martes, octubre 10, 2006

Éxito… ¿para quién?

por Zabier Hernández Wednesday, Oct. 04, 2006 at 8:47 PM


Crónica del abuso de un centro comercial contra la ciudadanía pastusa

Cuando un domingo en el mes de julio de 2006, algunos vecinos de los barrios Obrero, Santiago, San Felipe y San Ignacio en Pasto, se despertaron, encontraron que su galería o mercado que funcionaba hacía más de cien años, ya no existía, se lo había llevado el huracán del progreso, el vendaval de la modernización y el crecimiento de la ciudad. La explicación de la Alcaldía fue que eso hacía parte del plan de ordenamiento urbano y que por políticas del Concejo, debió ser reubicado casi a las afueras de la ciudad y que en su lugar sería construido un polideportivo. Una mentira bien contada.

Lo que nadie sospechaba era que eso hacía parte de la preparación de la bienvenida de un nuevo huésped de la ciudad, un animal grande con tentáculos y garras, cuya presencia no era pasajera en las faldas de Urkunina, (nombre indígena del volcán Galeras), venía a quedarse y su estadía traería desgracia y fracasos en vez de éxitos y beneficios para la comunidad del barrio Obrero y Santiago. Hay que eliminar la competencia, es la premisa del mercado.

Llegó el esperado día en que el nuevo héroe de la ciudad empezaba a mover su pesado cuerpo. Miles de antioqueños, vallunos y cundinamarqueses, comenzaron a trabajar día y noche sin parar, y en tiempo récord de dos meses y medio tenían listo lo que es el nuevo orgullo de la ciudad. El Centro Comercial Éxito. ¿Pero qué beneficios trae esta nueva señal inequívoca del desarrollo de la ciudad?

Para comenzar, ya no tendremos más la posibilidad de regatear precios para hacer rendir la plata para el mercado de la semana, mucho menos se podrá intentar comprar los 500 pesos de zanahoria, los mil de plátanos y de pedir la ñapa cuando se compraba la papa y las frutas. Esa bella relación que se establece entre las amas de casa y la familia que compra en la galería a su casera o vendedora preferida, el olor característico del mercado, el roce con el otro, la comunicación entre ciudadanos, todo ello se extingue para dar paso a la fría relación entre cliente y cajera que con acelere y cansancio por la explotación a la que es sometida, ni siquiera mira a los ojos de quien compra. La registradora es ahora la que ocupa su atención.

Pero no es sólo el atentado a una cultura, hay más. Al llegar el centro comercial Éxito a esta zona de la ciudad, se adueñó automáticamente de una natural y bella fuente de agua, que por siglos permaneció intacta. Un chorrito de agua cristalina de la cual bebían los habitantes del sector y surtía a más de cinco barrios cuando había racionamiento o algún daño en la tubería del acueducto. El asfalto, el concreto y la nueva estética urbana no permiten este tipo de cosas raras en pleno siglo XXI.

Pero todo en esta vida se paga, parece ser la premisa de los nuevos gobernantes, de la supuesta nueva izquierda. “Obra por tu ciudad” es el programa de la alcaldía actual de Pasto, que hace recaer sobre el ya maltratado bolsillo de los ciudadanos, peso a peso, cada milímetro de concreto, cada metro cuadrado construido y también por supuesto, cobra el supuesto beneficio reflejo que sobre las viejas casas del sector, traerá el centro comercial. El impuesto predial y de valorización aumenta, el cobro predial también, es el regalo de la Alcaldía y del Concejo Municipal de Pasto, a los ciudadanos por ver la ciudad más bella y por adecuarla a las necesidades de infraestructura del TLC, especialmente en materia vial, Vía Panamericana, el tramo Rumichaca-Aeropuerto Mojarras, obras complementarias del Gran megaproyecto Corredor Internodal Tumaco - Puerto Asís - Belem do Para, “un camino verde hacia la paz”.

Para la tecnocracia que gobierna local y nacionalmente, todo es válido si el progreso nos llega pronto. Los habitantes del sector deben soportar las incomodidades porque como bien se sabe, el ilustre huésped necesita de las condiciones apropiadas para empezar a funcionar. Trabajar 24 horas diarias era necesario, pero ¿qué del sueño y el descanso de la gente? Una mezcladora de cemento y los trabajos de ensamble de las columnas de acero, camiones que van y vienen, la algarabía de los obreros y el estruendo de caídas de tablas y desechos, fueron las serenatas que por más de dos meses y medio debieron soportar los vecinos del nuevo Exito.

A pesar que con la desaparición del mercado del obrero han quedado sin empleo unas 1.500 personas, el consumismo que está instalado ya en las conciencias de miles de pastusos, hace su trabajo. Se escucha la emoción, cómo algunos esperan la hora de que abran las puertas del nuevo Éxito, para acceder al paraíso donde el espejismo, golpea la necesidad. Mientras tanto otros como yo añoramos el olor a papa y yuca fresca y ver a doña Aura (mi vendedora preferida) sudar, tratando de salir de las últimas frutas que le quedaban. Ella no sabe que su trabajo se lo quitó el Éxito.

www.geocities.com/vozxcol/voz.pdf