2024, la Policía reportó más de seis millones de atenciones para más de quinientos mil usuarios, una maquinaria que consume medicamentos de forma constante.
Cuando Petro llegó, encontró un esquema blindado por el Acuerdo Marco de Precios firmado en junio de 2022. Ese documento escogía a tres proveedores para abastecer a buena parte del país: Éticos Serrano, la unión temporal Audidrogas —controlada por Audifarma— y Productos Hospitalarios. Pero la estructura empezó a mostrar fisuras. En enero de 2023, Productos Hospitalarios salió del camino por decisión de Colombia Compra Eficiente. La competencia se redujo a dos. Y pronto quedó solo una.
Lea también: El ejecutivo barranquillero que revivió a Olímpica y logró que los Char volvieran a ganar millones
Audidrogas comenzó a evidenciar problemas en su capacidad instalada. No pudo entregar pedidos en departamentos que la necesitaban y obligó a entidades como el Sena del Huila a buscar otras opciones o declarar desiertos los requerimientos. En algunos casos, los compradores tuvieron que acudir directamente a Éticos Serrano. En otros, no hubo forma de avanzar. El mercado empezó a funcionar como si una sola empresa sostuviera todo el peso del sistema.
Los tropiezos administrativos siguieron acumulándose. En marzo de 2024, Colombia Compra Eficiente suspendió el acuerdo tras encontrar inconsistencias en el catálogo de medicamentos y en el simulador de precios. Pocas semanas después, Audidrogas quedó inhabilitada para contratar con el Estado. Era el punto final de cualquier intento de competencia. Éticos Serrano quedó como única opción, un escenario incompatible con la ley de contratación. La agencia decidió terminar el acuerdo seis meses antes de lo previsto, lo que desencadenó una disputa técnica y jurídica que sumó recursos, insistencias, oficios y finalmente una tutela.
En medio de todo esto, la Policía enfrentó el problema práctico: garantizar que sus afiliados no se quedaran sin medicamentos. En abril declaró una urgencia manifiesta. Intentó trasladar el manejo a Drogas La Rebaja, empresa bajo control estatal, pero las evaluaciones internas concluyeron que no tenía cómo asumir la operación. La urgencia terminó nuevamente en las manos conocidas. Éticos Serrano recibió un contrato por más de doscientos mil millones de pesos mientras se organizaba un nuevo proceso.
Ese nuevo proceso llegó en noviembre. La adjudicación recayó en la unión temporal Polpharma, integrada por Éticos Serrano y otra compañía cuyo representante legal es un directivo del grupo Olímpica. La estructura continuó. Lo que cambió fue la envoltura, así lo reveló la revista Cambio.Mientras Éticos Serrano sigue adelante, el gobierno mantiene mesas de trabajo con actores del sector para diseñar un sistema diferente de compra pública. La tutela interpuesta por la Audidrogas fue rechazada en dos instancias y ahora reposa en manos de la Corte Constitucional. El debate sigue, aunque las operaciones continúan sin pausa.
Al margen del trámite, queda la dimensión más amplia del grupo económico que respalda a la empresa. La familia Char, conocida por su presencia política y empresarial en Barranquilla, construyó un emporio que abarca supermercados, emisoras, farmacias, hoteles, construcción y deportes. Éticos Serrano se integró a ese ecosistema para surtir las droguerías de Olímpica y sostener una operación de distribución que se extendió por todo el país. El más reciente contrato con la Policía la volvió a poner en el debate público por los señalamientos de acaparamiento y concentración en la distribución de medicamentos, señalamientos que no ha detenido su crecimiento bajo el ala de la familia más poderosa de la Costa Caribe.
Vender medicamentos, un negocio tan bueno para los Char como sus tiendas Olímpica
Además de su popular cadena La Economía le suministran las drogas a la Policía, un contrato que volvieron a ganar y que vale 217 mil millones
Por: Las Dos Orillas | noviembre 27, 2025

Dieciséis días antes de que Gustavo Petro se pusiera la banda presidencial, el gobierno de Iván Duque firmó un contrato que todavía resuena en los pasillos de las instituciones públicas. Fue un acuerdo de alcance nacional que organizaba el suministro de medicamentos para 15 departamentos y que fijaba quién tendría la exclusividad del abastecimiento para hospitales públicos, unidades militares y la Policía hasta finales de 2025. Ese contrato, que se convirtió en un peso muerto sobre el escritorio del nuevo gobierno, tenía entre sus ganadores un nombre que en el Caribe se pronuncia con familiaridad: Éticos Serrano Gómez, la distribuidora de medicamentos asociada a la familia Char, empresa que volvió a quedarse con el jugoso contrato de urgencia con la Policía Nacional de distribución de sus medicamentos, por 217 mil millones de pesos, pese a los intentos del Gobierno Petro por tumbarlo.
Éticos Serrano Gómez, incrustado desde hace dos décadas en el negocio farmacéutico estatal, volvió a aparecer en los informes, en las quejas, en los trámites y en las urgencias del país. Petro llegó con la intención declarada de romper el esquema que heredó, abrir el mercado y multiplicar los proveedores. Pero la estructura que encontró estaba hecha para resistir. Mientras él hablaba de competencia, el sistema seguía funcionando con la misma lógica que lo había sostenido desde 2005: un operador centralizado que movía millones de unidades médicas y controlaba los inventarios de entidades que atienden a más de medio millón de usuarios. En ese engranaje, Éticos Serrano se mantuvo inmóvil, como si nada pudiera descolocarla y nada ha podido.
Lea también: El plan de 100 nuevas tiendas de Ísimo con el que los Char quieren darle la pelea a D1 y Ara
La empresa no siempre fue ese gigante que opera bodegas, rutas, centros de acopio y sistemas de dispensación en todo el país. Empezó como un negocio vallenato en 1979, pequeño y austero, dedicado a llevar medicamentos al sur de La Guajira y al Cesar. Era el tipo de emprendimiento que sobrevivía más por persistencia que por músculo financiero. A mediados de los años noventa, cuando los Char buscaban expandir su cadena de droguerías y robustecer la oferta de sus supermercados Olímpica, vieron allí una oportunidad. Compraron la distribuidora y la hicieron parte de su engranaje comercial, el mismo que controla emisoras, tiendas, bienes raíces y al Junior de Barranquilla. Con el tiempo, Éticos Serrano creció en bodegas, en rutas, en inventarios y en contratos. Una de sus primeras audiciones fue Drogas La Economía, la cual se dio en 1995, cuando Socinsa, empresa de los Char, compró el 99,9 % de las acciones de Éticos Serrano Ltda. En 2022, luego de hacerse a varias droguerías más pequeñas, dentro de las que estaban las casi 60 Farmacias Torres, líderes en la Costa Atlántica, llegó a reportar ingresos cercanos a un billón de pesos y a ubicarse entre las empresas más grandes de la Costa Caribe.
Ese crecimiento coincidió con la progresiva consolidación del sistema de compra pública de medicamentos, que fue dejando en manos de unos pocos operadores el abastecimiento de hospitales, fuerzas militares y la Policía. En siete años, tres grandes convenios pasaron por las mismas manos: primero Medipol 16, luego Éticos Serrano, y después otra adjudicación en la que la empresa volvió a aparecer. La demanda era enorme. Solo en 2024, la Policía reportó más de seis millones de atenciones para más de quinientos mil usuarios, una maquinaria que consume medicamentos de forma constante.
Cuando Petro llegó, encontró un esquema blindado por el Acuerdo Marco de Precios firmado en junio de 2022. Ese documento escogía a tres proveedores para abastecer a buena parte del país: Éticos Serrano, la unión temporal Audidrogas —controlada por Audifarma— y Productos Hospitalarios. Pero la estructura empezó a mostrar fisuras. En enero de 2023, Productos Hospitalarios salió del camino por decisión de Colombia Compra Eficiente. La competencia se redujo a dos. Y pronto quedó solo una.
Lea también: El ejecutivo barranquillero que revivió a Olímpica y logró que los Char volvieran a ganar millones
Audidrogas comenzó a evidenciar problemas en su capacidad instalada. No pudo entregar pedidos en departamentos que la necesitaban y obligó a entidades como el Sena del Huila a buscar otras opciones o declarar desiertos los requerimientos. En algunos casos, los compradores tuvieron que acudir directamente a Éticos Serrano. En otros, no hubo forma de avanzar. El mercado empezó a funcionar como si una sola empresa sostuviera todo el peso del sistema.
Los tropiezos administrativos siguieron acumulándose. En marzo de 2024, Colombia Compra Eficiente suspendió el acuerdo tras encontrar inconsistencias en el catálogo de medicamentos y en el simulador de precios. Pocas semanas después, Audidrogas quedó inhabilitada para contratar con el Estado. Era el punto final de cualquier intento de competencia. Éticos Serrano quedó como única opción, un escenario incompatible con la ley de contratación. La agencia decidió terminar el acuerdo seis meses antes de lo previsto, lo que desencadenó una disputa técnica y jurídica que sumó recursos, insistencias, oficios y finalmente una tutela.
En medio de todo esto, la Policía enfrentó el problema práctico: garantizar que sus afiliados no se quedaran sin medicamentos. En abril declaró una urgencia manifiesta. Intentó trasladar el manejo a Drogas La Rebaja, empresa bajo control estatal, pero las evaluaciones internas concluyeron que no tenía cómo asumir la operación. La urgencia terminó nuevamente en las manos conocidas. Éticos Serrano recibió un contrato por más de doscientos mil millones de pesos mientras se organizaba un nuevo proceso.
Ese nuevo proceso llegó en noviembre. La adjudicación recayó en la unión temporal Polpharma, integrada por Éticos Serrano y otra compañía cuyo representante legal es un directivo del grupo Olímpica. La estructura continuó. Lo que cambió fue la envoltura, así lo reveló la revista Cambio.Mientras Éticos Serrano sigue adelante, el gobierno mantiene mesas de trabajo con actores del sector para diseñar un sistema diferente de compra pública. La tutela interpuesta por la Audidrogas fue rechazada en dos instancias y ahora reposa en manos de la Corte Constitucional. El debate sigue, aunque las operaciones continúan sin pausa.
Al margen del trámite, queda la dimensión más amplia del grupo económico que respalda a la empresa. La familia Char, conocida por su presencia política y empresarial en Barranquilla, construyó un emporio que abarca supermercados, emisoras, farmacias, hoteles, construcción y deportes. Éticos Serrano se integró a ese ecosistema para surtir las droguerías de Olímpica y sostener una operación de distribución que se extendió por todo el país. El más reciente contrato con la Policía la volvió a poner en el debate público por los señalamientos de acaparamiento y concentración en la distribución de medicamentos, señalamientos que no ha detenido su crecimiento bajo el ala de la familia más poderosa de la Costa Caribe.
Anuncios.
Comentarios