• La operación acaba con 3 detenidos, entre ellos una empleada que robó documentos
• Pepsi denunció que trataban de venderle la fórmula de un producto de su rival
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NUEVA YORK
El secreto mejor guardado de EEUU no está en peligro. Así lo confirmó ayer el portavoz de Coca-Cola, Ben Deutsh, al manifestar que la composición química de la soda más popular del planeta sigue custodiada y guardada bajo siete llaves gracias a que tres personas fueron detenidas el miércoles en Atlanta (Georgia) por intentar vender la fórmula de una nueva bebida de la misma empresa a su legendaria rival, Pepsi.
"Es triste que entre los detenidos haya empleados de nuestra propia compañía", dijo el director ejecutivo de Coca-Cola, Neville Isdell. Además, ordenó una revisión de las medidas de seguridad que protegen los codiciados secretos de la empresa, ya que este espionaje industrial no fue descubierto por la propia Coca-Cola, sino gracias al aviso de su rival.
COMPETENCIA LIMPIA
"La competencia puede ser feroz, pero también debe ser limpia y legal", comentó el portavoz de Pepsi, Dave DeCecco. Fue esta empresa la que alertó a su competidora, que a su vez contactó con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Pepsi había recibido por correo la propuesta de venta de "información confidencial muy detallada" de Coca-Cola, realizada por alguien que firmaba Dirk y aseguraba ser un alto cargo de esta empresa.
Dirk resultó ser Ibrahim Dimson, de 30 años, compinche de Edmund Duhaney, de 43, y de la empleada de Coca-Cola Joya Williams, de 41. Fue ella quien robó los documentos confidenciales que el trío pretendía vender por 1,17 millones de euros, junto a una muestra de una nueva bebida que está desarrollando Coca-Cola.
Para pescarlos, agentes del FBI se hicieron pasar por "compradores" de la información. De esta forma obtuvieron 14 páginas de documentos altamente secretos de Coca-Cola, por los que Dirk pidió 7.833 euros. Además ofreció la muestra de la nueva bebida por 58.751 euros más, pero no llegó a obtenerlos porque el trío fue detenido por la policía federal cuando acudió a negociar la venta de más secretos industriales.
"Estamos encantados de que las autoridades y el FBI hayan identificado a los responsables de esto", dijo un portavoz de Pepsi, tras anunciarse la imputación por robo, fraude y venta de secretos industriales de los tres ladrones, que ayer debían ser procesados en Atlanta, sede de
Coca-Cola. Su intento de espionaje fue poco cuidadoso, porque Joya Williams fue incluso captada por las cámaras de seguridad de la compañía metiendo documentos y la muestra de la bebida en su bolso.
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