sábado, agosto 02, 2008

Varios de Moda por Camilo Herrera

LA MODA ESTÁ DE MODA - La República
Domingo, 27 de Julio de 2008 07:46 p.m.
LA MODA ESTÁ DE MODA
Camilo Herrera Mora
Especial para La República
Julio de 2008

El primer semestre del presente año, el sector textil dio mucho de qué hablar por la compra de Coltejer por parte de Kaltex y el impacto de la revaluación en el sector; ahora el segundo semestre será mucho más calmado porque la dinámica del comercio de confecciones se va a dinamizar, por su propio ciclo de consumo.

Es prudente hacer un alto en el camino y hacer reflexiones un poco más profundas sobre lo que ha pasado en el sector en los últimos años, para tener la imagen completa del mercado. El sector textil tiene una grandes inversiones en plantas, edificios y tecnología que causaron sobre esta industria un gran peso en sus balances en el momento de la crisis económica de 1.999 y anteriores, al punto que el nivel de endeudamiento promedio era del 54% y pérdidas de cerca del 10%, y esto sumado a la entrada en 2.005 del bloque asiático al comercio mundial de moda, reduciendo los precios medios de los textiles, generó que el sector redujera sus producciones y comenzará un proceso de renovación de plantas y de especialización a ciertos textiles en los que podemos ser competitivos; por esto cuando llega la revaluación, el sector está en una dinámica de cambio que lo hace tener serios problemas en las ventas internas, por la entrada de los textiles asiáticos.

Paralelamente, el sector confecciones ha comenzado a comprender la importancia del mercado externo y ha aprovechado sabiamente la diversificación de mercados que se ha dado en los últimos 5 años, con una gran dinámica en las fronteras; según el DANE entre enero y abril de 2.008 exportamos US$340 millones y solo importamos US$57 millones, causando una balanza comercial positiva que refleja el cambio de este flujo internacional: en 1.991 exportamos a Estados Unidos US$195 millones y en 2.006 ya estábamos exportando US$426 millones. Esto inicio con un proceso de maquila simple, hasta llegar al “full full package”, que incluye diseño, insumos, corte y armado.

Internamente, el colombiano ha mantenido su tendencia de compra, pero esta comienza a cambiar. En 1.999 de cada $1.000 que gastábamos, $76 pesos en confecciones, y tan sólo gastamos $45. Inicialmente se podría pensar que gastamos menos, pero no, gastamos más y esto se debe a que el nivel de precios del sector ha permanecido casi constante, aumentando en 9 años tan sólo 14%. Finalmente el consumidor ha salido ganando, porque la apertura, la revaluación y los precios estables, han causado que la oferta de confecciones y calzado haya aumentado multiplicándose por más de diez, y aumentando la presencia de marcas internacionales.

Este mapa ha causado lo inevitable: la moda se inserto en la globalización. Compramos marcas internacionales en Colombia, compramos textiles asiáticos baratos y exportamos confecciones a casi todo el mundo. Pero esto conlleva, obviamente, que nuestro mercado tenga que continuar con su reposicionamiento estratégico. En 1.991 el estudio Monitor decía que el país podría ser altamente competitivo en ropa interior femenina. Algunos no le dieron importancia a esto y otros, como Leonisa, colmaron el mercado norteamericano y otros posicionaron los vestidos de baño de Onda del Mar como los más reconocidos.

Hoy, el sector moda recupera su vigor pese al efecto revaluación, teniendo una balanza comercial positiva de US$374 millones de dólares en los primeros 4 meses del año; ya en 2.007, de 1.000 cosas que producía la economía, 7 son bienes de confecciones y 16 son de textiles; las rentabilidades de los sectores fueron de 3,26% y 2,55%, respetivamente. Y lo más interesante es la recuperación del nivel de endeudamiento en el sector textil a 44% a finales de 2.007, lo que indica la razón de la menor rentabilidad.

Ya Colombia comprendió que la moda es una industria y que mueve al país, al empleo, a los hogares y a las personas. La moda está de moda, y es el momento de dar el segundo paso: creemos marcas internacionales y mostrémosle al mundo nuestra creatividad, calidad y competitividad que disfrutamos durante todo el día con nuestra ropa.

¿QUE HACER CON LA MODA? - Dinero.com
Domingo, 27 de Julio de 2008 07:46 p.m.
¿QUE HACER CON LA MODA?
Por Camilo Herrera Mora
Especial para dinero.com
Colombiador.blogspot.com
Julio de 2008

Sin duda la moda en Colombia es un negocio evidente y exitoso, pero parece haber llegado frente a dos grandes obstáculos. El primero es la entrada de marcas mundialmente reconocidas al país y el segundo se refiere a que nuestras marcas no se conocen internacionalmente. Evidentemente en ambos casos el problema es de posicionamiento de marca, de pricing y de canales de distribución.

Históricamente en el país las confecciones y el calzado han surgido como formas “pan coger”, para un consumo mínimo. Inicialmente las mamás tejían la ropa de los bebes y confeccionaban la ropa de los niños, para después voltear las solapas de los trajes de sus esposos. Hoy, sin duda esto se ha tecnificado y compramos la mayoría de estas piezas, pero aun remontamos calzado y heredamos ropa a los hermanos menores.

Esta concepción nos ha llevado a valorar muy poco las marcas locales, y peor aún a no conocerlas, simplemente porque estas marcas no son aspiracionales y ellas mismas no se han dedicado a posicionarse en el mercado. Mientras tanto Europa y Estados Unidos han masificado sus marcas como mitos de comercio, bien sea por ser inalcanzables o por ser las preferidas por deportistas y artistas de moda; el mundo conoce estas marcas, y las nuestras no.

Esto nos lleva a un gran choque en el mercado, que puede ser una gran oportunidad. El mercado nacional se comienza a llenar de ofertas internacionales de marcas, bien sea por comercialización directa o por la entrada de las grades cadenas de “pronta moda” como Falabella y Zara. ¿Pero seguiremos comprando ropa colombiana?, eso depende de que hagamos.

Colombia tiene muy pocas marcas reconocidas por nosotros mismos, fácilmente usted se dará cuenta que listar 10 marca colombianas no es fácil. Por esto debemos crear marcas y presentar colecciones con una frecuencia de rotación más alta, y esto solo es efectivo si se consolida una gran cadena nacional de marcas.

Uno de los grandes problemas que ha tenido la industria de las confecciones nacionales, es que al ser tan de baja escala, no logran cubrir el territorio con puntos comerciales que les permitan crecer en el mercado y afianzar su marca; el tema no es de calidad, es de escala.

Por esto, al consolidar un fenómeno de marcas sombrilla sobre las ya reconocidas y algunas nuevas, bien se puede aprovechar las dos grandes variables comparativas que tenemos: confeccionistas y diseñadores. Es el momento que Arturo Calle, Hernando Trujillo y Carlos Nieto, contraten a los diseñadores femeninos, tan conocidos en el modelaje y en los reinados, Hernán Zajar, Lina Cantillo, Francesca Miranda. Si mañana al mercado sale una colección femenina de Arturo Calle by Lina Cantillo, el mercado se mueve rápido y premia la marca con diseño e identidad.

No solo en hombres funcionaría esto, suponga líneas Leonisa por Silvia Tcherassi, o ARMI by Mabel Palacio. Esto funciona y permite contrarestar el problema de reconocimiento de marca, canales de comercialización y masificación, lo cual es lo necesario para que el negocio sea rentable y sostenible.

Adicionalmente debemos comenzar a pensar en la creación de un gran cadena de marcas, que permita la entrada de marcas nacionales como Arturo Calle, GEF, Pronto, Leonisa y Off Corse pequeños municipios y zonas de ingresos medios bajos y bajos en algunas ciudades, donde el crecimiento de los centros comerciales no ha llegado; esquema que sin duda logra solventar el fenómeno de oportunidad de compra y causa economías de escala.

La “pronta moda” y el “full full package” nos cambio el mercado y Asia lo abarato, por eso debemos jugar con las mismas cartas. Nuestras marcas fuertes deben ser maás fuertes y apadrinar otros procesos de marca (por ejemplo, Carolina Herrera es dueña de menos de la mitad de su marca, ella es una industria). Debemos salirnos del concepto de diseñador-confeccionista-vendedor, ya que esto causa ineficacia y una casi total imposibilidad de crecer en el tiempo, otro ejemplo claro de esto es Yves Saint-Lauren, quien después de haber fallecido sigue diseñando.

Es el momento que los diseñadores comprendan que ellos son creativos no empresarios, y que requieren un empresario que los represente y administre, como se hace con todos los otros artistas del mundo, porque es verdad, los diseñadores son artistas.

Esta semana es Colombia Moda, y presenciaremos una explosión de creatividad y sensibilidad impresionante, pero debemos conectar este proceso con la industria, con la masificación, con la segmentación por precios y distribución, con las tendencias mundiales y no podemos olvidar, que nuestras industrias culturales como el cine y la televisión tienen un papel mucho más grande que la de una sección de entretenimiento. Nuestras pantallas deben mostrar la “humanización” de la moda colombiana, para llevarla a los hogares colombianos y del mundo. Y esto solo se logra con ideas, con acuerdos y con estrategias, no con territorios propios y secretos a voces.

¡COMPREMOS ROPA! - El Espectador
Domingo, 27 de Julio de 2008 07:45 p.m.
Domingo 27 de Julio de 2008

CONSUMIENDO
¡COMPREMOS ROPA!
Por Camilo Herrera Mora
Colombiador.blogspot.com

Entramos al segundo semestre, los fuertes cambios en el consumo se aligeran porque que los grandes cambios de precios ya pasaron, y ya sabemos que nos queda y a qué precio compramos lo que necesario. Uno de los cambios más grande que viene es la compra de moda. No me refiero a lo que esté de moda, me refiero a ropa y calzado.

A veces creemos que la moda es un producto, pero si lo pensamos con un poco más de detenimiento, es un servicio. Sin duda, compramos sacos, pantalones y zapatos, pero los comparamos para usarlos no para consumirlos. En adición, a que la tendencia y la marca en si mismos también nos brindan un servicio de identidad.

Fuente: Raddar-Inexmoda

Curiosamente los hombres tenemos un mayor peso en el mercado, pese a las creencias sobre las compras de moda de las mujeres. Esto tiene una explicación muy simple: la ropa de hombre es más cara y compramos menos, las mujeres compran más a menos precio. Esto indica que ellas entienden mejor este mercado y que nosotros somos demasiado tradicionales para hacer cambios más frecuentes en nuestro armario.

Esto esta siendo comprendido y utilizado por las grandes cadenas de moda, que están lanzando colecciones cada mes, con el fin de capturar el mercado que esta dispuesto a cambiar continuamente, como la mayoría de las mujeres y la población joven; por el contrario nosotros los hombres ya no tan jóvenes, por mucho nos hemos quitado la corbata y comenzamos a usar ropa de colores para la práctica de deportes.

Por esto debemos cambiar, debemos comprender que la ropa no es un gasto, es un servicio que tiene un solo pago (a menos que compremos con tarjeta d crédito, lo cual sería muy racional), y ese servicio tiene un retorno mayor que el de abrigarnos: nos actualiza, nos visualiza y nos complementa, o, ¿no se ha dado cuenta que cuando usted estrena ropa, las mujeres si se dan cuenta?
MODA SERIA- El Nuevo Siglo
Domingo, 27 de Julio de 2008 07:45 p.m.
Sábado 26 de julio de 2008

Asimetrías
MODA SERIA
Por Camilo Herrera Mora

Sin querer hemos sido ligeros al tratar el tema de la moda, pero este sector es uno de los que puede ser fundamental en el futuro colombiano, ya que convoca a la nuestra historia agraria, creatividad colombiana, la belleza de nuestras mujeres y nuestra capacidad industrial. Ya el tema no es un espacio de entretenimiento en los noticieros y por el contrario ya aporta el 2,3% del PIB según el estudio RADDAR-INEXMODA.

Por esto es momento que el estado – no el gobierno – considere al sector más allá del debate de los aranceles. Hoy Colombia debe comprender que el sector textil-confecciones es un fuerte generador de empleo, de divisas y de buena imagen internacional; mientras algunas naciones de Asia son condenadas internacionalmente por un grave manejo laboral en este sector, nuestras industrias de la moda se convierten en una inversión extranjera, lo que por sí solo indica la importancia del sector.

La moda es una industria del contenido, y es en el contenido donde Colombia tiene ventajas comparativas y competitivas por encima del tipo de cambio. Por esto requiere decisiones estratégicas como zonas francas, definición clara de clústers, apertura a mercados no tradicionales, apoyo al modelo “full full package”, y sin duda, estabilidad normativa, sobretodo tributaria.

El sector lleva cerca de 5 años en un fenómeno de cambio y repotenciación para cumplir con las dinámicas mundiales, y los cambios macroeconómicos lo afectan mucho, por esto cabe pensar que este sector (con muchos otros) sea considerado como una inversión de largo plazo y se hagan acuerdos legales de estabilidad entre el estado colombiano y el sector, con el fin de fomentar la siembra de fibras, la producción textil focalizada en el mercado, el aumento de la capacidad de producción de colecciones con mayores frecuencias, ya que esto convoca nuestra identidad y nuestras capacidades. No debemos olvidar que un diseño es como un buen libro: se compra y se copia, y finalmente solo se copia a lo mejor.

Colombianada: comienza Colombiamoda el próximo martes, y el país se asombrará de las nuevas colecciones (sobretodo las de ropa interior), y los noticieros darán mucho espacio a este tema, y muy pocos harán énfasis en lo importante, la ropa…


Consumiendo
NO ERAMOS MARQUEROS
Por Camilo Herrera Mora
Colombiador.blogspot.com
Especial para El Espectador

En un ejercicio de reflexión sobre nuestra colombianidad hoy 20 de julio, hemos pensado como eramos, como somos y como seremos; en este ejercicio encontramos que las cosas han cambiado, y que no siempre se debe mirar con la nuca y con nostalgia.

Un ejemplo claro de esto es nuestra actitud hacía las marcas. Las marcas, en su mayoría y siendo simplista, son un invento de mediados del siglo XX, y reflejan muy bien lo que paso después de la segunda guerra mundial. En tiempos de guerra consumimos cosas simples y practicas, pasada esta, comenzamos a consumir lo que queremos y y nos aporte identidad; es aquí donde nacieron las marcas.


Colombia no fue ajena a este proceso, y lo podemos ver en las marcas que consumen los mayores y las consumen los jóvenes; los unos son tradicionales y no cambian sus productos y servicios fácilmente, mientras los otros viven la dinámica de un mercado acelerado lleno de oportunidades, ofertas y productos personalizados, donde la marca es fundamental como un fenómeno de calidad y de segmentación de “tribus” de personas.

Por esto las marcas son mucho mas importantes para los jóvenes que para los viejos, y mucho más si hablamos de marcas de productos, que puedan ser exhibidas y compartidas con sus pares, lo cual hace que en algunos casos las marcas de los servicios dejan de ser relevantes, porque lo que importa es el beneficio obtenido y no el comunitario.

Si no esta de acuerdo, lo invito a hacerse estas preguntas: ¿De qué marca es la camisa que tiene puesta?, ¿esa camisa tiene el logo visible?, ¿en estación de gasolina tanqueó la última vez?, y la última y con respeto, ¿si no sabe la marca, no cree que a su edad eso ya no importa?
Nuevo Agravio - El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Julio de 2008 05:11 p.m.
Sábado 19 de Julio de 2008



Ignacio Gómez Escobar
ESTRATEGA EN MERCADEO
COLOMBIA - SURAMERICA

MIEMBRO ACTIVO DE COPERTEX
Gestión y Marketing
COLOMBIA Y PERÚ

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