Está de moda, Articulo Impreso
Textil, confección, diseño y moda
Frente a una coyuntura muy compleja, las empresas deben buscar una mayor capacidad de innovación, fortalecer las marcas e involucrar inversión extranjera.
"Es una bocanada de aire fresco para las empresas de la cadena y una esperanza para el sector". Así define Carlos Eduardo Botero, director de Inexmoda, la llegada del sector de textiles, confecciones, diseño y moda a la estrategia de sectores de talla mundial que promueve el gobierno.
¿Por qué refleja una nueva ilusión? Las cifras recientes de la industria no son las más favorables e imponen a las compañías serios retos para transformar esta cadena productiva. Según datos de Dinero, con la nueva estructura de sectores de talla mundial, del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, las ventas de este sector el año pasado crecieron 4,2% frente a 2007, por debajo de la inflación. Además, la utilidad operacional tuvo un decrecimiento de casi -38% y la utilidad neta se desplomó en cerca de -900%, jalonada por Coltejer.
Mientras tanto, según datos de la Cámara Textil-Confección de la Andi, las exportaciones totales superaron los US$2.000 millones en 2008, con un crecimiento de 3,5% frente a 2007, impulsadas por el sector de textiles que creció más de 50%, en tanto las de confecciones cayeron -11,7%.
Además, la competencia por el mercado interno es cada vez mayor y se refleja en la llegada y expansión de grandes cadenas internacionales como Zara, de España; Falabella, de Chile o Topitop, de Perú, en mercados masivos; y de marcas en nichos de alto poder adquisitivo como Austin Reed. De hecho, las importaciones de confecciones crecieron el año pasado casi 30%, mientras que el incremento de las importaciones de insumos fue de apenas 0,5%, según la Andi. Además, la competencia asiática es cada vez más fuerte y China y Vietnam crecen en este sector a tasas 37% y 15% anual.
En Colombia, este sector ha sido altamente dependiente de la tasa de cambio, lo que impacta los ingresos y la mano de obra. Según un análisis del cluster textil-confección de Antioquia e Inexmoda, "a julio 24 de 2008 se tenía una tasa de cambio de $1.772,25 por dólar, equivalente a la de julio 7 de 1999 ($1.772). El incremento del IPC, entre julio de 1999 y julio de 2008, fue de 76,54% y la variación del salario mínimo nominal para el periodo 1999-2008 fue de 95,17%. La mano de obra para esta industria representa alrededor de un 50% de los costos, que se han incrementado aproximadamente en un 85,86%, cifras que superan cualquier esfuerzo por el aumento en la productividad".
La tarea
A pesar de este panorama, las oportunidades se abren para desarrollar un sector que cada vez dependa menos del precio del dólar y que el componente de valor agregado sea más alto. Para lograrlo, y alcanzar la meta de obtener ingresos superiores a los US$11.000 millones en el largo plazo, las empresas deben abordar varios retos: una mayor capacidad de innovación al interior de las compañías, fortalecer las marcas locales para que se proyecten al exterior e involucrar inversión extranjera.
Pero, además, el escenario se está transformando. Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, hoy las tendencias del sector pasan por una mayor velocidad y flexibilidad en producción, consumidores más responsables, internet es cada vez más relevante como canal de ventas y los mercados buscan más funcionalidad de las prendas.
Varias empresas colombianas han ido ajustándose a estas tendencias. Coltejer, la empresa más antigua del sector, que atravesaba una profunda crisis financiera, está bajo el control de la multinacional mexicana Kaltex y una de las posibilidades para su desarrollo es enfocarse en productos de mayor énfasis en moda y no en productos básicos.
Fabricato Tejicóndor, por su parte, avanza en su estrategia de tener varias unidades de negocio -índigo, driles, punto, sedas, lanas-. "Cuando una de ellas está afectada, la otra repunta. Esto diluye el riesgo y le da mayor estabilidad a la compañía", dice Oscar Iván Zuluaga, nuevo presidente de la empresa. Además, aunque la empresa decidió aplazar sus inversiones en el corto plazo, busca alianzas comerciales para llegar, por ejemplo, a mercados como el peruano y consolidar su participación andina.
En confecciones, empresas como Arturo Calle y Hermeco, entre otras, buscan nuevos mercados bajo el modelo de franquicias.
"Este será un trabajo de toda la cadena para que el valor agregado no sea solo al final de ella sino en todos sus eslabones y cada uno de ellos entienda que es necesario fabricar productos diferenciados", explica Botero, de Inexmoda, quien, agrega, que se deben empezar a generar escenarios de confianza para que los planes que se tracen en la estrategia no queden como un documento más de análisis. "Por ejemplo, dice, deberían incorporarse como políticas de gobierno y aprobar documentos Conpes para que trasciendan".
Dada la coyuntura por la caída del consumo, la intensa competencia local y los problemas que enfrentan los principales mercados de destino, como Estados Unidos, Venezuela, Ecuador y México, algunos analistas consideran que varias empresas del sector tendrán problemas estructurales, pero las que logren sobrevivir contarán con un nuevo panorama de oportunidades.
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