jueves, diciembre 04, 2008

Primeros auxilios para empresas en crisis

AméricaEconomía - El sitio de los negocios globales de América Latina


Mientras la incertidumbre y la cautela se propagan por las empresas
latinoamericanas, los expertos ofrecen sus recomendaciones para
enfrentar 2009 sin perder el control.



por
Alejandra Clavería



Lea los titulares de la derecha y saque sus propias conclusiones. Inversiones estancadas, proyectos en suspenso, despidos masivos y recortes salariales configuran el complejo panorama de buena parte de las empresas del mundo frente al pronunciado deterioro financiero internacional.

Pese a que por algún tiempo se pensó que la región se desacoplaría del llamado ‘credit crunch’ estadounidense, finalmente su efecto comienza a sentirse. Sin discriminar tamaño, “cautela”, “incertidumbre” y hasta “pánico” recorren las mesas gerenciales de grandes, medianas y pequeñas empresas. Los expertos recomiendan mantener la situación bajo control y poner la cabeza fría.

Considerando que quedan pocos días para que finalice el año, la primera medida que aconsejan los analistas es repensar el presupuesto anual frente al nuevo escenario. “El presupuesto de las empresas para 2009 debe replantearse, ya que si no se tiene un reajuste no se estaría haciendo lo correcto”, dice Miguel Martín, director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Esan de Perú. “Se debe tener en cuenta la caída de la demanda y aunque los impactos aún son lejanos, la crisis indudablemente afecta porque nosotros dependemos de economías desarrolladas”, explica a AméricaEconomía.com.

Para el experto, es fundamental que las compañías replanteen sus posibilidades de inversión en activos fijos, siempre y cuando sea con cautela. “Esta es una crisis sin precedentes, muy seria, y es lógico replantear el presupuesto. Para eso, las empresas deben considerar que la situación no será estable. El próximo año los precios serán muy distintos y probablemente la demanda cambie, por eso es importante que la empresa no trate de minimizar los riesgos, sino que debe utilizar coberturas y cubrirlos”, sostuvo.

No despedir trabajadores, sino potenciar el área de Recursos Humanos es otro de los consejos que recomiendan los especialistas. Contagiar de actitudes positivas a los empleados y prepararlos para nuevos cambios, de funciones o condiciones dentro de la organización, es trascendental para mantener la tranquilidad al interior de la empresa.

“Las empresas debieran enfocar sus esfuerzos en optimizar sus procesos para lograr más resultados con los mismos o menos recursos económicos y no reducir presupuestos en áreas tan importantes como Recursos Humanos o Marketing, áreas que les permiten producir y dar a conocer los productos”, dijo a AméricaEconomía.com Pablo Massú, gerente comercial de BVM Consultores, una firma especializada en Recursos Humanos.

Según el experto, no es novedad afirmar que los recursos humanos juegan un papel fundamental. Por ello, cualquier alteración repentina que pudiese provocar cambios de clima laboral y motivacional, como el despido de un compañero o la disminución de los salarios, no serían propicias en épocas de crisis. “No es recomendable alterar las condiciones normales de los salarios, ya que existe la posibilidad de provocar una crisis interna en la organización que podría agudizar aún más la crisis en el entorno global”, afirmó.

Para Massú, las crisis son justamente la instancia en donde aparecen las mayores oportunidades para los empleados. “Es en estos periodos en donde la capacidad ociosa aumenta, pensando en ello es adecuado aprovechar estos periodos de baja carga de trabajo para seleccionar y capacitar a un nuevo equipo de trabajo, de modo que al momento de la reactivación la empresa, ésta se encuentre con personal muy bien capacitado para enfrentar los nuevos desafíos”, aseveró.

Despedir trabajadores debería ser la última opción de las compañías, ya que incluso esto puede llegar a afectar la imagen corporativa y la impresión que se tenga de ellas. “La empresa que despide a los trabajadores es porque no tiene más remedio. Reducir el personal debería ser la última medida y es una mala imagen para la empresa hacerlo, ya que tendrá consecuencias en el marketing y porque además es un tema social, que afecta la consideración que las personas tienen hacia ella”, expresó Martín.

Invertir para crecer y reducir costos. Otro punto importante a considerar durante 2009 son los planes de inversión, siempre y cuando las empresas sepan dónde hacerlo. “Las empresas deben hacer inversiones pero hay que ver hacia dónde irán destinadas estas inversiones, si es para cubrir demanda no es lo ideal, ya que la demanda no crecerá. Pero si es por invertir donde hay oportunidades de expansión, bienvenida sea”, afirmó Martín.

Según el académico peruano, las firmas deben tratar de explotar nuevos nichos mientras dure la crisis e invertir en aquellos productos y servicios donde la demanda continuará, pese al panorama internacional.

Un estudio realizado por la consultora de negocios a nivel mundial Bain CRG, recomendó a aquellas compañías que tengan sólidos balances contables que gasten gradualmente e inviertan para adquirir activos que mejoren la posición competitiva de la empresa. “La mayoría de las empresas serían aconsejadas a sentarse al costado por el momento dado que la turbulencia estará presente por un tiempo y el valor de los activos continuará cayendo”, dijo Sam Rovit, autor del estudio y socio director de Bain CRG.

En tanto, a las empresas con balances más débiles aconsejó recortar costos de forma agresiva, vender activos que no sean centrales al negocio, acumular caja y proteger la liquidez, con el objetivo de reestructurar el negocio. En ese sentido, es fundamental tener la conciencia necesaria para reducir, uniformemente, la mayor cantidad de costos que no sean de primera utilidad para la empresa. “Es un crimen pensar que en América Latina la crisis no afectará, por eso hay que tomar las precauciones necesarias. Definitivamente debe haber una reducción de los costos y una conciencia en todos los departamentos, apretarse el cinturón y reducir los costos a nivel general, tratar de fijar precios. Eso lo tendremos con una adecuada cobertura de riesgos y siendo prudentes y cautelosos”, concluyó.

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