Colombianos, con impecable español, sobresalen en mercado de Call Centers

Colombianos, con impecable español, sobresalen en mercado de Call Centers

Por José Bautista (AFP) – Hace 1 día  

MANIZALES, Colombia — Miles de habitantes de la ciudad colombiana de Manizales, con impecable español y amabilidad, sobresalen en el mercado latinoamericano de Call Centers, que les permitió paliar el desempleo y desligarse de la caprichosa producción de café de la que dependieron durante décadas.

Manizales, a 2.160 metros de altitud, es la capital del departamento de Caldas (oeste). Durante el siglo XX tuvo como principal actividad el café, hoy en declive por la caída de los precios que desembocó en una crisis económica y social, con emigración y aumento de desempleo y pobreza en la región.

"Ante la crisis intentamos aumentar las hectáreas de cafetales; incrementar la producción e incluso especializarnos en calidad; pero nada parecía funcionar. Además, Brasil se consolidaba como el mayor productor mundial", explicó Juan Llano, alcalde de Manizales (280 km al oeste de Bogotá).

El desempleo aumentó exponencialmente hasta que en 2005 la ciudad registró una tasa de casi 20%.

En 2007, el mercado de centros de llamadas atrajo inversión foránea a la ciudad, que disminuyó su índice de desempleo a 11,8% al cierre de 2010.

"A las empresas extranjeras se les facilita la disminución o exención de impuestos, alquiler de infraestructura, y se les ayuda con la contratación de mujeres y jóvenes activos, incluso bilingües", dijo a la AFP Juan Cardona, gerente del centro People Contact, que cuenta con once sedes bajo coordinación de la alcaldía de Manizales.

Así fue como se instalaron en la ciudad empresas de origen español como Digitex (4.000 teleoperadores) y Emergia (2.100 teleoperadores) con más de 40 clientes en Europa, Estados Unidos y América Latina.

En total, unas 9.800 personas trabajan en centros de llamadas en Manizales, lo que representa cerca del 5% de la población económicamente activa de esta ciudad (184.000 personas).

"El Telemarketing nos ha dado empleo a miles de mujeres y estudiantes, con salarios dignos y flexibilidad horaria", defendió Tatiana Jaramillo, teleoperadora en Digitex, de 48 años, quien percibe un salario mensual de 1.280.000 pesos mensuales (unos 610 dólares) mediante un contrato temporal que ha renovado cada tres meses desde hace cuatro años.

El salario promedio de un operador que labora 48 horas a la semana es de unos 600.000 pesos mensuales (310 dólares).

Según la alcaldía, 70% de teleoperadores son mujeres -casi la mitad madres jefas de hogar- y el resto estudiantes de carreras técnicas y profesionales.

"La disminución de impuestos, la facilidad de las infraestrcuturas, la neutralidad del español y la amabilidad de los 'manizalitas' son atractivos en comparación a España, Chile, Perú y cualquier otro país de la región", dijo a la AFP el español Benjamín Castro, director de operaciones de Emergia.

Actualmente, la alcaldía desarrolla un programa de bilingüismo en inglés entre 20.000 estudiantes de colegios públicos, con los que espera dentro de 12 años que sus habitantes puedan atender estos negocios.

En Colombia, las ventas de la industria de Call Centers en 2010 alcanzaron 1,3 billones de pesos (680 millones de dólares), mientras que en 2001 se facturó 104.566 millones de pesos (unos 54 millones de dólares).

Entre 2001 y 2010 esta industria ha generado 73.400 empleos directos en el país, según la asociación colombiana de Contact Centers y BPO (Business Process Outsourcing).

De todos modos, el café sigue siendo una importante actividad económica en la región de Caldas, donde actualmente unas 30.000 personas son empleadas dos veces al año (julio y diciembre) para la cosecha del grano, según la alcaldía de Manizales.

Eduardo Zuluaga, de 43 años y ex empleado de People Contact ha retornado a su trabajo de labriego. "Esas empresas tienen el mismo problema que la recolección del café: son temporales y si uno no cumple con las metas, lo echan. Con un salario no sirve para mantener una familia", dijo a la AFP.

"Retorné al campo porque ese siempre ha sido nuestro trabajo. Somos cafeteros", añadió.