Por qué las marcas deben apostar por una estrategia de marketing más minimalista
Por qué las marcas deben apostar por una estrategia de marketing más minimalista
Publicado por Redacción en Estrategia hace 14 minutos
Temas Marketingestrategiaforresterprevisiones
Si se le preguntase a un consumidor sobre las estrategias que las marcas siguen para conectar con ellos, posiblemente se inclinaría por una cuestión. Casi seguro que el consumidor señalaba que las marcas están intentando hacer que sus mensajes lleguen sea como sea a ellos y que optan por la estrategia de repetir hasta aburrir para posicionar lo que quieren decir. O, lo que es lo mismo, los consumidores señalarían que las marcas tienden a ser especialmente pesadas y especialmente repetitivas si lo que quieren es hacer llegar sus mensajes.
En parte, tienen razón. Las marcas han estado usando de forma reiterativa en los últimos tiempos (y en los no tan últimos) la estrategia de optar por reiterar el mensaje una y otra vez como herramienta para posicionar lo que quieren decir. La cuestión de fondo es que, dado que cada vez hay más y más mensajes publicitarios, los consumidores tienen cada día más difícil el escuchar el mensaje de la marca, lo que obliga a ser mucho más intenso a la hora de lanzarlo para que al menos alguna vez se cuele. Por otro lado, se espera que, aunque esté como rumor de fondo, el escuchar una y otra vez algo hará que algo llegue a quedar en la memoria del consumidor.
Pero ¿es esta una estrategia realmente acertada o están errando las marcas en su apuesta por el ruido de fondo y la repetición constante de sus mensajes corporativos? Los consumidores parecen bastante hartos de todo este boom de publicidad y, sobre todo, de encontrarse publicidad en todas las esquinas. De hecho, no hay más que ver lo que está ocurriendo en internet para comprenderlo. Los consumidores no paran de quejarse de que hay demasiados anuncios (y algunos, como el retargeting, demasiado reiterativos y 'pesados') y algunos han incluso empezado a tomar cartas en el asunto eliminando la publicidad vía adblocker.
No solo las quejas de los consumidores invitan a pensar sobre este tema, sino que además también los expertos apuntan a que las marcas deberían reflexionar sobre lo que están haciendo y sobre cuál es el camino al éxito en el nuevo terreno en el que tienen que moverse. ¿Han cambiado ya tanto los consumidores que la publicidad masiva ha dejado de realmente funcionar con ellos? ¿Tienen que ser las marcas capaces de encontrar una nueva manera de posicionarse y de conectar con los potenciales clientes? En la estrategia publicitaria del mañana, las marcas podrían verse obligadas a ser simplemente más minimalistas. Como diría Coco Channel, menos es más.
Una estrategia minimalista
No solo Channel pensaba en lo minimalista como clave para el éxito. También lo hacen los analistas de Forrester. Según una de sus previsiones, en 2017 la estrategia de marketing debería pasar de las estrategias basadas en la cantidad a las centradas en la calidad. Es decir, en vez de lanzar muchísimos anuncios porque algo caerá, las marcas tendrán que centrarse en mejor la experiencia, la calidad y la relación entre el mensaje y el receptor.
¿Cómo será el futuro?
Las marcas tendrán que pasarse a los anuncios de calidad. En vez de hacer campañas masivas, tendrán que trabajar para posicionar menos mensajes, pero mucho mejores, lo que hará por un lado que los precios suban y que, por otro, se exija que se reduzca el inventario. Esto es, en vez de posicionar anuncios en cada esquina posible de los medios de comunicación, las marcas exigirán menos espacios publicitarios en los medios, pero de mejor calidad.
De forma indirecta, se mejorará la segmentación y la tecnología detrás de esos anuncios, ya que con menos oportunidades será mucho más importante llegar al consumidor que toca.
Por supuesto, en este nuevo escenario los datos serán vitales. Los analistas creen que las marcas tendrán que mejorar la calidad de los datos de los que disponen (o asegurarse de que tienen muchos buenos datos) para ser capaces de ofrecer los anuncios que tocan y a quien toca.
Por qué las marcas deben apostar por una estrategia de marketing más minimalista
Publicado por Redacción en Estrategia hace 14 minutos
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Si se le preguntase a un consumidor sobre las estrategias que las marcas siguen para conectar con ellos, posiblemente se inclinaría por una cuestión. Casi seguro que el consumidor señalaba que las marcas están intentando hacer que sus mensajes lleguen sea como sea a ellos y que optan por la estrategia de repetir hasta aburrir para posicionar lo que quieren decir. O, lo que es lo mismo, los consumidores señalarían que las marcas tienden a ser especialmente pesadas y especialmente repetitivas si lo que quieren es hacer llegar sus mensajes.
En parte, tienen razón. Las marcas han estado usando de forma reiterativa en los últimos tiempos (y en los no tan últimos) la estrategia de optar por reiterar el mensaje una y otra vez como herramienta para posicionar lo que quieren decir. La cuestión de fondo es que, dado que cada vez hay más y más mensajes publicitarios, los consumidores tienen cada día más difícil el escuchar el mensaje de la marca, lo que obliga a ser mucho más intenso a la hora de lanzarlo para que al menos alguna vez se cuele. Por otro lado, se espera que, aunque esté como rumor de fondo, el escuchar una y otra vez algo hará que algo llegue a quedar en la memoria del consumidor.
Pero ¿es esta una estrategia realmente acertada o están errando las marcas en su apuesta por el ruido de fondo y la repetición constante de sus mensajes corporativos? Los consumidores parecen bastante hartos de todo este boom de publicidad y, sobre todo, de encontrarse publicidad en todas las esquinas. De hecho, no hay más que ver lo que está ocurriendo en internet para comprenderlo. Los consumidores no paran de quejarse de que hay demasiados anuncios (y algunos, como el retargeting, demasiado reiterativos y 'pesados') y algunos han incluso empezado a tomar cartas en el asunto eliminando la publicidad vía adblocker.
No solo las quejas de los consumidores invitan a pensar sobre este tema, sino que además también los expertos apuntan a que las marcas deberían reflexionar sobre lo que están haciendo y sobre cuál es el camino al éxito en el nuevo terreno en el que tienen que moverse. ¿Han cambiado ya tanto los consumidores que la publicidad masiva ha dejado de realmente funcionar con ellos? ¿Tienen que ser las marcas capaces de encontrar una nueva manera de posicionarse y de conectar con los potenciales clientes? En la estrategia publicitaria del mañana, las marcas podrían verse obligadas a ser simplemente más minimalistas. Como diría Coco Channel, menos es más.
Una estrategia minimalista
No solo Channel pensaba en lo minimalista como clave para el éxito. También lo hacen los analistas de Forrester. Según una de sus previsiones, en 2017 la estrategia de marketing debería pasar de las estrategias basadas en la cantidad a las centradas en la calidad. Es decir, en vez de lanzar muchísimos anuncios porque algo caerá, las marcas tendrán que centrarse en mejor la experiencia, la calidad y la relación entre el mensaje y el receptor.
¿Cómo será el futuro?
Las marcas tendrán que pasarse a los anuncios de calidad. En vez de hacer campañas masivas, tendrán que trabajar para posicionar menos mensajes, pero mucho mejores, lo que hará por un lado que los precios suban y que, por otro, se exija que se reduzca el inventario. Esto es, en vez de posicionar anuncios en cada esquina posible de los medios de comunicación, las marcas exigirán menos espacios publicitarios en los medios, pero de mejor calidad.
De forma indirecta, se mejorará la segmentación y la tecnología detrás de esos anuncios, ya que con menos oportunidades será mucho más importante llegar al consumidor que toca.
Por supuesto, en este nuevo escenario los datos serán vitales. Los analistas creen que las marcas tendrán que mejorar la calidad de los datos de los que disponen (o asegurarse de que tienen muchos buenos datos) para ser capaces de ofrecer los anuncios que tocan y a quien toca.
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