domingo, julio 17, 2011

Cinco claves del buen momento de la economía (Colombia)

 

Cinco claves del buen momento de la economía

Economía
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La primera mitad del año estuvo llena de noticias que muestran un momento económico particular.

1. Crédito más fácil
Hace un par de semanas, alguien fue al banco y salió con un nuevo préstamo en sus bolsillos. De hecho, otros tres bancos tenían lista la misma cantidad de dinero para entregársela. Ahora, el fulano irá con esa plata a pagar deudas viejas. En principio, parece igual de endeudado, solo que ahora, con el nuevo crédito, tendrá más plazo y pagará menos intereses.
Eso -más o menos- pasó el 5 de este mes, cuando el Gobierno consiguió 2.000 millones de dólares, de inversionistas que compraron bonos del país. Los inversionistas ofrecieron 7.300 millones de dólares. La tasa de interés para Colombia fue de 4,43 por ciento. Dos años antes, le cobraban 7,37 por ciento.
El episodio de ese martes habla del momento de la economía colombiana. 'Alguien' al que los que tienen dinero están dispuestos a prestarle a intereses cómodos. Con la ayuda de que los dólares, desde hace varios años, sobran cada vez más, porque Estados Unidos imprime más y más billetes.
2. El grado de inversión
Cuando a alguien le prestan con esa confianza es porque ven que las cuentas que debe pagar cada vez que le llega el sueldo son razonables. Un razonamiento similar es el del tan mencionado 'grado de inversión'. Tres firmas -Moody's, Standard & Poor's y Fitch Ratings- se dedican a mirar si gobiernos o empresas que buscan plata prestada pueden ser buenas o malas pagas. Y tienen una escala para entregar sus calificaciones. De un punto para abajo de su escala se considera que prestar es especular. Es decir, prestar a cambio de intereses altos, pero jugársela a que, de pronto, no le paguen. Hacia arriba de la escala, prestar es invertir. O sea, entregarle el dinero a un deudor que, con un alto nivel de confianza, se lo devolverá.
Tras una década en la que se consideró que prestarle a Colombia era especular, ahora la deuda colombiana vuelve a contar con calificación (o 'grado') de inversión. Las notas mejoraron desde el 16 de marzo, en el caso de Standard & Poor's; desde el 31 de mayo, en el caso de Moody's, y desde el 22 de junio, en el caso de Fitch.
Sin embargo, quienes califican el riesgo de hacer préstamos no están muy preocupados por saber si para ser cumplido el deudor paga una educación de baja calidad a sus hijos o si se está privando de una mejor alimentación y de servicios básicos. De la misma forma, las notas de las agencias no miran si el país que es buena paga a la vez logra mayor bienestar para su gente.
Como lo explicaba el analista principal de Fitch para Colombia, Erich Arispe, al subir la nota no se tienen en cuenta variables como el desempleo, que en el país sigue estando en los mayores niveles para América Latina.
Así, las calificaciones muestran un aspecto de la economía -poner las cuentas en orden-, pero para ver qué está pasando con los asuntos que son el fin último de esas decisiones -la vida de la gente y su oportunidad de ser felices- hay que mirar otras cosas.
3. Unas 'locomotoras' arrancan, otras...
En primer lugar, cuál es el vínculo entre unas cuentas más ordenadas y el bienestar. Ese nexo está en que las cuentas más ordenadas dan la oportunidad de dedicar más recursos justamente a educación, salud o vivienda. O a lo que ahora el discurso oficial llama las 'locomotoras': infraestructura, vivienda, innovación, agro y minerales, ejes de un programa que establece cómo se canalizan los recursos en la búsqueda de la madurez de la Nación para dar bienestar a sus habitantes, o Plan de Desarrollo (que aprobó recientemente el Congreso).
En segundo lugar, mientras se ejecuta el plan, ¿qué se está logrando? El crecimiento de todo lo que produce el país (el producto interno bruto o PIB) alcanzó en marzo el 5,1 por ciento anual, inferior a buena parte del continente, pero mejorando. En medio de ese crecimiento, las 'locomotoras' no llevan el mismo paso. La actividad edificadora, en la que está la vivienda, crece 4,1 por ciento; el agro, 7,8 por ciento, y de cada 10 pesos producidos de más, el café aportó 3,6 pesos. Pero la 'locomotora' de las obras de infraestructura echó reversa: cayó 11,5 por ciento.
La 'locomotora' de los minerales tiene nombre propio: los buenos precios internacionales. De esta manera la producción de minerales crece 9,4 por ciento, y las exportaciones de petróleo son la mitad del total. Con café y petróleo, el impulso, por ahora, llega de los dones de la naturaleza y de los precios que pone el mercado mundial, más que de avances en productividad y competitividad. No en vano, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que "a pesar de unos fundamentos muy fuertes, el panorama de corto plazo para Colombia puede ser afectado adversamente si caen los precios de las materias primas".
4. Más consumo y arriba tasas
Pero la sexta 'locomotora', es la que más anda. No está en el Plan de Desarrollo, sino en los hogares de los colombianos: las familias están consagradas a la tarea de comprar y comprar.
Entre enero y marzo, de cada tres pesos que produjeron las empresas dentro del país los hogares usaron dos para gastar. De cada diez pesos que creció el PIB las familias aportaron ocho pesos de consumo adicional.
Por supuesto que para comprar se han sentido tranquilos para endeudarse, y los bancos, tranquilos para prestar. Pero cuando la gente compra cada vez más, se corre el riesgo de que las empresas no estén en capacidad de aumentar al mismo ritmo lo que ofrecen en venta, y si ven que les piden más cosas que no pueden ofrecer, entonces suben los precios.
Ante ese riesgo que ya se vislumbra, el Banco de la República ha subido desde febrero cinco veces los intereses que cobra a los bancos comerciales, y se espera otra alza en dos semanas. Como a los bancos comerciales se les encarecen esos recursos, se espera que pronto suban las tasas que cobran al público, de manera que el consumo crezca menos y la inflación no se desborde. Esta, por cierto, sigue en niveles bajos, 3,23 por ciento en el último año completo terminado en junio, por lo cual las alzas de tasas son medicina preventiva y no curativa.
5. Alivio en desempleo
Las alzas de los intereses buscan que los préstamos no sean tan baratos y bajar el ánimo de consumir.
Pero, por ahora, los intereses al público aún no suben significativamente y los créditos siguen creciendo (23 por ciento hasta mayo). La encuesta de Fedesarrollo muestra que la confianza para consumir vuelve a crecer en junio, especialmente muebles y electrodomésticos. No obstante, la firma Raddar había encontrado en mayo un menor aumento del consumo y su presi- dente, Camilo Herrera, lo explica diciendo que ya las familias que iban a comprar carro y otros bienes costosos lo hicieron y el reemplazo de ellos se demora.
Pero el consumo de otras cosas no durables no tendría por qué aflojar, por cuanto sube el número de personas con empleo, con 692.000 más que hace un año. Sin embargo, sigue siendo principalmente trabajo precario, pues ocho de cada diez nuevos empleos corresponden a trabajo por cuenta propia o jornaleros.
Justamente, la precariedad va de la mano de la informalidad, lo que lleva a que sea una minoría de los trabajadores la que aporta al sistema de salud, mientras una gran proporción está cubierta por el sistema subsidiado. Ese hecho es una de las bases del descalabro del sistema de salud, que pone en riesgo una efectiva atención a la gente.
MAURICIO GALINDO
EDITOR DE ECONOMÍA DE EL TIEMPO

EXPERTO EN LOGÍSTICA Y RETAIL. Contactos en: igomeze@une.net.co igomeze@gmail.com www.igomeze.blogspot.com igomeze@une.net.co COLOMBIA - SURAMERICA

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