domingo, febrero 11, 2024

Nutresa, la tradición centenaria que se lleva Gilinski - EL COLOMBIANO

Nutresa, la tradición centenaria que se lleva Gilinski


Nutresa, la tradición centenaria que se lleva Gilinski

Desde el martes, el grupo de alimentos surgido en Medellín pasó a manos de nuevos inversionistas. Un poco de historia.
arrow_back




Desde 1920, la Compañía Nacional de Chocolates, hoy Grupo Nutresa, ha sido un referente de la actividad industrial antioqueña. Convertida en una holding multilatina de alimentos cuenta con 66 filiales que ejecutan diferente operaciones productivas, comerciales, de distribución y de servicios con presencia directa en 17 países y ventas internacionales de US$1.619 en 82 naciones. FOTOS EL COLOMBIANO











Desde 1920, la Compañía Nacional de Chocolates, hoy Grupo Nutresa, ha sido un referente de la actividad industrial antioqueña. Convertida en una holding multilatina de alimentos cuenta con 66 filiales que ejecutan diferente operaciones productivas, comerciales, de distribución y de servicios con presencia directa en 17 países y ventas internacionales de US$1.619 en 82 naciones. FOTOS EL COLOMBIANO








Ferney Arias Jiménez


hace 7 horas


Debo confesar que tardé años en descubrir el factor común existente entre un paquete de Frunas, la chocolatina Jet, las galletas saltín Noel y Sultanas, las salchichas Zenú, o marcas que me valieron más de un regaño como el café La Bastilla y el Chocolate Cruz.

Para muchos quienes ya pasamos los 50 calendarios, los años 70 fueron el periodo de infancia en el que al regresar del Centro de Medellín recibíamos como traído de nuestros papás un pequeño paquete rectangular, que contenía a su vez cuatro tabletas dulces con sabor a frutas, empacadas cada una en una especie de papel parafinado. Las Frunas nunca fueron de mis preferidas por lo que terminaba dándoselas a mis hermanas.


Empresas
Jaime Gilinski toma pista para entrar a la junta de Nutresa



Lo que no les compartía por nada en el mundo eran las chocolatinas Jet. Esas me las comía a escondidas, pero me descubrían porque terminaban encontrando el caramelo o cromo con la imagen de algún animal o planta, que se pegaba en el álbum de Historia Natural, que por cierto nunca tuve.


De las galletas saltín recuerdo que antes del “paquetaco” que conocemos hoy, estas venían dentro de tarros de lámina metálica que terminaban sirviendo para almacenar granos como arroz o maíz en la cocina, o para guardar en algún escaparate el betún y los cepillos con los que el abuelo y los tíos lustraban sus zapatos.

Las Sultanas parecían de estrato más alto, pues solo figuraban en ocasiones especiales, cuando en alguna reunión familiar con ocasión de una primera comunión o Día de la Madre, se ofrecían con una copa de vino a los invitados. Tampoco las apreciaba demasiado y prefería sacar las uvas que ponían en las bandejas.

Los que sí me descrestaban eran los tarros de salchichas Zenú: un envase metálico cerrado herméticamente que tenía una llave para abrirlo. La ingenuidad era tanta que por mucho tiempo pensé que cada llave era distinta y si se perdía, no sería posible abrir el tarro.

Años después, gracias a los conocimientos en mecánica industrial, adquiridos en el colegio Pedro Justo Berrío, comprendí en parte el complejo proceso de moldear y troquelar láminas de acero para fabricar esos recipientes que, si no se destapaban con cuidado, podían causar cortadas profundas en dedos o manos.





Economía
Noel, Zenú, Jet y Crem Helado, entre las marcas que dominarán Gilinski y árabes tras tomar el control de Nutresa



Los recuerdos del café La Bastilla y el chocolate Cruz están atados a la figura de la abuela paterna, quien prefería los productos de otras empresas, así que cuando al regresar con el mandado de la tienda llegaba con estos dos productos, de inmediato venía el regaño y la orden de ir a cambiarlos o pedir la devolución del dinero.

Todo este recorrido y evocación es para señalar que de alguna manera por lo menos cuatro generaciones de colombianos hemos estado en contacto con las marcas de Nutresa, y que estas llegan a las mesas de nuestros hogares de diferentes maneras, y casi sin darnos cuenta.




En mi caso, solo el paso del tiempo me mostró el factor común que mencioné al principio de este texto: la otrora Compañía Nacional de Chocolates, hoy Grupo Nutresa, fundada en 1920, que desde el pasado martes está en manos de nuevos socios inversionistas como la familia Gilinski y el fondo de inversión de Emiratos Árabes IHC Capital Holding.

Grupo de más de 100 años

Esta descripción recoge una pequeña parte del extenso portafolio de productos de esta holding de alimentos cuya existencia se remonta a los primeros años del siglo anterior.

En los años 70 las páginas de este diario daban cuenta de como el 12 de abril de 1920, mediante escritura pública 1.043 de la Notaría Primera de Medellín, fue fundada la Compañía de Chocolate Cruz Roja, con un capital de $4.000.

Para ese momento “los accionistas eran seis. El personal vinculado de 21 almas. El patrimonio líquido de $600.000 y las ventas ascendieron a menos de medio millón de pesos”, relató en abril de 1970, el entonces gerente de la empresa Samuel Muñoz a EL COLOMBIANO.

Asimismo en este año (1920) se contabilizaron $44.000 como utilidades, luego de pagar impuestos, que sumaron $222 pagados en 1921. Por salarios y prestaciones se cancelaron unos $9.000, el precio de la arroba de cacao se pagó a $7,23 y la libra de chocolate amargo costaba 65 centavos.

En esos primeros años la empresa tuvo que enfrentarse incluso a una reclamación entablada respecto al nombre por una organización internacional humanitaria que todos conocemos y admiramos, la Cruz Roja, lo que dio lugar al cambio de razón social de la empresa por el de Compañía Nacional de Chocolates, hecho que quedó consignado en la escritura pública número 2.166 del 10 de octubre de 1924.

Gabriel Ángel, Jesús López y Carlos Enrique López se constituyeron en esa época como fundadores de la compañía.

Negocios estratégicos

En el radar de la empresa siempre han estado las actividades asociadas a la producción de alimentos y una de sus primeras movidas fue su vinculación como accionista, en 1933, de la Fábrica de Galletas Noel, mediante el aporte de maquinaria para elaborar golosinas y galletas Dux.

En ese mismo año creó la marca Sello Rojo para comercializar café tostado y molido, como parte de su estrategia para diversificar los ingresos. Esta incursión se consolidaría en 1958 con el surgimiento de Colcafé, vehículo enfocado en la venta de café soluble.

La década de los 60 arrancó con un hito, la adquisición de Productos Zenú por parte de Noel, que más tarde se consolidaría a través de Industria de Alimentos Zenú y Alimentos Cárnicos.




Otras categorías de alimentos enganchadas al portafolio fueron las de pastas, con la compra en 1997 de Productos Alimenticios Doria, y los helados con la adquisición de Meals de Colombia en el 2006.

Y en tiempos más recientes resulta destacada la compra de Aldage Inc., en 2015, propietaria de las compañías colombianas que conforman el Grupo El Corral.

Como se puede apreciar, la trayectoria centenaria del Grupo Nutresa, que es como se denomina la compañía desde 2011, ha sido por la expansión en segmentos clave de la alimentación y la canasta familiar no solo en Colombia.

Y es que desde 1995 la empresa paisa puso en la mira los mercados del vecindario con la fundación de empresas comercializadoras y distribuidoras en el exterior (Cordialsa), en Ecuador y Venezuela.

Unos pasos más atrevidos en el exterior fueron dados en 2004 con la compra de las plantas de galletas y chocolates de la multinacional Nestlé en Costa Rica, y en 2006 concretó la adquisición de Galletas Pozuelo en ese país centroamericano.

Más hacia el norte, en Estados Unidos, también ha pasado el carrito de compras de Nutresa. Allí, en 2010, se hizo a una empresa dedicada a la producción y comercialización de galletas dulces (Fehr Holdings hoy Abimar Foods), con plataformas de producción en Texas y Oklahoma.

Al negocio de la marca Crem Helado en Colombia se suma la operación de Helados Bon, empresa líder de este segmento en República Dominicana, incorporada en 2011, así como AFC dueña de heladerías Pops de Costa Rica, integrada al Grupo Nutresa en 2012.

En el sur del continente la apuesta fue por Tresmontes Lucchetti, productora y comercializadora de bebidas instantáneas frías, té, jugos, café, pastas, snacks, aceites comestibles, sopas y postres. Esta firma es líder de participación de mercado en Chile en la categoría de bebidas instantáneas frías.

En los últimos cinco años las inversiones más relevantes se han ejecutado en Minnesota, Estados Unidos, donde se compró en 2019 el 100% de las acciones de Cameron’s Coffee y el 2021 marcó la llegada de la empresa antioqueña a una nueva categoría, la nutrición animal, con la adquisición de Belina en Costa Rica.

Ventas billonarias

A casi 104 años de actividades, los ingresos de Nutresa se han multiplicado exponencialmente pasando de $500.000 en 1920 a $17 billones al cierre del 2022, al igual que las utilidades que pasaron de $44.000 hace más de un siglo a $903.767 millones el año antepasado.

Las últimas cuatro décadas estuvieron signadas por el enroque o cruce accionario que existió entre los grupos Nutresa, Sura y Argos, lo que consolidó una estructura robusta: el Grupo Antioquia, el Sindicato Antioqueño o el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).

Economía
Ojo: Avianca alerta estafa con la que están ofreciendo tiquetes baratos a su nombre



Si bien esta denominación no correspondió a un ente jurídico formal, sirvió para referenciar la relación existente entre varias compañías de origen paisa que, históricamente, compartieron valores filosóficos en el ejercicio de la actividad industrial y comercial.

Las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) lanzadas desde finales de 2021 por el Grupo Gilinski por Sura, Nutresa y Argos revivieron la “toma hostil” que Jaime Michelsen Uribe emprendió contra la Compañía Nacional de Chocolates en 1981, la cual fue contenida con una permuta o intercambio.

El pasado martes una transacción similar provocó que Nutresa dejara de ser socio de Argos y Sura, y pasara a manos de Gilinski y sus socios árabes de IHC, con lo que el enroque perdió a uno de sus pilares.

“Bienvenidos los nuevos inversionistas que recibirán este legado, a su gente y a su cultura empresarial. Les deseamos éxitos y progreso y, Dios permita que continúen protegiendo esta forma de actuar, construida y consolidada en más de 100 años de historia”, expresó Héctor Arango Gaviria, en la asamblea extraordinaria de accionistas celebrada el 18 de septiembre del año pasado.

La llegada de los nuevos inversores suscita inquietudes sobre el rumbo que en adelante tomará Nutresa, por lo pronto la holding fue reconocida hace poco como parte del mejor 10% en la industria mundial de alimentos.


Economía
Actividad económica en Antioquia decreció 1,2% y mostró el mayor desplome en Colombia



En la evaluación del Anuario de Sostenibilidad de S&P Global Sustainable 1 fueron incluidas más de 9.400 empresas de 62 industrias diferentes y, según de indicó, “Nutresa ha demostrado un desempeño destacado en asuntos como materialidad, gestión transparente de impuestos, gestión de innovación, transparencia y reporte, gestión de residuos, desarrollo del capital humano, salud y nutrición”.

Como consumidor estoy expectante sobre la integración del extenso portafolio de Nutresa y el que los Gilinski poseen a través de Productos Yupi y Cinal, con marcas como Tosti, Rizadas, Yupis y Copelia.

Pero, no imaginarán la impresión que tuve durante la redacción de este texto, al recordar que en 2011 Nutresa vendió las Frunas a Comestibles Aldor. ¿Irán los Gilinski y los árabes a recuperar esa marca y esos d

No hay comentarios.: