Fuente: La Republica
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Se debe apostar por servicios que ayuden a propiciar y mantener ese modo omnicanal por parte del consumidor, lo cual supone una de las principales ventajas de la venta física, orientados a facilitar la compra
Tiago Eiro
Los avances tecnológicos y las nuevas formas de consumo están generando un contexto mucho más flexible en donde los grandes cambios suceden muy rápidamente, trayendo consigo grandes cambios y retos para sectores como el retail. En este contexto, es fundamental mantener una visión orientada a la innovación en la que se puedan identificar a estos desafíos, para poder anticiparse a ellos.
La primera de estas grandes tendencias que se avecinan es la adaptación a la omnicanalidad, la integración de todos los canales del mercado. Actualmente, los consumidores están cada vez más acostumbrados a comprar tanto en el mundo online como en el físico, por tal motivo los clientes esperan que las marcas creen sinergias entre ambos formatos. Es por ello que los centros comerciales deben apostar por servicios que ayuden a propiciar y mantener ese modo omnicanal por parte del consumidor, lo cual supone una de las principales ventajas de la venta física, especialmente aquellos servicios orientados a facilitar la compra. Del mismo modo, existen multitud de opciones de convergencia entre la compra off y online; identificar y rentabilizar estas nuevas formas de consumo es una de las tareas de los centros comerciales. En este sentido, éstos deberán apalancarse en los servicios, especialmente dentro del entorno digital, como valor diferencial respecto a otras formas de consumo.
El segundo de los grandes retos del sector es cómo adaptar la oferta comercial a la nueva realidad del long tail o cola larga en español; la nueva tendencia que representa precisamente aquellos productos de nicho que, si bien no se venden en grandes cantidades, de manera conjunta o vistos como un todo pueden generar resultados representativos. Es vital conocer las nuevas tendencias y cambios en los gustos de los consumidores para saber identificarlos y anticiparse a la competencia de cara a convertir un producto o servicio en algo único. También es importante asegurarse que los nuevos conceptos tengan la oportunidad de adaptarse al formato de centro comercial. El comercio físico tiene que ser más rápido para incorporar nuevos conceptos comerciales.
Otro de los retos, muy vinculado al e-commerce, son las novedades que traen para el sector logístico, uno de los sectores que más ha evolucionado en los últimos años como respuesta al incremento del consumo online. Por parte de los centros comerciales es necesario otorgarles mayores facilidades para gestionar su stock en un espacio físico y online, generando sinergias entre las partes. Los espacios físicos deben garantizar la capacidad de recibir una compra o de devolverla de manera fácil y gratuita. Es por ello que, desde el proceso de diseño, las firmas desarrolladoras de centros comerciales, deben facilitar la gestión de estas operaciones, explorando nuevas oportunidades para crear valor compartido, bien a través de nuevos accesos, mayores espacios o facilidades a nivel innovación, apostando por la automatización de procesos.
Por último, aunque no menos importante, se encuentra el reto del Big Data y cómo los centros comerciales pueden convertirse en recolectores de datos que ayuden a anticipar nuevas tendencias y cambios de consumo, que permitan incrementar la rentabilidad de la operación. En este sentido, los teléfonos móviles son nuestros grandes aliados. Por ejemplo, lo ideal sería interactuar con ellos ofreciendo servicios gratuitos; si conseguimos segmentar de manera efectiva nuestros visitantes, ofreciéndoles una serie de servicios cada vez más personalizados, esto nos permitirá atraer a cada vez un mayor número de comerciantes y facilitarles su éxito en ventas.
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Se debe apostar por servicios que ayuden a propiciar y mantener ese modo omnicanal por parte del consumidor, lo cual supone una de las principales ventajas de la venta física, orientados a facilitar la compra
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Los avances tecnológicos y las nuevas formas de consumo están generando un contexto mucho más flexible en donde los grandes cambios suceden muy rápidamente, trayendo consigo grandes cambios y retos para sectores como el retail. En este contexto, es fundamental mantener una visión orientada a la innovación en la que se puedan identificar a estos desafíos, para poder anticiparse a ellos.
La primera de estas grandes tendencias que se avecinan es la adaptación a la omnicanalidad, la integración de todos los canales del mercado. Actualmente, los consumidores están cada vez más acostumbrados a comprar tanto en el mundo online como en el físico, por tal motivo los clientes esperan que las marcas creen sinergias entre ambos formatos. Es por ello que los centros comerciales deben apostar por servicios que ayuden a propiciar y mantener ese modo omnicanal por parte del consumidor, lo cual supone una de las principales ventajas de la venta física, especialmente aquellos servicios orientados a facilitar la compra. Del mismo modo, existen multitud de opciones de convergencia entre la compra off y online; identificar y rentabilizar estas nuevas formas de consumo es una de las tareas de los centros comerciales. En este sentido, éstos deberán apalancarse en los servicios, especialmente dentro del entorno digital, como valor diferencial respecto a otras formas de consumo.
El segundo de los grandes retos del sector es cómo adaptar la oferta comercial a la nueva realidad del long tail o cola larga en español; la nueva tendencia que representa precisamente aquellos productos de nicho que, si bien no se venden en grandes cantidades, de manera conjunta o vistos como un todo pueden generar resultados representativos. Es vital conocer las nuevas tendencias y cambios en los gustos de los consumidores para saber identificarlos y anticiparse a la competencia de cara a convertir un producto o servicio en algo único. También es importante asegurarse que los nuevos conceptos tengan la oportunidad de adaptarse al formato de centro comercial. El comercio físico tiene que ser más rápido para incorporar nuevos conceptos comerciales.
Otro de los retos, muy vinculado al e-commerce, son las novedades que traen para el sector logístico, uno de los sectores que más ha evolucionado en los últimos años como respuesta al incremento del consumo online. Por parte de los centros comerciales es necesario otorgarles mayores facilidades para gestionar su stock en un espacio físico y online, generando sinergias entre las partes. Los espacios físicos deben garantizar la capacidad de recibir una compra o de devolverla de manera fácil y gratuita. Es por ello que, desde el proceso de diseño, las firmas desarrolladoras de centros comerciales, deben facilitar la gestión de estas operaciones, explorando nuevas oportunidades para crear valor compartido, bien a través de nuevos accesos, mayores espacios o facilidades a nivel innovación, apostando por la automatización de procesos.
Por último, aunque no menos importante, se encuentra el reto del Big Data y cómo los centros comerciales pueden convertirse en recolectores de datos que ayuden a anticipar nuevas tendencias y cambios de consumo, que permitan incrementar la rentabilidad de la operación. En este sentido, los teléfonos móviles son nuestros grandes aliados. Por ejemplo, lo ideal sería interactuar con ellos ofreciendo servicios gratuitos; si conseguimos segmentar de manera efectiva nuestros visitantes, ofreciéndoles una serie de servicios cada vez más personalizados, esto nos permitirá atraer a cada vez un mayor número de comerciantes y facilitarles su éxito en ventas.
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