abril 12 de 2012 - 3:50 pm
Empresarios del comercio minorista han visto grandes posibilidades en Colombia, por el buen desempeño económico tanto en las grandes ciudades, como en poblaciones intermedias.
A comienzos de este año, Pedro Soares dos Santos, administrador delegado de la cadena portuguesa Jerónimo Martins, justificaba a sus accionistas una de las decisiones estratégicas del 2011: la entrada a Colombia.
“Colombia es un país democrático, con un marco político y económico favorables para el desarrollo de la empresa privada”, señalaba en el reporte anual, al tiempo que daba como una ventaja las mejores notas otorgadas por las calificadoras de riesgo.
“Creo profundamente en el potencial de Colombia, y la nueva fase del proceso de internacionalización de Jerónimo Martins será una futura fuente de creación de valor sostenible para el Grupo”, dijo.
Con una mirada positiva, también está en marcha la incursión de las tiendas por departamentos Ripley de Chile que, después de un primer intento que se frustró por razones de negocio, insiste en su apuesta a Colombia, incluso por encima de su mercado natural.
Hace unas semanas, el director de Ripley Corp, Hernán Uribe, expresó que “la idea de la empresa es que la operación colombiana supere a la chilena a mediano plazo”.
Para el empresario, Colombia “tiene un tamaño grande de población, con mucho crecimiento en el consumo y un gran desarrollo dentro de la economía latinoamericana”, según declaraciones a medios de su país.
La primera tienda de Ripley en Colombia está prevista para el 2012 en la ciudad de Bucaramanga.
La compañía anunció una inversión de 272 millones de dólares en un período de cuatro años para el crecimiento en el país.
Recientemente, en Perú, en una convención internacional de centros comerciales, los gerentes de ese tipo de complejos en Colombia llegaron cargados de optimismo porque las empresas que desarrollan grandes malls y los comerciantes que están atentos a oportunidades de expandir sus marcas preguntaban constantemente por las oportunidades de desarrollo en Colombia.
Hasta hace poco se hacían cuentas de la construcción de una docena de complejos de almacenes en varias partes del país, que se sumarán a 148 que operan hoy, según cifras de AceColombia, el gremio de los centros comerciales.
Los análisis de mercado muestran que la distribución geográfica, con ciudades grandes e intermedias, ofrece un abanico de oportunidades. Eso, unido a unas condiciones macroeconómicas que han permitido que se incrementen el gasto per cápita y el interés de la población por consumir.
Por su parte, en las grandes ciudades, los modelos de tiendas y centros comerciales que responden a las expectativas de proximidad es otra tendencia que se configura.
Todo indica que el camino en materia de oportunidades para el comercio apenas se construye y señal de ello es que un jugador global como Wal-Mart, la mayor cadena de comercio en el mundo todavía no ha llegado. “Creemos que la economía colombiana tiene un desempeño excepcional y admiramos lo que ha hecho… es una de las grandes economías del continente donde no tenemos presencia y quisiéramos hacerlo.
Sin duda, queremos estar en Colombia y eventualmente así será”, dijo Rob Walton, cabeza de Wal-Mart, en una reciente visita al país.
LA CLASE MEDIA EMPUJA EL CONSUMO
Los inversionistas del comercio tienen su mirada en mercados como el colombiano.
Recientemente, Fenalco dio a conocer un estudio al respecto y advierte que ese fenómeno se evidencia en asuntos como la inclusión cada vez más dinámica de la mujer en el mercado laboral, el aumento de los hogares unipersonales, el mayor acceso al crédito de la población de bajos ingresos y el aumento de las coberturas de educación y salud.
“Los compradores de la clase media emergentes son los principales consumidores de alimentos con valor agregado, vestuario y equipo electrónico”, señala Fenalco.
El estudio, elaborado por Research Coke Council-Mckinsey, agrupa los consumidores por los siguientes segmentos: amantes de las marcas, clientes sociales en busca de una experiencia agradable, clientes de conveniencia orientados a marcas, compradores funcionales y escépticos con problemas financieros.
En Colombia, los amantes a las marcas corresponden al 35 por ciento, mientras que en mercados como el chileno y el mexicano –con desarrollos comerciales maduros- es de 16 y 28 por ciento.
Constanza Gómez G.
Economía y Negocios
EXPERTO EN LOGÍSTICA Y RETAIL. igomeze@gmail.com www.igomeze.blogspot.com igomeze@une.net.co +57 3014152370 COLOMBIA - SURAMERICA
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