MUNDO
La entrevista a un hombre del desierto: «Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo»
22 de agosto de 2020 - 13:29
Los hombres del desierto son la población de Tuareg, que transitan el desierto de Sáhara sin tener nada y, por lo tanto, teniéndolo todo
En febrero del 2007 la contratapa del diario La Vanguardia mostró la entrevista que Víctor Amela le realizó a un Tuareg, un poblador nómada del desierto de Sáhara. «Un hombre de azul», como se los conoce, que se pueden encontrar en Argelia, Libia, Nigeria, Malí Mauritania y Burkina Faso. La frase de Moussa Ag Assarid, el entrevistado, sigue recorriendo el planeta como un mensaje, acaso como una invitación a la verdadera vida: «Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo».
Los Tuareg son un pueblo nómada, libre, sin dueño ni líderes. Se caracterizan por no tener ataduras ni apegos y de esta forma lograron agruparse más de 3.5 millones de individuos. Su religión es el Islam y el silencio es su mejor compañero, para poder apreciar la naturaleza y la familia.
«Los señores azules del desierto y los amos de su vida», es como definen a los Tuareg quienes han tenido la oportunidad de conocerlos.
A continuación la entrevista de Amela a Moussa Ag Assarid, quien tiempo después se convirtió en un distinguido escritor.
¿Cuántos años tienes?
No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles…
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier (Francia). Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán.
Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a través de ella.
A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados…
Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
¿Por qué?
Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
Qué paz…
Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
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