Tres empresas caleñas conquistaron África
Los dulces Aldor y Colombina se consumen al por mayor en Suráfrica y otros diez países, mientras con los moldes de Forsa se construyen casas en otros 5 africanos
Por: Las2orillas | abril 04, 2021
Raif Aljure arrancó su negocio de dulces Aldor mirando lejos. Tildaron hace veinte años a “Don Aljure” de loco y soñador. Ya había asumido el desafío de competirle en su propia tierra al gigante Colombina. Con su alma de comerciante libanes le apostó todo su patrimonio a dos productos que estaba seguro triunfarían en Colombia y en el mundo entero: la Yogueta y el Pin Pop, y le resultó.
Exportar estaba en su ente porque manejaba una ecuación sencilla: la cercanía al mar, es decir Buenaventura. Esta sería su puerto de salida a los cuatro continentes, incluido los apartados rincones del África. Empezó con los países vecinos y en 1993, un año después de fundada, Aldor ya había producido 150 toneladas de estos productos que empezaba a vender en países como Ecuador, Costa Rica, Panamá y Haití. Colombia era un mercado más porque los ojos de Don Aljure estaban en el mundo. El mercado colombiano no era su eta y en el segundo año de producción las ventas del exterior oscilaban entre el 60% y el 75% del total de las ventas de Aldor.
Aldor, la sigla resultados de las iniciales de dos apellidos de los padres Aljure y Doronosoro, es hoy una sólida empresa con 1.500 empleados que produce 52 mil toneladas en productos con ventas que superan los $200 mil millones anuales y que está próxima a cumplir treinta años en exportando dulces y confitería a al menos cuarenta países de cuatro continentes. La idea de don Raif Aljure, un comerciante de origen libanés pero arraigado en Cali fue sencilla: “Ponerle valor agregado al azúcar que se produce en el Valle del Cauca y se exporta tan barata”.
El cambio de milenio cogió a Don Aljure pisando duro en Sudáfrica, desde donde empezó a distribuir sus dulces a países tan desconocidos para los colombianos como Madagascar, Zambia, Zimbabue, Congo, Nigeria, Namibia, Angola, entre otros. Escogió a Johannesburgo para montar la primera fábrica fuera de Colombia y en el 2012, Aldor inauguró su primera planta de producción allí, con cuatrocientos empleados y desde entonces no han hecho otra cosa que crecer.
Si bien su competidor directo Colombina, del Grupo Caicedo, propietarios del ingenio Riopaila, de donde sale la materia prima para los dulces, es el líder nacional, en África los dulces Ador están más que bien posesionados y les compiten duro. A los supermercados de ciudades como Johanesburgo, llegó Colombina con su producto estrella de exportación Bon bon bum, con el que en el 2019 lograron entrar a Wallmart.
Fundada en 1927 por Don Hernando Caicedo, un caleño visionario que entendió el potencial que había en las tierras del Valle del Cauca para la producción de azúcar y su transformación, en 1935 sus confites se popularizaron como Colombinas y comenzaron a desplazar el mercado del dulce casero. La empresa ha sido manejada por tres generaciones, ahora liderada por Cesar Caicedo, quien ha dimensionado la compañía que hoy exporta a 49 países.
A punto de cumplir cien años, Colombina exporta al África el 5% de sus dulces
África era el destino del 5% de su producción total de dulces y confiterías que mucha fama había hecho en países como Mali, Marruecos, Argelia, Costa de Marfil, Zambia, Gabón y Angola. Una cifra modesta para un mercado en que ya tenían un bagaje de veinte treinta años pues el primer negocio que cerraron los hermanos Caicedo en el continente negro fue Sudáfrica en el año 1992, cuando Aldor, su actual competencia, aún no había nacido.
Tiger Pop fue el producto de Colombina que sirvió como carta de presentación en África. Tenía en sí mismo las facultades y fortalezas del Bom Bom Bun, con una presentación hecha a la medida para varias culturas que poca idea tenían de Colombia pero que mucha afinidad hicieron con una chupeta que sintieron como propia. La menta helada fue su segundo gran producto estrella con los que empezaron a formar grupos empresariales de distribución de millones de dulces colombianos en Camerún, Gambia, Liberia, Senegal, Mauritania, Sudáfrica y Togo. Desde esos puntos de distribución, llegarían a otras 20 naciones africanas.
Pero no solo los productores de dulces caleños le apostaron a los consumidores africanos. Otro pionero, con sus moldes de concreto para la construcción, Felipe Otoya, el fundador de Forsa, miró muy lejos. Logró romper barreras culturales y convencer de las bondades de su producto, perfecto para responder a los planes de vivienda social, en ocho países del Africa.
Forsa SA, fabrica formaletas, ideales para solucione modulares. La conquista del África empezó por Angola en el año 2010 y que hoy tiene presencia permanente en otros países africanos como Senegal, Camerún y Ghana. Con una misión centrada en la efectividad, el buen servicio y la alta rentabilidad, Otoya empezó a hacer renombre en los despachos ministeriales de países como Mozambique y Kenia, desde donde lo empezaron a llamar para trabajar de manera conjunta en planes de desarrollos gubernamentales.
Además de los países africanos, con las formaletas de Forsa se han construido cuatro millones de viviendas en más de los treinta países donde tienen presencia directa.
Felipe Otoya, el visionario caleño detrás de dicho proyecto, fundó Forsa en el año 1995 buscando ofrecer una solución integral e innovadora en un mercado del que mucho faltaba por inventarse. A los sistemas de encofrados, sistemas de andamios multidireccionales y soluciones especiales de ingeniería para la construcción de edificaciones y obras de infraestructura, se sumaron otros productos como Forsa-Plus, Sistema Trepante, desmoldante de marca propia y sistemas de seguridad que cumplen con las normas internacionales más exigentes.
Uno de los proyectos Forsa en Arabia Saudita
La oferta de productos se ha expandido, y hoy cubre desde la construcción de mega proyectos inmobiliarios de lujo en Arabia Saudita, hasta aquellos de interés social en países como Sudáfrica, ahí estuvo Forsa al frente de la solución al déficit habitacional que aún se mantiene en dicho continente.
Cada año, Forsa produce 160.000 metros cuadrados de formaletas, de las cuales el 75% se exportan. Los países que ocupan los primeros lugares en despachos son Panamá, Cuba, Jamaica y Ecuador, pero la llegada al Africa tuvo un especial significado para la compañía.
Igual que para Aldor y Colombina la conquista de esta lejana frontera territorial es un hito en sus compañías.-.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario