jueves, junio 05, 2008

Textileros, atrancados por el dólar (Colombia)







Arancel del 10 por ciento al algodón importado se debe desmontar, por el TLC.
La revaluacion les resta valor a las exportaciones y les quita mercado interno.
Empresarios de la cadena piden frenar el aumento de las tasas de interés.


Por
Francisco Javier Arias R.
Medellín

"El avión está fallando, se acabó la gasolina y nadie responde en la torre de control". Con este dramático llamado, los empresarios de la cadena textil reflejaron la delicada situación que vive el sector, afectado por la revaluación del peso -que les reduce el valor de las exportaciones y los pone a competir con mayores importaciones-, y por los sobrecostos que los productores de otros países no tienen.

La situación de la industria es tan dramática como la que viven los imaginarios pasajeros y la tripulación de ese avión y los muchos pasajeros que se bajaron de ese vuelo: en el último año se han perdido unos 8.000 empleos textiles.

Una de las medidas que reclaman es que se dejen de subir o se estabilicen las tasas de interés -en este caso, la torre de control es la Junta del Banco de la República-. "Si no las bajan, que tampoco las suban", para evitar que sigan entrando dólares y que la divisa siga perdiendo valor frente al peso.

Algodón sin aranceles
La emergencia no es nueva y las condiciones "climáticas" son las mismas, entre ellas, el costo del algodón importado (con arancel del 10 por ciento) y los aranceles vigentes para otras materias primas. En el primer caso, para proteger la producción nacional que, de todas formas, es insuficiente y solo cubre el 40 por ciento de la demanda nacional.

Las cuentas son estas: la cadena textil consume entre 90.000 y 100.000 toneladas de algodón por año: el 30 por ciento es importado y el 70 por ciento de producción nacional. De esas 100.000 toneladas, unas 80.000, son asumidas por las empresas textiles vinculadas a la Distribuidora de Algodón Nacional (Diagonal). Y esta organización adquiere el 70 por ciento de la cosecha nacional y responde por el 92 por ciento de las importaciones. Juan Esteban Restrepo, su presidente, dice que el problema es que nos estamos quedando sin producción nacional (ha bajado de 148.800 toneladas en 1991 a 27.000 toneladas en 2002, con un repunte a 42.000 toneladas en 2007).

Entonces, las señales concretas que envían a la torre de control son claras: "No necesitamos protección, sino que nos dejen trabajar en igualdad de condiciones".

Y eso se traduce en un control efectivo a la tasa de cambio, para devolverle competitividad a sus exportaciones, y en un diferimiento del arancel para el algodón, de 10 por ciento a cero, "pero en forma definitiva, no temporal", como se plantea en un proyecto de decreto que tiene listo el gobierno y que responde a una petición formulada desde agosto del año pasado.

Ese decreto, explicó Iván Amaya Villegas, presidente del gremio de productores textiles (Ascoltex), ofrece un diferimiento del arancel al cero por ciento, pero en forma temporal por unos meses (se expediría en junio o julio y el 30 de agosto sería el plazo para importar) y solo para 35.000 toneladas, es decir, para la diferencia entre la producción nacional en el segundo semestre, de unas 15.000 toneladas y la demanda de la industria, que se estima en 50.000 toneladas (eliminar el arancel le representa al Estado un sacrificio de 8.722 millones de pesos).

Lo que plantean es que el diferimiento sea, por lo menos, para seis meses (hasta diciembre de este año) o, en el mejor de los casos, que se elimine esa sobrecarga arancelaria.

"El diferimiento es un paño de agua tibia para una enfermedad grave. El problema de fondo es la tasa de cambio porque ¿a dónde vamos a exportar con esa tasa de cambio?, preguntó Ramiro Trujillo Vélez, vicepresidente de Producción de Fabricato. "Ese es un tubito de oxígeno", indicó.

Juan Rafael Arango, presidente de Fatelares, dice que "el gobierno llega al velorio, pero no nos visita en el hospital". Y agrega: "Tenemos que seguir en Venezuela, aunque estemos perdiendo plata. Incluso, subir precios, pero el dólar barato no nos deja ser competitivos".

Aún así, destaca Iván Amaya, las ventas de textiles y confecciones a este mercado crecieron en forma desorbitada en el último año: de 352 millones de dólares en 2006, a un poco más de 1.000 millones en 2007.

Dijeron que como se trata de un tema que el TLC con Estados Unidos ya define de una vez por todas (algodón con cero arancel), el gobierno se debería anticipar al TLC y fijar, de una vez, el cero arancel para el algodón. "La fórmula de compra del algodón nacional solo sirve para proteger una producción local que apenas cubre el 40 por ciento de la demanda y es un sobrecosto inequitativo para la industria local, que compite con productos de otros países que no lo tienen".

Los empresarios de la cadena textil reconocen que con dólar a la baja también pueden importar maquinaria para modernizar sus plantas -como, de hecho, lo vienen haciendo-, pero se preguntan: ¿modernizar y crecer para cuál mercado? ¿Si vamos a tener oxígeno para esperar la reactivación?

Para Ascoltex, es claro que una de las tareas urgentes que deben asumir el piloto y la torre de control para superar la emergencia, debe ser limpiar la pista, es decir, recuperar el mercado interno, invadido de contrabando técnico y abierto y afectado por el lavado de activos. El gremio apoya el proyecto de ley que impulsa el gobierno para que el contrabando sea considerado y castigado como delito y, más grave aún, cuando esté relacionado con el lavado de dineros ilícitos.

También se requiere que los recientes contingentes fijados a la importación de algunas confecciones chinas, estén vigentes por más tiempo, no solo hasta agosto de 2008, para impedir que se importen mercancías de bajos precios para la temporada de Navidad y le piden a la Dian que suspenda a los importadores que traigan mercancías por debajo, en un 40 por ciento, de los precios indicativos.

Repiten los industriales: "no necesitamos protección porque ya tenemos cero arancel con muchos países, pero sí las mismas reglas de juego de los mercados de Estados Unidos y México, que se traducen en cero arancel para el algodón y otras materias primas y la misma protección frente a China".

La opinión
“No necesitamos protección, sino que nos dejen competir en igualdad de condiciones. El arancel vigente para el algodón, del 10 por ciento, se debe desmontar
en forma definitiva, como paso previo a la vigencia del TLC”.
Juan Esteban Restrepo, presidente Ejecutivo de Diagonal



Ayuda al lector
Se frenó el mercado interno: Ascoltex
Iván Amaya Villegas, presidente de Ascoltex -en la foto- agregó otros datos a la dramática radiografía de la cadena textil: la demanda en el mercado nacional está frenada. "Las ventas en la temporada de Navidad no cumplieron las expectativas. La menor demanda es un asunto relacionado con el aumento de las tasas de interés, porque afecta el crédito de consumo para comprar ropa".

Y los industriales lo confirman. Luis Fernando Montoya, gerente de Colhilados, señala: "el dólar frenó la cadena textil y tenemos unas ventas muy precarias y totalmente frenadas". Los datos de la Encuesta de Industrial de la Andi también lo ratifican: los textiles (hilatura, tejeduría y acabados) terminaron 2007 con una caída del 2,5 por ciento en producción y del 3,0 por ciento en las ventas totales (las internas, en 6,0 por ciento). Y las confecciones, en 2,0 y 6,0 por ciento, en el mismo orden.

En enero de 2008, las cosas se agravaron: la producción de textiles cayó el 17,5 por ciento y las ventas bajaron el 13,8 por ciento. En febrero, la situación siguió grave: 15,7 por ciento de caída en producción de textiles y 11,3 por ciento menos en ventas (igual caída en el mercado nacional), mientras que las confecciones cayeron 0,5 por ciento en producción.

Y los últimos datos de la Andi, en marzo de 2008, revelan que la producción textil sigue cayendo, esta vez, en 16,9 por ciento y las ventas en 15,1 por ciento (12,9 por ciento menos en ventas nacionales). Y las confecciones cayeron la producción en 5,8 por ciento y las ventas en 2,8 por ciento y, entre ellas, las ventas nacionales, bajaron un 2,9 por ciento.

Por lo pronto, el mercado nacional sigue protegido con algunas normas, entre ellas, el ingreso de mercancías de China y Panamá (calzado y confecciones) solo por Eldorado y el puerto de Barranquilla, pero la norma está demanda ante la Organización Mundial de Comercio.



Ignacio Gómez Escobar
ESTRATEGA EN MERCADEO
igomeze@gmail.com
igomeze@une.net.co
Móvil (57) 300 2995502
(57) 311 3352839
COLOMBIA - SURAMERICA

No hay comentarios.: