‘Discounter’ desbancan en tráfico a tiendas de barrio
En el primer trimestre la penetración de estos locales fue de 92% y en 2021, de 88%. Consumidores van a comprar para ‘hacerle quite’ a la inflación.
D1, la más fuerte del país en este modelo de comercio, explica que el año pasado sus ventas superaron los $10,9 billones.
POR:
CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Todo indica que la alta inflación que afecta el bolsillo de los consumidores ha favorecido a las cadenas de descuento duro, también llamadas “hard discount” o “discounter”.
(Tiendas de barrio resisten al coletazo de los ‘discounters’).
Esto ocurre en medio del reacomodo de este canal, que por cuenta de la crisis de Justo & Bueno, deja a dos actores compitiendo en forma por ese mercado: Ara, de la portuguesa Jerónimo Martins, y la colombiana D1, la más fuerte, con ventas por más de $10,9 billones en el 2021 y que recientemente celebró la apertura de su tienda número 2.000.
A diferencia de otros países de Latinoamérica, este modelo de comercio que opera desde el 2009 en Colombia es el primero en penetración, posición que gana según los datos más recientes de este año.
Jaime García, Country Manager de Kantar división Worldpanel Colombia, explica que el nivel de penetración de estas cadenas que están en los barrios de varios municipios del país llega al 92%. “Eso quiere decir que el 92% de la población del país, en la muestra que nosotros representamos que es el 80% de la cobertura urbana, ya visita por lo menos una vez en el trimestre algún hard discount”, dice.
Y destaca que hace un año ese 4% de diferencia correspondía a compradores que no iban a estas tiendas a abastecerse.
(Democratizar los alimentos saludables, objetivo de Vitad).
Mientras tanto, las tiendas de barrio que por años ‘resistieron’ y que parecían imbatibles se mantuvieron al cierre de marzo del 2022 en el 88% de penetración.
También este canal de descuento duro deja atrás a las grandes cadenas que llegan al 65%, dicen estudios de Kantar.
Otro dato que muestra los avances de este formato de comercio tiene que ver con la frecuencia de compra que aumenta 20% frente al 2021. Mientras tanto, en el consumo masivo esta variable decrece un 3%. “La gente lo que está haciendo es yendo menos veces a comprar pero al discounter va más veces, por lo que se fideliza en el canal”, indica Jaime García.
Al revisar el crecimiento que tiene el discounter, en valor fue de 7% para el primer trimestre, en tanto que en el periodo enero-marzo del 2021 fue de 15%.
“El discounter ya está llegando a un nivel de penetración muy alto, por lo que su tasa de crecimiento se desacelera pero en un mercado en donde el contexto es complejo en lo que tiene que ver con la inflación más alta, hay una disposición de los hogares a marcas más económicas”, según García.
De hecho, 61% de los hogares están declarando que están dispuestos a preferirlas por la coyuntura. Además, 55% de los hogares están preocupados por el incremento de precios en bienes y servicios y cuando se mira particularmente esa inquietud en alimentos y bebidas ese porcentaje alcanza a casi 66%.
La inflación ha aumentado 4,3% en lo corrido del año y el aumento de precios que tiene la canasta de consumo masivo en el primer trimestre del año es del 19%, eso es muy fuerte, añade.
Los hogares manifiestan inquietud en línea con la posibilidad de que ese incremento de precios se traduzca en un menor volumen, todo un reto para las marcas y sus planes de crecer.
“Ese aumento de precios beneficiaría a los discounter porque si uno mira la participación en todo el presupuesto del hogar en el último trimestre del 2021 fue de 19% y en el primer trimestre del 2022 crece a 20,8%. Gana un punto de participación en el periodo más crítico de crecimiento inflacionario”, concluye Jaime García.
TIEMPO A FAVOR DE LAS MARCAS BLANCAS
Para aliviar la economía familiar, las marcas propias que fabrican los comerciantes son una solución porque generan ahorro. Aunque Tiendeo hace un análisis general sobre este fenómeno sin discriminar el canal, es cierto que los hard discount tienen una fortaleza con su oferta.
Ante un aumento de precios, los consumidores acostumbran a realizar menos compras y a optar por aquello que, ofreciendo una calidad y características similares, tengan un precio sensiblemente inferior, por lo que las llamadas marcas blancas han sido una especie de refugio ante la crisis.
Por otro lado, el efecto que tienen las ofertas promocionales para motivar a los consumidores a ir a la tienda es indiscutible. Al respecto, Sergio San Martín, Country Manager de Tiendeo, precisa que “como consecuencia de la subida de precios en los productos básicos y frente a esta nueva coyuntura económica, retailers y marcas están diseñando campañas más agresivas”.
Asegura que “para incentivar el consumo, en los 4 primeros meses del año, fabricantes y minoristas han redoblado esfuerzos incrementado sus promociones hasta un 76% con respecto al año anterior, esperando despertar el interés del consumidor para acudir a su punto de venta y no al de la competencia”.
También aplican una promoción sobre productos “gancho” (como por ejemplo los de la canasta básica o más encarecidos), ajustando sus precios y colocándolos a la entrada de las tiendas o en la portada de sus folletos promocionales. Así, además de captar la atención también puede generarse el interés de llevar otros productos.
Según Tiendeo, alimentos y bebidas han sido las categorías que se han visto más afectadas por los efectos de la inflación, teniendo una variación del 25,37%. El análisis muestra que productos como la leche han tenido un aumento en su precio de un 56%, huevos (40%), aguacate (31%) pan blanco (22%) y aceite vegetal (18%). Esto trae una subida considerable en el promedio del gasto de los hogares a la hora de hacer el mercado o, por otro lado, el recorte de algunos productos menos necesarios en casa.
CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
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