ALEJANDRA ZAPATA QUINCHÍA | PUBLICADO EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 2021
40% de los tenderos dice verse afectado por formatos de “grandes descuentos”. Ventas han bajado.
Quizá uno de los recuerdos de la niñez que más tienen en común los colombianos es ir a hacer mandados a una tienda de barrio; lugares que no solo han sido para compras de abarrotes, sino también para encuentros con amigos y vecinos. Posiblemente esto deje de ocurrir si los formatos de “descuento duro” logran llevarse la clientela.
Esteban Gallo es dueño de La Verde, un granero ubicado en San Javier, comuna 13 de Medellín. Con la llegada a su barrio de tiendas como D1 y Justo & Bueno ha percibido una disminución de sus ventas de un 60%. “Están acabando con el pequeño comerciante. Cada dos o tres cuadras uno se encuentra con un establecimiento de esos. La desventaja nuestra contra ellos es que no contamos con capitales tan grandes”, señaló.
Los tenderos se aferran entonces al diferencial que siempre han tenido: los fiados, la atención personalizada y la llamada “ñapa”.
¿Pierden cancha?
En el país, las tiendas de barrio venden en promedio $305.758 al día, de acuerdo con el más reciente estudio de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco). Ahora, en el caso de Antioquia, son preferidas por las personas de estratos 1 y 2; contrario a los compradores de estratos 4, 5 y 6, quienes prefieren los supermercados de cadena. En todos los casos, las tiendas de grandes descuentos son la segunda opción, por lo que el tamaño del mercado para D1 y Justo & Bueno resulta mayor.
El estudio también arrojó que el 24% de los tenderos se siente afectado por la competencia de tiendas de “descuentos duros”, y el 20% dijo que las ventas han estado muy por debajo de lo normal. (Ver gráfico).
“Es necesario ayudar al pequeño comercio y buscar su reactivación. Son 450.000 tiendas en todo el territorio nacional y más de un millón de familias que dependen de estos negocios. Según nuestros cálculos, pueden estar en peligro de desaparecer por lo menos 11.000 tiendas”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
Por su parte, Claudia Bustamante, economista principal de Fenalco Antioquia, apuntó que la tienda de barrio siempre servirá para complementar los productos que hacen falta en el hogar como lácteos, arepas, huevos, frutas y verduras.
“La conexión humana que tiene el tendero con la comunidad es un gran diferenciador, porque más allá de ser el que suministra el producto, es consejero, amigo o, incluso, a quien se le dejan las llaves de la casa. Las principales razones para comprar en la tienda de barrio durante la pandemia son la cercanía, el menor riesgo de contagio de covid-19 y el servicio a domicilio”, expresó Bustamante.
Ante la competencia que se ha dado entre las tiendas de barrio y las de grandes descuentos, Justo & Bueno le dijo a EL COLOMBIANO que su único propósito es “democratizar el consumo de productos a precios justos y aportar a la economía de los hogares”.
Justo & Bueno explicó que traslada las “mejores condiciones comerciales” provenientes de las negociaciones por volumen a los consumidores finales. “Estamos convencidos de que hay espacio para todos, lo importante es aportar al bolsillo de los colombianos. De hecho, las tiendas de barrio se han adaptado ofreciendo productos y servicios personalizados que las tiendas de grandes descuentos difícilmente podemos replicar”, señaló.
EL COLOMBIANO buscó a D1 pero este expresó que no hará declaraciones hasta que no se posesione su nuevo presidente.
Las grandes tiendas
Los nuevos formatos de grandes descuentos llegaron a cambiar las reglas de juego en cuanto a la logística de los proveedores, la percepción de las marcas propias y la relevancia del precio como diferenciador.
En 2020, Koba Colombia S.A.S., con su marca de Tiendas D1, hizo parte de las 1.000 empresas más grandes de Colombia. Según la Superintendencia de Sociedades, el grupo tuvo ingresos el año pasado por $7,3 billones, $2,39 billones más que en 2019; lo que le significó una ganancia de $70.000 millones, para salir de las pérdidas reportadas en 2019.
Por su parte, Mercadería S.A.S. (Justo & Bueno), reportó en 2020 ingresos por $3,24 billones, con una pérdida de $250.000 millones. En 2019 había ingresado $2,5 billones.
Ambos estados financieros muestran cómo cada año van dando una mordida más grande en el mercado, mientras las tiendas de barrio achican el negocio.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
Periodista de la Universidad de Antioquia. Me gustan los temas sobre justicia ambiental, territorio y comunidades. Mi pasión: conocer historias y contarlas.
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