martes, agosto 17, 2010

El universo de las “saladitas” ya factura casi el 3 por ciento del PBI de la Argentina






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El universo de las “saladitas” ya factura casi el 3 por ciento del PBI de la Argentina















Según un relevamiento de CAME, la totalidad de estos centros de compras facturan, por año, alrededor de 8.250 millones de dólares. El nivel de evasión que ostentan estos emprendimientos alcanzaría los 3.500 millones de dólares anuales. El mapa y las características del nuevo fenómeno.
El “boom” que evidencia el comercio informal de la mano de emprendimientos como la feria “La Salada” de Lomas de Zamora, y una red de similares características distribuidas prácticamente por todos los rincones del país, ya hace sentir todo su peso en los números totales del esquema comercial local.

Así, y de acuerdo a datos suministrados a iProfesional.com por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la totalidad de estos centros de compras facturan, por año, alrededor de 8.250 millones de dólares.

La cifra, indicaron fuentes de la entidad, representa prácticamente el 3% del PBI argentino.

Se estima la actividad informal representa, en términos de movimientos económicos, el 6% de todo lo que mueve el comercio mayorista y minorista de la Argentina.

Pero la relevancia de las “saladitas” no se agota sólo en la facturación. Por el contrario, desde CAME también aportaron otro dato de peso: el nivel de evasión que ostentan estos emprendimientos alcanzaría los 3.500 millones de dólares anuales. En otras palabras, un 1,2% del PBI.

“Todo parte de un estudio que hizo un equipo económico de la CAME. Hoy, actividades como la venta de consumo masivo, el segmento de los regalos, y la electrónica y sus derivadas, son los más perjudicados. Hay que pensar que las diferencias de precios entre lo que ofrecen estos lugares y los espacios legales a veces es de hasta un 60%”, comentó a iProfesional.com Vicente Lourenzo, secretario general de la entidad.

“Impuesto a las ganancias, IVA, cargas sociales, ingresos brutos y aportes previsionales son algunos de los ítems que se saltean quienes explotan estos centros de compras. Se ha vuelto un fenómeno tan grande que ya nadie toma en cuenta lo que el Estado se está perdiendo de recaudar. Es un sector que mueve 33.000 millones de pesos (u$s8.250 millones) por año”, precisó.

Las “saladitas” operan a modo de red, todas provistas por la mega feria de Lomas de Zamora, y en la actualidad cuentan con presencia en Junín, Pergamino, Mar del Plata, el área del Gran Rosario, y en diversas localidades de provincias como Misiones, Córdoba, Mendoza, Jujuy, Salta, Catamarca, Corrientes y Tucumán, entre otros puntos.

“Estamos muy preocupados por este tema. A este modelo de gestión, al que al principio no se le dio importancia por ser un mercado mayorista marginal, ahora ya tiene efectos macroeconómicos. Sólo ‘La Salada’ (de Lomas de Zamora) moviliza más de 500 colectivos cada vez que abre, y desde ahí se están proveyendo de productos ilegales a todo el país”, reconoció Lourenzo.

“Ahora lo que se viene haciendo es alquilar terrenos en el interior y se instalan los puestos. La mercadería es ilegal, aunque algunos la disimulan bajo la forma del monotributo. Pero nadie sabe nada de la procedencia de los productos y de sus materias primas”, añadió.

En esa dirección, Lourenzo adelantó que, como ya hizo con el proyecto de ley para limitar la proliferación de hipermercados, CAME trabaja tanto a nivel provincial como municipal en el desarrollo de marcos que inhiban la instalación de “saladitas”.

¿Se buscará establecer una regulación de alcance nacional? “Se puede trabajar en ese sentido, sobre todo para controlar el ingreso y egreso de mercadería de estos emprendimientos. También, para ajustar el grado de responsabilidad que deben tener los dueños de los predios que permiten estas ferias. Estamos hablando sobre el tema con la Legislatura porteña inclusive”, dijo.

En ese sentido, el primer gran triunfo de CAME tuvo lugar el 14 de julio, cuando el senado bonaerense aprobó un proyecto que suspende por 180 días la instalación de nuevas ferias en la provincia.

Alcance bonaerense

La norma, que tuvo el apoyo del Gobierno de Daniel Scioli, fue aprobada por unanimidad, en el marco de una protesta que diferentes cámaras de comercio del interior realizaron en la capital bonaerense contra estos emprendimientos.

El marco establece un plazo de 180 días para “las autorizaciones, habilitaciones o permisos para la apertura de nuevos emprendimientos comerciales de múltiples puntos de venta, conocidos comúnmente como ferias saladitas”, que el Ejecutivo podrá extender por otros 180 días más.

La idea es que en ese tiempo los legisladores y el gobierno provincial avancen en una ley marco para regular de modo definitivo el régimen de funcionamiento de ese tipo de negocios. “Necesitamos avanzar antes de fin de año con una normativa que le ponga un freno y un orden a estas ferias”, expresaron fuentes del oficialismo.

Pero la disposición carece de carácter retroactivo, por lo que nada impide que las ferias ya instaladas continúen comercializando productos en la provincia de Buenos Aires, incluida “La Salada” de Lomas de Zamora.

“Lo único que se puede hacer en el caso de las ya instaladas es elevar los controles. El trabajo infantil o esclavo es común en ese tipo de comercios. Tampoco, como se dijo, se pagan impuestos. Y lo peor es que esta forma de venta se está institucionalizando en casi todas las provincias”, señaló Lourenzo.

Para luego agregar: “Combatir la falsificación de marcas y establecer nuevas pautas de salubridad tiene que ser una prioridad. En el caso de las marcas, hay una auténtica apología del delito. En su momento se armó una mesa contra la falsificación, pero más allá de la exhortación pública no se avanzó. Hay que achicar esos 14 millones de pesos (u$s3.500 millones) que se evaden por año”.

El desembarco de “La Salada” en el interior de la Argentina ya tiene ejemplos concretos. El primer caso es Junín, aunque según la CAME existe una “sucursal” funcionando en Mar del Plata desde hace mucho más tiempo.

“En la ciudad de Mar del Plata opera en plena peatonal San Martín. Se trata de una galería tomada que algunos identifican como ‘Bolishopping’. Bueno, en ese lugar toda la mercadería que se ofrece, está constatado, pertenece a la feria de Lomas de Zamora”, precisó Lourenzo.

Pergamino, Alberti y 25 de Mayo son dos de los puntos donde ya funciona una versión local de la controvertida propuesta comercial. En La Plata, la feria tiene sede en un complejo ubicado en la calle 45, entre 150 y 151, en el barrio Hornos. En dicho lugar se comercializan artículos de lencería, ropa de bebés, niños y adultos, juguetes y productos electrónicos.

Ya en Olavarría, en tanto, impulsan una “Saladita” en avenida Del Valle. Los impulsores hasta se dieron tiempo para el humor al momento de bautizar la feria: lleva por nombre “La Azucarada”.

Carlos Martinese y Lucas Torres, socios en la radicación del emprendimiento, alegaron que el slogan responde al objetivo de “endulzar a todos los olavarrienses” con la ropa y los productos que se comercializarán en ese lugar.

“En Santa Fe se está expandiendo en las zonas marginales del Gran Rosario. Y cobra más dimensión en las áreas limítrofes del Noreste del país. Sobre todo, porque la instalación en esos espacios permite venderle al cliente extranjero”, comentó el secretario de la CAME.

Misiones, Salta, Jujuy y Catamarca son otros de los territorios que desde hace un tiempo cuentan con una representación local de la feria. “Ahí también juega la cercanía con la frontera. Lo que se hace es invalidar la competencia. Los que más sufren las consecuencias son los fabricantes de calzado deportivo y ropa deportiva para mujer y varón”, sostuvo Lourenzo.

Fabián Tarrió, coordinador de la Comisión Intercámaras de Grandes Superficies de CAME, sostuvo que una solución para amortiguar el impacto “es ejercer un mayor control de la mercadería”. “El noroeste y el noreste deberían tener más controles en las rutas, por ejemplo. Y que la gendarmería revise que la ropa en circulación tenga remitos o facturas”, expresó a iProfesional.com.

“Hay que exigir que se priorice el trabajo en blanco. Que los costos de producción se paguen. Si un jean, en lo que hace a mano de obra formal, cuesta 17 pesos hacerlo, no puede ser que en las ‘saladitas’ se lo comercialice precisamente a 18 pesos”, graficó.

El panorama en Capital Federal

Por supuesto, la Ciudad de Buenos Aires tampoco es ajena este fenómeno. Así, los alcances de “La Salada” poco a poco comienzan a hacerse visibles en la escena comercial porteña.

Por estos días, un grupo de emprendimientos distribuidos en zonas porteñas de gran movimiento comercial como Flores, Once, Retiro y Palermo vienen replicando, desde hace meses, la estrategia de venta que hoy le remite al núcleo comercial del conurbano ganancias semanales por alrededor de 9 millones de dólares.

Ofertas de zapatillas, ropa para niños y adultos, lencería y teléfonos celulares a muy bajo precio, son algunos de los combos a los que apelan emprendimientos como “Once Elefantes”, “Punto Once”, “Mogotes Factory”, o la recientemente clausurada “La Saladita Soho”, para alcanzar una facturación mensual por stand que rara vez baja de los 45.000 pesos.

Estos emprendimientos se concentran en galpones y complejos reciclados que, casi como verdaderas sucursales de la mega feria que funciona en Lomas de Zamora, comercializan en la Ciudad de Buenos Aires el grueso de los productos que, prácticamente sin controles fiscales, se venden en territorio bonaerense.

Cada una de estas estructuras aglutina de 200 a 300 stands, que operan bajo un sistema de comercialización de puestos que cotizan desde $4.000 el alquiler mensual, a directamente la suma de u$s15.000, en caso de que se desee adquirir el punto de venta.

Lo significativo de las sumas mencionadas guarda un vínculo directo con el caudal de facturación que evidencian los lugares de venta. Una muestra de ello es “Mogotes Factory”, ubicada en Bogotá 2974, en el barrio de Flores, que cotiza el alquiler de sus puestos de venta en un valor promedio cercano a los 4.500 pesos.

En ese punto, la facturación mensual de cada stand se acerca a los 45.000 pesos mensuales.

“Estas propuestas afectan principalmente al comerciante medio, sobre todo al que busca abrir más de una boca. El aumento de costos, las subas salariales y demás se hacen sentir más ante la baja en el nivel de ventas por la proliferación de lo informal. Como el comerciante chico no se diferencia demasiado de estos emprendimientos, entonces sufre menos el impacto”, aseveró a iProfesional.com Nelson Pérez Alonso, presidente de Claves Información Competitiva.


La madre de todas las ferias

Fuente de inspiración y principal proveedora de los centros de compras que ya proliferan en la Ciudad de Buenos Aires, “La Salada” de Lomas de Zamora es considerada por la Unión Europea (UE) como la feria de mercadería falsificada más grande del planeta.

La conjunción de 15.000 puestos de venta de ropa, discos, películas y calzado distribuidos en la superficie de 20 hectáreas que constituye el emprendimiento, moviliza unos u$s9 millones por semana, según los propios cálculos de la UE.

La feria, en su base del conurbano, opera bajo un régimen de horarios y jornadas de apertura que siempre son rotativos. Normalmente, la feria –que inició sus actividades en 1992– abre sus puertas dos días a la semana, pasadas las 4 de la mañana.

Según Jorge Castillo, uno de los administradores del emprendimiento, las dos aperturas semanales que realiza “La Salada” implican el movimiento de más de 1 millón de personas entre clientes, proveedores, transporte y personal al frente de los puestos de venta.

Entre puestos oficiales, en la calle, sobre las vías y junto al Riachuelo, la feria tiene más de 60.000 comercios. Si bien hay algunos que facturan 40.000 pesos por día operativo, lo cierto es que el promedio es de 5.000 pesos. Por ende, ‘La Salada’ mueve 300 millones de pesos cada vez que se abre”, indicó a iProfesional.com.

Si se multiplica esta cifra, y teniendo en cuenta que la feria abre a un promedio de 9 veces por mes, el número al que se llega sorprende por lo contundente: 2.700 millones de pesos cada 30 días. Cabe aclarar que este medio no pudo corroborar la veracidad de esta cifra con otras fuentes.

Al momento de mencionar marcas nacidas de “La Salada”, Castillo no titubeó. “Prestige, por ejemplo, es una de las principales, aunque los dueños ahora nieguen su pasado. Ellos tenían un puesto cuando nació Punta Mogotes que les salió algo así como 3.500 dólares”, aseguró.

“Otras conocidas son Scombro y Punto 1. Los que las crearon ocultan su pasado, pero tuvieron su origen en ‘La Salada’. Todos ellos fueron socios de la feria, aunque ahora no digan nada...”, concluyó.

(Fuente: Infobae Profesional)
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