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jueves, noviembre 08, 2018

LA HISTORIA NO CONTADA DEL RETAIL

LA HISTORIA NO CONTADA DEL RETAIL
Día tras día nos hablan del crecimiento ilimitado del comercio electrónico. Nos vienen a decir en voz bajita que esta curva ascendente siempre ascenderá hasta la solución final: las mayorías de las ventas las haremos desde la comodidad y la conveniencia de nuestras casas. Usted y yo aunque dudemos, será así. Es el guión de lo que sucederá. Nos lo insinúan la abismal, brutal, casi totalidad de las publicaciones especializadas, y casi muchas de las consultoras especializadas en retail.
Pero sucede que en el fuego de lo que fue ardé lo que será.
En este blog, defendemos una corriente negacionista del futuro que nos presentan. Básicamente esta postura negacionista nace del estudio y análisis de siglo y medio del retail (en muchos mercados, no solo el estadounidense). Dos décadas estudiando la evolución de las formas de consumo, la evolución de las estrategias de los más grandes, nos permiten aventurar que el comercio electrónico crecerá, y en muchos sectores el peso será brutal (sobre todo con el avance de la tecnología que permitirá que las compras por internet sean hiperreales, derrumbado la gran barrera tradicional para la compra por internet: no puedo tocar, sentir, probar los productos cuando voy a comprarlos), pero en otros muchos sectores (la mayoría) la captación de cuota de mercado del ecommerce será mucho más lenta. Y además muchas de las ventas online en el futuro se recogerán en tienda física. En otras palabras, el comercio electrónico sin una base de tiendas físicas será inviable para muchos retailers. No existirá un mundo próximo donde la ventas online superen a las ventas en tiendas físicas.
La realidad, y siento comentarlo,  es que en muchas de las publicaciones que hablan del retail, hay un desconocimiento brutal de la historia del retail, y sin conocer la historia es imposible aventurar el futuro. La mayoría desconocen el caso Montgomery Ward, jamás han hablado de él, ni han hecho referencia al que fue uno de los más grandes retailers de todos los tiempos. No saben que en su historia se explica parte de la evolución futura del comercio electrónico. No conocen, ni jamás han hecho referencia, al caso Grainger´s. Como se desconoce el caso Moore, o el caso Eaton.
El comercio minorista tradicional (tiendas físicas) siempre ha tenido su disruptor antagonista que venía a canibalizarle su cuota de mercado desde la conveniencia. Antes de Amazon, hubo muchos amazones a su modo y en su contexto histórico. Y si les cuentan que sí, pero que nunca tuvieron un impacto en el retail tan grande como Amazon, sencillamente es que desconocen la historia del retail.
Los patrones de consumo han cambiado, y la tecnología nos ha llevado a otro escenario. Pero conviene saber que entre el 1987 y 1992, el pedido por correo de catálogos fue en la industria del retail nortemanericana el sector de mayor crecimiento.  Y de eso no hace tanto: recordemos que Amazon se creó en el 1994, y eBay en el 1995: y cuando ambos nacieron, lo que más crecía porcentualmente en la industria del retail eran las ventas por correo de catálogos.  Esta industria del ventas por correo creció a un ritmo de casi el 10%. Recordemos que el ecommerce en 2017, creció en US a un ritmo de un 16%. No es tan grande la diferencia.
El peso de las ventas por catálogo enviadas por correo a los hogares norteamericanos, tuvo un peso en el PIB de EEUU, durante algunos períodos de distintas épocas, superior al que hoy tiene el ecommerce en el PIB de EEUU.
Ahora muchas consultoras nos hablan de la omnicanalidad como algo de estos tiempos, donde un retailer unifiqua la experiencia de compra en varios canales por los que llega al consumidor….  Eso ya lo hacía Montgomery Ward en los años 30. Hace 90 años (llegaba a los consumidores vía ventas por catálogo, ventas por teléfono a partir de las década de los 60 y por ventas tiendas físicas. Y desde la década de los 60 por los tres canales. Y su unificación era simbiótica, perfecta). Y lo hacía Sears hace 8 décadas. Hablamos de dos de los más grandes retailers de su época.
Estos dos casos, el caso Montgomery y el caso Sears es clave su conocimiento para entender el futuro.
Montgomery Ward y Sears empezaron a caer en los 80.  En el caso de, Montgomery Ward, el sexto minorista más grande del país en esos momentos,  fue una pésima gestión que no les llevó a adaptarse a los cambios socioeconómicos de la sociedad norteamericana, y a su mal control de los gastos estructurales que implicaba el tener que llevar millones de artículos casa a casa, muchas de ellas en el medio oeste americano. El crecimiento de las ventas les llevó a un crecimiento desbordo de los costes estructurales junto con un aumento de la competencia que les hizo decrecer su margen. El último catálogo se emitió en diciembre de 1986.
El día que Montgomery Ward decidió cerrar su línea de negocio de ventas por correo, el CEO, un tal Sr. Brennan,  habló de los costes que suponía, y habló de que “Francamente, no vemos ninguna promesa de mejora en nuestra línea de negocio de venta por catálogo”, dijo. Montgomery  Ward tenía también tiendas físicas.  Cerrar ese negocio “nos dará la fuerza financiera para construir una cadena de tiendas especializadas impulsadas por el valor, que es nuestra estrategia para nuestras tiendas  ”,
En ese momento, 1985, la operación de catálogo de Ward,  facturaba más de  $ 1,2 mil millones de la época (el 20% de lo que vendía la compañía) , y aún así era el tercero del sector de la venta por catálogo, ya que Sears, Roebuck & Company y J. C. Penney Company vendían mucho más.  Cerraron 200 tiendas físicas enfocadas a la venta de productos del catálogo  y 1,270 agencias de ventas de catálogo independientes.
Media década antes, la empresa ya  veía que el negocio de ventas por catálogo no les era rentable, mucho menos que las tiendas físicas. Así que  redujeron el número de almacenes a 43 de 150, y la flota de camiones a 3,100 de 4,200. Ese recorte le ahorró 100 millones de dólares: “Estamos más interesados ​​en la venta minorista tradicional, porque nuestras tiendas minoristas y las operaciones de catálogo son muy independientes entre sí”.
Por otro lado, en el caso Sears Roebuck, el 25 de enero de 1993, Sears, Roebuck & Company anunció  que dejaba el negocio de la venta de su famosísimo catalogo Roebuck (un catálogo de más de 1000 páginas que fue  la Biblia del retail norteamericano  durante 97 años, y que estaba en casi todos los hogares). Edgar Rice Burroughs, quien  escribió  Tarzán, trabajó para Sears. Lauren Bacall, Susan Hayward, Gloria Swanson, o Stephanie Powers aparecieron como modelos en los catálogos de Sears
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Ese día anunció que liquidaba productos, y que despedía a 50,000 empleados.
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Sears por entonces era el tercer retailers más grande del mundo. Y durante un par de décadas había sido el más grande. Pero no solo le iba mal en las ventas por catálogo las cuales ya le suponían unos costes terribles, sino que no había adaptado sus tiendas físicas  a los tiempos: ahora unos “jóvenes” retailers como  Wal-Mart, Toys ” R “Us o  Home Depot , con estructuras de bajo costo, estaban enamorando al consumidor medio norteamericano.
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Al final del proceso, Sears eliminó un total de 98,000 empleos. Se trata de la mayor tragedia de la historia del retail, aunque esté ignorada por las revistas especializadas. Casi 100 mil puestos eliminados, en una empresa icónica: casi 50 millones de personas, habían trabajado para Sears en algún momento de larga vida comercial.
En 1992, las ventas a través del catálogo Roebuck habían supuesto $ 3.3 mil millones (26 años después aproximadamente  solo 250 retailers en el mundo facturan más de 3 mil millones dólares al año sumando las ventas de todas sus divisiones. Pues Sears por entonces vendía solo en su división de venta por catálogo más de 3.3 mil millones de dólares) . Pero los costes estructurales eran tan grandes que perdía  $ 175 millones. Los analistas de la época dijeron que tenían pocas posibilidades de revitalizar la operación sin hacer inversiones significativas de tiempo y dinero.
Todos los grandes retailers habían abandonado las ventas por catálogo,  sólo J.C. Penney Co. siguió  produciendo un catálogo. El mercado de las ventas por catálogo se atomizó en decenas de miles de empresas que se especializaron en ese negocio. Cayeron los más grnades del sector, pero la gente siguió comprando por catálogo. Cada año más.
El caso Sears Roebuck es fascinante, en cuanto a estrategia. Lo he estado investigando durante casi una década, y he aprendido mucho de él. Fue un dislate en muchos sentidos. No se adaptaron en absoluto a los tiempo. Como le pasó a Montgomery.
Sears creyó que muchas décadas de historia le permitía no adaptarse al mundo: el mundo debía adaptarse a su historia:  por ejemplo, el catálogo Roebuck fue de los últimos catálogos que adoptaron el uso de un número de teléfono “800” para tomar pedidos.
Investigando documentos de la época, observé textos como estos en NYT. “La mayoría de los minoristas, dejando a Sears principalmente a un minorista en un centro comercial. El tráfico en los centros comerciales se ha desacelerado un poco en los últimos años, pero la compañía no tiene más remedio que centrarse en sus tiendas de centros comerciales, que son las más rentables”
Pero cómo digo, caídos los dos más grandes en ese sector, por una mala gestión, las ventas por catálogo lejos de hundirse siguieron creciendo. Como una alternativa complementaria y seguramente necesaria a las tiendas físicas.
En los 90, no hace tanto, las ventas por correo eran enormes y crecían a un ritmo que doblaba el crecimiento de las ventas en tiendas físicas. Y las familias que más se vendían eran las mismas que son las que más se venden ahora por internet: libros, música, vídeos, ropa, mobiliarios, juguetes, relojes, joyería..etc.
Nadie (aquí no hago excepciones en las revistas especializadas), nos ha contado que cuando Amazon tenía casi dos años de vida, en el mayor mercado del retail del mundo, las ventas por catálogo enviadas por correo suponían el 10.8% de las ventas del total retail. Hoy el ecommerce en USA no tiene ese peso sobre el total de las ventas retail (excluidas tiquets eventos, viajes, coches).
En 1995 en el apartado de ventas por correo se incluían también las ventas por correo electrónico, pero estas eran nanopequeñas en el total versus la ventas por correo a través de compras a catalógos impresos en papel que se e enviaban a los hogares. En 1995 el ecommerce estaba en su edad neonata.
En la encuesta nacional de 1996 sobre las  Compras por Catálogo en Estados Unidos,  los consumidores indicaron que las razones por las que compraban por internet eran la conveniencia y la exclusividad del producto. Las personas, de 45 a 64 años, eran los mayores compradores por catálogo.
En términos de la industria del catálogo en 1996 , la ropa era el producto más vendido, y la categoría de mayor crecimiento la de los alimentos y bebidas. Parecido a lo que sucede ahora en el ecommerce.
Ese año, 1996 (hace apenas un poco más de dos décadas):
  • Los estadounidenses gastaron de media $ 539 en compras por correo por catálogo (incluía las ventas ecommerce, pero insisto que estas eran minúsculas y que gran peso de las ventas abismalmente procedían de las ventas por catálogo). Eso es más de lo que se ha gastado de media los norteamericanos este año en compras online.
  • La industria de la venta por catálogo en 1996 daba empleo a casi 400.000 personas: sume los empleados en España de El Corte Inglés, Ikea, Media Mark, Leroy Merlin, Carrefour, Bricomart y Eroski y estará  más de 100 mil empleados que generaban las ventas por catálogo en USA.

Desconocen, y nunca han hablado, de la tendencia crossover de los 90, mediante la cual muchos de los retailers de venta por catálogo abrieron tiendas físicas, a veces basadas en tendencias en ventas por catálogo.
Evidentemente se trata de escenarios históricos distintos, pero hay muchas lecturas estratégicas muy interesantes en lo que pasó y que nos pueden servir para no cometer errores en el futuro.
En estos tiempos del retail apocalypse, hay una historia que no se ha contado.

jueves, diciembre 14, 2017

EL FUTURO SUCEDIÓ HACE 120 AÑOS – Retailnewstrends

EL FUTURO SUCEDIÓ HACE 120 AÑOS – Retailnewstrends:

Retailnewstrends




EL FUTURO SUCEDIÓ HACE 120 AÑOS




Leo esta semana en un artículo de una revista especializada en el retail que hay una NUEVA TENDENCIA que nos lleva a la automatización total de las tiendas. Walmart, Tesco, Carrefour, Amazon, Alibaba…. anhelan un mundo donde las tiendas estén totalmente automatizadas. Tiendas nutridas de máquinas que nos entreguen los productos y alimentos que precisamos. Tiendas con aparatos circulando por los pasillos mientras escanean las estanterías para evitar rupturas de stocks. Tiendas sin cajas de cobro. Tiendas con pantallas donde nos expliquen todas las características técnicas de un producto. La búsqueda de la tienda perfectamente perfecta y el asesinato de las partes burocráticas de nuestras compras. Tiendas deshumanizadamente maravillosas, edificadas para glorificar las experiencias de compras de los humanos consumidores. Leo que esta nueva corriente hace que vayamos seguro hacia el casi cien por cien de tiendas sin empleados.

En agosto escribí sobre el personaje más grande de todos los tiempos en el Retail: Clarence Saunders. Absurdamente olvidado, e ignorado, durante décadas por los periódicos en lengua castellana. Por suerte, desde septiembre ha aparecido algún artículo sobre el que fue el padre del retail moderno .

Rescato a Saunder, porque escribir de la automatización de las tiendas como de una “nueva tendencia”, es sencillamente desconocer la historia del Retail.

Desconocer la historia es renunciar a conocer lo que puede pasar en el futuro.

El futuro empezó hace mucho. En el retail se lleva 122 años intentando automatizar, total o parcialmente, las tiendas.

Imaginen que hoy estamos en un día de 1895. Oscar Wilde estrena su obra teatral ” La importancia de llamarse Ernesto”. Cuba, Puerto Rico, Filipinas, las Palaos, las Marianas, y las Carolinas son territorios insulares de España. El 19 de marzo de ese año, 33 espectadores asisten a la Société d’Encouragement à l’Industrie Nacional en París , donde los hermanos Lumière proyectan la primera película cinematográfica de la historia del cine: “La salida de los obreros de la fábrica de Lyon”. Estamos en Berlín, Alemania. Se abre un restaurante llamado Quisisana. Se trata un restaurante de alta tecnología donde hay máquinas expendedoras de alimentos. Fue un éxito. Una experiencia de compra inédita. De aquello hace 122 años.




Quisisana . Berlin. Imagen tomada en 1897

Quisisana era una empresa que abrió el primer restaurante automático del mundo en 1895. También fabricó equipos y máquinas automáticas. A lo lejos, muy a lo lejos, desde el Highgate Cementery de Londres, desde donde lleva 12 años enterrado Carlos Marx, frunce el cejo y barrunta que aquello es el fin del empleo proletario. Pero sucedió que no sucedió el fin del trabajo en la restauración con aquella apuesta por la automatización.

Unos años después, en 1902, se abré en Estados unidos el primer restaurante/cafetería autónomo. Una firma mítica: Horn & Hardart. Tan tristemente desconocidoa por aquí como la mítica cadena de tiendas Piggly Wiggly (cuyo fundador fue Saunders). Horn & Hardart es una cadena de tiendas capital para entender el Retail pasado, presente y futuro. Intenten buscar una decena de artículos sobre ella en castellano….

Este tipo de tiendas automatizadas, no fue algo absolutamente excepcional, por ejemplo en Europa se abrieron en varios países:



Esta tienda es en Estocolmo. 1905. Fuente: pix

La primera vez que supe de Horn & Hardart, fue a través de una de mis pasiones: el cine. Joan Crawford, una de mis actrices preferidas, entra en un restaurante en la gran película Sadie McKee (traducida en España como “Así ama una mujer”), estrenada en 1934 (hace casi 84 años). Aquel restaurante que aparece es un Horn&Hardart.




Fuente: youtube

Incluso en algunas películas de cine mudo, grabadas hace un siglo, ya aparecen los restaurantes automatizados de Horn&Hardart.

Hace 115 años Joseph Horn and Frank Hardart, abrieron los primeros negocios automatizados del Retail norteamericano en Philadelphia, y en Pennsylvania usando equipos Quisiana y replicando su concepto de tienda. Horn&Hardart fue un puñetazo en el estómago de los retailers ortodoxos. Como lo fue la cadena Piggly Wiggly. Esos tipos supieron bucear en el subconsciente de los consumidores norteamericanos, presentir lo que necesitan y ofrecérselo. Si usted acude a los periódicos de la época, comprobará que tanto Piggly Wiggly como Horn & Hardart argumentan para justificar sus nuevos negocios disruptivos: compra inteligente, ahorro de tiempo, conveniencia y valor diferencial.

En mis artículos, conferencias y clases, argumento últimamente que el Retail ha cambiado más en 700 u 800 días que en tres décadas. Y es verdad. Pero todos estos cambios que contemplamos ahora se iniciaron hace más de un siglo. Pero sucede que han aparecido nuevos actores absolutamente disruptivos y se ha globalizado una “urgencia” por la innovación, un pánico telúrico a mantener los estándares . Y de pronto todo se torna veloz.



Fuente: Card Cow.

El primer Horn & Hardart que abrió sus puertas en Nueva York fue en1912. Fue su “flagship” de la época. Los habitantes de La Gran Manzana, estaban a 17 años de la Gran Depresión, era el año en que se hundió el Titanic, y las sufragistas hacían manifestaciones en la 5th avenida.

Los períodicos de la época ya lo anunciaban:



Un anuncio de la edición del 2 de julio de 1912 de The New York Times, decía: “New Method of Lunching “¡Intentalo! ¡Te gustará! .

Horn & Hardart era un nuevo concepto de tienda. Más moderno, más cosmopolita, más atractivo. Ir a Horn & Hardart era cool. No se trataba de precio, era cuestión de ser diferente. Y encima eran baratos. Diferentes y baratos, la combinación mítica. Siempre estaban lleno: los clientes introducían sus fichas en máquinas expendedoras, y futurísticamente aparecían platos de carne, pasta o tartas. Atrás de las máquinas, alguien cocinaba y emplataba las comidas. Y si querías un café, simplemente tenías que echar otra moneda a otra máquina, girar una pestaña y el café se vertía sobre tu vaso. Increíble….

Horn & Hardart fue un absoluto éxito, y en pocos años, sus creadores, Joseph Horn y Frank Hardart habían abierto más de cien nuevos restaurantes. Eran los disruptores de su época. Y no acabaron con nada, crearon algo nuevo, algo que convivió con lo que había. Y no fueron ellos, ni Piggly Wiggly quienes asesinaron el Retail tradicional norteamericano. El responsable del primer Retail apocalypse, que cerró oledas de tiendas, fue la Gran Depresión del 29.

Horn & Hardart es pura historia del Retail. Su imagen, vanguardia, diferencial, divertida, creó tendencia y fue el comienzo de muchas de las cosas que sucedieron después.

Hace un siglo, Horn & Hardart ignauguró su futurístico restaurante en Times Square y los consumidores se maravillaron ante tanta alta tecnología. Y les gustó la idea del autoservicio, porque era diferencial. Gigantescas máquinas expendedoras con filas y filas de compartimentos con ventanas (que se asemeja a cajas de correos con fachada de vidrio), albergaban docenas de ofertas gastronómicas. Echabas una moneda, girabas una pestaña y aparecía un suculento plato. Gratificación instantánea. Habían muerto las esperas. Se trataba de entregar algo que querías de forma inmediata. Y podías sentarte donde tú decidieras. Eran los gérmenes de inicio de la era de la comida rápida.

Detrás de las máquinas, había una cocina invisible desde donde se cocinaban los platos que se introducían en las máquinas. Unos trabajadores, también invisibles, iban rellenando los compartimentos vacíos como por arte de magia. El modelo era eficiente y ahorraba en costes estructurales, pues se necesitaba mucho menos personal. Y a la vez, los clientes, lejos de ver ese ahorro en personal como algo que minimizaba la excelencia en la atención al cliente, estaban encantados ante tanta novedad.

Hay una ciudad que está vinculada de por vida a Horn & Hardart. Y esa ciudad es Nueva York. Estas tiendas eran un lugar de moda, para ser visto, y para sentirse diferente. Horn & Hardart era parte del “american way of life”.

La velocidad y la eficiencia de los Horn & Hardart fueron una bendición para los trabajadores de las ciudades donde estaban ya que les ahorraba tiempo, y encima eran platos de calidad y a un buen precio. No tenían competencia. Qué importaba no tener camareros que te atendieran, si te ahorrabas tiempo.

Como pueden imaginarse, esta nueva opción fue bendecida y también muy criticada. El famoso escritor y crítico de teatro, James Huneker escribe en el The New York Times en 1914: “El número de infiernos baratos de comida rápida es espantoso. Comer y beber están entrando rápidamente en la categoría de las bellas artes perdidas. Los jóvenes de hoy en día no son epicúreos … Tienen demasiada prisa “.

En 1924, Horn & Hardart utilizaba eslóganes publicitarios como “Menos trabajo para la madre“. Popularizaron la noción de comida “para llevar” fácilmente servida como un equivalente a las comidas “caseras”.



A la muerte de Horn en 1941, tenían 157 tiendas Retail (donde vendían café y platos de comida para llevar) y restaurantes en las áreas de Filadelfia y Nueva York, y atendía a 500,000 clientes por día.





Fuente: Instagram

En su apogeo, Horn & Hardart era la cadena de restaurantes más grande del mundo, alimentando cada día a unas 800,000 personas. Horn & Hardart es un ícono del Retail de todos los tiempos. Fueron el primer intento de la industria de restaurantes de emular las líneas de montaje de las industrias pesadas.

Y aunque hoy hablemos de la automatización de las tiendas como algo ultramoderno, es algo que llevamos viendo más de un siglo, siempre intentando perfeccionar el modelo, hacerlo más autónomo, rápido y experiencial para los clientes.

Horn & Hardart Automats tenía una estricta política de alimentos frescos. No se podía dejar ningún alimento durante la noche en ninguno de sus restaurantes, ni en sus tiendas. Después de la hora de cierre, todos los días, los camiones Horn & Hardart llevaban comida excedente a las tiendas de “One day “, ubicadas en vecindarios de bajos ingresos, que vendían estos artículos a precios reducidos. También es eso fueron pioneros. Segundas marcas de tiendas para rentabilizar el negocio y dar salida a los excedentes que no cumplían los estándares de la primera marca.

En Horn & Hardart eran estrictísimos con los controles de calidad, algo insólito en la época. Tenían libros de normas internas que tenían que ser completamente seguidos por los gerentes y se establecía, por ejemplo, la cantidad de veces que los empleados debían limpiar las mesas todos los días.

Diariamente, los fundadores Horn y Hardart y otros ejecutivos almorzaban juntos en la mesa de muestras para probar la calidad y la uniformidad de los platos que se ofrecían a los clientes, y para testar nuevas sugerencias.

El café de Horn & Hardart pronto cogió fama de ser el mejor de Nueva York. En su apogeo en la década de 1950, vendieron más de 90 millones de tazas de café al año. Y desde 1912 a 1950 (38 años ) el precio no subió. Algo con lo que no se podía competir.





Horn & Hardart postcard, circa 1930s

Horn & Hardart se perfeccionó en la década de 1940 . Por ejemplo, se simplificó el sistema de pago: hasta ese momento los clientes tenían que cambiar sus billetes por fichas de plástico que se introducían en las máquinas, ahora los clientes simplemente entraban en el restaurante, tomaban una bandeja y seleccionaban las comidas que deseaban, para lo cual solo tenían que introducir una moneda en el receptáculo que había al lado del artículo y presionar un botón. El sistema de pago se integró en la experiencia de compra. ¿Les viene a la cabeza Uber?



Fuente: trademania



Fuente: Smoking Nun

Horn&Hardart fue una de esas empresas que pasan a ser parte de una ciudad. Y muchas peliculas escogieron sus tiendas o restaurantes para reflejar el lado más moderno de Nueva York.Fantástica la escena de Doris Day en “That Touch of Mink” (1962), en la que actuaba junto a Cary Grant.





Fuente: trademanía

Pero el modelo se agotó. De nuevo, los procesos de destrucción creativa, tan magníficamente explicados por Schumpeter hace décadas: nuevos modelos de negocios que destruye otros ya existentes y dominantes en el mercado. Siempre ha sucedido. Y le sucederá a Amazon a Alibaba, a Apple… En los sesenta aparecieron las grandes cadenas de hamburgueserías, y Horn & Hardart fue decayendo y acabó cerrando en 1991. Su último local en Nueva York. Un nuevo concepto del fast food se había impuesto

En ese mismo artículo del que les hablo, se menciona a las tiendas sin líneas de cajeros como algo hipermoderno . Pero esto de la búsqueda de la automatización también en las formas de pago con el objetivo, entre otras cosas, de ahorrar tiempo a los clientes, es muy viejo. El primer sistema de autopago (Self Checkout) fue instalado en un supermercado en 1992 en Price Chopper Supermarkets en Clifton Park, Nueva York. Hace más de un cuarto de siglo. El sistema fue inventado por el Dr. Howard Schneider.

Pero mucho antes, en 1954, hace más de 6 décadas, los supermercados Meijer hacen también historia en el retail e incorporan, en sus líneas de cajas registradoras, cintas transportadoras automáticas para que los clientes pongan los productos y todo fluya más rápido, de tal suerte que se economice el tiempo de espera. ¿Han visto alguna vez algo parecido en un supermercado?

Pero quizá el modelo de tienda más disruptivo de todos los tiempos, desde el punto de vista de la automatización fue Keedoozle de la cual ya les hablé en mi artículo “el hombre que cambió la historia del Retail”



“Ahora que Wal- Mart, Alibaba, Amazon, Tesco, Auchan…. Etc, testan tecnologías que les conduzcan a las tiendas totalmente automatizadas, Saunders abrió hace 8 décadas una cadena de tiendas llamadas Keedoozle. Concretamente en 1937.
Ahora que hablamos todos de la tienda del futuro, totalmente automatizada, un tipo llamado Saunder la abrió hace 80 años.”. Un modelo de tienda mítico y absolutamente necesario para entender el futuro. Y , desde mi punto de vista, absurdamente exiliado de los artículos y comentarios de algunos foros del Retail.

El artículo de esa revista especializada también hablaba de conveniencia. Y situaba el origen de la conveniencia en las máquinas expendedoras.

Discutible.

Pero lo más preocupante era que indicaba que las máquinas expendedoras era “algo que nació y se desarrolló en la mitad del siglo pasado”. Miren, la primera máquina expendedora se creo en 1888, hace casi 140 años. La comercializó la Thomas Adams Gum y se instalaron en las plataformas elevadas del metro en la ciudad de Nueva York . Vendían chicles de Tutti-Fruiti.



Fuente: Steeme





La búsqueda de la automatización en las procesos de ventas en el Retail es algo muy viejo. Llevamos más de un siglo buscando soluciones perfectas. Y siempre ha sucedido, y sucederá, lo mismo : al final decidirá el consumidor. Seguirá habiendo tiendas de barrio atendidas por el tendero de toda la vida, y tiendas ultramodernas. Apuesten por ello. Y la mayoría de las tiendas en el 2030 no serán, como decía ese artículo, absolutamente automatizadas. … No ,no lo serán, como no fue el mundo en 1984 tal como intuyó que sería George Orwel.



Autor: Laureano Turienzo

miércoles, marzo 15, 2017

Colombia: Así se ha transformado el sector retail en el país | América Retail






Colombia: Así se ha transformado el sector retail en el país


Marzo 14, 2017
Periodista: Daniel Camilo Traslaviña Amador Fuente: Radio SantaFe 14.Mar 2017

En Colombia los pioneros de las grandes superficies de supermercados son José Carulla Vidal que en 1905 fundó Carulla; Luis Eduardo Yepes, en 1922 en Barranquilla abrió Almacenes Ley, que desde 1959 pasaron a manos de Cadenalco (Gran Cadena de Almacenes), que manejaba Superley y La Candelaria; Gustavo Toro Quintero, en 1949 en Medellín inauguró el primer almacén Éxito, hoy Grupo Éxito, el segundo mayor retail de América Latina; Alberto Azout que en 1960 puso a funcionar Vivero en Barranquilla, y don Jorge y doña Margaret Bloch, que en 1967 abrieron Pomona, surtida del huerto de los Bloch. Almacenes Tía, se fundó en 1940; Olímpica en 1953 y en 1965 Cafam incursionó en el portafolio de supermercados, Tras un siglo, los super e hiper se presentan en distintos formatos, como los exprés que se han incrementado, y orientado a los barrios, donde la tienda del vecino se resiste a desaparecer.

La estrategias de marketing que usan los supermercados para vender más cambian hasta las matemáticas, uno más uno son tres; ofrecen calmar el hambre y comer más con menos; alegría al menor precio; el medio precio; el mes de marzo es regalado, la caja regalona, hacen madrugar a los clientes fidelizados con puntos; atienden personalizada mente 24 horas, o a través del El E-Commerce.

Otros sólo piensan en la forma de ayudar a economizar a la clientela; mostrándole opciones para cuidar mucho el presupuesto; algunos atraen con variedad en surtido y frescura en los productos, o invitando a comprar y comprar para disfrutar al máximo el tiempo libre con las mejores ofertas del día; para usuarios 10 les ofrecen un estilo diferente en las compras y conseguir lo que no había en el club; todo bajo un mismo techo, y los que no desean salir de casa el mercado le llega a domicilio.

En América Latina los primeros en retail son Brasil, México, Chile y Colombia. En varios países de la Región, el Grupo Éxito compite con la cadena francesa , el segundo retail en el mundo (con tiendas en Argentina, Colombia, Brasil y República Dominica); la chilena Cencosud (Argentina, Brasil, Chile, Perú y Colombia); y Falabella (Argentina, Colombia, México) con asiento en Santiago, e inaugurada en 1889 por Salvatore Falabella.

En Colombia la “pole position” se complementa con la entrada de nuevos competidores: La cadena PriceSmart con sede en San Diego (EE.UU.), que opera en once países de Centro América; Oxxo de México, la chilena Sodimac, Jumbo-Metro (Cencosud) y Tiendas Ara (Cadena portuguesa Jerónimo Martins). Como independientes continúan entre otros Olímpica; La Vaquita; Surtufruver; Super Inter Supermercados que inició operaciones en 1992 en un local del barrio Siloé de Santiago de Cali, y La 14.

Las plataformas de mercados se reducen por el alto precio de los artículos de primera necesidad, por lo que el Ministro de Agricultura de frente señaló a los supermercados como “responsables de esta carestía.. que no hay derecho a que hagan lo que están haciendo”, indica la página Yamidamat.com. co. Los Colombianos gastan el 30% de sus ingresos en alimentación, según Adecco. Los supermercados que emergen son absorbidos por grupos más poderosos; el caso de D-1 vendido a Koba International Group, subsiadiria de Valorem S.A., es de los más recientes, en el que los antiguos propietarios de D-1 supuestamente no juegan limpio. Surtimax es marca del Grupo Éxito.

Particularmente en este siglo en el sector se han producido varias jugadas que conducen a posicionar al grupo Santodomingo (Valorem S.A., antes Valores Bavaria), en el primer retail de Colombia y la Región. En 1999 el holding Casino, fundado en 1898 y de capital francés obtiene el 25% de Éxito, y este empieza a controlar Cadenalco (Almacenes Ley). En 2007 Casino adquiere la mayoría accionaria de Éxito, y éste en 2010 negocia Vivero y se fusiona con Carulla que terminan bajo el control de Casino.

Carulla-Vivero en 2004 ganga a Surtimax, cadena ésta que también transa a Merquefácil; en 2012 , la movida fue del Éxito conquistando supermercados Cafám, Pomona y Almacenes Ley. Los últimos grandes cambios de aviso fue el 2015, cuando Casino pasó a manos del Grupo Éxito, que de la misma manera adquirió el derecho de voto del Grupo Pão de Açúcar de Brasil (GPA) y el 100% de Libertad en Argentina. La marca Éxito tiene 1.576 puntos de venta, 566 en Colombia, 904 en Brasil, 79 en Uruguay y 27 en Argentina. “La solidez de las operaciones de Colombia y Uruguay y la recuperación paulatina de Brasil y Argentina, permiten augurar un futuro promisorio en las tres economías más grandes de Sudamérica y en Uruguay, uno de los países más prósperos y estables de la región” indicó Carlos Mario Giraldo Moreno, Presidente Director General del Grupo Éxito.

Fuente: Radio SantaFe