Angélica Raigoso Rubio -
Bogotá. Las mujeres se constituyen en la oportunidad comercial de este siglo, dado que cada día tienen mayor poder adquisitivo como resultado de su propio trabajo.
Se calcula que para el año 2015 habrá 1.200 millones de mujeres trabajadoras, lo que permitirá que su consumo sea mayor.
Un estudio realizado por el Grupo Consultor de Boston indica que dada esta circunstancia cada vez es más importante comprender la forma de pensar de las mujeres y sus motivaciones para la compra de determinadas marcas.
Los expertos señalan que hay un notorio desconocimiento de las más diversas cuestiones de género y de las diferencias entre hombres y mujeres en el proceso de compra. El análisis de la consultora muestra 9 errores frecuentes que se comenten cuando se trata de vender y crear productos pensados para mujeres desde una óptica masculina.
Ignorar lo emocional
Mientras el hombre realiza sus compras habituales por la rutina de reemplazar sus productos, la mujer se deja llevar por los sentimientos que la compra le provoca. Las mujeres son también más sensibles y mejores intérpretes de la comunicación no verbal al recoger los matices más sutiles del tono de voz.
Recortar los precios
Estimular ventas bajo promociones surte aveces el sentido contrario al esperado por las mujeres, quienes al ser exigentes por la calidad pueden llegar a pensar que le están otorgando productos mediocres o que no cumplen con los estándares esperados.
Torpe comunicación
En gran parte de la publicidad las mujeres son invisibles o estereotipos de los modelos masculinos. Es más eficaz que quienes establezcan la comunicación de las marcas hacia las mujeres piensen y sientan como ellas. Lo que se evidencia es que los equipos de las agencias creativas están conformados principalmente por hombres.
No cambiar los productos
No resulta conveniente extender el ciclo de desarrollo de un producto realizando pocos cambios en el mismo de una temporada a otra. Las mujeres buscan novedad y se dejan cautivar por la innovación.
Afeminar productos
Uno de los errores comunes es adaptar productos desarrollados inicialmente para hombres a las mujeres cambiando el tamaño, la forma, el empaque, entre otros.
Equivocarse en diferenciación
Muchas de las personas dedicadas al desarrollo del marketing ignoran la importancia de estudiar las diferencias culturales de género para captar con eficiencia al público femenino.
Descuidar productos que ahorren
A pesar de una cierta redefinición de los roles sexuales en el hogar, en buena medida las tareas domésticas siguen siendo desarrolladas por las mujeres. Por esta razón ellas prefieren aquellos productos y alimentos que ahorren tiempo en la limpieza del hogar y la preparación de la comida.
Ignorar lo social
Las mujeres son mucho más sociables que los hombres, recomiendan más y se siente mejor haciéndolo.
Olvidar los diseños estéticos.
El hombre enfoca sus prioridades a la hora de la compra en la funcionalidad, la durabilidad y el precio, mientras que la mujer valora la estética del producto comparte emocional de la decisión de compra.
La importancia del amor
Otro de los errores comunes cuando se trata de crear y manejar productos para las mujeres tiene que ver con infravalorar la importancia del amor. Los expertos dicen que las mujeres consideran el amor como lo más importante de su vida en todas su facetas como el de una madre hacia su hijo, el de pareja, a sus hermanos y las mujeres casadas con hijos, sobre todo, son más dadas a aquellos productos y servicios que digan `te quiero`. Bajo esta premisa, es importante que en todas las estrategias de mercado se tengan en cuenta estos aspectos que suelen ser determinantes a la hora de que la consumidora tome la decisión de compra cuando se encuentra al frente de un producto.
Se calcula que para el año 2015 habrá 1.200 millones de mujeres trabajadoras, lo que permitirá que su consumo sea mayor.
Un estudio realizado por el Grupo Consultor de Boston indica que dada esta circunstancia cada vez es más importante comprender la forma de pensar de las mujeres y sus motivaciones para la compra de determinadas marcas.
Los expertos señalan que hay un notorio desconocimiento de las más diversas cuestiones de género y de las diferencias entre hombres y mujeres en el proceso de compra. El análisis de la consultora muestra 9 errores frecuentes que se comenten cuando se trata de vender y crear productos pensados para mujeres desde una óptica masculina.
Ignorar lo emocional
Mientras el hombre realiza sus compras habituales por la rutina de reemplazar sus productos, la mujer se deja llevar por los sentimientos que la compra le provoca. Las mujeres son también más sensibles y mejores intérpretes de la comunicación no verbal al recoger los matices más sutiles del tono de voz.
Recortar los precios
Estimular ventas bajo promociones surte aveces el sentido contrario al esperado por las mujeres, quienes al ser exigentes por la calidad pueden llegar a pensar que le están otorgando productos mediocres o que no cumplen con los estándares esperados.
Torpe comunicación
En gran parte de la publicidad las mujeres son invisibles o estereotipos de los modelos masculinos. Es más eficaz que quienes establezcan la comunicación de las marcas hacia las mujeres piensen y sientan como ellas. Lo que se evidencia es que los equipos de las agencias creativas están conformados principalmente por hombres.
No cambiar los productos
No resulta conveniente extender el ciclo de desarrollo de un producto realizando pocos cambios en el mismo de una temporada a otra. Las mujeres buscan novedad y se dejan cautivar por la innovación.
Afeminar productos
Uno de los errores comunes es adaptar productos desarrollados inicialmente para hombres a las mujeres cambiando el tamaño, la forma, el empaque, entre otros.
Equivocarse en diferenciación
Muchas de las personas dedicadas al desarrollo del marketing ignoran la importancia de estudiar las diferencias culturales de género para captar con eficiencia al público femenino.
Descuidar productos que ahorren
A pesar de una cierta redefinición de los roles sexuales en el hogar, en buena medida las tareas domésticas siguen siendo desarrolladas por las mujeres. Por esta razón ellas prefieren aquellos productos y alimentos que ahorren tiempo en la limpieza del hogar y la preparación de la comida.
Ignorar lo social
Las mujeres son mucho más sociables que los hombres, recomiendan más y se siente mejor haciéndolo.
Olvidar los diseños estéticos.
El hombre enfoca sus prioridades a la hora de la compra en la funcionalidad, la durabilidad y el precio, mientras que la mujer valora la estética del producto comparte emocional de la decisión de compra.
La importancia del amor
Otro de los errores comunes cuando se trata de crear y manejar productos para las mujeres tiene que ver con infravalorar la importancia del amor. Los expertos dicen que las mujeres consideran el amor como lo más importante de su vida en todas su facetas como el de una madre hacia su hijo, el de pareja, a sus hermanos y las mujeres casadas con hijos, sobre todo, son más dadas a aquellos productos y servicios que digan `te quiero`. Bajo esta premisa, es importante que en todas las estrategias de mercado se tengan en cuenta estos aspectos que suelen ser determinantes a la hora de que la consumidora tome la decisión de compra cuando se encuentra al frente de un producto.
ESTRATEGA EN RETAIL. Contactos en: igomeze@une.net.co igomeze@gmail.com www.igomeze.blogspot.com igomeze@une.net.co COLOMBIA - SURAMERICA
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