martes, mayo 14, 2024

COLOMBIA - “Antes el consumidor colombiano pagaba demasiado a la hora de comprar comida” - LA REPUBLICA

“Antes el consumidor colombiano pagaba demasiado a la hora de comprar comida”


COMERCIO
“Antes el consumidor colombiano pagaba demasiado a la hora de comprar comida”
martes, 14 de mayo de 2024

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Inauguración de un nuevo centro de distribución de Jerónimo Martins en Cali
Foto:Jerónimo Martins

Nuno Sereno, nuevo CEO de Jerónimo Martins Colombia, habló sobre su modelo de precios bajos y las inversiones que llegarán
ISABELLA SALAZAR GAITÁN




D1, Ara e Ísimo alcanzan cerca de 4.000 puntos de venta 'hard discount' en Colombia

Durante la inauguración del nuevo centro de distribución de Tiendas Ara en Palmira, Valle del Cauca, Nuno Sereno, el nuevo CEO de Jerónimo Martins Colombia, se refirió a la presencia de la compañía portuguesa en el país a largo plazo; además, dijo que desde su llegada buscaron construir la mentalidad de que era posible comprar alimentos de calidad a precios bajos, debido a la eficiencia en los procesos.
¿Cómo ve el panorama económico en Colombia este año?

Somos conscientes que el poder de compra de los consumidores colombianos sigue, a pesar de una inflación en los alimentos más baja, muy golpeado. Hay ciclos económicos que pasan en el país y en todo el mundo, pero nosotros estamos para largo plazo en Colombia, independientemente de lo que pase en uno o dos años, eso no cambia nuestra estrategia de seguir invirtiendo porque creemos mucho en el mercado.

Independientemente de los indicadores económicos que tenemos en cada momento, y que por ahora estemos todos intentando salir de un momento complicado, tenemos claro a dónde queremos llegar en el mediano plazo, y eso no nos puede mover en el corto plazo; es decir, ni la inflación, ni el fenómeno de El Niño cambia nuestra voluntad de democratizar el acceso a los alimentos para los consumidores colombianos, ese es nuestro objetivo principal.

Jerónimo Martins
¿Cómo lograr precios bajos?

Uno de los temas principales es la logística, en Colombia ese es un factor diferencial para lograr precios bajos. Para poner un producto en una tienda más lejana, si no se tiene la infraestructura logística para disminuir el número de kilómetros que se tienen que recorrer, no se logra tener ese precio bajo, y el país necesita de esas eficiencias.

Cuando hay eficiencia se logra cobrar más barato. Los procesos en tiendas y en logística sí importan, dejando como resultado que después todos nos beneficiemos con las eficiencias, logrando bajar el precio, en eso estamos construyendo una mentalidad distinta porque el consumidor colombiano pagaba demasiado por la comida.

La filosofía de Jerónimo Martins no busca que un producto barato se deba apretar al proveedor, porque la relación con él debe ser de largo plazo, y los retailers no pueden tener una actitud predatoria con el proveedor porque nosotros también los necesitamos para abrir nuestras 200 tiendas al año. Solo con esa buena relación se logra tener un negocio para el futuro, tener tiendas no es suficiente.
¿Qué inversiones tienen preparadas en el país?

En enero del próximo año estaremos abriendo en Bogotá un centro de distribución que está en construcción, también estamos trabajando en proyectos en Medellín y Bucaramanga. En 2024, vamos a abrir por lo menos 150 tiendas, siempre estamos buscando buenas oportunidades, por lo que podrían haber más aperturas, pero 150 están ya comprometidas.

Jerónimo Martins
¿Por qué el interés de Jerónimo Martins en Colombia? ¿Proyectan entrar a otros mercados de la región?

Nos encantó Colombia desde hace más de 12 años, la gente realmente es súper amable, pero también en términos económicos es un país que ha tenido tasas de crecimiento interesantes, que siempre cumplió con sus compromisos en el exterior.


Constanza CarmonaGerente del Centro de Distribución de Jerónimo Martins en Palmira

“Buscamos tener centros de distribución ubicados estratégicamente para abastecer la mayoría de tiendas, así logramos precios bajos; con el Cedi de Palmira se redujeron los costos logísticos en un 25%”.

Hay 50 millones de consumidores, que demuestra un potencial gigante, y nos sentimos orgullosos de que prácticamente todos los empleados son colombianos, tenemos tres o cuatro portugueses. Los otros países el futuro lo dirá, pero en este momento estamos supremamente enfocados en Colombia por muchos años.
¿Cómo cerraron 2023?

Las ventas crecieron 42,7% por la gran expansión en tiendas que tuvimos, pero los resultados aún no los logramos; sin embargo, no vamos a sacrificar la cercanía que tenemos con el consumidor cuando más nos necesita. Seguramente creceremos en ventas por encima de 20% en 2024
   

GLOBAL - The 30 Elements of Consumer Value: A Hierarchy - HARWARD BUSINESS REVIEW

The 30 Elements of Consumer Value: A Hierarchy

Aporte de Hermann Petzold Rodriguez

The Elements of Value

Measuring—and delivering—what consumers really want
by Eric Almquist,


InkPulse For Winter ~III~, ink, acrylic, spray paint, and pastel on paper Marijah Bac Cam
Summary. What consumers truly value can be difficult to pin down and psychologically complicated. But universal building blocks of value do exist, creating opportunities for companies to improve their performance in existing markets or break into new markets....more

When customers evaluate a product or service, they weigh its perceived value against the asking price. Marketers have generally focused much of their time and energy on managing the price side of that equation, since raising prices can immediately boost profits. But that’s the easy part: Pricing usually consists of managing a relatively small set of numbers, and pricing analytics and tactics are highly evolved.

What consumers truly value, however, can be difficult to pin down and psychologically complicated. How can leadership teams actively manage value or devise ways to deliver more of it, whether functional (saving time, reducing cost) or emotional (reducing anxiety, providing entertainment)? Discrete choice analysis—which simulates demand for different combinations of product features, pricing, and other components—and similar research techniques are powerful and useful tools, but they are designed to test consumer reactions to preconceived concepts of value—the concepts that managers are accustomed to judging. Coming up with new concepts requires anticipating what else people might consider valuable.

The amount and nature of value in a particular product or service always lie in the eye of the beholder, of course. Yet universal building blocks of value do exist, creating opportunities for companies to improve their performance in current markets or break into new ones. A rigorous model of consumer value allows a company to come up with new combinations of value that its products and services could deliver. The right combinations, our analysis shows, pay off in stronger customer loyalty, greater consumer willingness to try a particular brand, and sustained revenue growth.

We have identified 30 “elements of value”—fundamental attributes in their most essential and discrete forms. These elements fall into four categories: functional, emotional, life changing, and social impact. Some elements are more inwardly focused, primarily addressing consumers’ personal needs. For example, the life-changing element motivation is at the core of Fitbit’s exercise-tracking products. Others are outwardly focused, helping customers interact in or navigate the external world. The functional element organizes is central to The Container Store and Intuit’s TurboTax, because both help consumers deal with complexities in their world.




In our research we don’t accept on its face a consumer’s statement that a certain product attribute is important; instead we explore what underlies that statement. For example, when someone says her bank is “convenient,” its value derives from some combination of the functional elements saves time, avoids hassle, simplifies, and reduces effort. And when the owner of a $10,000 Leica talks about the quality of the product and the pictures it takes, an underlying life-changing element is self-actualization, arising from the pride of owning a camera that famous photographers have used for a century.

Three decades of experience doing consumer research and observation for corporate clients led us to identify these 30 fundamental attributes, which we derived from scores of quantitative and qualitative customer studies. Many of the studies involved the well-known interviewing technique “laddering,” which probes consumers’ initial stated preferences to identify what’s driving them.

Our model traces its conceptual roots to the psychologist Abraham Maslow’s “hierarchy of needs,” which was first published in 1943. Then a faculty member at Brooklyn College, Maslow argued that human actions arise from an innate desire to fulfill needs ranging from the very basic (security, warmth, food, rest) to the complex (self-esteem, altruism). Almost all marketers today are familiar with Maslow’s hierarchy. The elements of value approach extends his insights by focusing on people as consumers—describing their behavior as it relates to products and services.

It may be useful to briefly compare Maslow’s thinking with our model. Marketers have seen his hierarchy organized in a pyramid (although it was later interpreters, not Maslow himself, who expressed his theory that way). At the bottom of the pyramid are physiological and safety needs, and at the top are self-actualization and self-transcendence. The popular assumption has been that people cannot attain the needs at the top until they have met the ones below. Maslow himself took a more nuanced view, realizing that numerous patterns of fulfillment can exist. For example, rock climbers achieve self-actualization in unroped ascents of thousands of feet, ignoring basic safety considerations.


The elements of value approach extends Maslow’s “hierarchy of needs.”

Similarly, the elements of value pyramid is a heuristic model—practical rather than theoretically perfect—in which the most powerful forms of value live at the top. To be able to deliver on those higher-order elements, a company must provide at least some of the functional elements required by a particular product category. But many combinations of elements exist in successful products and services today.

Most of these elements have been around for centuries and probably longer, although their manifestations have changed over time. Connects was first provided by couriers bearing messages on foot. Then came the Pony Express, the telegraph, the pneumatic post, the telephone, the internet, e-mail, Instagram, Twitter, and other social media sites.

The relevance of elements varies according to industry, culture, and demographics. For example, nostalgia or integrates may mean little to subsistence farmers in developing countries, whereas reduces risk and makes money are vital to them. Likewise, throughout history, self-actualization has been out of reach for most consumers, who were focused on survival (even if they found fulfillment through spiritual or worldly pursuits). But anything that saved time, reduced effort, or reduced cost was prized.
Growing Revenue

To test whether the elements of value can be tied to company performance—specifically, a company’s customer relationships and revenue growth—we collaborated with Research Now (an online sampling and data collection company) to survey more than 10,000 U.S. consumers about their perceptions of nearly 50 U.S.-based companies. Each respondent scored one company—from which he or she had bought a product or service during the previous six months—on each element, using a 0–10 scale. When companies had major branded divisions such as insurance or banking, we conducted separate interviews focused on those divisions. We then looked at the relationships among these rankings, each company’s Net Promoter Score (NPS)—a widely used metric for customer loyalty and advocacy—and the company’s recent revenue growth.

Our first hypothesis was that the companies that performed well on multiple elements of value would have more loyal customers than the rest. The survey confirmed that. Companies with high scores (defined as an 8 or above) on four or more elements from at least 50% of respondents—such as Apple, Samsung, USAA, TOMS, and Amazon—had, on average, three times the NPS of companies with just one high score, and 20 times the NPS of companies with none. More is clearly better—although it’s obviously unrealistic to try to inject all 30 elements into a product or a service. Even a consumer powerhouse like Apple, one of the best performers we studied, scored high on only 11 of the 30 elements. Companies must choose their elements strategically, as we will illustrate.

Our second hypothesis was that companies doing well on multiple elements would grow revenue at a faster rate than others. Strong performance on multiple elements does indeed correlate closely with higher and sustained revenue growth. Companies that scored high on four or more elements had recent revenue growth four times greater than that of companies with only one high score. The winning companies understand how they stack up against competitors and have methodically chosen new elements to deliver over time (though most of them did not use our specific framework).

Next we explored whether the elements of value could shed light on the astonishing market share growth of pure-play digital retailers. This, too, was confirmed empirically. Amazon, for instance, achieved high scores on eight mostly functional elements, illustrating the power of adding value to a core offering. It has chosen product features that closely correspond to those in our model. For example, in creating Amazon Prime, in 2005, the company initially focused on delivering reduces cost and saves time by providing unlimited two-day shipping for a flat $79 annual fee. Then it expanded Prime to include streaming media (provides access and fun/entertainment), unlimited photo storage on Amazon servers (reduces risk), and other features. Each new element attracted a large group of consumers and helped raise Amazon’s services far above commodity status. Prime has penetrated nearly 40% of the U.S. retail market, and Amazon has become a juggernaut of consumer value. That allowed the company to raise Prime’s annual fee to $99 in 2015—a large price increase by any standard.
Patterns of Value

To help companies think about managing the value side of the equation more directly, we wanted to understand how the elements translate to successful business performance. Are some of them more important than others? Do companies have to compete at or near the top of the pyramid to be successful? Or can they succeed by excelling on functional elements alone? What value do consumers see in digital versus omnichannel companies? We used our data to identify three patterns of value creation.
Some elements do matter more than others.

Across all the industries we studied, perceived quality affects customer advocacy more than any other element. Products and services must attain a certain minimum level, and no other elements can make up for a significant shortfall on this one.

After quality, the critical elements depend on the industry. In food and beverages, sensory appeal, not surprisingly, runs a close second. In consumer banking, provides access and heirloom (a good investment for future generations) are the elements that matter; in fact, heirloom is crucial in financial services generally, because of the connection between money and inheritance. The broad appeal of smartphones stems from how they deliver multiple elements, including reduces effort, saves time, connects, integrates, variety, fun/entertainment, provides access, and organizes. Manufacturers of these products—Apple, Samsung, and LG—got some of the highest value ratings across all companies studied.



Which Elements Are Most Important?

What customers value in products varies by industry. Here are the top five elements influencing loyalty for 10 types of businesses.
Type of BusinessElements

APPAREL RETAIL Quality
Variety
Avoids hassles
Design/Aesthetics
Saves time


DISCOUNT RETAIL Quality
Variety
Reduces cost
Saves time
Rewards me


GROCERY Quality
Variety
Sensory appeal
Reduces cost
Rewards me


FOOD AND BEVERAGES Quality
Sensory appeal
Variety
Design/Aesthetics
Therapeutic value


SMARTPHONES Quality
Reduces effort
Variety
Organizes
Connects


TV SERVICE PROVIDERS Quality
Variety
Reduces cost
Design/Aesthetics
Fun/Entertainment


CONSUMER BANKING Quality
Provides access
Heirloom
Avoids hassles
Reduces anxiety


BROKERAGE Quality
Makes money
Heirloom
Variety
Provides access


AUTO INSURANCE Quality
Reduces anxiety
Reduces cost
Provides access
Variety


CREDIT CARDS Quality
Rewards me
Heirloom
Avoids hassles
Provides access






Consumers perceive digital firms as offering more value.

Well-designed online businesses make many consumer interactions easier and more convenient. Mainly digital companies thus excel on saves time and avoids hassles. Zappos, for example, scored twice as high as traditional apparel competitors did on those two elements and several others. Overall, it achieved high scores on eight elements—way ahead of traditional retailers. Netflix outperformed traditional TV service providers with scores three times as high on reduces cost, therapeutic value, and nostalgia. Netflix also scored higher than other media providers on variety, illustrating how effectively it has persuaded customers, without any objective evidence, that it offers more titles.
Brick-and-mortar businesses can still win on certain elements.

Omnichannel retailers win on some emotional and life-changing elements. For example, they are twice as likely as online-only retailers to score high on badge value, attractiveness, and affiliation and belonging. Consumers who get help from employees in stores give much higher ratings to those retailers; indeed, emotional elements have probably helped some store-based retailers stay in business.

Moreover, companies that score high on emotional elements tend to have a higher NPS, on average, than companies that spike only on functional elements. This finding is consistent with previous Bain analysis showing that digital technologies have been transforming physical businesses rather than annihilating them. The fusion of digital and physical channels is proving more powerful than either one alone. That accounts in part for why E*TRADE has invested in physical branches and why retailers such as Warby Parker and Bonobos have launched physical stores. (See “Digital-Physical Mashups,” by Darrell K. Rigby, HBR, September 2014.) These patterns demonstrate that there are many ways to succeed by delivering various kinds of value. Amazon expanded functional excellence in a mass market. Apple excels on 11 elements in the pyramid, several of them high up, which allows the company to charge premium prices. TOMS excels on four elements, and one of them is self-transcendence, because the company gives away one pair of shoes to needy people for every pair bought by a customer. This appeals to a select group of people who care about charitable giving.
Putting the Elements to Work

These patterns are intriguing in their own right, and they illuminate how some companies have chosen to navigate upheaval in their industries. Ultimately, however, the elements must prove their usefulness in solving business challenges, particularly growing revenue. Companies can improve on the elements that form their core value, which will help set them apart from the competition and meet their customers’ needs better. They can also judiciously add elements to expand their value proposition without overhauling their products or services.

Companies have begun to use our method in several practical ways, instilling a “hunt for value” mentality in their employees. Although many successful entrepreneurs have instinctively found ways to deliver value as part of their innovation process, that becomes harder as companies grow. The leaders of most large organizations spend less time with customers, and innovation often slows. The elements can help them identify new value once again.

Some companies have refined their product designs to deliver more elements. Vanguard, for instance, added a low-fee, partly automated advice platform to its core investment services in order to keep its clients better informed and, in many cases, to reduce risk. A chainsaw manufacturer that felt undifferentiated used the elements of value to identify specific ways of making future products distinctive. It focused on quality (defined as the results of using its products), saves time, and reduces cost. These three elements had the greatest effect on customer satisfaction and loyalty, and the company was able to build competitive advantage with them.

Other companies have used the elements to identify where customers perceive strengths and weaknesses. They start by understanding which elements are the most important for their industry and how they stack up on those relative to competitors. If a company trails in the crucial elements, it should improve on them before attempting to add new ones. A large consumer bank found that although it fared relatively well on avoids hassles and saves time, it did not score well on quality. The bank did extensive research into why its quality ratings were low and launched initiatives to strengthen anti-fraud operations and enhance the mobile app experience.

The broadest commercial potential of the elements of value model currently lies in developing new types of value to provide. Additions make the most sense when the organization can deliver them while using its current capabilities and making a reasonable investment, and when the elements align with the company’s brand.

Sometimes selecting an additional element is fairly straightforward: Acronis and other software providers added cloud backup and storage services to reinforce their brand promise of reduces risk for computer users. Another key element in cloud backup is provides access, because users can reach their files from any computer, tablet, or smartphone connected to the internet.

It’s not always so obvious which elements to add, however. One financial services company recognized that if it could attract more consumers to its retail banking business, it might be able to cross-sell insurance, investment advice, and other products. But how could it do that? The company arrived at the best answer through three largely qualitative research stages followed by a fourth, highly quantitative stage.
Structured listening.

Working with Bain, the company interviewed current and prospective customers across the United States, individually and in groups. The goal was to understand consumers’ priorities for a checking account, their frustrations, their compromises, and their reasons for using multiple institutions for banking services.
“Ideation” sessions.

We then used the elements to explore where improvements in value might resonate with consumers. Bain’s survey data had identified the elements that tend to reinforce customer advocacy in consumer banking, among them provides access, heirloom, and reduces anxiety. Those insights, combined with the consumer research, informed ideation sessions with a project team consisting of people from all customer-touching departments across the bank, not just marketers.

The sessions explored which elements might be used to form the nucleus of a new offering. For example, provides access and connects held appeal, because the bank might be able to provide access to mutual funds or connect consumers with financial planners. In the end, however, the team decided that neither element was feasible in this business, primarily for reasons of cost. Instead it developed 12 checking-account concepts that were built around reduces cost, makes money, and reduces anxiety. Reduces cost highlighted low fees, while reduces anxiety emphasized automatic savings. Reduces anxiety was particularly important, because most of the targeted consumers were living paycheck to paycheck and struggling to save money.
Customer-centric design of prototype concepts.

Each concept approved by the project team contained a different mix of product features, fees, and levels of customer service. Many of these new concepts could be delivered through an improved smartphone app that would increase customer engagement with the bank. Almost all the targeted consumers used smartphones for financial services (consistent with our earlier observations on the many elements of value delivered by these devices).


No other elements can make up for a significant shortfall on quality.

The financial services company then conducted further one-on-one interviews with consumers and got fast feedback that allowed it to winnow the 12 prototypes down to four concepts for enhanced value. Then, on the basis of the feedback, it refined them in the fourth, quantitative stage:
Rigorous choice modeling.

Having designed the four prototypes, the project team tested them with thousands of customers using discrete choice analysis, which requires people to make a sequence of explicit choices when presented with a series of product options. The researchers began by amassing a detailed list of the attributes for each prototype—ATM fees, overdraft fees, credit monitoring, customer service hours, and so on. They presented respondents with several sets of checking accounts that varied on these attributes, asking them to select which prototype from each set they preferred. This process was repeated several times, as attributes changed according to an experimental design, until the team derived the winning combination of attributes.

Two clear finalists emerged, which the bank recently launched in the marketplace. It will use customer demographics and the increase in demand to gauge the eventual winner.
Getting Started

The elements of value work best when a company’s leaders recognize them as a growth opportunity and make value a priority. It should be at least as important as cost management, pricing, and customer loyalty. Companies can establish a discipline around improving value in some key areas:
New-product development.

Our model can stimulate ideas for new products and for elements to add to existing products. Managers might ask, for example: Can we connect in a new way with consumers? Can our customers benefit from integration with other software applications? Can we add therapeutic value to our service?
Pricing.

Managers commonly view pricing as one of the most important levers in demand management, because when demand is constant, higher prices accrue directly to profits. But higher prices also change the consumer value equation, so any discussion about raising prices should consider the addition of value elements. Recall how Amazon’s judicious increases in value helped justify higher prices over time.
Customer segmentation.

Most companies have a formal method of segmenting their customers into demographic or behavioral groups, which presents an opportunity to analyze what each of these groups values and then develop products and services that deliver those elements.

Whenever an occasion to improve value presents itself, managers should start with a survey of current customers and likely prospects to learn where the company stands on the elements it is (or is not) delivering. The survey should cover both product and brand, because examinations of the two may yield different insights. For example, the product itself may deliver lots of value, whereas customers have difficulty getting service or technical support.

The elements of value have an organizational dimension as well: Someone in the company should be tapped to explicitly think about, manage, and monitor value. One pay-TV executive, lamenting the success of Netflix, told us, “I have a lot of people working on product features and service improvements, but I don’t have anyone really thinking about consumer value elements in a holistic manner.”

The concept of value remains rooted in psychology, but the elements of value can make it much less amorphous and mysterious. Abraham Maslow emphasized the bold, confident, positive potential of psychology. The elements can help managers creatively add value to their brands, products, and services and thereby gain an edge with consumers—the true arbiters of value.
A version of this article appeared in the September 2016 issue of Harvard Business Review.
Read more on Customer strategy or related topics Market research, Consumer behavior and Product management

Eric Almquist is a partner with Bain & Company’s Customer Strategy & Marketing practice and the global head of consumer insights for Bain.

John Senior is a partner with Bain & Company’s Customer Strategy & Marketing practice.

Nicolas Bloch is a coleader of Bain & Company’s Strategy practice.

lunes, mayo 13, 2024

COLOMBIA - LA REVOLUCIÓN DE LAS COMPRAS A DOMICILIO - MALL&RETAIL

mallyretail.com/actualidad/mall-y-retail-boletin-517-noticia-7

LA REVOLUCIÓN DE LAS COMPRAS A DOMICILIO


La pandemia aceleró los cambios en los hábitos de consumo que ya se venían gestando por el auge del comercio electrónico. Las compras a domicilio se volvieron una necesidad durante el confinamiento, pero lejos de ser una tendencia pasajera, se han convertido en una nueva normalidad para los consumidores colombianos.




Antes de la pandemia, era habitual salir de casa para hacer compras, disfrutar de un buen restaurante e incluso productos tecnológicos que se han vuelto indispensables para trabajar.



Y aunque hoy seguimos realizando estas actividades, cada vez es más usual que acudamos las aplicaciones móviles para mercar, pedir comida, comprar ropa y hacer un sin fin de cosas desde la comodidad del hogar.



Las cifras respaldan esta nueva realidad. Según la Cámara Colombiana de Comercio electrónico (CCCE) en 2023 se registró un total de 62,1 billones de pesos en ventas en línea, marcando un aumento de 12% en comparación con el 2022. Este crecimiento es aún más notable si se compara con el valor de ventas de 2021 que fue de 39.7 billones de pesos, lo que representa un incremento de 56%.

Maria Fernanda Quiñones, presidenta ejecutiva de la CCCE, afirma que “este sector ha demostrado ser resiliente y adaptable al entorno macroeconómico, lo cual se evidencia en el incremento tanto del valor como del número de ventas en línea en los últimos años”.

El comercio electrónico ha encontrado en los celulares un gran aliado para desarrollar su mercado, pues los dispositivos móviles se consolidaron como lideres absolutos al momento de hacer compras por internet en Colombia.

Además, las categorías de productos en línea se han diversificado, abarcando desde alimentos y artículos de primera necesidad hasta turismo, moda, tecnología, hogar y entretenimiento.

El negocio del comercio electrónico en Colombia se proyecta como una oportunidad de crecimiento e innovación para los diferentes sectores de la economía. Por eso, desde la cámara se prevé que las ven tas totales en línea aumenten 17 % en este 2024, lo que demuestra el potencial de este canal para generar ingresos y satisfacer las necesidades de los consumidores.

Nueva generación de consumidores y empresas.

Si bien las personas no han abandona- do por completo las compras en tiendas físicas, si existe una creciente preferencia por el comercio electrónico en una par te significativa de la población joven.

Estos consumidores valoran la conveniencia, la rapidez y la eficiencia en el proceso de compra. Además, buscan experiencias personalizadas, ofertas o promociones exclusivas y la integración de canales físicos y digitales.

"Si bien este nuevo consumidor ha adoptado mejor lo digital, también valora una experiencia de compra integrada y coherente en todos los canales: aprecian la posibilidad de realizar devoluciones en tiendas físicas, recoger productos en puntos de entrega cercanos o recibir entregas rápidas y eficientes en sus domicilios", explica Quiñones.

A esto se suma la facilidad de compra, al operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y la oportunidad de acceder a mejores ofertas al comparar precios entre distintas plataformas en poco tiempo.

El caso Mercado Libre.

Mercado Libre es una de las empresas que lideran el mercado en Latinoamérica. La plataforma aterrizo en Colombia en 2000, ofreciendo diferentes soluciones tecnológicas.

"Hemos construido un verdadero sistema que integra soluciones de pagos digitales con Mercado Pago, envíos y Logistica a través de Mercado Envíos, publicidad con Mercado Ads, tiendas online con Mercado Shops, entretenimiento con Mercado Play, entre otros servicios que aportan al crecimiento de nuestros vendedores y compradores", destacó Lina Monsalve, country manager de Mercado Libre para Colombia y Venezuela.

Esta empresa, que cuenta con uno de los centros de distribución y almacenamiento más grandes de Colombia que ocupa el mismo espacio que el Estadio El Campin, registró resultados históricos en 2023. Sus ventas en la región aumentaron un 37.4% interanual y alcanzaron la cifra récord de US$ 14.5 mil millones en 2023. Por su parte, las ganancias netas crecieron 155 % llegando a los US$ 1.200 millones de dólares.






Partiendo de estos buenos resultados, Monsalve anunció que la empresa realizará una inversión de 380 millones de dólares en el país durante 2024. "Se trata de la mayor inversión que desde la compañía hemos realizado hasta la fecha en territorio colombiano, y estará enfocada en el desarrollo de soluciones tecnológicas de vanguardia y en fortalecer nuestra infraestructura logística.



Este crecimiento no solo lo ha vivido Mercado Libre. Un amplio ecosistema de empresas también han visto un importante aumento de sus ventas gracias al comercio electrónico. Incluso, hoy es muy común encontrar emprendimientos que comercializan sus productos solo en canales digitales.

Un informe de Mercado Libre destaca que 69% de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que comenzaron a vender en línea durante la pandemia experimentaron un aumento de hasta el 50% en sus ventas. "Esto demuestra que la digitalización ha convertido en un nuevo paradigma para muchos emprendedores y pymes, brindándole una oportunidad para progresar en un entorno comercial cambiante", dice la CEO. Y ante la presencia de un gigante como Amazon, añade: "Los grandes competidores representan

siempre una oportunidad de mejora (...). Ese entorno nos permite ofrecer precios justos y competitivos.

La última milla.

El crecimiento del comercio electrónico ha sido notable en todo el país en los últimos años, pero hay algunas regiones que han experimentado un auge más significativo.





Es importante tener en cuenta que el desarrollo del comercio electrónico puede variar dependiendo de múltiples factores, como el acceso a internet, la infraestructura logística y las preferencias de los consumidores; esto ha llevado a las tres principales ciudades del país (Bogotá, Medellín y Cali) a consolidarse mucho más frente a las otras regiones del país.


En áreas rurales y menos desarrolladas de Colombia, el crecimiento del comercio electrónico puede ser más lento debido a varios desafíos. "Desde el gremio, creemos que es fundamental continuar sumando esfuerzos conjuntos entre el Gobierno, el sector privado y las organizaciones comunitarias para superar los desafíos que aún presentan las zonas rurales de Colombia como: acceso limitado a internet, mejoramiento en la infraestructura para llegar a poblaciones más apartadas, educación y acceso a los servicios financieros", señala la presidenta de la CCCE.

Para la entidad, también es fundamental mejorar las regulaciones y fomentar la inclusión financiera, pues a pesar de los avances postpandemia, persisten obstáculos como los problemas de conectividad, que limita el crecimiento del sector.

La CEO de Mercado Libre en Colombia y Venezuela afirma que la falta de infraestructura Logistica es uno de los desafíos más importantes que enfrenta el país. A esto se suma la desconfianza de los consumidores a la hora de comprar en línea, por el temor de ser estafados, preocupaciones sobre la calidad de los productos y dificultades para devolver productos no deseados.

"En conjunto, abordar estos desafíos requerirá un enfoque integral que involucre a múltiples actores, incluyendo al Gobierno, empresas, organizaciones y consumidores, para promover un crecimiento sostenible y equitativo del comercio electrónico en Colombia", señala Monsalve.

A medida que la tecnología avanza y las empresas encuentran nuevas formas de mejorar la experiencia del cliente, seguiremos viendo un crecimiento aún mayor. Para los consumidores, esto significa un mayor acceso a una variedad de productos y servicios, así como una mayor comodidad en el proceso de compra. Para las empresas, representa una oportunidad para expandir sus operaciones y llegar a nuevos mercados. En última instancia, el futuro del comercio electrónico y las compras a domicilio parece estar lleno de posibilidades infinitas.

Fuente: Revista Credencial.

EE.UU.: El irresistible encanto del "IN AND OUT" de Aldi - DISCOUNT RETAIL CONSULTING

EE.UU.: El irresistible encanto del "Pasillo de la Vergüenza" de Aldi


EE.UU.: El irresistible encanto del "IN AND OUT" de Aldi

La peregrinación habitual de los clientes de la cadena minorista de descuentos Aldi USA a la tienda Aldi más cercana está impulsada por algo más que las necesidades presupuestarias de su hogar. El "pasillo de la vergüenza", como lo llaman cariñosamente los superfans de Aldi, es un tesoro escondido de delicias inesperadas que alimenta sus aventuras de compras. Desde gnomos de jardín hasta camas para mascotas, esta variedad rotativa de artículos especiales ofrece una tentación irresistible para los cazadores de gangas como Pratt, quien admite alegremente haber gastado más de $150 en estas compras no planificadas cada vez que visita.

La selección siempre cambiante del pasillo, cuidadosamente seleccionada por el equipo de expertos en tendencias de Aldi, hace que los clientes regresen, ansiosos por descubrir los últimos hallazgos imprescindibles. Para Pratt y otros, el "pasillo de la vergüenza" se ha convertido en un catalizador de su lealtad a la cadena de supermercados de descuento, complementando los ya atractivos precios bajos que los atraen. Ya sea un par de zapatillas deportivas de $13 o un elegante vestido cruzado de $13 que va viral, la emoción de la búsqueda en este pasillo único hace que los compradores de Aldi regresen, ansiosos por disfrutar de las pequeñas alegrías y los placeres inesperados que hacen de sus viajes a la tienda una verdadera aventura.

El irresistible encanto del "IN AND OUT" de Aldi


El pasillo "Aldi Finds" de Aldi, apodado cariñosamente el "pasillo de la vergüenza" por los superfans, es un verdadero tesoro de delicias inesperadas. Esta variedad rotativa de artículos especiales, desde hamacas para jardín hasta suéteres para mascotas, cautiva a los compradores con sus precios sorprendentemente bajos. La fiebre de compras del miércoles es un testimonio de la popularidad del pasillo, ya que hordas de leales a Aldi, 3 millones de los cuales son miembros del grupo activo de Facebook "Aldi Aisle of Shame", descienden a la tienda para hacerse con los últimos hallazgos virales. Para los compradores, el pasillo de la vergüenza es tan atractivo como los famosos precios bajos de Aldi, que pueden ser hasta un 15% más baratos que los de Walmart en algunos mercados. Pratt admite felizmente que a menudo se entrega a "cosas innecesarias", acumulando $150 en compras no comestibles durante cada visita a Aldi, llenando su hogar con una mezcla ecléctica de decoración para exteriores, utensilios de cocina y accesorios para mascotas. El atractivo del pasillo no pasa desapercibido para Aldi, ya que la compañía selecciona estratégicamente una selección de productos de tendencia, adquiridos rápidamente para vencer a la competencia, y los posiciona para impulsar compras impulsivas y aumentar los márgenes de ganancias. Ya sea un vestido cruzado viral de 13 dólares o un par de lámparas de bambú colgantes, el pasillo de la vergüenza continúa cautivando a los compradores de Aldi, combinando la emoción de la caza con la satisfacción de una ganga.

El enfoque estratégico de Aldi

Los planes de expansión de Aldi muestran su posicionamiento competitivo en el mercado de comestibles de descuento. El enfoque del minorista en el "pasillo de la vergüenza", una variedad rotativa de artículos especiales a precios sorprendentemente bajos, desempeña un papel estratégico a la hora de impulsar la rentabilidad. Si bien el negocio principal de Aldi gira en torno al suministro de alimentos asequibles y de alta calidad, el "pasillo de la vergüenza" permite a la empresa aumentar sus márgenes de beneficio. Estas ofertas únicas y por tiempo limitado atraen a los clientes a visitar las tiendas con más frecuencia, complementando sus viajes de compras básicos con compras impulsivas. El modelo impulsado por la eficiencia de Aldi, centrado en una cuidada selección de productos de marca privada y una experiencia de compra optimizada, se alinea perfectamente con el panorama actual del consumidor, donde los compradores buscan valor y conveniencia. Mientras Aldi continúa su rápida expansión en Estados Unidos, su enfoque estratégico de combinar alimentos de bajo costo con el atractivo del "pasillo de la vergüenza" posiciona al minorista como un competidor formidable en el espacio minorista de descuento.

Leer más: El 'pasillo de la vergüenza' de Aldi es una fila intermedia de delicias que no tienen nada que ver con comestibles. Los compradores son grandes admiradores de este producto | Negocios CNN





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COLOMBIA - Investigación: Los hábitos de compra de los hogares colombianos han cambiado: 9 de cada 10 prefieren comprar en tiendas de descuento como D1 o Ara - DISCOUNT RETAIL CONSULTING

Investigación: Los hábitos de compra de los hogares colombianos han cambiado: 9 de cada 10 prefieren comprar en tiendas de descuento como D1 o Ara

Investigación: Los hábitos de compra de los hogares colombianos han cambiado: 9 de cada 10 prefieren comprar en tiendas de descuento como D1 o Ara

Productos imprescindibles en la cesta familiar, como leche, aceite o papel higiénico, entre otros, forman parte de los productos que más compran las familias en Colombia en las tiendas conocidas como 'duros descuentos'.

En Colombia, las familias han cambiado sus hábitos de compra debido a la alta inflación y la crisis económica, optando cada vez más por las llamadas tiendas de descuento duro para realizar las compras del hogar.

Según un análisis de NielsenIQ (NIQ), empresa líder en inteligencia de consumo, este tipo de establecimientos ha experimentado un crecimiento importante en 2023 en Colombia, destacándose por su capacidad de ofrecer productos a precios reducidos.

Durante 2024, las hard discount han experimentado un incremento en su volumen de ventas del 12,1% respecto al año anterior, contrastando con la tendencia negativa de otros canales de venta que sufrieron una contracción debido a las medidas de austeridad adoptadas por los consumidores.

NIQ reveló que este aumento se debió principalmente a la compra de productos de primera necesidad como leche, aceite, papel higiénico, entre otros, lo que refleja la creciente importancia de estos establecimientos en el presupuesto familiar.

Con un notable 75% de este crecimiento atribuido a un aumento en la frecuencia y volumen de compras por parte de los consumidores habituales, y el 25% restante a nuevos clientes de supermercados tradicionales, tiendas de barrio y droguerías, los descuentos fuertes se consolidan como una opción preferida para muchos. colombianos.

Según Camilo Escobar, director de Customer Success de NielsenIQ Colombia, este fenómeno no es temporal sino que forma parte de una tendencia sólida y creciente en el país, dijo a Portafolio.

Se estima que el 96% de los hogares colombianos compraron en estos establecimientos en 2023, lo que resalta su relevancia en el mercado minorista del país.

De un modesto 2% del gasto total de los consumidores en 2014, los descuentos fuertes han aumentado al 25% en 2023, lo que demuestra su considerable impacto en los hábitos de los consumidores y la competencia con otros formatos minoristas.

Esta expansión ha resultado en un escenario donde, según Escobar, estos establecimientos emergen como un componente esencial del panorama de consumo en Colombia, posicionándose efectivamente para seguir creciendo en el futuro.

“En resumen, el canal de hard discount se ha convertido en un actor clave en el panorama del consumo masivo en Colombia, impulsando un crecimiento significativo en un contexto donde otros canales están experimentando contracciones. Su capacidad para ofrecer productos a precios competitivos y su rápida expansión por todo el país lo posicionan como un formato de tienda fundamental para los consumidores colombianos en los próximos años”, dijo Escobar al medio especializado en economía.

¿Cómo funciona el modelo de descuento duro?

El objetivo del modelo de descuento duro es ofrecer una determinada cantidad limitada de productos surtidos a precios muy bajos. Sin embargo, cabe resaltar que este tipo de negocios tiene un margen de utilidad reducido, y sus lineamientos apuntan a generar una mayor eficiencia operativa combinada con la optimización de costos.

El éxito de estas tiendas de descuento consiste en captar clientes con precios bajos pero al mismo tiempo siendo competitivos con otras plataformas, y para ello unen fuerzas para centrar su oferta de productos en todo lo relacionado con el consumo diario.

Algunos de los costos que se reducen bajo este esquema de tiendas de descuento son los relacionados con gastos de publicidad y promoción. Sumado a esto, varios de los productos que manejan estas tiendas suelen incluir marcas privadas, las cuales se fabrican con los mismos grandes descuentos.

Sumado a lo anterior, estos modelos de tiendas siempre tienen una alta rotación y disponibilidad en sus productos, además de brindar a sus clientes una experiencia muy sencilla al momento de comprar, y esto se traduce en los pocos pasillos y la cantidad de cajas, para hacer es más fácil pagar. y contribuir así a reducir el número de decisiones que en última instancia debe tomar el consumidor.

Leer más: Así han cambiado las costumbres de compra de los hogares en Colombia: 9 de cada 10 prefieren comprar en tiendas de descuento como D1 o Ara ( infobae.com )












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domingo, mayo 12, 2024

EUROPA - Investigación: El auge de las marcas privadas en los mercados de alimentación de Europa - DISCOUNT RETAIL CONSULTING

Investigación: El auge de las marcas privadas en los mercados de alimentación de Europa

Investigación: El auge de las marcas privadas en los mercados de alimentación de Europa

Según los últimos datos de Circana, los productos de marca privada han experimentado un crecimiento significativo en los mercados de alimentación más grandes de Europa y ahora representan el 64% del volumen total de ventas. Esta cifra representa un aumento de dos puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año pasado, lo que indica un cambio continuo en las preferencias de los consumidores hacia los productos de marca de la tienda.

Para impulsar el volumen de ventas ante la caída general de bienes de consumo, los minoristas han intensificado sus estrategias promocionales, con un aumento del 15% en el número de promociones en comparación con el año anterior. Esto ha tenido el efecto deseado, ya que en los primeros tres meses de 2024 se produjo un crecimiento marginal del 0,7% en el volumen de ventas. Las promociones de marcas blancas han sido particularmente agresivas, con un aumento del 36% en los hipermercados y del 25% en los supermercados. El canal de descuento ha experimentado un aumento aún más dramático del 68% en el volumen de artículos vendidos en promoción.

Si bien estas tácticas promocionales han ayudado a frenar la ola de pérdidas de volumen, los expertos de la industria advierten sobre el peligro de saturar demasiado el mercado con grandes descuentos. Ananda Roy, vicepresidente sénior de Strategic Growth Insights EMEA de Circana, advierte que es probable que el aumento del volumen generado por las promociones sea de corta duración y que un crecimiento verdadero y sostenible requerirá un cambio hacia estrategias más orgánicas, como la activación del comprador, experiencia e innovación.

Dominio de las marcas privadas en los mercados de alimentación europeos

Según los últimos datos de Circana, las marcas blancas representaron un asombroso 64% del volumen de ventas en los seis mercados de alimentación más grandes de Europa: Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España y el Reino Unido. Esta cifra representa un aumento de 2 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, lo que muestra el creciente dominio de los productos de marca blanca en la región. Curiosamente, el volumen total de ventas de bienes de consumo disminuyó un 1,2%, lo que subraya la importancia de las ofertas de marcas privadas para mantener la participación de mercado para los minoristas. Las estrategias empleadas para impulsar el volumen de ventas incluyen un aumento significativo en la intensidad promocional, con un 15% más de promociones en comparación con el período correspondiente del año anterior. Esta medida ha ayudado a frenar la caída del volumen de ventas a medida que entramos en 2024, con un crecimiento marginal del 0,7% registrado en los primeros tres meses del año.

Las estrategias promocionales impulsan las ventas de marcas privadas

Ante la disminución del volumen de ventas de bienes de consumo, los minoristas y fabricantes han recurrido a estrategias promocionales agresivas para impulsar el crecimiento. Los datos de Circana revelan un aumento del 15% en las promociones respecto al año anterior, con una penetración de las promociones que alcanza el 21% de los productos FMCG vendidos. Este impulso promocional ha sido particularmente pronunciado en el espacio de las marcas privadas, con un aumento del 36% en los hipermercados, del 25% en los supermercados y un asombroso aumento del 68% en las tiendas de descuento.

El objetivo de estos esfuerzos promocionales ha sido abordar la caída del 1,2% en el volumen de ventas observada en todo el mercado de bienes de consumo. Si bien esta estrategia ha tenido cierto éxito, con un crecimiento marginal del volumen del 0,7% en los primeros tres meses de 2024, los expertos de Circana advierten que es probable que el aumento sea de corta duración. Advierten contra "sobresaturar los estantes con grandes ofertas" y enfatizan la necesidad de estrategias de crecimiento orgánico más sostenibles centradas en la activación del comprador, la experiencia de marca y la innovación. A medida que las marcas privadas continúan ganando terreno, representando el 64% del volumen de ventas, los fabricantes y minoristas deben repensar su enfoque para impulsar un verdadero crecimiento del volumen a largo plazo en el mercado europeo de bienes de consumo.

Abordar las pérdidas de volumen

Los fabricantes y minoristas han recurrido a mayores promociones en un intento por apuntalar los menguantes volúmenes de ventas. Sin embargo, es poco probable que esta estrategia de promoción proporcione una solución duradera. Se espera que el aumento del volumen obtenido gracias a descuentos tan importantes sea de corta duración, ya que los altos precios absolutos, la baja innovación y la creciente penetración de las marcas privadas continúan impactando el mercado. Es poco probable que el verdadero crecimiento del volumen regrese hasta finales de año, lo que requerirá un cambio de enfoque hacia el crecimiento orgánico a través de tácticas innovadoras. Esto incluye un mayor énfasis en la activación del comprador, la experiencia de marca y la innovación de productos, estrategias que pueden impulsar el crecimiento sostenible y captar la atención de los consumidores en un panorama altamente competitivo.

Leer más: El volumen de ventas de marcas privadas continúa aumentando, dice Circana | Revista ESM









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COLOMBIA - ‘Anatomía de una caída’: la historia detrás del cierre de la planta de General Motors, dueña de Chevrolet - EL COLOMBIANO

‘Anatomía de una caída’: la historia detrás del cierre de la planta de General Motors, dueña de Chevrolet

‘Anatomía de una caída’: la historia detrás del cierre de la planta de General Motors, dueña de Chevrolet

Tras décadas de inversiones, la planta de ensamble de la marca Chevrolet en Colombia sale del mercado. Su cierre no solo obedece a temas económicos, hay factores administrativos y comerciales.



General Motors cierra su planta en Colombia: fin de una era para la industria automotriz. FOTO Colprensa.


“Las operaciones de fabricación cesarán en la planta de Colmotores de Colombia y el proceso de desmontaje comienza hoy con un equipo reducido”. Con este anuncio, la compañía General Motors, que fabrica y comercializa la marca Chevrolet, anunció este cierre el pasado 26 de abril.

¿Cuáles son las razones? Santiago Chamorro, presidente y director de General Motors para Sudamérica, precisó, a medios radiales del país, que el cierre de la planta se dio por la caída del mercado, la inflación y las altas tasas de interés. A su vez, aclaró que esto no tiene tinte político.

“La salida de la fábrica de Chevrolet del país no se debe a razones de corto plazo, ni a decisiones recientes, es un problema que tenemos desde 2014, por la subutilización de las capacidades instaladas”, le dijo Chamorro a Caracol Radio.


Los datos que sustentaron esta posición se basan en que la planta solo funcionaba a 9% de su capacidad, para una comercialización promedio de 11.000 vehículos anuales en los mercados, a pesar de recibir inversiones por el orden de los 250 millones en los últimos años. Ahora, la presencia de General Motors estará en los concesionarios en medio de un panorama adverso del sector que cerró el 2023 con una caída en ventas del 29%.

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Sin embargo, hay detalles del cierre de esta planta que la compañía no ha contado. EL COLOMBIANO dialogó con administrativos de concesionarios del país y expertos del sector, quienes revelaron las verdaderas razones del cierre de la planta, para realizar la transición a un modelo de compañías nacionales de comercialización.

Los datos de la ‘anatomía de una caída’


Hay que remontarse al 2011, cuando de Chevrolet reportó 105.810 carros vendidos en el primer trimestre (cifras del Runt), y año tras año cayeron sus ventas. En 2012 bajó a 86 mil, en 2015 lo hizo a 67 mil. Luego en el 2020 sumó 34 mil. Es decir, la curva es tan fuerte que pasó de vender 105 mil carros a 34 mil en 10 años después (solo en el primer trimestre).


Y si se revisan los dos años recientes, la contracción en más fuerte, pasó de comercializar 9 mil en 2022 a 6 mil en 2023 y 4 mil en 2024 (primeros tres meses de cada año). Entre 2022 y 2024, la reducción es del 33,7%. Y si se les suma abril a dichas cuentas la caída es aún mayor: -40%.


Y al sumar los totales anuales del 2022 y 2023 es más pronunciada al ubicarse en -42%, cuando pasó de vender 41.079 vehículos en Colombia a 23.838, según datos del Runt con cálculos de Andemos.

Con estos porcentajes de fondo, el mercado automotor colombiano, por marcas, tiene a Renault de líder, en un segundo lugar a Chevrolet y a Toyota como la marca que más crece y se acerca a esos primeros puestos.




Estas cifras las confirmó Oliverio García, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible – Andemos, quien agrega que una de las causas son los volúmenes de mercado en Colombia, que son pequeños para lo que deberían ser, y que han caído de manera fuerte.


“El año pasado cayeron por el orden del 30% en el mercado colombiano. Entonces, esas plantas necesitan más volúmenes para ser rentables. Además, Colmotores ya había reducido su capacidad de producción, su nivel estaba por debajo del 10%, es decir, su capacidad de producción es baja”.

Ante estas cifras a la baja, Óscar Julián Restrepo, experto en el mercado automotriz y director general de El Carro Colombiano, reconoce que la crisis del sector y la caída en ventas tuvo que ver en parte con el cierre de la planta, pues Colmotores recibió fuerte inversión para producir carros de alto volumen y no logró los niveles esperados.

Pero lo que no han contado es que sí “hubo factores comerciales, incluso administrativos, por cuenta de decisiones de General Motors a nivel mundial que afectaron su operación en Colombia”.

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Así lo ve también Aurelio Muñoz, director de la revista Auto & Estilo, quien afirma que el cierre de la planta de Colmotores y de su estampadora Zoficol (la única que tenía el país) obedece a una serie de efectos, no solo económicos, que tuvo que afrontar esta empresa, sino a variables geopolíticas y jugadas empresariales.

Por ejemplo, dice Restrepo, cuando el modelo Sail salió del mercado, la compañía no proyectó un relevo y, cuando este llegó, lo hizo de forma tardía en Colombia, cuando ya iba de salida en otros países. El mercado quería recibir algo más actual.

“Por otro lado, nunca se impulsó una política exportadora agresiva como hace Renault-Sofasa, que le permite mantenerse y exportar carros a países como México y Argentina. Además, desde 2017 no hubo un presidente de GM Colmotores en Colombia, pues la operación pasó a ser regional y las decisiones se tomaban desde Brasil. En fin, todo se juntó”, asevera Restrepo.

A reglón seguido, Muñoz asevera que otro factor que motivó al cierre fue la negociación de Colmotores con sus sindicatos. “En un momento de su historia, tenían que negociar con 10 organizaciones sindicales al mismo tiempo. Eso hizo insostenible la operación industrial en el país”.

Este medio pudo constatar que en 2018 la Unión de Trabajadores Enfermos de General Motors, sindicato de esta compañía, advirtió el cierre de la planta y el despido de trabajadores. En ese momento, el sindicato dio a conocer una solicitud hecha ante el Ministerio de Trabajo para cerrar la empresa y autorizar un despido colectivo, debido a “una difícil situación financiera” que atravesaba.

Asimismo, fuentes dentro de la compañía le dijeron a EL COLOMBIANO que la planta sufrió abandono de General Motors desde hace una década, porque dejó de impulsarla para que fuera más competitiva.




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Los concesionarios que perdió Colmotores

Tras estos hechos, Cristian Prieto, fundador del concesionario Autobog Soluciones Integrales S.A.S, cuenta que a esta historia hay que agregarle algunos detalles de la relación de Colmotores con los concesionarios en Colombia.

Empieza diciendo que Los Coches, uno de los concesionarios más grandes de Chevrolet, para el 2012, (hoy en día es un concesionario multimarca) le dijo a Colmotores que quería vender carros de otras marcas, pero la respuesta fue negativa.

“Entonces, esta relación termina no renovándoles la concesión en el 2013 para que Chévrolet vendiera a través de Los Coches. Por consiguiente, las dos partes decidieron no trabajar más juntos y Colmotores perdió un gran distribuidor, quizá por algo de orgullo al ser los líderes absolutos del mercado”, relata Prieto, historia que contó en sus redes sociales.

Agrega que después Autoniza, uno de los concesionarios más grandes de Chévrolet, para el 2016, empieza a comercializar Mercedes Benz. Es decir, lo logró a diferencia de Los Coches, con el nombre de Starniza. Hoy en día, el concesionario Autoniza sí vende Chévrolet, pero no únicamente como sí lo hacía del 2015 para atrás. “Aquí este distribuidor fuerte empieza a diversificar su portafolio y no a concentrarse solo en los Chévrolet”.

Luego de esto, narra Prieto, Continautos, otro grande, decidió comercializar Mazda, además de vender solo Chévrolet, creó un nuevo concesionario llamado Kioto, ejecutó la idea y compró Automercol, un concesionario de Mercedes, y diversificó también su portafolio. Es decir, ya no tiene el 100% de sus ojos a la operación de Chévrolet.

“Recuerdan al concesionario Internacional de Vehículos, pues ya no comercializa Chévrolet, ahora vende vehículos de marca Foton. Otro distribuidor que pierde Colmotores”, añade a la historia este empresario.

El mismo día que Colmotores anunció el cierre de sus plantas en Colombia y Ecuador, revela Prieto, Automotores San Jorge, un concesionario de solo Chévrolet y con 40 años en el mercado en Bogotá, también cerró sus puertas, otro distribuidor que pierde la compañía.



¿Por qué esos distribuidores empiezan a bajar sus ventas? ¿Por qué algunos sí se anticiparon a diversificar su portafolio? Prieto responde que se deben relacionar los años en la caída en ventas con los años en que los concesionarios grandes tomaron la decisión de empezar a comercializar otras marcas.

“En el 2014 finalizó la comercialización de uno de los carros más vendidos en Colombia, más vendidos de Chevrolet, como es el Aveo, entre 2009 y 2012. Así mismo pasa con el Optra, cuando la comercialización terminó en el 2013 en Colombia. También para ese mismo año se deja de comercializar el Vitara”.

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A esto hay que sumarle, según el empresario, que los carros que se vendían bien de Chevrolet, la compañía los fue descontinuando, por ejemplo, el Spark en el 2019, el Sail en el 2020, el SparkGT en el 2022, el Beat en 2022 y 2023. “Entonces los carros que más vendía los termina sacando del mercado y le apuesta al Chevrolet Joy”.

En este cambio de estrategia comercial, Colmotores anunció en el 2022 una inversión de 50 millones de dólares en su planta de ensamblaje colombiana para fabricar el modelo Joy. “En abril de 2023 ya tenía la planta lista, para vender este vehículo como pan caliente en Colombia, un año después del anuncio, nos dicen que la planta no va más”.

A pesar de esto, Prieto recalca que los repuestos no deben cambiar su precio porque hay muchas importadoras en Colombia de Chévrolet y Colmotores no los fabricaba en el país, “entonces no debería subir el precio”. También es posible que el precio del modelo Joy sí se incremente, porque al importarlo los costos no sean iguales que cuando lo fabricaban en Colombia.

Prieto concluye su análisis preguntándose si hubo o no arrogancia de Colmotores al pensar que nunca lo iban a destronar del primer lugar en ventas. “Ellos debieron haber permitido que se diversificara el portafolio o escuchar a esos concesionarios solo para saber por qué querían hacerlo o qué estaban viendo,”.

Este empresario sostiene otro gran error de Chevrolet y Colmotores no fue diversificar su portafolio, no solo en Colombia, sino en varios países donde pasa algo similar, en donde sus competidores fueron sacando nuevos modelos con nueva tecnología y materiales. “Eso le jugó en contra a la empresa, para que cada vez cayeran las ventas”.



Para Prieto, el mal manejo al servicio posventa de la Captiva, de la Tracker, del Cruze y el Sonic, en especial de los motores Ecotec, sobre el cambio gratuito del termostato también influyó. “No transmitieron bien el mensaje que tranquilizara a sus usuarios y les permitiera conocer que Chevrolet estaba corrigiendo eso”.

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Una historia de orden mundial

El analista Muñoz recuerda que este declive del sector, que se llevó por delante a esta planta ensambladora, empezó hace casi 10 años, con el cierre de la Compañía Colombiana Automotriz (CCA) que ensamblaba Mazda y Mitsubishi, cuando Venezuela era el principal socio y compraban vehículos, incluso se llegaron a ensamblar 100.000 unidades al año. Pero al caer el comercio con el vecino país a manos del régimen chavista, las marcas no enviaron más sus vehículos y todos perdieron.

Luego, con los Tratados de Libre Comercio (TLC) con México (el primero de ellos), obligó al cierre de la CCA porque Mazda puso su fábrica en ese país. Después vinieron los TCL con Europa, Estados Unidos, Corea del Sur y con Mercosur. Esto hizo que se pudieran importar vehículos sin arancel, y las ensambladoras no puedan competir con las fábricas de autos de estos países.

“No solo porque ya no se paga el 35% de arancel, sino porque, en el tema industrial, es imposible competir con estas fábricas por economía de escala. Ellos producen millones de autos al año y sus costes no son comparables con los de las ensambladoras en Colombia”, detalla el analista Muñoz.

Luego llegó la pandemia, que fue un golpe duro del cual no se pudo reponer Colmotores. “Dejó de producir al mismo ritmo y para su marca Chevrolet, ensamblar modelos de entrada, aunque los mantenía como segundo del mercado, no era rentable”.



En este contexto, empezaron a ganar más dinero con los autos importados, y porque también el mercado empezó a migrar hacia los SUV compactos y medianos (tipos de automóviles más populares en estos días), que no estaban previstos en el plan de ensamble.

En definitiva, con la salida de la planta de Colmotores, la compañía Renault - Sofasa y la ensambladora de Hino (marca de camiones de Toyota) quedan como las únicas en el sector automotor colombiano, lo demás es importado.

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