Brasil, ¿mercado para Colombia?, Articulo OnLine
Colombia ha venido acercándose al país más grande de América del Sur. Qué vender. Dónde están las oportunidades. Hay que llegar ahora, antes de que sea demasiado tarde.
Para Colombia es una gran suerte estar al lado del mercado más interesante de América Latina. El vecino es el quinto país más extenso del mundo; es la décima mayor economía del planeta, que hasta la crisis crecía a una tasa promedio anual de 3,5%; es un mercado con 191 millones de personas. Pero hasta ahora, la vecindad con Brasil no les ha servido mucho a los empresarios colombianos.
Las importaciones desde Brasil hacia Colombia de bienes como el calzado y el acero han sido importantes y la inversión brasilera en minas, acero, transporte y petróleo ha sido sustanciosa. Pero en la otra vía, con algunas excepciones, el movimiento ha sido más bien débil.
La falta de actividad de Colombia hacia Brasil obedece en ocasiones a la falta de información de los colombianos. Desinformación que puede ser sobre asuntos básicos como de conocer el mercado. Los empresarios colombianos que han ido a Sao Paulo, aún en vacaciones, siguen siendo una fracción pequeña de los que han pasado un verano en Orlando.
Pero la situación ha venido cambiando lentamente. Si bien los colombianos que hablaban portugués se podían contar con los dedos de unas pocas manos, ahora hay muchos más. El Instituto de Cultura Brasil Colombia cambió su sede de Bogotá en octubre, porque no tenía espacio para recibir a los cerca de 2.000 estudiantes anuales que ahora asisten a sus cursos del idioma. Pero además está considerando cambiarse nuevamente, dijo la coordinadora cultural y de comunicaciones, Claudia Marcela González, porque otra vez el lugar está quedando pequeño. Como otra prueba del aumento acelerado de la demanda, la funcionaria dice que incluso han tenido dificultades para conseguir profesores.
Por eso ahora más que nunca, cuando se está despertando el interés por el gigante americano, conviene mirar las oportunidades en ese país.
Qué se puede hacer
Entrar a Brasil no siempre es un asunto fácil, explica Silvana Machado, vicepresidenta de la firma de consultoría AT Kearney en Sao Paulo.
Hay barreras para vender y para producir en el país del sur. Las exportaciones que tienen el tratamiento administrativo más sencillo en Brasil son las de equipos y las más complejas son las de alimentos y medicamentos que tienen barreras sanitarias y de calidad.
Pero para quién supere los obstáculos, la recompensa puede ser enorme siempre que además se sepan leer las tendencias de ese mercado. Por eso son tan valiosos los comentarios de Silvana Machado. Para ella los sectores en los que los colombianos podrían tener un mayor éxito en exportaciones en Brasil son los de minerales, petróleo y biocombustibles. En particular cuando se trate de equipos o de servicios.
También hay una gran oportunidad en consultoría y en infraestrucutura. El gobierno de Brasilia está particularmente concentrado en invertir en obras de infraestructura de energía y vías.
En bienes de consumo también hay oportunidades. La recesión global no ha reducido el consumo de alimentos. Para Silvana Machado, hay una demanda fuerte en alimentos no perecederos que podrían provenir de Colombia como galletas, dulces y chocolates. En bebidas, las gaseosas y algunos lácteos como el yogurt, también mantienen un crecimiento acelerado.
También hay un buen mercado en electrodomésticos, en especial para los estratos de menores ingresos. Los almacenes están tratando de penetrar los mercados de las personas de menores ingresos en Brasil y por ello necesitan productos baratos y de calidad que puedan ofrecer en esos lugares, explicó la ejecutiva.
Al contrario, no parece haber un buen pronóstico, al menos en el corto plazo, para las ventas de vestuario, un renglón que se ha visto afectado por la recesión local.
Lugar competido
Pero hay otro elemento interesante de Brasil. Tiene un ambiente de negocios vibrante. “Aquí están todos”, le decía un empresario colombiano a la Revista Dinero hace unos años, para señalar que se trata de un mercado competido donde están todas las marca importantes del mundo.
Eso permite que inversiones como la de Manuelita en caña de azúcar y etanol en Brasil, sean además de un negocio rentable, un gran campo de aprendizaje en asuntos de competitividad internacional.
Brasil es el sitio donde se aclimatan algunas de las ideas de negocios más innovadoras del continente. Las compañías brasileras, por ejemplo, ya tienen bien instalados unos sistemas de pago a través del celular en sitios realmente convenientes. “En la playa, dice Silvana Machado, pagan el helado con el celular. No necesitan llevar dinero o tarjetas”.
En genética bovina o en tecnología agropecuaria, Brasil también tiene los mejores desarrollos de América del Sur.
Estar cerca de ese ambiente de adopción y desarrollo de tecnología en un entorno competitivo es uno de los beneficios añadidos de estar en ese mercado.
Naturalmente no es tan sencillo. Colombia y Brasil tienen estructuras de producción parecidas, por lo que los empresarios locales deben encontrar un nicho especial para competir y una estrategia bien pensada para entrar al país.
Difícil quizás, pero para nada imposible. La prueba está en ISA, que se convirtió en pocos años en un jugador relevante en ese país. Esa empresa percibe hoy más ingresos por su operación brasilera que por la colombiana.
A mediano plazo el interés colombiano por Brasil aumentará. No solo por el crecimiento que muy posiblemente tenga esa nación, sino porque la distancia cultural entre los dos países se ha venido estrechando.
Eso parece ser un hecho irreversible, no solo entre los empresarios. Hoy por hoy, Colombia es el país del mundo que más becas recibe del gobierno brasilero para estudiantes universitarios.
Pero lo pronto de lo que se trata es de acelerar el proceso para que lo que deba pasar en diez años, pase en dos, antes de que sea tarde.
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