La acción “billar”: conciencia de la complejidad, elección inteligente, el impulso en su punto
Estuvimos hora y media en La Bolera. No había nadie jugando en el billar. Elegimos la mesa del rincón para poder compartir una información que podía alcanzar el rango de incómoda, siempre reservada. Había cerrado ya una tienda en el centro y no tenía claro que hacer con la otra. De momento, en tiempo de rebajas, la ropa de marca se vende bien. ¿Bien?
¿Qué va a suceder con el comercio de conveniencia? Lo llamamos así al referirnos a la tienda de proximidad, local, con una oferta que exige una rotación continuada. La competencia de las franquicias ofrece sus novedades cada quince días. Y no importa si hay que desplazarse. Además está el outlet presencial o virtual. Y el comercio de precio “tirado”.
Pusimos sobre la mesa dos consideraciones. La relevancia de la cultura del coste reducido, que en la práctica es la consecuencia de la configuración de una oferta que responde al perfil de la demanda.
Jorge Riopérez, socio responsable de Consumo e Industria de KPMG, “la esencia del low cost no es tener precios a la baja por tenerlos, sino quitar costes no relevantes para bajar precios”.
La otra, convergente con la primera, la necesidad de una reformulación continuada de la relación con el cliente, de modo que prefiera mantener una relación oportuna con la tienda próxima, antes que con aquella a la que se tiene que desplazar o con la que mantiene una relación virtual exclusivamente.
“El consumidor ha pasado de lo que denomino una ‘funcionalidad superior’ a otra ‘funcionalidad suficiente’, que es más barata. O sea, ¿por qué voy a comprarme un coche con todos los extras si realmente no los necesito?”, plantea Javier Rovira, profesor de la escuela de negocios ESIC.
Y en ese “más barata” debemos entender la consecuencia de una economía de escala: menos gastos en desplazamiento, en tiempo dedicado, en idas y venidas del producto, en un desajuste entre lo elegido y lo constatado, etc. Pero sobre todo, en el logro del equilibrio entre lo cognitivo y lo emocional en el momento de la compra: una tutela oportuna e inteligente asegura la proporcionalidad.
¡Amaras los descuentos! ¡Hagaselo Ud. mismo, pero bien! ¡En las nubes!
¡Diseño útil! ¡Yo compro, yo decido!
Son algunas de las tendencias de la demanda previstas para el 2012. Todas tendremos que tenerlas en cuenta en el comercio de conveniencia. El cómo será motivo de un segundo encuentro en La Bolera. Pero no en el rincón.
En la mesa del billar: ¡Juguemos! Con la conciencia de la complejidad de la información que manejamos; la necesidad de una elección inteligente, orientada a objetivos y dándole a la bola con la fuerza precisa, ni más ni menos.
LOW COST
¿DE QUÉ HABLAREMOS EN 2012?
EXPERTO EN LOGÍSTICA Y RETAIL. Contactos en: igomeze@une.net.co igomeze@gmail.com www.igomeze.blogspot.com igomeze@une.net.co COLOMBIA - SURAMERICA
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