Supermercados e Hipermercados califican la Ley de Góndolas de difícil implementación y control, que no servirá para fomentar la competencia ni evitará distorsiones de precios.
9 June, 2021
in Argentina, Internacionales
Ley de Góndolas
“El 15 de mayo será recordado por súper e hipermercados y por sus proveedores por ser el día en que entró en vigencia una nueva norma de la Ley de Góndolas que, a pesar de haber sido aprobada por el Congreso nacional, califican de inviable; de difícil implementación y control y que tampoco servirá para fomentar la competencia ni evitará distorsiones de precios”, reseñan distintos medios locales.
Se trata de la Ley de Góndolas Nº27.545, impulsada por el Gobierno argentino, sancionada por el Parlamento y además reglamentada por las autoridades nacionales a fines del año pasado con el supuesto objetivo de brindar una mayor oferta en las grandes cadenas y posibilitar un trato equitativo con las PyMEs, cooperativas y emprendimientos de la agricultura familiar.
A menos de una semana de su implementación, los grupos alcanzados por la disposición aceleraron las tareas para adecuar sus góndolas a las nuevas superficies mínimas establecidas; incorporar nuevos productos a sus góndolas y conformar las categorías.
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Entre otros aspectos, la Ley de Góndolas establece que los comercios alcanzados deberán ofrecer al menos 5 productos de distintos grupos económicos por categoría; que la exhibición de los productos de un mismo grupo económico no debe superar el 30% de la superficie en su categoría; que se destine al menos un 25% del espacio de exhibición para productos de pequeñas y medianas empresas; y que como mínimo un 5% del espacio de las góndolas sea para productos de empresas de agricultura familiar, campesina, indígena y de la economía popular.
Establece además un máximo del 30% del espacio de venta físico o virtual para una categoría de producto por proveedor y exige que haya al menos cinco proveedores de distintos grupos empresarios.
A su vez, estipula que todos los productos deberán exhibirse de manera uniforme en estantes, sin estructuras colgantes que no distorsionen la superficie de exhibición. Además, prohíbe expresamente a los híper exigir la entrega de mercadería gratuita o con bonificaciones para su alta de comercialización en los puntos de venta y realizar acuerdos de provisión que le impongan al proveedor seguros o anticipos con condiciones financieras discriminatorias.
Según la Resolución 110/21, que reglamentó la ley, la superficie mínima de venta al público debe ser de 800 m2, medidos desde la línea de cajas, y descontando los depósitos y espacios exclusivos para su personal. Es decir, los formatos de comercialización medianos e hipermercados, y a su vez todos los productos alimenticios -excepto carnes, pescados y mariscos-, bebidas; de higiene y cuidado personal, y de limpieza del hogar que tendrán que ser agrupados en las góndolas a partir de nuevas disposiciones.
Las excepciones están marcadas para carnes; pescados y mariscos y para el programa Precios Cuidados que tendrán criterios particulares de exhibición que elaborará la Secretaría de Comercio Interior bajo el mando de Paula Español.
Como el plazo de 90 días contados a partir del 15 de diciembre -fecha en que se reglamentó la Ley- establecido para adaptar las estructuras a las nuevas condiciones está por vencer, desde Carrefour; Walmart; Coto; Jumbo y el resto de las cadenas de supermercados vienen llevando a cabo pruebas pilotos para apegarse a las nuevas reglas de juego que impondrá en Gobierno a la exhibición y comercialización de miles de productos.
ADECUANDO LOS ESPACIOS
Desde estos grupos vienen admitiendo no tener margen para pedir una prórroga en la aplicación de la ley. Por eso ya modificaron varios de sus locales al esquema legal para ir «derramando» el nuevo formato al resto de sus sucursales. De todos modos, advierten que la adaptación será gradual y que cuando comiencen a correr los tiempos legales no todas las categorías de productos estarán en condiciones de cumplir con los reclamos de la legislación.
Las principales trabas se encuentran en algunos productos en los que no se llegará a cumplir con la obligación de contar con más de cinco proveedores tal como lo indica la Ley de Góndolas, como en el caso del pan lactal o en categorías del sector d higiene personal y de repelentes.
Otra de las demoras se puede dar en la incorporación de proveedores Pymes, ya que dar de alta un cliente forma parte de una tarea que en los supermercados califican de complicada por la cantidad de requisitos legales e impositivos que deben cumplir las empresas que quieran convertirse en proveedor de un híper.
Los estándares de calidad exigidos por los súper son otro de los frenos que impiden el ingreso de nuevos proveedores entre las medianas y pequeñas empresas que muchas veces no cumplen con esos requisitos y deben encarar costosas inversiones para adecuarse que en la actualidad no son fáciles de planificar.
En la medida en que estos problemas no encuentren soluciones inmediatas en las cadenas advierten sobre la posibilidad de que las góndolas muestren huecos o vacíos vinculados a la ausencia de mercadería provista por los proveedores que deberán sumarse.
También anticipan en las empresas que podrían generarse faltantes de marcas fabricadas por los grandes proveedores ya que tendrán menos espacio en las góndolas con mayor demanda, por lo cual se acabarán más rápido sin que se pueda garantizar la reposición en tiempos adecuados.
Un ejemplo podría ser el de la Coca Cola, que utilizaba el 40% de la superficie de una góndola hasta antes de la sanción de la Ley de Góndolas. Ahora, sólo podrá extenderse en un espacio del 30% con lo cual tendrá más chances de agotarse más rápidamente, dejando huecos por falta de tiempo para reponer. Es decir, se provocarán faltantes temporales, en especial en los productos de mayor demanda y rotación.
Proveedores en veremos
A partir de estas situaciones, en los supermercados y entre los proveedores se mantienen las críticas y los cuestionamientos a la norma, y anticipan que serán más lo perjuicios que los beneficios que traerá tanto para el sector como para los propios clientes.
Los supermercadistas argumentan además no poder cumplir con el ingreso de nuevos proveedores pymes debido a que, al darlos de alta ya quedan alcanzados por las medidas regulatorias oficiales como las de congelamiento de precios. Por lo tanto, las empresas prefieren mantener sus vínculos comerciales con los almacenes y súper asiáticos donde los controles no llegan o son más flexibles.
Pero, más allá de la posibilidad de que la Ley de Góndolas debute con incumplimientos de este tipo, los empresarios del sector apuestan a que el Gobierno evite las sanciones inmediatas y tolere un período de transición para modificar condiciones que son estructurales al mercado que no se puede modificar de un día a otro. De todos modos creen que la Secretaría de Comercio Interior ordene a sus inspectores salir a la calle a controlar el cumplimiento de la norma a partir del mismo 15 de mayo pero esperan que, si hay, las multas se apliquen ante faltas «groseras» y no en categorías de difícil transición.
Desde el Gobierno y en especial desde el Ministerio de Desarrollo Productivo que lidera Matías Kulfas, entienden las dificultades que se podrán presentar durante los primeros tiempos de aplicación de la Ley de Góndolas, en especial en el interior del país y en la necesidad de cerrar acuerdos con empresas pymes que no cuenten con la escala suficiente como para atender la demanda de las grandes cadenas.
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