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Las encuestas confirman lo que los comerciantes sienten: la confianza de los consumidores colombianos está en su punto más alto.
EL OPTIMISMO TUVO un bache, pero todo indica que fue pasajero. Prueba de ello es que el índice de confianza del consumidor que elabora Fedesarrollo registró una caída notable en julio luego de más de un año de constante crecimiento, pero en agosto retomó el rumbo perdido. "Llegamos a temer que el resultado de julio fuera un punto de quiebre de una tendencia que se percibía sostenida. Este nuevo repunte indica que la confianza en la situación del país y de los hogares continúa elevada", afirma Mauricio Cárdenas, director de la entidad.
Según diversos estudios, existe una creciente disposición de los colombianos para la compra de vivienda o vehículos y bienes como muebles y electrodomésticos. "La gente respira optimismo por los poros, percibe que tiene una mayor estabilidad en sus ingresos y que puede proyectar sus inversiones hacia el futuro", afirma Rafael España, director de estudios económicos de Fenalco.
De acuerdo con la encuesta de Fedesarrollo, 67.3% de los 1.000 hogares consultados en las cuatro principales ciudades, está dispuesto a comprar vivienda, mientras que 51.4% considera que este es el momento ideal para adquirir vehículo y 42.6% afirma que adquirirá muebles o electrodomésticos en los próximos meses.
Fedelonjas, por su parte, informa que a junio se habían registrado transacciones por 12 billones de pesos en compra y venta de vivienda con lo cual, de seguir la tendencia, al final del año el crecimiento sería de 10% frente a las operaciones de 2005. "Aunque la gente tiene preocupación por lo que suceda con los incentivos para invertir en vivienda, que pueden ser eliminados por la reforma tributaria, estos activos son muy llamativos dada su valorización pues representa dos veces la inflación", afirma Sergio Mutis, presidente del gremio. "El mercado goza de buena salud. Como prueba, en sólo tres días del Salón Inmobiliario que se realizó hace algunos días se registraron negocios por 360.000 millones de pesos entre viviendas nuevas y usadas", afirma María Isabel Silva, presidenta de la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá.
Las cifras de vehículos no se quedan atrás. "Este año será el mejor en la historia de las ventas en Colombia. Hasta agosto se habían vendido 120.000 unidades y todavía faltan cuatro meses del año por contabilizar", afirma Augusto Zuluaga, vicepresidente del sector de Fenalco. Sólo en agosto se vendieron 18.000 automotores, una cifra sin precedentes que representa 44% de aumento frente al mismo mes de 2005. La expectativa es que al final del año la cifra definitiva alcance las 180.000 unidades. "Si en 2007 se mantiene tanto la confianza de los compradores como la situación de la economía, las ventas superarán los 200.000 vehículos", afirma José Román, representante de GM Colmotores.
Los buenos vientos también soplan por el lado de los muebles y electrodomésticos. De acuerdo con Fenalco, las ventas de equipos de oficina y computadores han crecido 87% en lo corrido del año y las de muebles y electrodomésticos lo han hecho en 31%. "Hay una gran expectativa por lo que serán las ventas de final de año. Con la disposición que hoy tienen los consumidores de gastar, no hay pierde", afirma Guillermo Botero, presidente de la agremiación. "El segmento de equipamientos para el hogar es el más dinámico, especialmente en la clase media, pues hay una mejora en el patrimonio de estos consumidores. Esperamos un crecimiento de las ventas superior a dos dígitos", sostiene Frank Pierre, presidente de Carrefour.
Así las cosas, no hay duda que el buen momento por el que pasa la economía es reflejo de la confianza que también se respira en los hogares. "La disposición de invertir en bienes durables es el mejor termómetro de lo que pasa en la economía. Si la gente decide comprar vivienda o carro es que porque tiene los ingresos suficientes para hacerlo y no tiene preocupaciones por lo que será el futuro", puntualiza Cárdenas, de Fedesarrollo.
POCO AHORRO
Los colombianos sí tienen capacidad de ahorrar, pero podrían hacerlo más. De acuerdo con un estudio realizado por la firma Skandia, el ahorro de los colombianos ascendió en 2005 a 24.7 billones de pesos. Sin embargo, tan sólo 3.6 billones fueron invertidos en alternativas de ahorro a largo plazo.
El análisis a su vez determinó que el ahorro no hace parte de las prioridades de las familias colombianas, superado por la inversión en vivienda, educación, salud y recreación. "En los planes a largo plazo, ni siquiera aparece mencionado. En cambio se incluyen la compra de vivienda, vehículos y la creación de una empresa propia", afirma Santiago García, vicepresidente de mercadeo de Skandia.
De acuerdo con el estudio, el 65% de los colombianos reconoce que es importante ahorrar a largo plazo, pero sus ingresos no se lo permiten.
Según Anif, los mayores recursos están depositados en los fondos de pensiones obligatorias, voluntarias y de cesantías.