jueves, abril 20, 2006

Cómo vivir con un mínimo

Cuatro millones de colombianos que ganan $408.000 no alcanzan a cubrir todas sus necesidades

TOMADO DEL PERIODICO EL MUNDO - MEDELLÍN - COLOMBIA



Yolima vive en Santo Domingo Savio, en la parte alta de Medellín.
Autor: Gustavo A. Zabala Berrío

En la sexta entrega de la serie Empleo: ¿cifras o realidad? Nos enfocamos en cómo hace una familia para sostenerse con un salario mínimo. El caso de Yolima no es el único en el país. Como ella hay más de cuatro millones de colombianos. Más de cuatro millones de colombianos devengan mensualmente el salario mínimo legal vigente y que asciende a $408.000.

Según un informe de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, al cierre de 2003 un 42% de los trabajadores ganaba menos de un mínimo, el 24% entre 1 y 1.2 salarios y sólo el 34% de la población ocupada ganaba más de 1.2 salarios mínimos.

A pesar de lo poco que representan esos $408.000 para los colombianos, hace varias días se conoció una propuesta del Banco Mundial al Gobierno Nacional de disminuir el salario mínimo, que de paso fue rechazada por el propio presidente Álvaro Uribe y las centrales obreras. Pero más allá de esa discusión, cabe preguntarnos, ¿cómo vive una familia con un salario mínimo?.

Yolima* hace parte de los trabajadores nacionales que al mes reciben esos $408.000. Es una mujer cabeza de hogar que bajo su responsabilidad están sus tres hijos de 10, 16 y 18 años que cursan quinto de primaria, noveno y undécimo grado.

Vive en un sector popular, donde se concentra un alto número de la población de Medellín, en Santo Domingo Savio, barrio de estrato 1 y al que se llega después de un recorrido de cerca de una hora en bus, media en taxi o unos 15 minutos en Metrocable. Desde allí se divisa gran parte de la ciudad y de Bello.

Endeudada

“¿Cómo reparto el salario?, me llega el pago y le digo al pelao mayor vaya pague los servicios, entonces ya miro, debo tanto allí y tanto allá y mando pagar las deudas primero que todo, y me quedan $70.000, $60.000, porque a mi me pagan mensual, y eso lo invierto en la comida que más barato esté como fríjoles, arroz, panela, porque la papa está por las nubes, y así me voy yendo”, cuenta Yolima, a quien “sagradamente” le llegan mensualmente en promedio $180.000 de sólo servicios públicos. Yolima está separada de su esposo, que por demás está desempleado, por lo que no recibe ningún sustento monetario adicional.

Yolima trabaja como aseadora en un colegio de Santo Domingo Savio, en una jornada que comienza a las 6 de la mañana y que concluye entre las 6 y las 6:30 de la tarde de lunes a viernes.

Como es de suponerse, cada que hay vacaciones en la institución educativa, ella forzosamente sale también a descansar. Por eso, su situación en meses como diciembre y junio no es la mejor. Incluso, en diciembre pasado no tuvo siquiera para comprar los traídos y mucho menos poner a estrenar a sus hijos, le tocó hacer de tripas corazón hasta para comer. “A veces los profesores me llaman para que les haga aseo, por ejemplo en diciembre no tuve un solo día, y con el pago compré arroz, papa, fríjoles para un mes y empecé a trabajar el 17 de enero y no pagan sino por mes vencido”, dice.

Esta situación la vive constantemente, ya que cada seis meses es liquidada por la cooperativa que la contrata, que le paga en ese instante las cesantías, intereses a las cesantías, la liquidación, la prima y el pago. Luego es llamada para firmar un nuevo contrato cuando los estudiantes regresan a clases.

Como cualquier trabajador colombiano, vive endeudada. “Tengo que estar pida aquí, preste allí, ya me llega el pago y ya le debo a profesores. Yo me sustento prestando, ya cuando me llega el pago y así me voy yendo. Tengo muchas deudas”, deudas que ascienden a cerca de $2 millones, afirma, por lo que cada que le llega la prima debe utilizarla para pagar, “por ejemplo en estos momentos debo en el colegio $300.000 de matrículas y uniformes de los pelaos”, añade.

No tiene ayudas extras. Una venta de helados que tenía anteriormente debió dejarla porque como sus hijos estudian casi todo el día en una misma jornada, no había quién atendiera este negocio.
Salario Mínimo - Costos de la canasta

El salario mínimo mensual en Colombia está en $408.000, fruto del aumento de 6,946% decretado e diciembre pasado. El año anterior estaba en $381.500 después de un alza de 6,564%. Por un día de trabajo, los colombianos reciben $13.600, por una hora diurna ordinaria $1.700, por una nocturna ordinaria $2.295 y por una dominical $2.975.
El Índice de Precios al Consumidor, IPC, a diciembre de 2005 fue de 4.85% en el promedio nacional y de 4.77% en el promedio de Medellín.
Según cálculos de la Escuela Nacional Sindical, ENS, para acceder al valor de la canasta familiar de ingresos bajos se requieren 2,1 salarios mínimos; es decir, que en una familia se requieren por lo menos, dos personas que reciban los ingresos correspondientes al salario mínimo legal para, al menos, tener un ingreso que asegure un cierto nivel de vida digno.
El análisis de la ENS indica que el costo de la canasta familiar a diciembre de 2005 era de $813.417,04 para los obreros y de $2.039.851,33 para los empleados, superior a la de 2040 cuando era de $773.136,62 y $1.944.382,17, respectivamente en el promedio nacional.
Para el caso de Medellín, la canasta familiar a diciembre del año pasado costaba $860.122,94 para los obreros y $1.824.983,52 para los empleados. En 2004 eran de $818.541,05 y $1.740.234,12 respectivamente.
La retención total en el salario mínimo legal a cargo del trabajador para seguridad social es: semanalmente de $7.497, quincenalmente de $16.065 y mensualmente de $32.130.
Según la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar, Asocajas, en el país más de un millón 400 mil trabajadores afiliados a éstas ganan hasta un salario mínimo, representando un 34%.
Una investigación realizada por la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo –Cide- para la caja de compensación familiar Comfama, arrojó que el 21% de los trabajadores colombianos se encuentran afiliados a las cajas.
Colombia-Otros países

Un informe de la ENS indica que mientras en Colombia el salario mínimo es de US$177, en Ecuador es de US$150, en Chile el salario promedio supera los US$660, en Costa Rica el promedio en 2003 era de US$450, en Panamá supera los US$240, en México sobrepasa los US$180, en El Salvador de US$145.
Un estudio sobre desarrollo humano de Naciones Unidas ubicó a Colombia entre los países con más desigualdad en relación con los ingresos de las personas, cerca de países como Lesotho, Swazilandia y Sudáfrica. En América sólo Guatemala y Brasil nos superan.

Como aseadora en un colegio del barrio, Yolima devenga los $408.000 al mes, dinero que a duras penas le alcanza para comer, pagar servicios y deudas.
Cómo hacen

A pesar de su situación, Yolima puede darse por bien servida. No tiene que pagar arriendo porque la casa en la que vive es una herencia de sus padres, además se ahorra el transporte para ir a trabajar, al igual que sus hijos. Pese a esto, la plata no le rinde mucho, ni siquiera para hacer mejoras en la vivienda, de allí que duerman todos en una misma habitación y en dos camas, “nos enseñamos a vivir aquí en el espacio corto que tenemos”, comenta.

Al igual que muchos colombianos, considera que el aumento salarial que se hace cada año es poco. “Para uno sobrevivir necesita un salario más alto. Mire gente que paga arriendo. Yo me pregunto cómo hacen. Yo tengo tres hijos, no pago arriendo y me mantengo apretada, ahora gente que tienen cuatro y cinco hijos, los admiro. Yo considero que el salario mínimo debería estar entre $700.000 y $800.000 para uno sobrevivir por los servicios, comida, droga, vestido”, dice Yolima.

Ha sido tan apretada su situación económica que sus tres hijos comenzaron el año escolar con un solo cuaderno cada uno, “a veces ellos se van sin desayunar allá, porque entran a las 6 de la mañana hasta las 12:15 de la tarde y como acabaron el restaurante, no hay sino para 3°, 2°, 1° y preescolar. Dos de mis hijos están en bachillerato (11° y 9°) y el otro en quinto de primaria, ellos no tienen derecho a restaurante. Mi Dios es grande porque voy adelante con mis hijos”, añade.

Ha sido tanta la presión para Yolima que hasta el hijo mayor ha pensado en abandonar los estudios para ponerse a trabajar “yo le digo que siga adelante, que así es como vale el estudio, con esfuerzo”, dice.

Tal como Yolima viven otros cuatro millones de colombianos que diariamente salen a trabajar para darle al menos lo necesario a sus hijos. Desde Santo Domingo Savio, un barrio empinado donde el Metrocable se ha convertido en su mayor orgullo, otras Yolimas confían en un futuro mejor con un trabajo mejor pago y un salario más alto que supere por lo menos $800.000 para vivir no tan apretados, pero sí con lo necesario.

*Nombre cambiado por petición del entrevistado.


AHORRAN EN PAÑALES, NO EN LA ROPA, Y LAS EMPRESAS CADA VEZ APROVECHAN MÁS ESTE MERCADO


La generación de las mamás ‘manisueltas’

TOMADO DE EL PERIODICO EL TIEMPO

No importa cuánto cueste o que no sea realmente útil, las mamás de hoy son voraces consumidoras de todos los nuevos artículos para bebé.

Coches que calientan los pies del bebé, chupos que antes de caer al suelo se cierran para evitar que se ensucien, cámaras para ver al recién nacido desde la oficina o sonajeros de plata, son algunos de los artículos que cada vez más mamás están comprando, sin escatimar en costos.

Pese a que son precisamente las mujeres las que en muchos casos manejan la economía del hogar, en materia de bebés (en especial si es el primero) la palabra ahorro no está en la mente de muchas de las que en Estados Unidos fueron bautizadas como las ‘mamás yoga’, no porque practiquen esta técnica, sino porque cuidan su apariencia y desean que, como ellas sus hijos estén a la última moda, cueste lo que cueste.

Otra característica es que viven en las ciudades y tienen una situación económica definida, pues superan los 30 años.

Sin embargo, no gastan en todo por igual. Según el publicista Efraín Bedoya, que creó la comunidad Hola Bebé y tiene 10.000 afiliadas en el país, las mamás se fijan mucho si los pañales o la leche (que son los artículos verdaderamente indispensables), cuestan 100 pesos más en un almacén u en otro, pero si ven una chaqueta para un bebé de seis meses que vale 100.000 pesos, la compran sin chistar.

Así lo corroboran en la oficina de mercadeo de la marca de ropa infantil Offcorss, en donde sacan una colección nueva cada mes y aseguran que cuando las mamás compran no miran tanto el precio, como la pinta.

Esta situación ha sido aprovechada por las empresas para ‘bombardear’ a las mamás con toda clase de artículos diferentes a los convencionales. Los centros de estética les ofrecen masajes a las embarazadas para que les vaya bien en la gestación y a las que ya tuvieron el bebé para que adelgacen; las compañías de tecnología crean nuevos aparatos para facilitar la maternidad; la industria editorial no solo tiene inundadas las librerías, sino que además compite fuerte con las páginas de Internet (aparecen más de 500.000 en los buscadores).

“Aunque no es una categoría formal de consumidores, entre embarazadas y madres de menores de 2 años, que es hasta cuando se consideran bebés, está el 6 por ciento de la población”, dice Bedoya.

Camilo Herrera, director de la firma de investigación de mercados Raddar, explica que cuando el niño llega al año y medio o los dos finalmente los padres primerizos aprenden a comprar.

En pañales mandan las madres solteras

El mercado más grande en el campo de los bebés es el de pañales. El año pasado, según los cálculos de la firma Raddar, se vendieron 83.000 millones de pesos en este producto, es decir, 5,68 por ciento menos que en el 2004, debido a la menor tasa de nacimientos. En promedio los colombianos gastan 0,16 por ciento de sus ingresos en pañales y el mayor consumo per cápita está en Medellín, mientras que en Cartagena es la ciudad en donde menos los compran. Las madres solteras son las que más los compran como una forma de demostrar que pueden mantener sus hijos solas. Como los pañales no son un lujo, sino una necesidad, el 61 por ciento se venden en hogares de estrato medio.

La oferta para los bebés del siglo XXI

Muebles. Para el pediatra Diego Cruz, quien también es dueño del almacén de muebles Kitty Lipy, cada año las ventas se incrementan.

“Aunque hoy el número de bebés es menor al de hace cinco años, las ventas se han disparado. Y es que, hoy los papás tienen su primer hijo a edad más tardía, tienen más capacidad de compra”, explicó Cruz.

Pero para los dueños del almacén Babylandia, las ventas han bajado en volumen y eso hace que si en 1998 entraban unos 10 millones de pesos mensuales, hoy también ingresen 10 millones.

Los precios pueden oscilar entre los 800.000 y 1. 500.000 pesos.

En cunas por ejemplo, se pueden encontrar ajustables a dos, tres o cuatro niveles para que la madre durante el posparto acomode la altura de la cuna a su cintura. Igualmente, en se ofrecen las cunas con pinturas que no son tóxicas, Vienen con protectores para los dientes para cuando el bebé empieza a morder y la base del colchón viene con posición antireflujo.

Biberones anticólicos. Si bien, las grandes cadenas prefieren no entregar cifras sobre las ventas anuales en este segmento, coinciden en señalar que éstas han crecido anualmente y que además los productos que se ofrecen avanzan no sólo en tecnología, sino en variedad. En Almacenes Exito es el caso de las etiquetas de las prendas para bebés son estampadas para evitarmolestias.

Entre las alternativas se encuentran cremas hipoalérgicas, biberones anticólico y antireflujo desde 22.000 pesos, sonajeros seguros que por lo general hoy se elaboran en textiles, juguetes que no recogen polvo, calentadores individuales de teteros para las noches o para llevar en el carro, succionadores de leche con sus biberones con cierre hermético para que la leche materna se conserve fresca y cojines de lactancia.

El presidente de Makro. Renato Minuzzo, explicó que la demanda y el comportamiento del mercado los llevó hace cinco años a sacar su propia marca de pañales. Hoy abastecen no sólo sus almacenes, sino también otros puntos en el país, lo que los llevó a tener ventas, en sólo este sector, de dos millones de dólares.

Los alimentos. Para las empresas dedicadas a este segmento, se trata de productos que están dirigidos a los niños entre los seis y 36 meses de edad, razón por la cual los volúmenes de ventas no son masivos.

A esto se suma el hecho que en Colombia, y según lo consideran empresas consultadas, existe aún el hábito por la preparación de alimentos caseros para los menores. Es por ello que las empresas se la han debido 'ingeniar' para ofrecer productos industrializados que contengan materias primas naturales.

Compotas, productos lácteos a base de yogures, jugos y cereales están en el abanico de opciones.

Una de las últimas novedades de Alpina es un yogur especializado para bebés, cuya fórmula ha sido adaptada para el sistema digestivo del bebé. "Cuenta con cultivos probióticos especiales. Viene saborizado con salsas de frutas naturales", señala Alpina.

El mercado también ofrece los cereales para el consumo por etapas a partir del sexto mes como en el caso de Nestlé.

ONNE VENEGAS Y LAURA CHARRY
REDACCIÓN ECONÓMICA

martes, abril 18, 2006

CADENAS DE VALOR COMO ESTRATEGIA EMPRESARIAL UNA DE LAS RESPUESTAS QUE BUSCAMOS.


Adaptado del proyecto escr ito por: Daniel H umber to I gles ias

Adaptado y editado por IGNACIO GÓMEZ ESCOBAR para responder a neces idades
es trategicas de Empresas Colombianas que se enfrentaran a mercados libres
poderosos (Alca a par tir del 2006 y T ratado de Libre Comercio con USA)

I NI CI O

Jan van R oekel, menciono ... En el futuro los productores procesadores,
pr oveedor es de ser vicios logís t icos, y dis t r ibuidor es no compet i rán mas como
ent idades individuales; s ino que ellos colaboraran en una Cadena de Valor
es t r atégica, compit iendo cont ra ot r as cadenas de valor en el mercado.

El AFC de Alber ta reconoce las Cadenas de Valor como una es trategia comercial
potencialmente ex itosa, que se puede emplear para desar rollar relaciones de negocios
fuer tes y sus tentables para competir con éxito en la economía Globalizada.
Podemos definir a la Cadena de Valor como la colaboración es tratégica de empresas
con el propós ito de satis facer objetivos específicos de mercado en el largo plazo, y
lograr beneficios mutuos para todos los es labones de la cadena. El termino cadena
del valor se refiere a una red de alianzas ver ticales o es tratégicas entre var ias
empresas de negocios independientes dentro de una cadena de abas tecimiento

Coase (1937) aproximó el planteamiento de que la utilización del mercado genera
cos tos que, en determinados casos, pueden ser evitados por las empresas que actúan
como mecanismos de as ignación de recur sos mas eficientes. El punto de referencia de
es te tipo de cos tos -dis tintos de los cos tos de producción- fue la t r ansacción,
configurándose así en la unidad bás ica de anális is. La organización de transacciones a
través del mecanismo de mercado, genera dos tipos de cos tos: de información
relacionados con la tarea de determinación de los precios relevantes y de negociación,
refer idos a la elaboración y cier re de los contratos que han de efectuar se para cada
relación de intercambio. El objetivo pr incipal de la teor ía de los cos tos de transacción
cons is te en analizar cuál de las dis tintas alternativas exis tentes para organizar
intercambios (Mercado, empresas y contratos (Híbr idos)) es la que mejor se adapta a
las caracter ís ticas de cada transacción, en el sentido de minimizar los r iesgos y,
pr incipalmente los cos tos que és tas llevan cons igo. Las empresas y el s is tema
económico en su conjunto, tienden a organizar se de forma que se minimicen los cos tos
de efectuar transacciones .
Green et al (1992) define a la empresa red como " ... una es tructura organizativa
s inérgica que ar ticula contractualmente, a mediano plazo, relaciones
interempresar iales, a fin de responder conjunta y solidar iamente de manera flex ible,
bajo la dirección de una empresa emisora de ordenes, a una demanda - final o

intermedia- volátil, en un espacio económico de relaciones productivas de bienes y de
servicio" .

Como hemos vis to anter iormente, el termino cadena del valor se refiere a una red de
alianzas ver ticales o es tratégicas entre var ias empresas de negocios independientes
dentro de una cadena de suminis tro. La cadena de valor se crea cuándo las empresas
tienen una vis ión compar tida y metas comunes, se forma para reunir objetivos
específicos de mercado para satis facer las neces idades de los consumidores. Es to
permite tomar decis iones en conjunto como así también compar tir los r iesgos y
beneficios. También permite realizar una inteligencia cooperativa: estructura de
cos tos, marketing e información organizacional que se compar ten
para aumentar la ganancia y competitividad de la cadena del valor .
La cadena de valor a menudo abarca el espectro completo de la cadena de
abas tecimiento, del consumidor al productor. Aunque los consumidores técnicamente
no pueden ser miembros de la cadena del valor, los dis tr ibuidores que es tán mas cerca
de los consumidores finales son esenciales para el éxito de la misma (desde el punto
de vis ta de la información que recogen de ellos ).
La cadena del valor por lo tanto proporciona el marco de referencia para la realización
de las transacciones de negocios, dando respues ta a las neces idades del consumidor ;
implica confianza y abre la comunicación entre sus par ticipantes y los resultados son
mutuamente benéficiosos para todas las par tes que intervienen.
Para entender mejor que es una cadena de valor, muchas veces resulta útil determinar
lo que no es .

LO QUE NO ES UNA CADENA DE VALOR
Una cadena de valor no es integración ver tical; la integración ver tical ocur re cuando
una sola firma posee var ias etapas en la cadena de suminis tro. En una empresa
ver ticalmente integrada, los productos se mueven entre las etapas de producción, de
trans formación y dis tr ibución como resultado de decis iones de manejo dentro de una
sola firma. En cambio, en una cadena de valor los productos se mueven entre
empresas independientes que trabajan juntas en una alianza ver tical. Por supuesto,
una empresa ver ticalmente integrada podr ía formar par te de una cadena del valor con
otras empresas independientes en la cadena de abas tecimiento, y par ticipar como lo
hace cualquier otro miembro de la cadena de valor .
Una cadena de valor no es una cooperativa, Una cooperativa es una alianza hor izontal
generalmente a través de un nivel de la cadena, no hay razón para qué una
cooperativa no pueda formar par te de una red ver tical más extensa de cadena de
valor, pero los dos conceptos son diferentes .
Una cadena de valor no es una ser ie de transacciones comerciales tradicionales. Una
transacción comercial a través del mercado implica múltiples compradores y
vendedores y ocur re dentro de un cier to per íodo de tiempo. Los productos se mueven
a través de las etapas de la producción, procesamiento y dis tr ibución en respues ta a
las señales del mercado; no hay una relación de compromiso a largo plazo entre
compradores y vendedores individuales. El precio es el determinante pr incipal de la
venta; existe muy poca o ninguna negociación de la calidad, la cual es especificada
generalmente por un s is tema de graduación muy amplio. Al igual que ex is te muy
escasa retroalimentación a través de la cadena desde los consumidores hacia los
productores. Una subas ta o remate proporciona un buen ejemplo de una transacción
comercial tradicional. La ausencia de relaciones comerciales a largo plazo entre el
vendedor y el comprador, así como también la falta de la retroalimentación y
comunicación a lo largo de la cadena agroalimentar ia, nos mues tra que las relaciones
en es tos mercados son subs tancialmente diferentes a las relaciones en una cadena de
valor .
El objetivo es maximizar las ganancias de la empresa individual, a menudo se basa en
comprar en el menor precio pos ible y vender en el precio mas alto pos ible. Exis te muy
poca confianza e incluso no se compar te información entre los directivos. Por otra
par te los miembros de una cadena de valor, reconocen que todos los par ticipantes
deben crear una s ituación de ganar -ganar (win-win), por lo cual todos ellos se
benefician financieramente y son todos par te del proceso de tomar decis iones y
compar tir la información. Las cadenas de valor se cons truyen mas con cooperación en
el negocio, antes que con r ivalidades .
Para resumir, podemos expresar var ios elementos acerca de lo que es una cadena de
valor : 
Es una red es tratégica de organizaciones /empresas independientes - productores ,
procesadores, dis tr ibuidor mayor is ta y minor is ta quienes reconocen la neces idad
mutua de trabajar juntos para identificar objetivos es tratégicos, es tán dispues to a
compar tir los r iesgos y los beneficios que es to conlleva, e inver tir tiempo, energía y
recur sos para realizar el trabajo ar ticulado (Amanor - Boadu, 1999). 
Es trabajar desde la demanda antes que de la ofer ta; su propós ito pr imar io es
responder más efectivamente a las neces idades del mercado a través de la
cooperación, comunicación, y coordinación. 
Requiere el compromiso de todos los par ticipantes en el control de los factores que
afectan la calidad y cons is tencia del producto, inclus ive la coordinación de la
producción, procesamiento, dis tr ibución, o publicidad y expos iciones . 
Es sens ible a las neces idades cambiantes del consumidor. El flujo de información
opor tuna del consumidor a otros es labones de la cadena habilita que los cambios sean
hechos rápidamente para proteger o para incrementar la cuota de mercado. Si por
ejemplo los modelos de compra cambian, y el producto es más demandado el mar tes
que en la fecha tradicional de la entrega de los jueves, un cambio en la fecha de
entrega tendrá como resultado ventas más altas . 
Ofrece la segur idad de negociar con otros miembros de la cadena. Ellos trabajan
juntos en desar rollar objetivos y metas comunes; juntos elaboran una es trategia
común y un s is tema de monitoreo de lo acordado en toda la cadena. La confianza y la
cooperación resultantes crean un ambiente en cuál los productos son de alta calidad y
llegan al consumidor opor tunamente. 
Implica altos niveles de confianza entre las par tes de la alianza; no hay espacio
para una actitud de r ivalidad hacia los productores o hacia los compradores. La
competencia por precios y condiciones de entrega más ventajosa no es tá entre los
productores dentro de la alianza, es tá contra otros productores, procesadores, o
dis tr ibuidores fuera de la cadena de valor . 
Una cadena de valor no es una panacea para el éxito del negocio. No absuelve a
los productores de la neces idad de conocer o ser sens ible a las neces idades de los
consumidores. Como todas las cosas que facilitan el éxito en los negocios, las cadenas
de valor requieren de un trabajo duro, dedicación y un entendimiento de las
neces idades de aquellos con quien se ha formado la alianza o la red. En esencia, es un
marco de referencia o es tructura para mej orar la comunicación y coordinación en las
transacciones de negocios. Una alianza con otras empresas en la cadena, ayuda a
as is tir a los negocios individuales para alcanzar las metas que ellos no podr ían alcanzar
en si solos. Una cadena de valor exitosa debe proporcionar una ventaja competitiva en
el mercado y una opor tunidad de mantener esa ventaj a a través de responder a las
neces idades del mercado.
No hay reglas fijas acerca de quienes pueden par ticipar en una cadena de valor, s in
embargo, uno debe tener presente los objetivos de la relación. Una cadena de valor
exitosa será sens ible a las neces idades del consumidor. Es to quizás s ignifique apuntar
a la calidad del producto, tiempo de entrega o a los mecanismos de retroalimentación.
Dependiendo de las caracter ís ticas del producto y la naturaleza del mercado elegido,
habrá var ios puntos cr íticos de control; tal como conocer como se mueve el producto a
través de la cadena logis tica desde el productor al consumidor. Hay funciones y roles
claves que afectan la calidad del producto, tiempo de entrega, el flujo de información,
etc.. T odos los par ticipantes que tienen influencia en un punto de control que es
cr ítico para lograr los objetivos de la cadena de valor, deben es tar directamente
involucrados. Por ejemplo, en la mayor ía de los casos es cr ítico que la cadena
responda a las neces idades del mercado consumidor. Es to s ignifica que una
información opor tuna y exacta acerca de las preferencias de consumidor y su
retroalimentación, debe fluir rápidamente hacia atrás en la cadena agroalimentar ia.
Es to es un punto cr ítico del control. Las empresas que tienen contacto más cercano
con el consumidor - generalmente el minor is ta o el res taurante - tienen la mayor
influencia sobre es te punto cr ítico del control. La mayor ía de las cadenas de valor
exitosas incluyen a las empresas que es tán en contacto directo con consumidores .

COMO S E ES T R UCT URAN LAS CADENAS DE VALOR

Como ya hemos vis to, una cadena de valor es una red de alianzas es tratégicas entre
empresas independientes que manejan juntos el flujo de bienes y servicios a lo largo
de toda la cadena logís tica (de abas tecimiento). Alianzas Es tratégicas implica que la
asociación es planeada de antemano por un grupo de gente que emprende
colectivamente las actividades que ellos no podr ían emprender por sí mismas
(Holmlund y Fulton, 1999). El resultado es una inteligencia competitiva, donde se
recoge y compar te información a la cual no se podr ía acceder en forma independiente.
Exis te un numero de cons ideraciones organizacionales claves para cons truir una
cadena de valor exitosa, es tas incluyen: 
Es tablecer objetivos comunes ; 
Manejar los flujos de información; 
Evaluación del desempe ño; 
La ex is tencia de beneficios palpables para todos los implicados; y 
Cons truir confianza y es tablecer relaciones de trabajo cooperativas .
Los objetivos de la cadena de valor dependerán entre otros factores, del producto, las
circuns tancias del mercado y los par ticipantes .
Para manejar el flujo de bienes y servicios en una cadena de valor, tiene que haber un
intercambio efectivo de información entre todos los miembros, inclusive el manejo de
la retroalimentación de clientes y/o consumidores finales .
Los socios de la cadena de valor deben convenir en los cr iter ios relevantes para valorar
el desempeño de la cadena. El logro de que las relaciones del negocio conlleven a lo
que ellos desean hacer, dependerá de los objetivos comunes que se es tablecieron en el
pr incipio. Los par ticipantes deben tener expectativas reales acerca del tiempo
requer ido para observar resultados palpables de la alianza. Una comunicación abier ta y
compar tir información son elementos cr íticos para que los socios de la cadena reciban
una retroalimentación continua del uno al otro, que permite identificar problemas
potenciales que pueden ser tratados con antelación.
Una cadena de valor no funcionara bien si hay beneficios sólo para un grupo de
par ticipantes, por es to la neces idad de tener beneficios palpables para todos que a su
vez ayuda a crear un es tímulo para continuar par ticipando. Los beneficios quizás
incluyan el acceso garantizado al mercado, los suministros garantizados en cantidad y
calidad determinada de bienes en un tiempo acordado, o la opor tunidad para el
desar rollo de un nuevo producto. I ncrementar la habilidad para responder a cambios
en el mercado es a menudo un es tímulo para la par ticipación, también lo es el
reconocimiento de que uno no puede ir solo, que otros socios de la cadena tienen
valiosas habilidades y exper iencias que pueden ser mejor utilizadas por todos los
miembros de la cadena de valor .
La confianza es una de las cues tiones de mayor impor tancia en la formación de una
cadena de valor. Los par ticipantes potenciales deben confiar que las motivaciones de
sus socios no son únicamente para ellos, y que ex is ten beneficios trabajando en
conjunto. Idealmente, la cadena de valor creará una relación de ganar -ganar (S uma-
S uma) por la cual todos los par ticipantes serán beneficiados por es tablecer, mantener ,
o expandir mercados seguros y sos tenibles. El tema de la confianza nos mues tra la
impor tancia del diálogo continuo entre todas las par tes, para asegurar que los
objetivos de la alianza se cumplan, y que ningún miembro ha tratado de crear una
s ituación en que se beneficie a cos ta de los otros socios. La adminis tración por terceros
durante las etapas de formación de la cadena de valor, ayuda a cons truir confianza
asegurando que la información per tinente se intercambie.
Además, se requiere segur idad que las relaciones de negocios se respetarán a pesar de
las fluctuaciones que sobrevengan en el mercado.
Se reitera que es fundamental compar tir la comunicación e información, que a su vez
permite reducir la opor tunidad y las sospechas de un compor tamiento opor tunis tico por
par te de los socios de la cadena de valor en condiciones de mercado fluctuantes .
POR QUE LAS CADENAS DE VALOR PUEDEN S ER BENEF I CI OSAS PARA MI
EMP R E S A
En un ambiente globalizado y cada vez más competitivo, los negocios que se adaptan
para satis facer las neces idades de los consumidores son los únicos que sobrevivirán y
crecerán. Cada vez más, el mercado alimentar io se caracter iza por productos de
caracter ís ticas diferenciadas para satis facer o adaptar se a diferentes segmentos de
consumidores .
La habilidad de garantizar la provis ión de productos de alta calidad depende del
compromiso de todos los par ticipantes en la cadena y requiere cooperación desde el
productor has ta el dis tr ibuidor. Es to es uno de los aspectos claves para formar par te
en una cadena de valor. Una cadena del valor proporciona un marco de referencia para
facilitar la comunicación y la resolución de problemas, y para cons truir la eficiencia y el
compromiso de es tándares de alta calidad en la cadena de abas tecimiento. La
habilidad de las empresas para intercambiar información en forma opor tuna permite el
desar rollo de planes es tratégicos que respondan a las demandas cambiantes del
consumidor. S i hay un requer imiento adminis trativo o una demanda del mercado para
aumentar la trazabilidad de productos como, donde, y quién lo produce se debe
desar rollar un plan es tratégico para responder a esa neces idad (Hughes y Mer ton,
1996 op.cit.). Coordinación y cooperación entre socios de la cadena de valor permite
llevar adelante la trazabilidad en forma mas fácil. El diagnós tico y la respues ta
temprana pueden hacer la diferencia en términos de mantener o incrementar la cuota
de mercado. Los miembros de la cadena de valor se benefician a través de la
segur idad de la relación que ellos han es tablecido. Por ejemplo, el compromiso de un
grupo de productores de suminis trar productos de alta calidad, beneficia a otros
miembros de la cadena. La par ticipación del productor reduce la incer tidumbre sobre la
calidad y cantidad del producto para su pos ter ior procesamiento y dis tr ibución. Los
cos tos de transacción se reducen a causa del desar rollo de relaciones comerciales a
largo plazo y es tables. Desde la per spectiva de los productores, los acuerdos sobre
precios es tables, y seguro acceso a los mercados, s ignifican menos vulnerabilidad a los
ciclos. El dis tr ibuidor minor is ta, también es capaz de garantizar atr ibutos de calidad o
disponibilidad del producto al consumidor, con lo cual se va cons truyendo una lealtad
del consumidor y aumentando la cuota de mercado.
Los ahor ros de cos tos de logís tica resultarán en menores desperdicios s i los productos
s e entregan en tiempo óptimo. S i los cuellos de botella de la indus tr ia son identificados
y removidos, y el producto reúne las expectativas de los clientes, puede ser posible
recor tar eslabones innecesar ios, es decir tener menos intermediar ios. Si cier tas
funciones pueden ser realizadas más eficientemente por otros socios en la cadena de
valor, pueden exis tir opor tunidades de aunar los recur sos y la per icia con respecto a
inves tigación de mercado y desar rollo de producto. Las especificaciones de calidad y el
control de la calidad esperados de una cadena de valor, habilitan el desar rollo y la
promoción de productos alimentar ios con marca, así también la protección de las
inver s iones de capital con el nombre de una marca a través del aseguramiento de la
calidad. Es to facilita la formación de precios, que es tos se cor respondan más de cerca
con calidades de producto, antes que usar precios promedio para reflejar una calidad
promedio. Los productores reciben una señal de precio más exacto en cuanto a las
calidades evaluadas por el mercado.
Los beneficios específicos dependerán por supuesto de los objetivos de la cadena de
valor; en general podemos esperar que los negocios se beneficien con la formación de
alianzas es tratégicas ver ticales con otros miembros de la cadena logís tica que tengan
metas y objetivos semejantes. Como hemos vis to, logís tica, información, y procurar la
eficiencia en el cos to deben resultar - junto con un aumento de la habilidad para
responder a demandas cambiantes de consumidor en forma real y anticipada y
desar rollar nuevas estrategias -, en poder mantener e incrementar la cuota de
mercado. Un compromiso a plazo largo por par te de todos los par ticipantes ,
incrementa la segur idad financiera y permite la innovación de productos y servicios ;
habilitan a las empresas a enfocar una competitividad a largo plazo en vez de cos tos y
ganancias a cor to plazo.

DONDE COMENZ AR LA CADENA DE VALOR

No hay reglas fijas inalterables para formar una cadena del valor, ni recetas ni
formulas probadas; lo qué aquí se ofrece, son algunas pautas generales de las
exper iencias de éx itos y fracasos. Impor ta poco que par te de la cadena de valor es la
iniciadora, con tal de que todas las par tes reconozcan la neces idad para la relación y
es tén dispues to a trabajar en forma cooperativa para lograr sus objetivos. Tampoco
uno no debe subes timar la impor tancia del iniciador, la per sona o el grupo que
reconozca el potencial y tiene la voluntad y la per severancia para formalizar una
alianza de los socios del negocio ( Bouma, 2000). Es to no s ignifica necesar iamente que
el iniciador debe dominar la cadena. Aunque hemos dicho que no hay reglas fijas
inalterables, el modelo s iguiente se puede usar como un ejemplo para pensar los
procedimientos necesar ios para formar una cadena de valor. En muchos casos, la
fuer za impulsora detrás de la formación de una cadena de valor viene de par te de un
solo actor /empresa o un grupo de miembros en un punto en la cadena; podr íamos
llamar a es te actor el disparador / iniciador de la cadena. Es te podr ía ser el
minor is ta, que reconoce la neces idad del mercado y cons truye relaciones a plazo largo
con los proveedores .
Las obligaciones de aquellos encargado de manejar el día a día de la cadena de valor
deber ían incluir : 
Entrar en consultas y negociaciones con otras empresas/organizaciones
relacionadas al incremento del mercado; 
buscar la procedencia de los productos o servicios de negocios que no son la par te
de la cadena de valor ; 
el análisis del mercado; 
promover el desar rollo de productos y servicios nuevos; y 
fomentar la cooperación en la cadena de valor a través de:
Asegurar reuniones regular para intercambiar información; asegurar un fluj o opor tuno
de información desde el cliente hacia atrás de la cadena de valor; y controlar la cadena
del valor para asegurar que todos los miembros. En general, cuando se compar te mas
información, confianza y se cons truye una política y cultura organizacional flexible en
la cadena de valor, habrá mayores opor tunidades para el éxito a largo plazo. Es
impor tante que en el inicio se encuentren las empresas o per sonas que pueden
convenir en las metas bás icas y es tán dispues tas a trabajar para lograr las .
Los miembros de la cadena de valor deben es tar dispues tos a comprometer se en el
proceso de es tablecer y mantener la asociación; ellos deben tener tiempo para
reunir se para es tablecer la es trategia e intercambiar información en una base
progres iva. Ellos deben es tar también dispues tos a comprometer los recur sos
financieros para implementar el cambio (por ejemplo, para el desar rollo de productos o
nuevas es trategias de venta), para monitorear la organización, y para reunir e
intercambiar información. Una cadena de valor se debe mirar como un compromiso a
plazo largo, con un resultado final a largo plazo antes que ganancias en el cor to plazo.
Los miembros de la cadena de valor neces itarán trabajar en identificar y pr ior izar
espacios de negocio, elaborando e implementando un plan de acción para responder a
esos espacios, y a revisar los resultados de la planificación contra obj etivos (Pearce,
1997).
Finalmente, los miembros de la alianza deben tener el deseo para entender las
neces idades de los consumidores. ¿Qué quieren ellos? ¿Por qué lo quieren? ¿Cómo
podemos responder nosotros?

ANÁLISIS DE LA CADENA DE VALOR: CÓMO AUMENTAR EL INGRESO POR
EXPORTACIONES


Forum de Comercio Internacional - No. 1/2003

El innovador método de promoción de la competitividad sectorial denominado análisis de la cadena
de valor, centrado en la optimización del valor de los bienes y servicios para la exportación, puede
ayudar a los países en desarrollo a sacar un máximo beneficio de sus exportaciones.

Desde la perspectiva de los exportadores, dotarse de una estrategia exportadora nacional puede
parecer superfluo. ¿Cuál es, concretamente, el aporte de tal estrategia al crecimiento de la
empresa? A los exportadores les interesará conocer los programas nacionales que dan apoyo a
sus respectivos sectores.
Los planificadores estratégicos deben atender esta preocupación sectorial, por dos razones.
Primeramente, para que la estrategia rinda frutos, hay que ganar el apoyo de los exportadores. En
segundo lugar, sin una orientación hacia un sector preciso, la estrategia no podrá ocuparse de los
aspectos esenciales de la competitividad que determinan, en definitiva, el rendimiento de las
exportaciones nacionales.
Definir una estrategia de nivel sectorial significa mucho más que detectar oportunidades de
mercado y organizar programas de apoyo. La mejor práctica supone profundizar el análisis y
llegar a un público más amplio que el sector exportador.
¿Qué es la cadena de valor?
En este contexto, el análisis de la cadena de valor es un instrumento innovador cuya adopción
debería interesar a los países en desarrollo. Se trata de examinar, a nivel sectorial, cada eslabón
de la cadena de actividad, desde el momento en que el producto o servicio es sólo una idea hasta
la eliminación después de su utilización. La cadena de valor de cualquier producto o servicio va
desde la investigación y desarrollo, pasando por el suministro de materias primas, la producción y
su entrega a los compradores internacionales, hasta la eliminación y el reciclaje. Al trazar el
diagrama de todo el proceso, los planificadores determinan mejor en qué etapa del componente
nacional de la cadena global pueden captar un mayor valor.
Quienes se inician en este tipo de análisis deberían comprender que el valor es determinado por
los compradores internacionales, en función de factores como la calidad, fiabilidad, volumen,
facilidad de obtención y rapidez de entrega. Las exigencias de los compradores, junto con las
condiciones del mercado acceso, normas y reglamentos, y preferencias del consumidor
determinan si las empresas de un país pueden competir eficazmente.
Por lo tanto, una buena estrategia sectorial orientada a captar mayores ingresos de exportación
debe reflejar las condiciones de mercado, los requisitos de los compradores y los procesos
necesarios para llevar un producto hasta el mercado.
Esta conclusión más bien obvia tiene implicaciones algo menos evidentes. El diseño de estrategias
de nivel sectorial requiere la plena participación del sector privado, que posee los conocimientos de
mercado necesarios para construir modelos de la cadena global de valor por sectores,
suficientemente detallados para un correcto análisis.
Un ejemplo la cadena de las hortalizas frescas
Hace 20 años, los pequeños exportadores de Kenya compraban las judías verdes en los mercados
mayoristas o directamente a los campesinos, las embalaban en cajas o sacas y las enviaban a
importadores del Reino Unido, que las vendían en los mercados mayoristas nacionales a grandes y
pequeños comerciantes minoristas.
Desde entonces, esta actividad se ha transformado completamente, como señala John Humphrey,
del Instituto de Estudios del Desarrollo, de la Universidad de Sussex.
Las hortalizas frescas se venden hoy principalmente en los grandes supermercados. Cinco
cadenas de supermercados controlan más del 70% del total de ventas de alimentos frescos en el
Reino Unido.
Los consumidores de mayores ingresos pero con poco tiempo compran productos de fácil
preparación precortados, lavados y mezclados con otros ingredientes , y las más de las veces
acondicionados en bandejitas o celofán.
Ha aumentado la frescura de los productos y su conservación en las estanterías, gracias a la
mayor rapidez de la cadena de suministro. Las metas del comerciante son hoy una alta calidad, la
continuidad del abastecimiento y la homogeneidad de los productos ofrecidos durante todo el año.
Los requisitos y normas en materia de inocuidad de los alimentos son mucho más estrictos, en
especial respecto de los límites máximos de plaguicidas y residuos, fijados por la Unión Europea.
La trazabilidad se aplica hoy, literalmente, desde las estanterías del supermercado hasta los
campos de cultivo. Los proveedores son objeto de auditorías y controles periódicos. Para llevar
hortalizas frescas desde Kenya hasta los supermercados del Reino Unido en menos de 48 horas
se utilizan sistemas logísticos especializados. El procesamiento y embalaje se efectúan casi
enteramente en Kenya, con materiales esencialmente importados.
Las comercializadoras de semillas y los exportadores, importadores y minoristas trabajan en
conjunto para promover nuevos productos y variedades, y prolongar los períodos de producción.
Ninguno de los nuevos requisitos de la cadena de valor hubiera sido posible de persistir la
dependencia respecto de los pequeños productores y mercados mayoristas. Hoy, el sector está
dominado por unos pocos grandes exportadores, unidos por vínculos de exclusividad con
importadores del Reino Unido cuya actividad está consolidándose rápidamente. Ya no es prioritario
buscar nuevos mercados, sino mejorar la eficacia de las importaciones.
Según el profesor Humphrey, la actividad de proveedor del mercado global consiste cada vez más
en fabricar partes de un producto, a menudo siguiendo las especificaciones del comprador o
fijándolas de común acuerdo con éste. Además, en casos extremos, los compradores o
negociantes aportan las materias primas, estipulan lo que se debe producir y la forma de hacerlo, y
organizan los medios logísticos. En otros casos, el comprador señala sus necesidades, evalúa las
capacidades de los posibles proveedores y luego contrata a aquel que le garantice un producto
acorde con sus especificaciones.
Lecciones de estrategia
De este y otros ejemplos de cadena de valor, los exportadores deberían sacar las siguientes
enseñanzas:
La producción es sólo uno de los eslabones de la agregación de valor; las políticas de importación,
suministro, tributación, transporte y exportación, y los servicios de apoyo a las empresas deben
respaldar el rendimiento de cada sector.
Gracias al diagrama de flujo de los insumos y productos bienes y servicios en la cadena de
producción, cada empresa puede comprender cuáles son los otros actores de la cadena que
influyen en su propio éxito.
Mejorar el rendimiento individual de las empresas puede tener poco impacto si no se atiende la
situación general de la cadena, mediante una estrategia que favorezca el rendimiento de todo el
sector.
Cuatro opciones para modernizar la empresa
Los exportadores pueden conservar o captar más ingresos gracias al análisis de la cadena de
valor, que permite evaluar los fallos de rendimiento, determinar en qué partes de cada eslabón se
puede agregar valor y detectar las necesidades de apoyo empresarial y modernización. Las
empresas pueden concentrarse en uno o más de los siguientes aspectos:
Procesos. Aumentar la eficacia y rendimiento de los procesos internos para superar los procesos
de los rivales, tanto al interior de cada eslabón de la cadena (por ejemplo, el aumento de la
rotación de los inventarios o la reducción de los desechos) como entre los eslabones (por ejemplo,
acelerando el procesamiento de la documentación comercial).
Productos. Introducir nuevos productos o mejorar productos existentes, antes que los rivales. Esto
supone cambiar los procesos de desarrollo de nuevos productos, en cada eslabón de la cadena de
valor y también en el marco de las relaciones entre distintos eslabones.
Funciones. Aumentar el valor añadido, cambiando la correlación de actividades dentro de la
empresa (por ejemplo, asumiendo o externalizando la logística o las funciones de diseño), o
desplazando prioridades entre eslabones de la cadena de valor (por ejemplo, de la fabricación al
diseño).
Cadena. Cambiarse de cadena de valor (por ejemplo, las empresas de Taiwán dejaron de producir
radiotransistores para fabricar calculadoras, televisores, pantallas y computadoras portátiles, y
ahora teléfonos móviles WAP).
Interés para los planificadores
El aspecto más innovador de los estudios sobre la cadena de valor, efectuados en relación con el
Foro Ejecutivo de 2002, es que ofrece opciones para los planificadores estratégicos, además de
las empresas. (Los demás estudios se han centrado principalmente en el uso de la cadena de valor
para mejorar el rendimiento de las empresas, y no como instrumento para el desarrollo comercial a
nivel nacional.) Para quienes buscan la forma de elevar el rendimiento del conjunto de las
exportaciones nacionales, la cadena de valor permite un análisis en tres perspectivas estratégicas.
Aumentar la eficiencia dentro del componente nacional de la cadena de valor. El primer paso
consiste en trazar el diagrama de una cadena nacional de valor y determinar el valor añadido por
cada uno de sus eslabones. Luego, se procede a evaluar el rendimiento y la interaccción entre los
eslabones. Este análisis ayuda a los planificadores a determinar cuáles son los servicios de apoyo
comercial necesarios, qué instituciones deben prestarlos y en qué eslabón. La voluntad de
aumentar la eficiencia, recurriendo a iniciativas público-privadas, podría atraer a un mayor número
de compradores e inversores extranjeros interesados en subcontratar a productores nacionales,
incrementando así el rendimiento general de las exportaciones del sector.
Extender la cadena nacional de valor. En un diagrama de la cadena global de valor se señalan
las posibilidades que hay de captar más valor, extendiendo los componentes de la cadena creada
por las empresas de un país dado. Por ejemplo, se podrían potenciar los medios de los
proveedores locales para sustituir a los proveedores extranjeros de insumos requeridos por el
sector. Se podrían adoptar medidas para crear eslabones de agregación de valor, como la
calibración, el acabado, o el embalaje de productos para la venta.
Crear nuevas cadenas de valor. Una nueva cadena de valor puede asociarse a una cadena
existente, abriendo nuevas oportunidades de exportación. Por ejemplo, en el sector de la pesca en
agua dulce de un país africano, los desechos generados en el eslabón del procesamiento de
pescado de la cadena nacional se convierten en abono para la exportación, producto que forma
parte de una cadena global de valor totalmente distinta. En un solo producto se originan dos
cadenas de valor sectoriales, y ambas contribuyen a la economía nacional.
Un instrumento de desarrollo
El enfoque de la cadena de valor ayuda a los planificadores estratégicos a comprender cómo los
sectores pueden estimular el progreso socioeconómico de un país usando las exportaciones como
instrumento de desarrollo. En particular, ofrece una visión general de la forma en que cada sector
aborda las cuestiones de la creación de empleo, la formación, la diversificación geográfica de la
industria y otros problemas del desarrollo. En la formulación de la estrategia, esta información
puede servir para definir prioridades, en cuanto a la acción del sector y también a la importancia de
éste para la estrategia exportadora nacional.
Al ayudar a los actores de la economía global a explicar la distribución de los beneficios, y en
particular del ingreso, el análisis de la cadena de valor facilita la definición de las política que los
productores y los países pueden aplicar para aumentar su participación en estos beneficios.
El debate sobre la globalización tiende a polarizarse en dos extremos: o es buena para los pobres
o es perjudicial para los pobres, dice Mike Morris, de la Universidad de Natal, en Sudáfrica. Esta
perspectiva es demasiado simplista. Lo que importa no es si la globalización es en sí buena o
mala, sino cómo los productores y los países se insertan en la economía global. La cuestión
esencial no es si se participa o no en los mercados globales, sino cómo hacerlo para conseguir un
crecimiento sostenido del ingreso.
Contribuyeron Ian Sayers, Natalie Domeisen y Brian Barclay, del CCI, y el Consultor Peter Hulm.
Para saber más sobre el análisis de la cadena de valor, véase el sitio web del Foro Ejecutivo
(
http://www.intracen.org/execforum) y el Secrets of Strategy Template, del CCI.
Dirección de contacto de John Humphrey, de la Universidad de Sussex (Reino Unido):
j.humphrey@ids.ac.uk y de Mike Morris, de la Universidad de Natal (Sudáfrica): morrism@nu.ac.za

Tarjetas de crédito hasta para los de salario mínimo

TOMADO DE PORTAFOLIO - COLOMBIA -

Estos medios de pago considerados hasta hace poco un producto elitista, están bajando de estrato pues los bancos buscan nuevos mercados.

Hasta hace poco, los bancos estaban tan ocupados atendiendo a los clientes de ingresos altos, extendiéndoles todo tipo de tarjetas de crédito, que se olvidaron de los segmentos medios y bajos a quienes hoy, justamente, quieren conquistar con este producto.

Muchas instituciones entendieron que éste es un mercado con gran potencial de crecimiento para el negocio del dinero plástico y por ello volvieron la mirada hacia este segmento de la población, diseñando productos especiales para su nivel de ingresos.

Hoy, las tarjetas de crédito, consideradas de tiempo atrás como un producto bancario ‘elitista’, comienzan a bajar de estrato social.

"Los bancos están ‘ánimados’, ofreciendo tarjetas de crédito a manos llenas, a clientes con ingresos medios y aún bajos", comenta un analista del mercado.

En efecto, el año pasado, el sector financiero expidió 700.000 nuevas tarjetas de crédito para alcanzar ya un volumen de 3,5 millones de plásticos.

Lo cierto del caso es que las tarjetas de crédito están penetrando los mercados populares y hasta los trabajadores que ganan un salario mínimo comienzan a ser sujetos atractivos para expedirles una tarjeta de crédito.

El vicepresidente Ejecutivo de Productos de Pago de Visa Internacional, Región América Latina y el Caribe, José María Ayuso, afirma que es una tendencia que se observa en toda América Latina y que en Colombia empieza a desarrollarse.

Señala que los bancos están reaccionando a esta nueva tendencia y por ello hoy están diseñando tarjetas con cuotas fijas bajas, con la intención de ir penetrando en los estratos medios y bajos que tuvieron olvidados.

Ahora bien, aunque la banca le ha bajado el perfil a la tarjeta de crédito, no ha hecho lo mismo con las tasas de interés para este producto.

El costo del crédito a través de tarjeta es usualmente el más alto, hasta 25 por ciento efectivo anual, en los máximos límites permitidos.

El gancho está en las cuotas de manejo y pagos fijos

En la carrera por impulsar el negocio de las tarjetas de crédito, no están solas las entidades financieras, también el comercio quiere una tajada.

Tras la vieja disputa que sostiene con la banca por el tema de las comisiones y entendiendo que recibir únicamente pagos en efectivo le restringe sus oportunidades de crecimiento en ventas, el comercio ha entrado con fuerza en el negocio de las tarjetas de crédito.

Especialmente ha orientado su estrategia hacia las personas de estratos 1 y 2.

Grandes y medianos establecimientos comerciales, aerolíneas, asociaciones y pequeñas empresas entraron en esta moda del dinero plástico. En algunos casos lo hacen con marcas privadas y, en otros, en alianza con un establecimiento de crédito que actúa como operador, caso en el cual ofrecen las llamadas tarjetas compartidas.

En Colombia, las grandes cadenas como Carrefour, Almacenes Exito, Alkosto, Homecenter, Carulla-Vivero, Ley y Cafam, entre otras, están ofreciendo tarjetas de crédito para toda clase de público, con cupos de gasto que aumentan de acuerdo a los ingresos del cliente.

En el mercado hay tarjetas para las personas que ganan un salario mínimo (408.000 pesos al mes), a quienes se les asigna un cupo de 625.000 pesos para compras y se les determina una cuota fija al mes.

La Caja de Compensación Familiar Cafam lanzó en enero una tarjeta de crédito en alianza con Bansuperior, que la opera (hoy en fusión con Davivienda), con el propósito inicial de financiar las compras de útiles en la temporada escolar.

Ahora, Cafam amplió su utilización para otro tipo de gastos como los centros vacacionales y acceder a los demás servicios de la Caja. Para obtener la tarjeta, el usuario no necesita ser afiliado a la entidad. En esta tarjeta, el cliente paga cuotas mensuales fijas desde 25.000 pesos, monto en el que ya está incluido el pago por administración (que es de 3.000 pesos mensuales). Las tasas de interés no difieren de las que se aplican en el mercado para este tipo de crédito de consumo, es decir, están alrededor del 24 por ciento efectivo.

Almacenes Exito tiene también su propia tarjeta de crédito privada, que otorga a clientes con ingresos mensuales de un salario mínimo en adelante -en el caso de los empleados y de dos salarios para los trabajadores independientes.

La 'Tarjeta Exito' es operada por Sufinanciamiento, la financiera comercial del Grupo Bancolombia.

Esta tiene una cuota fija al mes que depende del ingreso del cliente y allí se incluye la cuota de manejo que son 6.380 pesos. La tasa de interés es 1,88 mes vencido. El tenedor participa de beneficios como descuentos, ofertas especiales y puntos.

El Exito tiene también una tarjeta de marca compartida con Bancolombia y afiliada a la red Visa.

La llegada a Colombia de la cadena comercial CRM Falabella de Chile le dio un impulso adicional al crédito de consumo con tarjeta.

Falabella es una de las empresas más grandes de Chile y una de las tiendas por departamento más importantes de Suramérica. En Colombia hizo alianza con los supermercados Carrefour y Homecenter para colocar su tarjeta de crédito.

La tarjeta de crédito Falabella ofrece cuota fija para que el cliente sea quien decida cuánto paga. El estudio y la entrega del plástico son inmediatos.

Los clientes disfrutan de ofertas en precios de los productos que adquieran con la tarjeta. La cuota de manejo es más baja.

El cliente tiene la opción de escoger el plan denominado media cuota.

A través de éste, el usuario puede abonar cuando quiera la mitad del pago y el resto diferirlo de 3 a 6 meses. Tiene la opción de realizar avances en efectivo y diferirlos hasta 6 meses.

Carulla Vivero comenzó el 2006 con el anuncio de un acuerdo con la cadena minorista chilena Ripley para desarrollar en el país el negocio de tarjetas de crédito de consumo masivo para uso especial en este supermercado. La tarjeta todavía no se ha lanzado.

En esta misma tendencia de ofrecer tarjetas de corte más asequible para la gente, algunos establecimientos comerciales se han asociado con banco.

El banco Colpatria tiene acuerdos de marcas compartidas con Comcel, Cafam, Pepeganga, La Riviera, Carrefour, DirectTV, Cajasán, Cablepacífico y El Tiempo. Colpatria prepara el lanzamiento de su una nueva tarjeta para personas de estratos 1 y 2, con ingresos mínimos de un salario mínimo.

A finales del año pasado, Bancolombia lanzó una tarjeta en alianza con General Motors con la que el usuario puede comprar desde autopartes hasta un vehículo de esa marca. La "Chevi Card" opera por el momento en algunos concesionarios Chevrolet de Bogotá y con ella el usuario puede adquirir repuestos y pagar gastos de mantenimiento de su vehículo.

Lo cierto es que la competencia por el mercado de las tarjetas de crédito está al rojo vivo.

En los supermercados hay verdaderos ejércitos de asesores comerciales a la caza de clientes y para lograrlo ofrecen el ‘anzuelo’ de las tarjetas de crédito privadas y de marcas compartidas con varios beneficios, especialmente descuentos y acumulación de puntos para reclamar obsequios en supermercados o millas en aerolíneas.

Cabe anotar que las tarjetas privadas tienen uso restringido, es decir, sólo pueden ser utilizadas en el comercio que las emite. Las compartidas con bancos son de uso general.

* Los jóvenes, un mercado en aumento

Una parte importante de la estrategia es cautivar a los clientes jóvenes.

Por eso existen incluso tarjetas especiales para estudiantes que las entidades financieras otorgan con el requisito de que el beneficiario tenga el amparo de un familiar u otro adulto con ingresos certificados.

Estas tarjetas amparadas tienen cupos relativamente bajos, pero aumentan de acuerdo al ingreso de quien respalda al beneficiario final.

Un ejemplo de esta tarjeta genérica es la Diners "Joven estudiantil", que emite Bansuperior, entidad que fue adquirida recientemente por Davivienda.

Perspectivas de crecimiento

A través de las modalidades de marcas compartidas, privadas o genéricas, las tarjetas de crédito están ganando terreno entre los colombianos.

Sería un gran reto para Colombia estimular el uso de este medio electrónico de pago entre la población, señala el Vicepresidente de productos de pago de Visa América Latina y el Caribe, José María Ayuso.

El directivo pronostica que la dinámica que se observó el año pasado en el mercado de las tarjetas en Colombia se repetirá en el 2006 y el 2007.

"Hay muchos proyectos de la banca colombiana para salir al mercado con nuevos productos asequibles a más personas.

Vienen esquemas de manejo flexibles y atractivos para los diferentes perfiles de clientes", anotó.

Para el directivo de Visa, la competencia del comercio en el negocio de este medio de pago, a través de sus marcas privadas, ha sido probada en otros países en la región y en muchas ocasiones han terminado asociándose con la propia banca que conoce más que el comercio el manejo del riesgo y cómo administrar el cobro.

Las marcas compartidas (banca-comercio) son una tendencia mundial. La facturación en el punto de venta para el caso de las tarjetas Visa ha crecido 24 por ciento, mientras que el número de plásticos ha aumentado en 12 por ciento.

* La mayor tajada

Con la integración Davivienda-Banco Superior, la entidad fusionada se convirtió en líder en la emisión de tarjetas de crédito en Colombia con unos 930.000 plásticos en el mercado.

El presidente de Davivienda, Efraín Forero, sostiene que la entidad integrada tiene colocadas cerca de 800.000 tarjetas de crédito con las franquicias Diners MasterCard y Visa.

Señala que en los últimos seis meses el ritmo de colocaciones de nuevas tarjetas creció un 15 por ciento.

Esto demuestra, entonces, que la competencia por conquistar clientes vía crédito está cada día más intensa y, como van las cosas, todo indica que la carrera apenas comienza.

Bancolombia tiene en el mercado cerca de 600.000 tarjetas de crédito, de las cuales unas 40.000 son de marca compartida. Ofrece las franquicias Visa, MasterCard y American Express.

Colpatria tiene 503.340 tarjetas de crédito. El presidente de la entidad, Santiago Perdomo, sostiene que el 75 por ciento de esas tarjetas (unas 377.000) corresponden a marcas compartidas. En total, en el país circulaban hasta febrero 3’.552.442 tarjetas.

lunes, abril 17, 2006

LOS MITOS EN LOS MERCADOS DE BAJOS INGRESOS

POR: Ignacio Gómez Escobar
igomeze@geo.net.co

Soportado en un estudio de Booz Allen Hamilton, realizado para Coca Cola Retailing Research Council Latin America, en mis experiencias como consultor en marketing y en la importancia que tienen estos mercados de bajos ingresos tocamos de nuevo este tema como en otras ocasiones.

Esto lo leí en Newsweek en Español:Hay algo completamente cierto hasta “Hace poco, consumidores pobres sonaba como una contradicción. Según la creencia tradicional, las sociedades del mundo en desarrollo fueron construidas como grandes pirámides, los pocos y fenomenalmente ricos en la cima, una delgada capa de clase media justo debajo y, hasta abajo, una masa colosal de gente pobre que no tenía más que sueños.”

Hoy en día, aunque a veces con dolor, los fabricantes de productos de consumo tienen que reconocer que para sobrevivir y crecer hay que mirar y satisfacer estos mercados. No es cierto y nunca lo ha sido que los clientes de los segmentos de bajos ingresos solo se orienten a comprar lo más barato. Las tiendas de barrio, los pequeños supermercados y los negocios de cercanía o proximidad en Colombia como en toda Latino América han desarrollado e implementado una propuesta de valor que se ajusta a sus necesidades y esta es una de las razones por las cuales conservan el 50% del mercado.

Tienen poco dinero para gastar es uno de los mitos, es verdad que sus ingresos son menores pero también es cierto que dedican una parte muy importante de ellos, 50 a 75% según el estudio de Coca Cola, en compras de alimentos, muy por encima del 30 a 35% del consumidor promedio. Sus necesidades son simples y predomina el criterio de menor costo, no es cierto, su canasta básica se inclina hacia los productos de primera necesidad en tamaños adecuados a un esquema de compras mas frecuentes y así obtener mas variedad, se orientan a las compras por “punto de precio” y están dispuestos a pagar por marcas lideres o medias en las categorías básicas. Los mayores niveles en lealtad de marca se dan en los productos básicos como arroz y aceite de cocina así mismo en categorías aspiracionales.

Otro mito es el que afirma que los precios bajos son clave para atraerlos. Es verdad, como casi todos los consumidores son sensibles al precio pero sus decisiones van mas enfocadas a minimizar el costo total de la compra de los productos que al precio de venta de dichos productos individualmente. Incluyen la distancia como parte del costo y es por ello que tienden a los negocios de proximidad y no incurrir en costos de transporte. La cercanía se convierte en un menor costo en la compra.

Los consumidores emergentes no son una versión genérica de los compradores de altos y medios ingresos, por eso no tienen que preferir a los Supermercados e Hipermercados como sitios de compra, para ellos un amplio surtido no es un buen surtido ellos buscan el “equilibrio” y este se configura en una mezcla ajustada a sus necesidades de marcas, economía, presentaciones, tamaños y la posibilidad de crédito personal que solo les da el tendero. Para estos mercados emergentes los grandes formatos son impersonales, carecen de la proximidad emocional y el sentimiento de comunidad que les ofrece la relación con el tendero, hay una relación afectiva muy fuerte que incluye solidaridad en ambos sentidos. No pueden ser atendidos como un solo segmento: La clase popular, con esto se rompe otro de los mitos, están segmentados y debemos identificarlos para poder darles satisfacciones a la medida de sus necesidades.

Como lo publicita Falabella, “las empresas de retail y fabricantes deben ser algo paranoicas, asustadas y siempre alertas para detectar a tiempo los cambios que se están dando” y la verdad es que en nuestro medio todavía se mira como un mercado marginal y de poca importancia el de los consumidores de bajo ingresos. No se puede olvidar hay que ponerle el ojo.


IGNACIO GÓMEZ-ESCOBAR
Estratega - Consultor en Mercadeo
Investigador de Mercados
311 3352839
igomeze@geo.net.co
www.igomeze.blogspot.com
www.geocities.com/igomeze
Medellín – Colombia

viernes, abril 14, 2006

El encanto de las cacharrerías

EN ELLAS SE PUEDE COMPRAR DESDE UN PARQUÉS Y UNA PIRINOLA, HASTA TODO LO NECESARIO PARA UNA COCINA

TOMADA DE EL TIEMPO - COLOMBIA

En una ciudad donde pululan los hipermercados y grandes almacenes por departamentos, la cacharrerías no solo se resisten a morir, sino que muchas se han ‘reinventado’ para dar la pelea. Y en ellas es posible encontrar la más insólita chuchería.

Los originales, los pocillos chocolateros, son un éxito. "Son los verdaderos", dice Johan Pérez, empleado de una cacharrería de Chapinero.

Pérez no tenía ni idea de que tuvieran especificaciones, pero sus clientas sí. Las señoras mayores que los compran le enseñaron que lo básico es el borde, más amplio, apto para que la bebida –cuya cualidad es la espuma– se deslice correctamente. Los pocillos en mención, pese a ser los que son, no salen caros. Valen entre 1.200 y 1.500 pesos.

Porque esa es la cualidad de las cacharrerías: la economía. Existen desde hace muchos años y hasta han sido patrimonio de las ciudades pequeñas. Pero con la crisis económica y el desempleo, estos negocios se fueron tomando los sectores comerciales de la ciudad (Galerías, Chapinero, centro, El Restrepo y Siete de Agosto), así como los barrios de los estratos 1, 2 y 3.

Su objetivo: competirle a los grandes almacenes con precios más bajos y objetos parecidos y aparentadores.

Por supuesto, tienen sus variantes: las hay en pequeños locales y en grandes espacios. En ambos se vende de todo. En los primeros, la mercancía se atiborra aunque milagrosamente se ve. Los segundos dan la impresión de ser supermercados de barrio, con estanterías y mostradores.

Adicionalmente está la "atención personalizada". Tienen como mínimo cuatro empleados. "Primero, para saber qué necesita la gente y segundo, porque hay que cuidar, debido a tanta cosa pequeña, así como muchos objetos por fuera del local", dice Aceneth García, de El Paisa.

Su fin es ese cliente promedio que tiene una determinada cantidad de dinero para ‘armar’, por ejemplo, una cocina. Alfredo Gómez, administrador de un local en la carrera 13, al que no le han puesto el nombre porque, según dice, no lo han terminado, saca lapicero y libreta, y empieza:

"Una vajilla de cuatro puestos con platos de seco, postre y sopa; pocillos, salero y pimentero, por 19.000 pesos. Panera, 5.000 pesos, mantel plástico, 4.500; olleta para café y/o chocolate, 2.500; ollas para cocinar, 10.000, juego de tres; servilletero, 2.000; cubiertos, 6.500 pesos, y jarra para el jugo, plástica, con cuatro vasos, 4.000. Total, 53.500 pesos".

Igual sucede con otros adornos. Los floreros, por ejemplo, son aparentadores, de los que están de moda, en colores ácidos y pastel, en porcelana y de plástico, este último material bandera de estos lugares.

Cultura de compra y venta

Manuel Guillermo Berrío, de Medellín, y dueño de varios locales en Bogotá, representa al prototipo de propietario: el antioqueño. "Esto es puro rebusque. En Medellín ya había muchas y me tocó cambiar de plaza. Aquí hay espacio y clientes".

Con la misma labia con la que contesta, atiende y muestra pantuflas de todos los estilos; extensiones eléctricas; velas, velones y esencias esotéricas, juegos de jazz, pirinolas, gorros de baño, jaboneras, esmaltes, tornillos y alicates...

Y también, chucherías que se venden: embudos en miniatura, cajas con 180 hilos de diferente color, paquetes de montones de agujas donde y dedales. Además, cosas que mandan a la infancia, como los vasos metálicos de hacer helados y parqués de seis puestos.

Allí no hay computadores, pero sí radios, minicomponentes y grabadoras marca ‘gato’. Su good will termina siendo todo, porque además de salir con la vajilla y lo de la cocina, escoba, pala y trapeador por un precio módico, hasta se puede llevar las esencias para la suerte, que también hay.

OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE
Redactora de EL TIEMPO

Lo ‘in’ y lo ‘out’ en estos lugares

Además de los pocillos chocolateros, se vende muy bien todo lo esotérico: velones (más baratos que en los supermercados, la diferencia es de hasta 1.000 pesos), esencias e inciensos.

También, adornos como floreros, tanto en porcelana como en plástico, siempre y cuando tengan los colores y estilos de moda.

Artículos de aseo y utensilios de cocina tienen muy buena salida.
Además, maquillaje, pulseras, collares y ganchos para el pelo.

Entre lo que menos se vende figura lo que vaya recargado. Por ejemplo lámparas cob reloj y muñeco incorporados.

Tampoco tienen buena salida molinillos y cucharas de madera.

jueves, abril 13, 2006

El perfil del consumo en Colombia


Investigaciones

TOMADO DE LA REVISTA DINERO - COLOMBIA

ACNielsen realizó una reciente investigación en Colombia. Analizó el comportamiento en los últimos años de los canales, donde sigue reinando la tienda de barrio. Resultados.

Mientras el consumo en el país se recupera, hay circunstancias que todavía sorprenden. Según un estudio de ACNielsen que mide las canastas de productos de consumo masivo -alimentos empacados, aseo para el hogar y tocador-, en 2005 e incluso en enero de este año, el consumo se reactivó y llegó a 5,3%, jalonado especialmente por los bajos incrementos en precio (2,5%).
Como complemento a este estudio, esta empresa de investigación hizo un análisis y auditoría en el comportamiento de consumo de 4.000 hogares. Encontró que el 71% de los hogares de las 9 principales ciudades del país es de nivel socioeconómico medio y bajo y hechos como que el 47% de los hogares aún cocina en estufa de carbón o gasolina.

En medio de esta situación, el canal tradicional -las tiendas de barrio- está sacando el mayor provecho, al consolidarse como el principal lugar de compras de productos de consumo masivo, con el 46% de participación, mientras que los supermercados concentran el 41%. Aunque estos dos canales y las droguerías se han recuperado, la tienda, cuya muerte se vaticinó erróneamente hace 8 años, hoy goza de vida plena.

"Al analizar la evolución del consumo en Colombia, se encuentra que al país le tomó 4 años recuperarse de un año de crisis y otros 4 para llegar a niveles de lo que se consumía en 1998. Un año de crisis nos retrasó 8 años. Ojalá no vuelva a llegar", advierte Pedro Manosalva, gerente comercial de ACNielsen.

Los ciclos de vida
En el estudio, ACNielsen segmentó las familias por ciclos de vida y rescató el papel del ama de casa en la decisión y determinación de qué se compra, así como la presencia de hijos -niños o adolescentes- en estos hogares y su influencia a la hora del consumo.

En ese contexto, hay tres grandes grupos. Las familias jóvenes -el ama de casa es menor de 30 años- sin hijos y con hijos, que representan el 17% de las familias en las 9 ciudades analizadas.
El segundo, el de las familias adultas, donde las amas de casa tienen entre 30 y 45 años -con o sin niños y con hijos adolescentes- que representan el 40% de las familias en la medición.
Y el tercero, las familias mayores con amas de casa que tienen más de 45 años, con niños adolescentes y con hijos adultos, que comprenden el 43% de los hogares (ver gráfico).

Entre los principales hallazgos de esta investigación están los siguientes: las familias en las que las amas de casa son menores de 30 años y tienen hijos (en promedio 2) están ubicadas en el nivel socioeconómico bajo, son las que menos invierten en las categorías de consumo masivo y dirigen sus esfuerzos hacia alimentos de un contenido nutricional superior al promedio, como refrescos lácteos y jugos; pero recortan el consumo de productos de aseo y tocador. A su vez, las familias jóvenes pero sin hijos están relacionadas con niveles socioeconómicos altos y medios, en las que se destacan los estudios técnicos y profesionales y el supermercado como sitio de compra. Estos hogares buscan ofertas en precio y no en volumen, invierten más en telecomunicaciones y es el grupo que menos consume en alimentos. Se estima que comen fuera de casa.

Las familias con o sin niños y de amas de casa de entre 30 y 45 años empiezan a consumir por encima del promedio, en especial alimentos. Pero cuando, en este mismo grupo, los hijos son adolescentes, se dispara el consumo de productos de tocador, como jabones, champú o desodorantes.

Frente al grupo de familias mayores, se da la presencia de tres actores: niños, adolescentes y amas de casa que permanecen en el hogar y no trabajan, que son más del 58%. En ese sentido, para cada uno de ellos hay fortalezas en productos: los niños, en alimentos; los adolescentes, en tocador; y las amas de casa en productos de aseo para el hogar. Por su parte, el grupo de amas de casa mayores y con hijos adultos les apuesta a las telecomunicaciones y es el que registra mayor penetración de medios, como suscripciones a revistas, periódicos o televisión por suscripción.

La tienda gana
En 1998, cuando el consumo en supermercados crecía al 7% y el de la tienda caía, se le decretó la muerte al canal tradicional. Sin embargo, estaba apenas en cuidados intensivos y si bien recayó, como los otros canales con la crisis económica de finales de la década anterior, ha resaltado su papel.

Joao Carlos Lazzarini, gerente de retail de ACNielsen Brasil, al explicar la experiencia de este canal en su país, señala que "los tenderos saben qué compran sus clientes y con qué periodicidad.
Esto les permite mejorar inventarios y precios, acercarse más a ellos con un trato directo y amistoso. Además, son muy flexibles y se adaptan rápidamente a las necesidades del mercado".

Y Colombia no es diferente. Las tiendas, de acuerdo con ACNielsen, movieron en 2005, $16,5 billones -un crecimiento de 22% en los últimos dos años-, un poco más que los supermercados que llegaron a $14,2 billones. Dos razones pesan a la hora de analizar el crecimiento. La primera, que el precio en el canal tradicional aumentó 2%, mientras que en supermercados creció 2,8% y droguerías 3,6%. Y la segunda, que hoy tienen más surtido que en el pasado. "Hay un crecimiento del 4,5% en la cantidad de productos que tiene disponible el tendero, cuando antes, si entraba un producto, tenía que salir otro. Ese mayor surtido, además, no es solo con más cantidad de marcas sino con presentaciones y empaques de menor desembolso", explica Manosalva, de ACNielsen.

Por su parte, los supermercados se han recuperado, con un crecimiento en ventas del 16% y de número de almacenes de un 18% en los últimos dos años. Se destaca en su comportamiento el tercer lugar que ocupan en las ventas los textiles, con un 13%, mientras que aparece en sus ingresos un jugador que en el pasado no estaba, como el consumo en el local, es decir, panaderías y restaurantes de la cadena, con un 4%.

Sin duda, 2005 fue un buen año para el consumo. Las empresas deben alinear sus estrategias para capitalizar las oportunidades en los grupos familiares y las posibilidades que hoy brindan los canales.

miércoles, abril 12, 2006

¡GUERRA DE PRECIOS....GUERRA DE NERVIOS!

Si bien el mercadeo es una constante lucha por lograr un sueño, un sueño Empresarial expresado en una visión, lograr unas metas expresadas como objetivos estratégicos, y es una batalla permanente contra múltiplesenemigos, vestidos de competidores, la táctica mas comúnmente usada la guerra de precios es como ocurría con los "kamikasi" japoneses que al lanzarse de frente con el enemigo lo destruían, pero ellos también morían. No existen ganadores en las guerras de precios, al menos yo no he visto declararse a ninguno, conozco ganadores de batallas llenos de heridas muchas de carácter mortal y lenta agonía.

Les hablo de la guerra de precios como una táctica frecuentemente usada, porque tiene la ventaja de la inmediatez en la respuesta y si bien, la rapidez, es un valor muy importante especialmente cuando se trata de aumentar la rotación al inventario, también es cierto que la usamos con demasiada frecuencia, se vuelve un habito, una costumbre, siempre se responde así. Es la actividad promocional más utilizada, el rebajar los precios.

Nuestros productos y servicios tendrán un posicionamiento débil en el mercado siempre que sean susceptibles a perder ventas con una rebaja de precios de nuestro competidor objetivo y nosotros debamos responder con la misma "bebida", rebajando aun más el precio.

¿Quién sale beneficiado de las guerras de precios entre competidores?

Los consumidores cuando por un precio menor, compran un sustituto de la misma calidad o que le preste el mismo beneficio. Independiente de las guerras de precios se pueden rebajar los productos como una estrategia para inducir prueba de producto y obtener con esto nuevos consumidores. Las rebajas de precios funcionan también como recompensa o premio cuando entrego al consumidor un "bono" o "billete" para que con un valor definido se use como parte de pago en la compra siguiente. Estas rebajas de precios camufladas como premio, el consumidor por lo general las recibe bien y la competencia se demora en respondercreativamente (aunque puede rebajar directamente el precio del producto). Cuando logro demorar la respuesta de los competidores puedo sembrar y cosechar.

También, en muchos casos se benefician los intermediarios, quienes aprovechan las guerras de precios entre fabricantes, para comprar a precio rebajado y no trasladan este beneficio al consumidor final. El resultado es un aumento en los márgenes del distribuidor (mas no necesariamente la rentabilidad, un mayor capital invertido en inventario) y el consumidor final no recibe ningún beneficio de la rebaja de precios y el efecto esperado por el productor frente al consumidor final no se obtiene.

Para obtener el efecto promocional esperado, cuando se aplica una estrategia de precios de este tipo, se debe tener la precaución de involucrar en ella a toda la cadena de distribución, con parte del beneficio promocional a todos los intermediarios y así llegar con el beneficio hasta el consumidor final.

Un efecto secundario de las rebajas de precios que benefician a los intermediarios es cuando este tiende a aumentar su inventario y acumula para ventas de un periodo mayor que lo habitual. En este caso el productor hace una venta "adelantada" que puede afectar las ventas a los intermediarios en los meses siguientes. Esto se da por el sobreinventario para ganarse el "alza".

Las guerras de precios son muy utilizadas para sacar del camino a los competidores pequeños por las grandes empresas lideres, especialmente cuando los productos lanzados son exitosos y pueden representar un riesgo hacia el futuro. La estrategia mas comúnmente aplicada es permitir que quien llega al mercado llene los inventarios en los canales con su producto y luego se comprometa y realice una alta inversión publicitaria. Cuando el "nuevo" se encuentra con el "agua al cuello" y el futuro del negocio depende de la respuesta del consumidor, el líder, se lanza al mercado con una fuerte rebaja de precios del producto o productos sustituto. Pone a tambalear al recién llegado y termina comprándole la patente del producto o la empresa.

Las rebajas de precios son también muy útiles cuando se quiere acelerar la rotación del inventario, pero debemos tener en cuenta los efectos secundarios.

Los hombres de mercadeo deben tener mucho cuidado con las guerras de precio, sé esta jugando con fuego y de verdad que se convierte en una guerra de nervios sin ganador, salvo que lo este utilizando como estrategia para comprar mercadoy sea consciente que este es el costo de quitarle espacio a la competencia y ganar participación en los puntos de compra.

No pretendo con los comentarios hechos pensar que se deben eliminar los descuentos o rebajas de precio como estrategia comercial, lo que considero prudente es que sea una herramienta estratégica más y no la única. Como en todo, en las actividades promocionales hay que tener equilibrio.

Si recordamos y aplicamos la frase del maestro Sun Tzu: En tiempos antiguos los buenos guerreros buscaron primero su invulnerabilidad y, luego, la vulnerabilidad de sus enemigos y lo aplicamos entendemos de alguna manera que es necesario crear una coraza entregada por la marca, su posicionamiento, los valores agregados que entrega al consumidor dicha marca, los valores agregados que podemos entregar a través del servicio, la logística o otros aspectos relacionados con el marketing.

Ignacio Gómez Escobar
Igomeze@yahoo.com
www.geocities.com/igomeze

lunes, abril 10, 2006

UNA LUZ EN EL FONDO DEL TUNEL

Las cajas de Compensación en las guerras del comercio

En la guerra del comercio de las grandes superficies, cuyas batallas mas duras aún no han comenzado, y en la cual han ido cayendo los pequeños productores como fichas de domino al verse desplazados de las estanterías por las grandes marcas, las marcas propias de las cadenas y unas nuevas y depredadoras condiciones de compra, aparecen los otrora vilipendiados supermercados y almacenes de las Cajas de Compensación como una tabla de salvación para estos pequeños productores.

Este tema, de las guerras del comercio, ha estado en la prensa, revistas, gremios, casi todos los días. La decisión de las grandes superficies es muy clara, deben recuperar margen perdido (el Grupo Éxito habla del 6%), que las decisiones tomadas son irreversibles, que siguen queriendo mucho a sus proveedores, pero que lo primero es lo primero. Si bien es cierto que un grupo comercial como el Éxito afirma haber llegado a los nuevos acuerdos comerciales con 1850 de los 2200 y están muy cerca de lograrlo con el 90% de los que faltan, surge una pregunta: ¿Cuánto tiempo aguantarán muchos de estos proveedores, las nuevas condiciones? El tiempo lo dirá. El hecho real es que para muchos de ellos el calvario apenas comienza y que la decisión de aceptar las nuevas condiciones es buscando oxigeno que les permita tener un tiempo mas de vida. Se pegan del viejo dicho alemán: “si respira, hay esperanza”.

Pero no toda la culpa es de las cadenas, en realidad es muy poca, la mayoría de los proveedores no se habían preparado para algo que se venía venir. Una de las mayores causas de esta situación es el atraso tecnológico de los productores que no les permite mantener un margen suficiente al tener que bajar sus precios de venta, o aumentar los plazos de pago, para continuar en el mercado. El control de los costos y la rotación de inventarios, siguen y seguirán siendo las variables a atacar y la tecnología nos entrega nuevas herramientas fundamentales en el manejo adecuado de este tema.

Si miramos el abanico de posibilidades, para los proveedores, encontramos en las cajas de compensación una luz en el fondo del túnel, son estas las que deben liderar este proceso de salvación y agrupar a los pequeños proveedores y apoyarlos no solo comprándoles sus productos en condiciones dignas, sino liderando el proceso de actualización tecnológica.

Existe ya de hecho, una declaración de principios que rigen las relaciones entre los supermercados de las Cajas de Compensación y sus proveedores, declaración firmada en los últimos días de mayo del 2002 por las Cajas y las Cámaras de la Andi involucradas en la que manifiestan, entre varios puntos: “que las relaciones entre los proveedores, las cajas de compensación familiar, supermercados y autoservicios deben ceñirse a los postulados de la libre y leal competencia, lo mismo que a las estipulaciones contractuales. En este sentido no son admisibles las imposiciones unilaterales ni las que son ajenas a la naturaleza propia del contrato celebrado. Tampoco son admisibles los precios predatorios”.

Son entonces, las Cajas de Compensación unas de las llamadas a ayudar a los pequeños proveedores, son quienes deben responder cuando estos clamen: “ ¿... y ahora quien podrá defendernos?

Ignacio Gómez Escobar

E-MAIL igomeze@yahoo.com

domingo, abril 02, 2006

Carrefour, sin fronteras



La multinacional francesa tiene un programa piloto en Colombia para la creación de un nuevo formato para llegar a las ciudades pequeñas y a las clases menos favorecidas.

TOMADO DE LA REVISTA DINERO - COLOMBIA -

En enero de 2004, cuando llegó a manejar Carrefour en el país, Noël Prioux se veía tímido y hasta distante. Su español trabado se hacía más notorio en el encierro de su pequeña oficina de la carrera 15 con 106 en Bogotá, donde apenas cabían un escritorio y una mesita de juntas. Hoy, a punto de partir para Hong Kong a manejar la operación de la multinacional en Asia -excepto China-, ya no hay barreras de lenguaje ni físicas para que Prioux se comunique. Los dos años en el país le dieron una gran fluidez a su español, y el cambio de la compañía a un edificio más grande le permitió derrumbar los muros que lo separaban de sus empleados, de tal manera que al final del corredor del octavo piso uno se enfrenta a un gran salón con un escritorio en cada esquina (el de Prioux y los de los tres directores regionales) y una gran mesa de juntas en el centro. Quien quiera puede entrar literalmente sin tocar la puerta, porque no existe.

La oficina es un reflejo de la forma en que Prioux y Carrefour han ido derrumbando los muros que los separaban de la comunidad y han ampliado la frontera de su negocio. Cuando Prioux llegó al país, la multinacional francesa tenía 11 tiendas, a finales de 2005 llegó a 21 y espera duplicarlas en los próximos dos años y medio. "Hoy no hablamos de un límite. En cinco años se puede triplicar sin problema el número de tiendas, porque tenemos diferentes conceptos", afirma. Y es que Colombia fue escogida como piloto mundial, junto con China, Polonia y Brasil, para diseñar el nuevo formato de tienda que les permitirá llegar a poblaciones pequeñas. El nuevo concepto se está probando en sus tiendas de Tintalito (Bogotá), Girardot e Itagüí, y la multinacional lo está evaluando para ver cómo se puede replicar.

El reto de Carrefour en el mundo es abrir 1.000 tiendas en 2006, 300 más que el año pasado. "Hay aceleración en el grupo, por eso en Colombia la expansión es rápida, y porque aquí hay rentabilidad", precisa.

Una muestra de la importancia de Colombia para el grupo es que en 2003 vino al país Daniel Bernard, el entonces director ejecutivo mundial de Carrefour, y en el primer semestre de este año vendrá José Luis Durán, quien lo sucedió en el cargo.

La conquista de los estratos
Uno de los grandes problemas de los hipermercados para completar sus procesos de expansión es que el tamaño de sus formatos no es compatible con las ciudades o localidades pequeñas. Por eso, la multinacional está desarrollando un nuevo concepto para conquistar estos segmentos.

"La idea además es trabajar el tema para adaptarnos al potencial que representa el estrato 2, que en Colombia es el 30% de la población. Lo importante es cómo mantener calidad, precio y gastar menos dinero en la construcción", explica Prioux.

Empezaron a descubrir la fórmula con el almacén de Tintalito, al sur de Bogotá, una zona con una alta predominancia de estratos 2 y 3.

"Lo tradicional es que por cada metro cuadrado de superficie de venta, se construya 0,8 metros de superficie adicional, y hoy se ha reducido mucho", afirma Prioux. Normalmente, cada almacén tiene dos bodegas, pero en Tintalito no solo eliminaron una, sino que la otra la redujeron a su mínima expresión. ¿El truco? Pusieron en el almacén góndolas tipo rack, que sirven para exhibir el producto y guardar el inventario. Así, solo es necesario tener un pequeño espacio en bodega para guardar un stock suficiente en caso de que se agote la mercancía.

En lo posible se trata de que el consumidor no se dé cuenta de que se está guardando inventario en las góndolas, por eso lo "camuflan" con fotos alusivas a la respectiva sección. Tener el stock dentro de la superficie de venta también agiliza el cambio de surtido. Además, en las góndolas hay un sistema de palets para facilitar el surtido de la mercancía.

Además del esfuerzo en el área de bodegaje, se hizo más eficiente el espacio para las oficinas administrativas, los cuartos fríos y la sala de máquinas. Esto permitió reducir el espacio de la tienda de los 8.000-10.000 m2 adicionales, a solo 4.000. De esta manera, se disminuyó la inversión de los $60.000 millones en promedio que cuesta la construcción de un almacén, a unos $20.000 millones. En esta cifra también pesan algunas decisiones de decoración, como sustituir las baldosas por placas de concreto fundido.

En la organización interna de la tienda también hay cambios. Aunque tiene todos los servicios y secciones de los demás almacenes, están concebidos de una forma que les permite compenetrarse más con el estilo de compra del sector y hacer economías que en gran parte son trasladadas a los clientes.

No hay panadería como tal, pero sí se ofrece un surtido de pan y bizcochería, que se trae desde la calle 80. La mezcla de producto está pensada para el área de influencia del sector. Predominan los talegos de pan de bajo costo y se ofrecen bizcochos tradicionales como los liberales. El pan baguette no falta, por ser característico de Carrefour, pero se exhibe el de precio más bajo.

A diferencia de los almacenes de la 170 o de Santa Ana, donde predominan las neveras estilo mostrador, y donde la mayor exhibición de la carnicería la tienen los productos empacados en bandeja, en Tintalito la venta asistida manda la parada. Es decir, la venta se hace estilo carnicería de barrio, aunque se consigue carne en bandeja.

En cuanto a la decoración, en perecederos, para las exhibiciones se utilizan las mismas canastillas verdes en que se moviliza el producto, y en algunos casos se "teatralizan". Por ejemplo, se convierten en un barco gracias a un decorado de papel, o en lo que se necesite, de acuerdo con la ocasión. Todo esto reduce costos, frente a los demás almacenes. Esta sección es muy importante, porque con ella se quiere atraer al cliente que está acostumbrado a hacer su compra en tiendas de barrio o en mercados móviles. Por eso, tiene similitudes con estos establecimientos, como la venta de papa a granel (recién cogida de la tierra), y se venden los productos casi al costo.

Precisamente, como en Tintalito hay predominio de clientes con bajo poder adquisitivo, una característica de este almacén es la alta participación de las marcas propias dentro de la venta (36%): Carrefour, Uno y Basic Days, en textiles. La diferencia de precios frente a las marcas líderes está entre el 20 y el 50%, y es uno de los mejores ganchos para esta zona.

No obstante el éxito de este formato, para replicarlo en otro sitio hay que hacerle adaptaciones. "En Tintalito atendemos básicamente el estrato 2, pero en Girardot atendemos todos los estratos. No se puede duplicar el concepto. Cada vez hay que adaptarlo", explica Prioux. "A partir de estas experiencias, queremos abrir otros almacenes de este tipo, adaptando este formato y mejorándolo cada vez más", anuncia.

Los ojos de Carrefour están sobre Colombia, porque si este concepto prueba ser exitoso, se adaptará en todo el mundo, y será una de las puntas de lanza de la multinacional en su plan de expansión. Frank Pierre, quien manejará la operación en el país desde abril, tendrá que pulir el concepto, y muy seguramente lo enriquecerá con la experiencia que ha tenido en Brasil, donde era el presidente. Y, también, continuará la carrera de crecimiento en Colombia. El año pasado, prácticamente llegó al tercer lugar en ventas (vendió $1,69 billones, frente a $1,63 billones de Olímpica) y, si mantiene su ritmo de expansión, podría entrar a pelearse los dos primeros lugares.