Fuente: El Pais
La cadena Sears arriesga la liquidación
El magnate Eddie Lampert fracasa en su último intento por salvar la centenaria cadena comercial
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SANDRO POZZI
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Nueva York 8 ENE 2019 - 19:57 CET
Un local abandonado de la cadena Sears en Nueva York MIKE SEGAR REUTERS
Sears se debate entre la vida y la muerte. El último intento de Eddie Lampert por salvar la venerable cadena comercial se complica, lo que podría llevar a cerrar las 700 tiendas que le quedan abiertas en Estados Unidos. El juez que supervisa la bancarrota le da, sin embargo, una última opción para que durante la próxima semana se pueda llegar a una solución para evitarlo. De fracasar, irá hacia el mismo cementerio en el que se acumulan los restos de la juguetera Toy´s “R” Us o Circuit City.
El conglomerado se declaró en suspensión de pagos el pasado octubre. Sus deudas ascendía a unos 5.500 millones de dólares y contaba en eso momento con 7.000 millones en activos. Se convertía así en la última víctima de la transformación que está experimentando el negocio del comercio minorista, donde durante años estuvo en lo más alto. Sears se consideró en su día como el Amazon del presente.
El grupo, que cuenta con unos 70.000 empleados, gestiona los almacenes Sears y los hipermercados Kmart. En su mejor momento hace una década generaba ingresos por valor de 33.000 millones. Ahora no llegan a los 17.000 millones y acumula pérdidas que asciende a 11.000 millones. La última ves que tuvo beneficios fue en 2010. Con al bancarrota trató de ganar tiempo para poder reestructurarse.
Pero la última maniobra de Lampert cayó en saco roto. Esta pasada Navidad propuso un plan de rescate de 4.400 millones para evitar la liquidación y salvar 50.000 empleos, preservando 415 tiendas. Todos los esfuerzos que había hecho hasta ahora resultaron ser inútiles. El ejecutivo dejó el puesto de consejero delegado tras la bancarrota, aunque conservó el puesto de presidente. Controla el 31% del capital y otro 19% a través de su fondo de inversión ESL.
El juez neoyorquino Robert Drain, que supervisa el proceso de reestructuración aceptó dar más tiempo al magnate para mejorar su oferta. La subasta de los activos no está prevista se inicie hasta el 14 de enero, por lo que tiene aún margen para enderezar la situación. Si finalmente no se llega a un arreglo y el magistrado acepta que se vaya adelante con el plan de liquidación, pasará a ser historia 126 años después de su fundación.
Sears empezó vendiendo por catálogo. Abrió su primera tienda en febrero de 1925 en Chicago. En esa misma ciudad puso su nombre al que en su día fue el mayor rascacielos en Estados Unidos. La cadena superó el gran golpe de la Gran Recesión y con su modelo democratizó el comercio. Era omnipresente en los centros comerciales y fue pionera al ofrecer préstamos a sus clientes.
Esa innovación se perdió y durante las últimas décadas fue incapaz de ir al ritmo de sus rivales, especialmente de Walmart, Home Deport, Target y, por su puesto, de Amazon. El punto de inflexión se produjo tras la compra de Kmart en 2004.Ese año operaba más de 4.000 tiendas y daba empleo a 355.000 asalariados. Ahora sus locales son lugares desiertos y las estanterías están medio vacías.
La cadena Sears arriesga la liquidación
El magnate Eddie Lampert fracasa en su último intento por salvar la centenaria cadena comercial
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Nueva York 8 ENE 2019 - 19:57 CET
Un local abandonado de la cadena Sears en Nueva York MIKE SEGAR REUTERS
Sears se debate entre la vida y la muerte. El último intento de Eddie Lampert por salvar la venerable cadena comercial se complica, lo que podría llevar a cerrar las 700 tiendas que le quedan abiertas en Estados Unidos. El juez que supervisa la bancarrota le da, sin embargo, una última opción para que durante la próxima semana se pueda llegar a una solución para evitarlo. De fracasar, irá hacia el mismo cementerio en el que se acumulan los restos de la juguetera Toy´s “R” Us o Circuit City.
El conglomerado se declaró en suspensión de pagos el pasado octubre. Sus deudas ascendía a unos 5.500 millones de dólares y contaba en eso momento con 7.000 millones en activos. Se convertía así en la última víctima de la transformación que está experimentando el negocio del comercio minorista, donde durante años estuvo en lo más alto. Sears se consideró en su día como el Amazon del presente.
El grupo, que cuenta con unos 70.000 empleados, gestiona los almacenes Sears y los hipermercados Kmart. En su mejor momento hace una década generaba ingresos por valor de 33.000 millones. Ahora no llegan a los 17.000 millones y acumula pérdidas que asciende a 11.000 millones. La última ves que tuvo beneficios fue en 2010. Con al bancarrota trató de ganar tiempo para poder reestructurarse.
Pero la última maniobra de Lampert cayó en saco roto. Esta pasada Navidad propuso un plan de rescate de 4.400 millones para evitar la liquidación y salvar 50.000 empleos, preservando 415 tiendas. Todos los esfuerzos que había hecho hasta ahora resultaron ser inútiles. El ejecutivo dejó el puesto de consejero delegado tras la bancarrota, aunque conservó el puesto de presidente. Controla el 31% del capital y otro 19% a través de su fondo de inversión ESL.
El juez neoyorquino Robert Drain, que supervisa el proceso de reestructuración aceptó dar más tiempo al magnate para mejorar su oferta. La subasta de los activos no está prevista se inicie hasta el 14 de enero, por lo que tiene aún margen para enderezar la situación. Si finalmente no se llega a un arreglo y el magistrado acepta que se vaya adelante con el plan de liquidación, pasará a ser historia 126 años después de su fundación.
Sears empezó vendiendo por catálogo. Abrió su primera tienda en febrero de 1925 en Chicago. En esa misma ciudad puso su nombre al que en su día fue el mayor rascacielos en Estados Unidos. La cadena superó el gran golpe de la Gran Recesión y con su modelo democratizó el comercio. Era omnipresente en los centros comerciales y fue pionera al ofrecer préstamos a sus clientes.
Esa innovación se perdió y durante las últimas décadas fue incapaz de ir al ritmo de sus rivales, especialmente de Walmart, Home Deport, Target y, por su puesto, de Amazon. El punto de inflexión se produjo tras la compra de Kmart en 2004.Ese año operaba más de 4.000 tiendas y daba empleo a 355.000 asalariados. Ahora sus locales son lugares desiertos y las estanterías están medio vacías.
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