Venezuela ofrece bonos de deuda para pagar a firmas colombianas - El Comercio
Los empresarios colombianos presionan por el cobro de USD 252 millones. Ecuador y Perú también son afectados.
Carlos Rojas, Corresponsal en Bogotá
Los exportadores ecuatorianos y peruanos no son los únicos que miran con preocupación la demora del Gobierno venezolano en autorizar sus pagos en divisas oficiales. En Colombia, el ambiente de angustia es similar, pues están pendientes pagos por USD 252 millones.
Según la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, la balanza es negativa y muy desigual para el país llanero. Con un monto tan elevado de ventas, los problemas de liquidez de Venezuela para con el lado colombiano no parecen ser tan dramáticos.
Al menos no como en el caso de los exportadores ecuatorianos, a quienes Venezuela les debe alrededor de USD 200 millones o la de los peruanos, que reclaman el pago de USD 500 millones.
Sin embargo, Magdalena Pardo, presidenta de la Cámara, aclara que estos 252 millones corresponden solo al grupo de pagos retrasados, de entre tres meses y un año en promedio, que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) no ha cancelado.
El 26% de la deuda con Colombia corresponde a plazos vencidos de entre 90 y 180 días; el 58% no ha sido pagado en el último año y la diferencia (16%) tiene en espera un período mayor.
Para estos pagos estaría pendiente una renovación de la Autorización de Adquisición de Divisas (AAD) por parte del Gobierno venezolano, la misma que no tiene fecha tentativa en el futuro.
“La situación de Colombia es similar a la que tienen los exportadores de otros países y, por lo tanto, está sujeta a las mismas realidades”, comenta Pardo.
De allí que Xavier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), habla de la posibilidad de que los empresarios colombianos reciban papeles de deuda venezolana como forma de pago, para que dichos bonos sean canjeados en la Bolsa estadounidense. “Hasta el 10 de junio analizaremos esta opción; vendrán abogados venezolanos a Colombia para hacernos esta oferta”. La decisión de aceptar esos títulos correría por cuenta de cada exportador.
“Es un asunto desesperante para nuestros negocios”, añade Iván Amaya, empresario textil. Al sector que él representa, Venezuela le debe unos USD 60 millones. “Hay empresas pequeñas que dependen solo del mercado venezolano y, por lo tanto, sus capitales están en riesgo de esfumarse”.
Pardo aclara que existe un gran porcentaje de exportaciones colombianas, no determinadas, hacia el vecino país a través de lo que se conoce como el mercado del dólar paralelo o de permuta. En Venezuela, el dólar no oficial se cotiza hasta en 6,50 nuevos bolívares. Es decir, tres veces más que el valor que rige según el Cadivi.
Explica que el costo de los valores monetarios negociados por el mercado permuta es elevado pero es más ágil, tanto en trámites como en pagos. Además, la lista de productos prioritarios que maneja el control de divisas es limitado para 2009, por lo que la necesidad de negociar por vía del mercado paralelo es una opción.
No obstante a esta decisión, para Díaz, presenta un desafío de proporciones, en materia de competitividad para el productor colombiano y un evidente encarecimiento de los costos para el comprador venezolano.
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