Llevan una década diciéndonos que es absurdo seguir yendo a tiendas, que es de perdedores, de cavernícolas, que casi todo, o todo, llegará a tu casa, pues es más conveniente, barato y rápido.
Ése es su argumento definitivo. Por tanto, siguiendo su argumento, debes saber que jamás volverás a ir a un bar a tomarte una cerveza. Porque si lo piensas bien, andar del sofá de tu casa a la nevera de tu cocina, es ultraconveniente, mucho más barato, e infintamente más rápido que ir a un bar a tomar esa cerveza.
¿Por qué la gente sigue yendo a eso tan inconveniente, caro, y lento que es un bar o un restaurante? Entre otras cosas, porque ahí hay gente, y somos seres infinitamente sociales.
Los apologistas del consumo entre las 4 paredes de tu casa, dirán que no es lo mismo ir a un restaurante o a un bar que ir a tiendas. Y, será justo en ese instante, cuando nos daremos cuenta de que viven en un mundo irreal, y por supuesto que desconocen la historia: desde Babilonia, pasando por Grecia, Roma… El ser humano ha socializado mayormente en los lugares de culto, hogares y los comercios. Y seguirá siendo así, incluso en un mundo de conexiones digitales, mientras que debajo de nuestras pieles haya huesos, sangre, pulsiones.
Si sus teorías absurdas se tornaran reales, y en el horizonte próximo (20, 30 años) desaparecieran las tiendas, mercados, centros comerciales, y todo se amazonizase, sencillamente tendríamos un caos social, urbanístico, sin precedente: todas las ciudades del mundo se han construido en torno a los barrios gremiales comerciales, en torno a las tiendas, a los pulmones comerciales, porque el ser humano desde hace siglos, su tiempo lo ha gastado mayormente en su hogar, el trabajo y en ir a los comercios.
Los apologistas del mañana supradigital, dicen que este fin de las tiendas, en una distopia sonriente, te convertirá en un ser con más tiempo, más libre. Y el problema es que estos apologistas de la conviencia, la rapidez, la satisfacción individual, han perdido toda noción de lo social y lo comunitario. Viven en un mundo que por lo visto, ser joven es sinónimo de "odiar" ir a tiendas. E ignoran que viven en una Europa que tiene más personas mayores de 60 años que jóvenes, personas que en su mayoría, ir a una tienda cada día, es su mejor momento del día, porque es su único acto social en el día. Viven en una España donde más de 5,7 millones de personas vivirán solas en 2035, casi 1/3 de todos los hogares. Les da lo mismo, dicen que el fin de las tiendas os hará más libres,con más tiempo para la familia, los amigos, las mascotas, sin perder el tiempo en eso tan inconveniente que es ir a tiendas, donde van los otr@s como tú, donde hablas, observas, sientes, en definitiva donde vives en un mundo habitado por otr@s como tú.
Están en un error
El futuro pasa por la convivencia en perfecta armonia entre el comercio electrónico y las tiendas físicas. Porque los consumidores querremos las 2 opciones. Y otras nuevas que nacerán. Lo querremos todo
¿Por qué la gente sigue yendo a eso tan inconveniente, caro, y lento que es un bar o un restaurante? Entre otras cosas, porque ahí hay gente, y somos seres infinitamente sociales.
Los apologistas del consumo entre las 4 paredes de tu casa, dirán que no es lo mismo ir a un restaurante o a un bar que ir a tiendas. Y, será justo en ese instante, cuando nos daremos cuenta de que viven en un mundo irreal, y por supuesto que desconocen la historia: desde Babilonia, pasando por Grecia, Roma… El ser humano ha socializado mayormente en los lugares de culto, hogares y los comercios. Y seguirá siendo así, incluso en un mundo de conexiones digitales, mientras que debajo de nuestras pieles haya huesos, sangre, pulsiones.
Si sus teorías absurdas se tornaran reales, y en el horizonte próximo (20, 30 años) desaparecieran las tiendas, mercados, centros comerciales, y todo se amazonizase, sencillamente tendríamos un caos social, urbanístico, sin precedente: todas las ciudades del mundo se han construido en torno a los barrios gremiales comerciales, en torno a las tiendas, a los pulmones comerciales, porque el ser humano desde hace siglos, su tiempo lo ha gastado mayormente en su hogar, el trabajo y en ir a los comercios.
Los apologistas del mañana supradigital, dicen que este fin de las tiendas, en una distopia sonriente, te convertirá en un ser con más tiempo, más libre. Y el problema es que estos apologistas de la conviencia, la rapidez, la satisfacción individual, han perdido toda noción de lo social y lo comunitario. Viven en un mundo que por lo visto, ser joven es sinónimo de "odiar" ir a tiendas. E ignoran que viven en una Europa que tiene más personas mayores de 60 años que jóvenes, personas que en su mayoría, ir a una tienda cada día, es su mejor momento del día, porque es su único acto social en el día. Viven en una España donde más de 5,7 millones de personas vivirán solas en 2035, casi 1/3 de todos los hogares. Les da lo mismo, dicen que el fin de las tiendas os hará más libres,con más tiempo para la familia, los amigos, las mascotas, sin perder el tiempo en eso tan inconveniente que es ir a tiendas, donde van los otr@s como tú, donde hablas, observas, sientes, en definitiva donde vives en un mundo habitado por otr@s como tú.
Están en un error
El futuro pasa por la convivencia en perfecta armonia entre el comercio electrónico y las tiendas físicas. Porque los consumidores querremos las 2 opciones. Y otras nuevas que nacerán. Lo querremos todo
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