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domingo, febrero 10, 2013

¿Són las tiendas de ropa Chinas la principal amenaza para Inditex en España?



¿Són las tiendas de ropa Chinas la principal amenaza para Inditex en España?

Guru Huky, 8 de Febrero de 2013
tienda ropa chinos
Dos o tres veces durante la semana suelo pasar sobre las 17:00 por delante de una tienda de ropa que hay en la calle Alcalá de Madrid, poco después de pasar el Corte Inglés de Goya. Mi sorpresa, es que a pesar de que no es lo que se pueda decir una hora punta para ir de compras la tienda siempre parece tener bastante gente comprando, todo un éxito teniendo en cuenta la que está cayendo y que otras tiendas de retail de ropa están simplemente vacias.
La tienda en cuestión no debe tener más de 200m2, no está situada en una zona premium o de alto tráfico peatonal, pero si se puede considerar una tienda de proximidad, y tiene dos caracteristicas más. Ropa a bajo precio incluso a precios inferiores a los que puedes encontrar en una tienda de Zara y está regentada por unos Chinos y quizás lo más importante, poco a poco me voy dando cuenta que cada vez más se pueden encontrar este tipo de tiendas de ropa al menos en Madrid capital. Un poco parece que siguen la senda de proliferación que han tenido los restaurantes Chinos o las pequeñas tiendas de comestibles regentadas por Chinos donde puedes encontrar un poco de todo.
Obviamente a priori no tienen la potencia de una empresa integrada como Inditex, con una logística sublime y una fuerte imagen de marca, en el caso de los Chinos, cada tienda tiene su marca. Pero sin embargo, empiezo a sentir curiosidad para saber cuandas tiendas de ropa de este tipo regentadas por Chinos hay ya en Madrid capital y cual ha sido su evolución en número en los últimos cuatro años. Igual sumadas todas nos sorpenderían y resultaría que serían la “cadena” de retail de ropa que más aperturas ha realizado en la capital de España.
Teniendo en cuenta que probablemente pueden obtener economías de escala ya que deben realizar las compras al mismo mayorista, no deberíamos despreciar la fuerza de los puntos de venta gestionados por sus propiatarios versus el modelo de tienda de una gran multinacional donde el punto de venta está gestionado por empleados.
Si alguién tiene más información o conoce en más profundidad el modelo de este tipo de tiendas de ropa que se está extendiendo de forma bastante silenciosa se agradecerá que comparta conocimientos, a mi al menos, me han despertado la curiosidad.


IGNACIO GOMEZ ESCOBAR igomeze@gmail.com skype: igomeze (+57) 3176677496

domingo, octubre 28, 2012

Tendencias del consumo en China que favorecen a Colombia


Tendencias del consumo en China que favorecen a Colombia


negocios7.jpg. Hay oportunidades en China para el sector agroindustrial
Hay oportunidades en China para el sector agroindustrial

En la actualidad existen oportunidades para los sectores agroindustrial y manufacturero, así como para productos en los cuales la producción colombiana es competitiva.






























El Ministerio de Comercio inició la identificación de las tendencias más recientes del consumo en China y que a la vez se traducen en oportunidades para una gran variedad de productos colombianos.

El memorando de entendimiento firmado entre Colombia y China le da oportunidades a los sectores agroindustrial y manufacturero, así como para productos en los cuales la producción colombiana es competitiva.

Los productos que tendrían cabida son los cafés especiales, azúcar, mieles, frutas y hortalizas, lácteos, bebidas de origen vegetal, chocolate, confites, aguardiente, ron, cueros y prendas de vestir.

Café especial: La demanda de este producto está orientada principalmente al café verde con la etiqueta "hecho en Colombia", café procesado soluble y también el liofilizado.

Azúcares y mieles: la expansión de la industria alimenticia en China y la demanda por productos de alto precio han generado que industrias como la confitera, bebidas alcohólicas y no alcohólicas tengan un crecimiento exponencial. Dichas industrias son grandes demandantes de azúcar y ese país tiene un déficit de más de 2 millones de toneladas en ese producto.

Productos lácteos: La creciente urbanización de China, junto con el incremento del poder adquisitivo de la clase media y la instalación de equipos de refrigeración en los hogares ha incrementado el consumo de productos lácteos y la tendencia a comprar productos más saludables, sin embargo, la capacidad instalada de las empresas chinas productoras de leche, las cuales representan el 70% de la leche ofertada en el mercado no es suficiente para suplir dicha demanda.

Cueros semi-procesados: El 80% del cuero importado por China es de res e ingresa en formas semi-procesada o procesada. El cliente de ese país busca hojas de cuero más grandes, sin cortes, marcados o defectos que afecten su utilización. De acuerdo con las características del cuero colombiano, es utilizado para la fabricación de calzado masculino, guantes militares y/o de dotación laboral.

Vestidos de baño: En pro de abrir el mercado a las demás confecciones colombianas se está trabajando en la entrada de marcas de vestidos de baño colombianas a China. Proexport participará en la feria "Shanghai Mode Lingerie", donde se contará con un pabellón de Colombia con las seis empresas más reconocidas que fabrican trajes de baño. Otras oportunidades identificadas en textiles son línteres de algodón, poliéster y tejidos de lana.

Otras oportunidades identificadas estadísticamente para agroindustria, por sector y producto, son las siguientes:

- Frutas y hortalizas procesadas - duraznos enlatados
- Bebidas - Jugos y extractos vegetales
- Animales vivos - peces ornamentales
- Bebidas - ron y aguardiente de caña
- Derivados del cacao - chocolates y confites

Productos para manufacturas por sector y producto:

- Productos diversos de las industrias químicas - fungicidas e insecticidas
- Productos farmacéuticos - medicamentos
- Medicina - prótesis médicas
- Artículos promocionales - globos de látex

De acuerdo con información del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en el primer semestre de 2012 las exportaciones colombianas a China fueron de US$1.999 millones y ya superan a las de todo el año pasado, cuando alcanzaron US1.989 millones.

                                                       


IGNACIO GOMEZ ESCOBAR igomeze@gmail.com skype: igomeze (+57) 3014152370

domingo, agosto 19, 2012

El joven poder chino


el país

El joven poder chino


La comunidad china en España se ha multiplicado por seis en una década. Y entra en juego una nueva generación más poderosa e influyente que el tradicional dueño de una tienda

Moadong Chen, dueño de Don Pin, delante del edificio Fenix / LUIS SEVILLANO
Hacer un reportaje en agosto sobre la comunidad china en España no representa ningún problema: los chinos no toman vacaciones. Y así es, salvo muy contadas excepciones. La facturación de la empresa Don Pin es un fiel termómetro de ello: ingresa lo mismo en agosto que en cualquier otro mes del año. El dato no es despreciable teniendo en cuenta que Don Pin distribuye las mercaderías a 4.300 establecimientos de alimentación, mejor conocidos como tiendas de chinos, factura 50 millones de euros y crece casi al 20% en plena crisis. Si un estereotipo se cumple (los chinos no descansan en verano), la mayoría de las leyendas que rodean a la comunidad china en España se están quedando anticuadas. El chino laborioso, pacífico y temeroso que apenas habla castellano y vive en un entorno cerrado ha dado paso a una nueva generación que representa a un gigante económico. Los chinos de hoy son doblemente poderosos. Tienen dinero. E influencia. Y la utilizan. Son los ojos y los oídos de China en España.
La nueva generación pisa el terreno con seguridad, como lo hace Maodong Chen, uno de los propietarios de Don Pin, un joven de 32 años que llegó con 18 a España y convirtió un negocio minorista en otro mayorista. Maodong es, sobre todo, un chino sin complejos: habla sin tapujos y hace uso de un tremendo sentido del humor. Tanto es así que empieza a ser asiduo conferenciante en escuelas de negocio. Hace unos meses, en la sede del IESE en Madrid, ante ejecutivos de multinacionales, Maodong no pasó inadvertido. Supo provocar la atención. Primero, cuando afirmó que no quiere clientes españoles en su negocio. “Los españoles no pagan”, dijo, “no los quiero en mi negocio. Me quedo con los chinos, que son serios”. En otro momento ofreció algunas imágenes de lo que no debe hacer un chino en España: por ejemplo, vender un balón azulgrana con el escudo del Real Madrid. Así de rotundo es este nuevo empresario.
Su empresa no es un reducto chino. “Pongo en contacto a proveedores españoles con clientes chinos”, asegura. En Don Pin, el 60% de los trabajadores son españoles. Maodong trabaja para crear equipos que le permitan diversificar su negocio y expandirse. Su energía es contagiosa. Responde cualquier pregunta y no está dispuesto a perder el tiempo en ser políticamente correcto, actitud que echa por tierra el cliché del chino temeroso. Reconoce que las dos cosas que más le gustan a sus compatriotas son, además de trabajar, los artículos de lujo y el juego. Y reconoce más cosas.
Por ejemplo, cuando afirma que una de las actuales preocupaciones de muchos empresarios chinos de su generación, gente con alta capacidad adquisitiva, es la educación de sus hijos en España. “No queremos que nuestros hijos se conviertan en señoritos españoles”, sostiene con una sonrisa oriental. “Y estamos muy preocupados. Aquí no se desarrolla la cultura del trabajo y del esfuerzo”. Es crítico con la sanidad española (“He tenido que ir a China para arreglarme un problema de la rodilla”) y con las asociaciones chinas que pululan por España: “El chino es individualista y desconfiado. Muchos montan asociaciones para sus intereses. A mí me gusta tener amigos pero no hacer política. Soy un hombre de negocios, no un pijo”.
“No queremos

que nuestros hijos sean señoritos españoles”, sostiene un empresario con una sonrisa oriental
No es fácil que Maodong acepte entrevistas, pero va camino de convertirse en una voz autorizada del empresariado chino en España. A su éxito profesional se une su buena acogida en escuelas de negocio. Su estilo encaja con el de Juan Roig, propietario de Mercadona, el empresario que ha recomendado a los españoles trabajar como chinos y que tiene su escuela de empresarios (EDEM), donde se imparte unmáster denominado 15 por 15 (15 empresarios para 15 alumnos). No sería extraño que algún día Maodong sea profesor. Pero que nadie se equivoque: tiene la humildad como para intentar durante un año que le acepten matricularse en un máster sobre finanzas. ¿Haría algo parecido un empresario español con éxito?
Maodong es de la misma generación que la abogada Lidan Qi, de 34 años, fundadora de un despacho en Barcelona junto a su hermana Lilin Qi, que es economista. Ambas se dedican a la consultoría tanto para las empresas españolas como para las multinacionales chinas, tanto públicas como privadas, que quieren conocer España. Lidan Qi lleva 22 años en España y sabe lo que es trabajar en el negocio familiar. Han progresado con su trabajo. Crearon una incubadora de 40 empresas en Badalona. Poseen un centro comercial. Lidan Qi se expresa en un perfecto castellano, sin casi rastro de acento oriental: “La imagen de España no es positiva”. Lo dice con tranquilidad, conocedora de los intereses de las grandes empresas chinas, para quienes no somos lo mejor de Europa.
Lidan Qi reconoce el problema generacional: “La emigración china en España es joven, pero ya estamos conociendo a la tercera generación. Mis sobrinos se sienten catalanes. Los jóvenes no quieren vivir como sus padres. Quieren vivir como españoles. Y asistimos a la lucha de los padres para que los hijos no se olviden de sus raíces. Hay un fenómeno hoy en día: el de empresarios que mandan a sus hijos a estudiar a China”.
Es la comunidad extranjera con más autónomos en España:
en los últimos tres años han crecido un 55,9%
Estos problemas son consecuencia de un colectivo que está en pleno crecimiento. En una década, la comunidad china en España se ha multiplicado por seis, un crecimiento superior a la media de otras nacionalidades, que se multiplicó por cuatro. Y su perfil ha cambiado: aunque un 70% procede de una misma región (Qingtian y Wenzhou), están comenzando a entrar profesionales procedentes de otras regiones y estudiantes (se calcula que habrá unos 6.000 haciendo cursos en las universidades españolas). De su carácter emprendedor no hay duda alguna: en los últimos tres años, el número de autónomos entre los chinos ha crecido el 55,9% para convertirse en la comunidad extranjera con más autónomos de España. Parte de su secreto, además del trabajo, reside en los préstamos entre familiares y amigos. “Hay un proverbio que dice: ‘Tú me das una gota de agua y yo te devuelvo una fuente”, explica Lidan Qi. “Es un código de honor: el dinero se presta sin interés y sin papeles”.
En una década, los chinos se han hecho mucho más visibles. Y su perfil se está modificando. “Hay nuevas generaciones”, explica el expertoJoaquín Beltrán, de la Universidad Autónoma de Barcelona: “El 23% son menores de 15 años y están escolarizados, y el 13% de los 178.000 chinos censados ha nacido en España”. “En el tema de la segunda generación”, apunta la experta Gladys Nieto, de la Autónoma de Madrid, “se suele dar por sentado que están integrados, hablan bien español, conocen sus derechos y han completado la movilidad social respecto a sus padres. Tengo mis dudas de que este sea el cuadro general de los jóvenes chinos en España. Tenemos muy poca investigación sobre estos sectores, y lo que se detecta en otros países como Italia o Inglaterra es que muchos de estos chavales viven en un aislamiento que los vincula a los negocios de sus padres, sin posibilidad de salir de tales proyectos”.
Pero si el problema generacional interesa a los expertos, es su potencial económico lo que empieza a saltar a la vista. Los chinos ya no son solo los tenderos. Ahora están entre los mejores clientes.
Ejemplos los hay de todo tipo. Bankia organizó un “microevento” para 20 ciudadanos chinos el pasado 12 de julio, consistente en poner a su disposición una selección de activos inmobiliarios del banco. “Fue una primera experiencia”, afirmó un portavoz de Bankia, “porque los chinos tienen nuestra cultura: no les interesa el alquiler”. Una empleada china hizo la presentación. De la misma manera, El Corte Inglés ha contratado vendedores chinos para sus tiendas de artículos de lujo y se tiene noticia de una constructora que ofrece en Fuenlabrada 22 viviendas unifamiliares siguiendo el estilo feng shui. Es decir, especiales para chinos. Del éxito de esta iniciativa este periódico no pudo obtener información: la empresa es española y cerró en agosto por vacaciones.
Y a finales de noviembre se inaugurará en Madrid el flamante edificio Fénix. Será un centro comercial exclusivo para chinos, con supermercado, agencia de viajes, karaoke y sala de juegos. La fachada es de color dorado. Es el color predilecto de los chinos, un colectivo que no es homogéneo. Puede que su poder adquisitivo sea elevado, pero se aprecia una brecha social entre los empresarios de la primera hornada y los profesionales de la segunda generación. Aquellos abrieron camino. Los nuevos dominan.
Ese es el caso de Margaret Chen, algo así como la primera dama china en España. Se mueve en cualquier terreno con elegancia y no elude ningún tema de conversación, pese a que constantemente matiza que no habla en nombre de Telefónica, donde trabaja como uno de los principales ejecutivos de la compañía. Margaret es la viva encarnación de la generación china que ha asombrado al mundo: ingeniera informática formada en una de las mejores universidades de Estados Unidos. Debe su estancia en España al simple hecho de haberse casado con un español. De lo contrario, estaría en cualquier otra parte del mundo.
Cuando llegó a España, se quedó embarazada y montó una consultora, que terminó colaborando con Telefónica hace 16 años. “En 2004, Telefónica quería entrar en China”, recuerda, “y no sabían que tenían un chino en su empresa. Querían buscar un traductor de confianza. Alguien les avisó y me lo propusieron: ‘No quiero ser traductor, soy ingeniero”, les respondí, ‘porque en China un traductor es como un miembro del servicio. Si queréis uno, os lo busco’. Luego me dijeron que era para acompañar a Alierta [presidente de Telefónica]. ‘Bueno, si es ir con él, le acompaño’. Fue muy gracioso”.
Su discurso es tranquilo, su castellano casi perfecto, se expresa con una naturalidad pasmosa como si todos los argumentos cayeran por efecto de la ley de la gravedad. Habla de España con la expresión con la que uno se refiere a un pobre enfermo al que respeta: nuestra imagen no es buena. En síntesis: no hemos hecho las cosas bien, seguimos sin aprender, quieren ayudarnos, les caemos simpáticos, pero debemos trabajar mejor. Ese es su mensaje.
“En cuatro o cinco años esto ha cambiado”, explica Margaret. “Aquí la emigración china se ha hecho con gente que venía a la aventura, casi todos procedentes del mismo pueblo, gente que no tenía nada que perder. Gente que no habla español, pero tampoco mandarín, pero que son muy fieles entre ellos. No estaban integrados en la sociedad. Mi mundo es distinto”.
El mundo de Margaret es el de las relaciones. El del poder y la influencia. Por ello preside la asociación China Club Spain, que pretende relacionar a directivos chinos y españoles. “China ve a España como socio”, explica, “posiblemente seamos ahora más amigos que Francia, porque Sarkozy no nos trató bien. Pero la relación es frágil. Francia recuperaría el terreno rápidamente porque es mucha su penetración en China”.
La posición de España no es buena. Tampoco su imagen. Un occidental eludiría esta crítica, pero Margaret, no. Es otra forma de diplomacia: “Puede que exista una prepotencia mutua”, explica, “pero los chinos piensan que España está atrasada. Hace 15 años apenas se la conocía por el fútbol. Y ellos son líderes. El chino no dedica mucho tiempo para saber lo que está pasando en el mundo. Es como el americano”.
Margaret habla de España como un alumno que debe progresar. “El turismo”, dice, “España no ha hecho nada. Un turista chino gasta entre 3.000 y 4.000 euros por cabeza en cada viaje. El año pasado hubo 50 millones de turistas chinos, este año habrá 70. ¿No ha sido España capaz de capturar un millón? Los circuitos que se hacen por Europa visitan varios países excepto España. Y eso, entre otras cosas, por problemas de seguridad. En un viaje le dieron una paliza a un gobernador. Pasaba lo mismo con los japoneses, que ahora viajan con su propia seguridad”.
España va con retraso. Porque necesitamos que vengan más chinos. Lo reconocen expertos españoles, entre los que está el profesor Pedro Nueno, del IESE. Necesitamos turistas. Necesitamos ejecutivos. No hay vuelos diarios con Pekín y Shanghái. Se ha abusado de la promoción cutre de algunas autonomías, sin darse cuenta de que los chinos no distinguen entre Asturias o Cataluña. No hay una estrategia nacional. Se falla en pequeños detalles. “Aquí les ponemos todas las trabas del mundo para darles un visado de entrada”, dice otro experto.
China ha cambiado. Pero ha cambiado también dentro de España. Ya no es una minoría anecdótica. Es poderosa. En algún caso, selectiva. Y, desde luego, cada vez más influyente.


EXPERTO EN LOGÍSTICA Y RETAIL. igomeze@gmail.com www.igomeze.blogspot.com igomeze@une.net.co +57 3014152370 COLOMBIA - SURAMERICA

domingo, abril 01, 2012

La moda y China: de fabricantes a clientes




La moda y China: de fabricantes a clientes

Mientras la fabricación textil extranjera empieza a emigrar de China por el aumento de costes salariales, las empresas distribuidoras de moda encuentran allí una oportunidad para incrementar sus ventas. A su vez, los chinos lanzan sus propias cadenas en el extranjero.

Actualizado 31 marzo 2012

Virginia Rodríguez  

Los mayoristas chinos afincados en España han lanzado sus propias cadenas de moda con productos destinados a todos los públicos, no sólo a sus compatriotas

China, el gran gigante asiático, no es solo ejemplo de esfuerzo y laboriosidad, como sostiene Juan Roig, presidente de Mercadona. Desde allí han partido miles de emprendedores, estudiantes e investigadores en busca de su oportunidad en el mundo occidental. Hoy es también el lugar de destino de grandes empresas y el sector de la Moda no es una excepción. Incluso los grandes distribuidores del lujo en Estados Unidos o Europa se reinventan para adaptarse a las preferencias del público chino.

Por lo tanto, este es un viaje de doble dirección. Si bien hay empresas internacionales que se han localizado en China, también existen importantes entidades, del propio país, que han apostado por la expansión en los mercados extranjeros (Li Ning, Belle International).

Las cadenas chinas en el extranjero

La situación actual de contracción económica ha reducido la demanda internacional, lo que unido al encarecimiento de los costes laborales en China y la revaluación del yuan, ha provocado la salida de muchos fabricantes textiles hacia entornos más flexibles, con costes de producción más atractivos (cfr. Expansión, 14-06-2011).

El Institut Français de la Mode estima que el salario mensual en las áreas costeras de China, abiertas a la inversión extranjera, creció de 240 € en 2005 a 400 en 2011. En comparación, el salario mensual en Túnez es 160 €, en Marruecos 152 € y en Moldavia 200 €.

Además del aumento de costes, están las diferencias culturales, según declaraciones recogidas en un reportaje de Reuters (25-03-2012). “La distancia y la barrera lingüística hace que sea más difícil para nosotros controlar la calidad”, dice Jean- Michael Lagarde, de la firma Barbara Bui. Por ese motivo han trasferido su producción a Bulgaria, Hungría, Rumania y Turquía. Actualmente más de la cuarta parte de la lencería francesa se hace en Túnez y Marruecos. A pesar de todo, la producción asiática para las marcas de moda europeas representa todavía el 75% de su producción actual.

En 2009, el grupo español Inditex contaba con proveedores localizados sobre todo en países asiáticos, Turquía o Marruecos, con más de 300.000 trabajadores. Ahora el panorama ha cambiado. Pablo Isla, presidente de Inditex, apuntó al aprovisionamiento de proximidad (el 49% de la fabricación se lleva a cabo en España, Portugal y Marruecos, y el 14% en el resto de Europa), como estrategia empresarial para poder reaccionar ante los cambios de tendencia en la moda.

En España, en la situación actual, el precio es una de las variables de compra que más influye, y los mayoristas chinos afincados aquí no son ajenos a esta tendencia. Por ello, han lanzado sus propias cadenas de moda con productos destinados –y esto es una novedad– a todos los públicos, no solo a sus compatriotas. Marcas como F&H, Xieli y Mulaya han empezado a desarrollar su actividad con éxito, especialmente esta última, que trata de reproducir los emblemáticos puntos de venta de Zara, aunque con precios y calidades inferiores.

Compras de lujo

Sin embargo, si la fabricación empieza a emigrar de China, las empresas distribuidoras de moda han encontrado en el país una oportunidad para incrementar sus ventas. Según Boston Consulting Group, China triplicará, gracias al aumento de la clase media, su mercado de la moda en una década, situándose el volumen de esta industria en más de 140.000 millones de euros en 2020.

Los chinos ricos se han convertido en protagonistas de la escena del retail del lujo, de Estados Unidos y Europa

España no es una excepción. Los acuerdos comerciales firmados con China alcanzan un valor de más de 5.500 millones de euros. En el sector de la moda, existe un acuerdo entre el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y el gobierno chino para crear un centro de mercancías en el país asiático con el objetivo de comercializar productos de marroquinería, calzado y moda, entre otros. Inditex, Mango o Desigual, grandes representantes de la distribución de moda española, siguen afianzando su implantación en China mediante la apertura de nuevos puntos de venta diferentes, a medida que los consumidores chinos aumentan su poder adquisitivo.

Las enseñas de los grandes conglomerados del lujo han encontrado también, en tierras del gigante asiático, y en sus cada vez más numerosos multimillonarios, una nueva vía para seguir creciendo.

El cliente chino se ha convertido en protagonista de la escena del retail del lujo, de Estados Unidos y Europa, atraído por unos precios con una menor carga impositiva, que le permiten ahorrar hasta un 50% en sus compras.

Según cifras provisionales de la Academia de Turismo de China, en 2011 se realizaron 70 millones de viajes al extranjero, con un gasto total de más de 52.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 25% respecto al año anterior. En este tipo de desplazamientos, los clientes chinos del lujo huyen de viajes programados en autobús y logos chillones. Buscan un trato VIP preferente y exclusivo.

En numerosas ocasiones, estos clientes chinos personifican el concepto de lujo decimonónico que desarrolló el sociólogo T. Veblen (The Leisure Class, 1899): el lujo como el consumo ostentoso, que aquella clase ociosa practicaba para exhibir su rango social.

Comprar para ocultar

Por otra parte, tras las rutas de compras fuera de China, existe un lado menos glamuroso y resplandeciente. Según The Economist, parte de la riqueza generada en China es fruto de la corrupción y otras conductas ilícitas que tratan de enterrarse tras esas compras e inversiones, bajo la más estricta privacidad, en el ámbito del lujo fuera del país.

Al margen de cualquier otra consideración, la moda, nacional e internacional, masiva y de lujo, no ha dejado de tener sus expectativas, y su realidad, puestas en China. Si bien la producción, en muchos casos, ha buscado localizaciones más rentables económicamente, la distribución no ha perdido de vista el enorme mercado chino, cada vez más sofisticado y complejo.

Las empresas de moda occidentales desenrollan las alfombras rojas, incluso cambiando la fisonomía de sus espacios de venta, para recibir un público cada vez más multicultural, en el que China sigue siendo una opción preferente. El dragón ya no duerme.

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Virginia Rodríguez Cabrero ha sido profesional de retail de moda durante más de diez años y actualmente es profesora colaboradora en la escuela de negocios ESERP e investigadora colaboradora de la Universidad Complutense de Madrid.


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martes, agosto 17, 2010

El universo de las “saladitas” ya factura casi el 3 por ciento del PBI de la Argentina






Se presenta en casi todas las ciudades Latinoamericanas, El Cementerio en Caracas, El Hueco en Medellin, San Victorino en Bogota, Bazurto en Cartagena.. asi mismo en Lima, Guayaquil y en muchas otras (IGO)

El universo de las “saladitas” ya factura casi el 3 por ciento del PBI de la Argentina















Según un relevamiento de CAME, la totalidad de estos centros de compras facturan, por año, alrededor de 8.250 millones de dólares. El nivel de evasión que ostentan estos emprendimientos alcanzaría los 3.500 millones de dólares anuales. El mapa y las características del nuevo fenómeno.
El “boom” que evidencia el comercio informal de la mano de emprendimientos como la feria “La Salada” de Lomas de Zamora, y una red de similares características distribuidas prácticamente por todos los rincones del país, ya hace sentir todo su peso en los números totales del esquema comercial local.

Así, y de acuerdo a datos suministrados a iProfesional.com por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la totalidad de estos centros de compras facturan, por año, alrededor de 8.250 millones de dólares.

La cifra, indicaron fuentes de la entidad, representa prácticamente el 3% del PBI argentino.

Se estima la actividad informal representa, en términos de movimientos económicos, el 6% de todo lo que mueve el comercio mayorista y minorista de la Argentina.

Pero la relevancia de las “saladitas” no se agota sólo en la facturación. Por el contrario, desde CAME también aportaron otro dato de peso: el nivel de evasión que ostentan estos emprendimientos alcanzaría los 3.500 millones de dólares anuales. En otras palabras, un 1,2% del PBI.

“Todo parte de un estudio que hizo un equipo económico de la CAME. Hoy, actividades como la venta de consumo masivo, el segmento de los regalos, y la electrónica y sus derivadas, son los más perjudicados. Hay que pensar que las diferencias de precios entre lo que ofrecen estos lugares y los espacios legales a veces es de hasta un 60%”, comentó a iProfesional.com Vicente Lourenzo, secretario general de la entidad.

“Impuesto a las ganancias, IVA, cargas sociales, ingresos brutos y aportes previsionales son algunos de los ítems que se saltean quienes explotan estos centros de compras. Se ha vuelto un fenómeno tan grande que ya nadie toma en cuenta lo que el Estado se está perdiendo de recaudar. Es un sector que mueve 33.000 millones de pesos (u$s8.250 millones) por año”, precisó.

Las “saladitas” operan a modo de red, todas provistas por la mega feria de Lomas de Zamora, y en la actualidad cuentan con presencia en Junín, Pergamino, Mar del Plata, el área del Gran Rosario, y en diversas localidades de provincias como Misiones, Córdoba, Mendoza, Jujuy, Salta, Catamarca, Corrientes y Tucumán, entre otros puntos.

“Estamos muy preocupados por este tema. A este modelo de gestión, al que al principio no se le dio importancia por ser un mercado mayorista marginal, ahora ya tiene efectos macroeconómicos. Sólo ‘La Salada’ (de Lomas de Zamora) moviliza más de 500 colectivos cada vez que abre, y desde ahí se están proveyendo de productos ilegales a todo el país”, reconoció Lourenzo.

“Ahora lo que se viene haciendo es alquilar terrenos en el interior y se instalan los puestos. La mercadería es ilegal, aunque algunos la disimulan bajo la forma del monotributo. Pero nadie sabe nada de la procedencia de los productos y de sus materias primas”, añadió.

En esa dirección, Lourenzo adelantó que, como ya hizo con el proyecto de ley para limitar la proliferación de hipermercados, CAME trabaja tanto a nivel provincial como municipal en el desarrollo de marcos que inhiban la instalación de “saladitas”.

¿Se buscará establecer una regulación de alcance nacional? “Se puede trabajar en ese sentido, sobre todo para controlar el ingreso y egreso de mercadería de estos emprendimientos. También, para ajustar el grado de responsabilidad que deben tener los dueños de los predios que permiten estas ferias. Estamos hablando sobre el tema con la Legislatura porteña inclusive”, dijo.

En ese sentido, el primer gran triunfo de CAME tuvo lugar el 14 de julio, cuando el senado bonaerense aprobó un proyecto que suspende por 180 días la instalación de nuevas ferias en la provincia.

Alcance bonaerense

La norma, que tuvo el apoyo del Gobierno de Daniel Scioli, fue aprobada por unanimidad, en el marco de una protesta que diferentes cámaras de comercio del interior realizaron en la capital bonaerense contra estos emprendimientos.

El marco establece un plazo de 180 días para “las autorizaciones, habilitaciones o permisos para la apertura de nuevos emprendimientos comerciales de múltiples puntos de venta, conocidos comúnmente como ferias saladitas”, que el Ejecutivo podrá extender por otros 180 días más.

La idea es que en ese tiempo los legisladores y el gobierno provincial avancen en una ley marco para regular de modo definitivo el régimen de funcionamiento de ese tipo de negocios. “Necesitamos avanzar antes de fin de año con una normativa que le ponga un freno y un orden a estas ferias”, expresaron fuentes del oficialismo.

Pero la disposición carece de carácter retroactivo, por lo que nada impide que las ferias ya instaladas continúen comercializando productos en la provincia de Buenos Aires, incluida “La Salada” de Lomas de Zamora.

“Lo único que se puede hacer en el caso de las ya instaladas es elevar los controles. El trabajo infantil o esclavo es común en ese tipo de comercios. Tampoco, como se dijo, se pagan impuestos. Y lo peor es que esta forma de venta se está institucionalizando en casi todas las provincias”, señaló Lourenzo.

Para luego agregar: “Combatir la falsificación de marcas y establecer nuevas pautas de salubridad tiene que ser una prioridad. En el caso de las marcas, hay una auténtica apología del delito. En su momento se armó una mesa contra la falsificación, pero más allá de la exhortación pública no se avanzó. Hay que achicar esos 14 millones de pesos (u$s3.500 millones) que se evaden por año”.

El desembarco de “La Salada” en el interior de la Argentina ya tiene ejemplos concretos. El primer caso es Junín, aunque según la CAME existe una “sucursal” funcionando en Mar del Plata desde hace mucho más tiempo.

“En la ciudad de Mar del Plata opera en plena peatonal San Martín. Se trata de una galería tomada que algunos identifican como ‘Bolishopping’. Bueno, en ese lugar toda la mercadería que se ofrece, está constatado, pertenece a la feria de Lomas de Zamora”, precisó Lourenzo.

Pergamino, Alberti y 25 de Mayo son dos de los puntos donde ya funciona una versión local de la controvertida propuesta comercial. En La Plata, la feria tiene sede en un complejo ubicado en la calle 45, entre 150 y 151, en el barrio Hornos. En dicho lugar se comercializan artículos de lencería, ropa de bebés, niños y adultos, juguetes y productos electrónicos.

Ya en Olavarría, en tanto, impulsan una “Saladita” en avenida Del Valle. Los impulsores hasta se dieron tiempo para el humor al momento de bautizar la feria: lleva por nombre “La Azucarada”.

Carlos Martinese y Lucas Torres, socios en la radicación del emprendimiento, alegaron que el slogan responde al objetivo de “endulzar a todos los olavarrienses” con la ropa y los productos que se comercializarán en ese lugar.

“En Santa Fe se está expandiendo en las zonas marginales del Gran Rosario. Y cobra más dimensión en las áreas limítrofes del Noreste del país. Sobre todo, porque la instalación en esos espacios permite venderle al cliente extranjero”, comentó el secretario de la CAME.

Misiones, Salta, Jujuy y Catamarca son otros de los territorios que desde hace un tiempo cuentan con una representación local de la feria. “Ahí también juega la cercanía con la frontera. Lo que se hace es invalidar la competencia. Los que más sufren las consecuencias son los fabricantes de calzado deportivo y ropa deportiva para mujer y varón”, sostuvo Lourenzo.

Fabián Tarrió, coordinador de la Comisión Intercámaras de Grandes Superficies de CAME, sostuvo que una solución para amortiguar el impacto “es ejercer un mayor control de la mercadería”. “El noroeste y el noreste deberían tener más controles en las rutas, por ejemplo. Y que la gendarmería revise que la ropa en circulación tenga remitos o facturas”, expresó a iProfesional.com.

“Hay que exigir que se priorice el trabajo en blanco. Que los costos de producción se paguen. Si un jean, en lo que hace a mano de obra formal, cuesta 17 pesos hacerlo, no puede ser que en las ‘saladitas’ se lo comercialice precisamente a 18 pesos”, graficó.

El panorama en Capital Federal

Por supuesto, la Ciudad de Buenos Aires tampoco es ajena este fenómeno. Así, los alcances de “La Salada” poco a poco comienzan a hacerse visibles en la escena comercial porteña.

Por estos días, un grupo de emprendimientos distribuidos en zonas porteñas de gran movimiento comercial como Flores, Once, Retiro y Palermo vienen replicando, desde hace meses, la estrategia de venta que hoy le remite al núcleo comercial del conurbano ganancias semanales por alrededor de 9 millones de dólares.

Ofertas de zapatillas, ropa para niños y adultos, lencería y teléfonos celulares a muy bajo precio, son algunos de los combos a los que apelan emprendimientos como “Once Elefantes”, “Punto Once”, “Mogotes Factory”, o la recientemente clausurada “La Saladita Soho”, para alcanzar una facturación mensual por stand que rara vez baja de los 45.000 pesos.

Estos emprendimientos se concentran en galpones y complejos reciclados que, casi como verdaderas sucursales de la mega feria que funciona en Lomas de Zamora, comercializan en la Ciudad de Buenos Aires el grueso de los productos que, prácticamente sin controles fiscales, se venden en territorio bonaerense.

Cada una de estas estructuras aglutina de 200 a 300 stands, que operan bajo un sistema de comercialización de puestos que cotizan desde $4.000 el alquiler mensual, a directamente la suma de u$s15.000, en caso de que se desee adquirir el punto de venta.

Lo significativo de las sumas mencionadas guarda un vínculo directo con el caudal de facturación que evidencian los lugares de venta. Una muestra de ello es “Mogotes Factory”, ubicada en Bogotá 2974, en el barrio de Flores, que cotiza el alquiler de sus puestos de venta en un valor promedio cercano a los 4.500 pesos.

En ese punto, la facturación mensual de cada stand se acerca a los 45.000 pesos mensuales.

“Estas propuestas afectan principalmente al comerciante medio, sobre todo al que busca abrir más de una boca. El aumento de costos, las subas salariales y demás se hacen sentir más ante la baja en el nivel de ventas por la proliferación de lo informal. Como el comerciante chico no se diferencia demasiado de estos emprendimientos, entonces sufre menos el impacto”, aseveró a iProfesional.com Nelson Pérez Alonso, presidente de Claves Información Competitiva.


La madre de todas las ferias

Fuente de inspiración y principal proveedora de los centros de compras que ya proliferan en la Ciudad de Buenos Aires, “La Salada” de Lomas de Zamora es considerada por la Unión Europea (UE) como la feria de mercadería falsificada más grande del planeta.

La conjunción de 15.000 puestos de venta de ropa, discos, películas y calzado distribuidos en la superficie de 20 hectáreas que constituye el emprendimiento, moviliza unos u$s9 millones por semana, según los propios cálculos de la UE.

La feria, en su base del conurbano, opera bajo un régimen de horarios y jornadas de apertura que siempre son rotativos. Normalmente, la feria –que inició sus actividades en 1992– abre sus puertas dos días a la semana, pasadas las 4 de la mañana.

Según Jorge Castillo, uno de los administradores del emprendimiento, las dos aperturas semanales que realiza “La Salada” implican el movimiento de más de 1 millón de personas entre clientes, proveedores, transporte y personal al frente de los puestos de venta.

Entre puestos oficiales, en la calle, sobre las vías y junto al Riachuelo, la feria tiene más de 60.000 comercios. Si bien hay algunos que facturan 40.000 pesos por día operativo, lo cierto es que el promedio es de 5.000 pesos. Por ende, ‘La Salada’ mueve 300 millones de pesos cada vez que se abre”, indicó a iProfesional.com.

Si se multiplica esta cifra, y teniendo en cuenta que la feria abre a un promedio de 9 veces por mes, el número al que se llega sorprende por lo contundente: 2.700 millones de pesos cada 30 días. Cabe aclarar que este medio no pudo corroborar la veracidad de esta cifra con otras fuentes.

Al momento de mencionar marcas nacidas de “La Salada”, Castillo no titubeó. “Prestige, por ejemplo, es una de las principales, aunque los dueños ahora nieguen su pasado. Ellos tenían un puesto cuando nació Punta Mogotes que les salió algo así como 3.500 dólares”, aseguró.

“Otras conocidas son Scombro y Punto 1. Los que las crearon ocultan su pasado, pero tuvieron su origen en ‘La Salada’. Todos ellos fueron socios de la feria, aunque ahora no digan nada...”, concluyó.

(Fuente: Infobae Profesional)
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Los grandes hipermercados salen a pelear el negocio de los súper chinos

 
Los grandes hipermercados salen a pelear el negocio de los súper chinos












Carrefour y Walmart tomaron la delantera y buscarán durante el año próximo crecer con sus formatos Mini y Changomas y limitar nuevas aperturas de hipermercados.

Consolidados como el principal canal supermercadista del país, con cerca del 40% de market share, los súper chinos - o de origen asiático- serán el blanco de las grandes cadenas durante el año próximo. La punta de lanza la tomaron Carrefour y Walmart, que apuntarán al corazón del negocio de los extranjeros provenientes no sólo de China sino también de otras naciones asiáticas.

El grupo francés y la cadena norteamericana optarán por abrir locales de cercanía, más chicos, de entre 200 y 350 m2, con una lista acotada de 3000 a 5000 artículos y que permita a los consumidores realizar compras más rápidas, sin tantas aglomeraciones ni demoras en las cajas y a menores precios que en las grandes superficies.

Además, prometen trasladar los ahorros de costos que permiten estos formatos más chicos a los precios.

Se trata de la misma fórmula que a los súper chinos los llevó a convertirse en las vedettes del sector durante la década del 90, a mover hoy más de $ 6.000 millones por año y a contar con 9.000 puntos de venta.

Para neutralizar esta competencia, Carrefour optó por impulsar sus Mini, pequeños locales de los cuales ya opera una decena en Capital Federal y proyecta llegar a por lo menos 30 en 2010. Ayer, anunció la apertura de otros dos locales en Capital Federal en los barrios de Cañitas y Abasto.

“Consolidamos nuestra propuesta de proximidad brindando una opción que permite a los clientes resolver sus compras más pequeñas de una manera ágil muy cerca de su casa”, explicó Carlos Velazco, director de Comunicaciones de Carrefour.

La lista de 3000 productos que ofrecen los Mini Carrefour incluye lácteos, almacén seco, desayuno, panadería, snack, golosinas, bebidas, perfumería, limpieza y bazar.

Salvo por la ausencia de verdulería y carnicería, un formato muy similar al de los súper chinos. De hecho, el propio Velazco reconoce que “en ese segmento hay un interesante nivel de ventas para disputar”.

En el caso de Walmart, la expansión de los Changomas será fundamental para la estrategia de la cadena durante 2010. Si bien posee tres medidas -400, 800 y 3500 m2-, en Capital Federal la apuesta será a los locales más pequeños, también con la mira puesta en los súper chinos por clientes que buscan proximidad, agilidad y calidad.

“Es un sector de consumidores que hoy está desatendido al que podemos llegar con una buena propuesta de calidad”, aseguró Hernán Carboni, director de Relaciones Institucionales de Walmart Argentina. El ejecutivo también reconoció la importancia de los súper chinos. “Son competidores naturales”, sostuvo, aunque aclara que la expansión de los Changomas “busca dar mas servicios a los consumidores y no disputar el sector con otros actores”.

Changomas ya tiene 19 sucursales en sus diferentes formatos, ubicadas en Formosa, La Rioja, Salta, Santiago del Estero, Neuquén, Tigre y la Ciudad de Buenos Aires.

(Fuente: El Cronista)

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