Robo hormiga le cuesta US$150 millones al mercado colombiano - Revista PyM
Robo hormiga le cuesta US$150 millones al mercado colombiano
Robo hormiga le cuesta US$150 millones al mercado colombiano
OCTUBRE 5, 2016 por DAVID BITAR
El robo hormiga o silencioso es una de las modalidades que más le están trayendo dolores de cabeza a los retailers, almacenes y grandes superficies. En lo corrido del año se han judicializado alrededor de 4.000 personas. Es el inicio de una carrera delictiva que poco a poco se especializa, e independientemente del valor es un delito y merece una sanción.
Se estima que en Colombia las pérdidas anuales por hurto y fraude en todo el comercio representan 150 millones de dólares; de estas pérdidas los supermercados y grandes superficies reportaron 193 mil millones de pesos en robos durante el año 2015, según el último Censo Nacional de Mermas, cifras que sustentan que la problemática del robo hormiga es seria y se ha convertido en un negocio redondo para los infractores y bandas organizadas.
En lo que va corrido del año, se ha logrado judicializar más de 4.000 infractores a nivel nacional y un fallo de 295 sentencias condenatorias, entre ellas desde 6 meses hasta 3 años de prisión, prohibición de ingresos a establecimientos comerciales, multas e indemnizaciones. Asimismo, ha judicializado varios casos de hurto interno por parte de empleados que por meses e incluso por años han venido realizando hurtos y fraudes a sus empresas, es importante resaltar que en estos casos el hurto se agrava por el abuso de confianza.
Robo hormiga en retails
De los casos presentados en los supermercados el 42% corresponde a robos cometidos por funcionarios o empleados de los establecimientos, lo que equivale a cerca de 80 mil millones de pesos al año, estos casos son más difíciles de detectar ya que los empleados conocen las debilidades de la empresa y manejan sus inventarios y sistemas, encontrando la oportunidad perfecta para sustraer mercancía o dinero.
El 51% restante es el resultado de los robos realizados por infractores y bandas externas, es decir 98 mil millones de pesos que se van en las manos de las bandas que utilizan diferentes modus operandi y se especializan cada vez más. El 7% restante corresponde a menores cantidades de productos que se pierden en los procesos de entrega por proveedores.
“Aunque los procesos legales de este tipo toman su tiempo y requieren de seguimiento, deben ser siempre judicializados, pues es el único medio en que los responsables podrán recibir una sanción y parar de hurtar en el sector” afirma Jorge Segura, Director Legal de ALTO.
El sistema de ALTO muestra que en Colombia, los hombres son los que más hurtan en el comercio con un 60%, frente a un 40% de las mujeres, por lo general están entre las la edades de 20 a 35 años con un porcentaje del 51%; los días más frecuentes son los martes, jueves, viernes y sábados, las horas en las que se reportaron más casos es entre las 3:00 p.m. a 8:00 p.m., cuando se presenta una mayor afluencia de compradores y los delincuentes se camuflan entre ellos.
“El hurto hormiga es la cuna de la delincuencia, si no hay sanciones, los infractores van escalando a delitos mayores, por ello hay que combatirlo denunciando. Aunque individualmente estos hurtos no parezcan significativos está demostrado que en el acumulado generan pérdidas millonarias en el sector retail y finalmente en la economía del país”, agrega Jorge Segura, Director Legal de ALTO.
¿Cómo operan las bandas organizadas?
Las bandas delictivas que azotan el comercio son organizaciones dedicadas al trabajo criminal, ingresan a las tiendas muy bien vestidos y se camuflan entre los clientes.
Los delincuentes operan en grupo, donde hay una clara división de funciones y cada delincuente cumple un rol específico: “el distractor” que busca captar la atención del personal de la tienda; “el campanero” que vigila que todo esté bajo control; “el despinador” que retira los dispositivos de seguridad y “el cargador” que se esconde la mercancía para salir del establecimiento.
Adicional a esto, se han identificado varios casos de robo interno o complicidad, en donde los mismos empleados colaboran con los delincuentes y se reparten las ganancias de la mercancía robada.
Fíjese en la actitud: Un comprador solo dirige la mirada hacia las características de la prenda o a su precio, sin preocuparse mucho de lo que está sucediendo a su alrededor, ni de lo que están haciendo las otras personas.
Cabeza perdida: Los ladrones miran al techo, arriba y abajo buscando la ubicación de las cámaras de seguridad, para luego ubicarse en los puntos muertos, donde no cubre el sistema y así poder esconder el producto o sacarle los dispositivos.
Demasiada manipulación de los productos. Una práctica común entre quienes cometen robo hormiga, es la manipulación constante e incluso innecesaria de los productos, con la intención retirar los dispositivos de seguridad y esconder la mercancía entre su ropa o bolsas especiales.
El top 10 de los más robados
Artículos de aseo personal ocuparon el primer lugar dentro los productos más robados, las carnes frías se encuentran en el segundo lugar y las golosinas en el tercero. Conforman también la lista los aparatos digitales, los enlatados, leches de fórmula, licores, ropa en general y juguetería, multivitamínicos y cuchillas de afeitar.
El robo hormiga o silencioso es una de las modalidades que más le están trayendo dolores de cabeza a los retailers, almacenes y grandes superficies. En lo corrido del año se han judicializado alrededor de 4.000 personas. Es el inicio de una carrera delictiva que poco a poco se especializa, e independientemente del valor es un delito y merece una sanción.
Se estima que en Colombia las pérdidas anuales por hurto y fraude en todo el comercio representan 150 millones de dólares; de estas pérdidas los supermercados y grandes superficies reportaron 193 mil millones de pesos en robos durante el año 2015, según el último Censo Nacional de Mermas, cifras que sustentan que la problemática del robo hormiga es seria y se ha convertido en un negocio redondo para los infractores y bandas organizadas.
En lo que va corrido del año, se ha logrado judicializar más de 4.000 infractores a nivel nacional y un fallo de 295 sentencias condenatorias, entre ellas desde 6 meses hasta 3 años de prisión, prohibición de ingresos a establecimientos comerciales, multas e indemnizaciones. Asimismo, ha judicializado varios casos de hurto interno por parte de empleados que por meses e incluso por años han venido realizando hurtos y fraudes a sus empresas, es importante resaltar que en estos casos el hurto se agrava por el abuso de confianza.
Robo hormiga en retails
De los casos presentados en los supermercados el 42% corresponde a robos cometidos por funcionarios o empleados de los establecimientos, lo que equivale a cerca de 80 mil millones de pesos al año, estos casos son más difíciles de detectar ya que los empleados conocen las debilidades de la empresa y manejan sus inventarios y sistemas, encontrando la oportunidad perfecta para sustraer mercancía o dinero.
El 51% restante es el resultado de los robos realizados por infractores y bandas externas, es decir 98 mil millones de pesos que se van en las manos de las bandas que utilizan diferentes modus operandi y se especializan cada vez más. El 7% restante corresponde a menores cantidades de productos que se pierden en los procesos de entrega por proveedores.
“Aunque los procesos legales de este tipo toman su tiempo y requieren de seguimiento, deben ser siempre judicializados, pues es el único medio en que los responsables podrán recibir una sanción y parar de hurtar en el sector” afirma Jorge Segura, Director Legal de ALTO.
El sistema de ALTO muestra que en Colombia, los hombres son los que más hurtan en el comercio con un 60%, frente a un 40% de las mujeres, por lo general están entre las la edades de 20 a 35 años con un porcentaje del 51%; los días más frecuentes son los martes, jueves, viernes y sábados, las horas en las que se reportaron más casos es entre las 3:00 p.m. a 8:00 p.m., cuando se presenta una mayor afluencia de compradores y los delincuentes se camuflan entre ellos.
“El hurto hormiga es la cuna de la delincuencia, si no hay sanciones, los infractores van escalando a delitos mayores, por ello hay que combatirlo denunciando. Aunque individualmente estos hurtos no parezcan significativos está demostrado que en el acumulado generan pérdidas millonarias en el sector retail y finalmente en la economía del país”, agrega Jorge Segura, Director Legal de ALTO.
¿Cómo operan las bandas organizadas?
Las bandas delictivas que azotan el comercio son organizaciones dedicadas al trabajo criminal, ingresan a las tiendas muy bien vestidos y se camuflan entre los clientes.
Los delincuentes operan en grupo, donde hay una clara división de funciones y cada delincuente cumple un rol específico: “el distractor” que busca captar la atención del personal de la tienda; “el campanero” que vigila que todo esté bajo control; “el despinador” que retira los dispositivos de seguridad y “el cargador” que se esconde la mercancía para salir del establecimiento.
Adicional a esto, se han identificado varios casos de robo interno o complicidad, en donde los mismos empleados colaboran con los delincuentes y se reparten las ganancias de la mercancía robada.
Fíjese en la actitud: Un comprador solo dirige la mirada hacia las características de la prenda o a su precio, sin preocuparse mucho de lo que está sucediendo a su alrededor, ni de lo que están haciendo las otras personas.
Cabeza perdida: Los ladrones miran al techo, arriba y abajo buscando la ubicación de las cámaras de seguridad, para luego ubicarse en los puntos muertos, donde no cubre el sistema y así poder esconder el producto o sacarle los dispositivos.
Demasiada manipulación de los productos. Una práctica común entre quienes cometen robo hormiga, es la manipulación constante e incluso innecesaria de los productos, con la intención retirar los dispositivos de seguridad y esconder la mercancía entre su ropa o bolsas especiales.
El top 10 de los más robados
Artículos de aseo personal ocuparon el primer lugar dentro los productos más robados, las carnes frías se encuentran en el segundo lugar y las golosinas en el tercero. Conforman también la lista los aparatos digitales, los enlatados, leches de fórmula, licores, ropa en general y juguetería, multivitamínicos y cuchillas de afeitar.
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