La que se aproxima no será la última Navidad en familia para los Char. Seguramente vendrán muchas más. Pero lo que sí es definitivo es que será la última en familia para Supertiendas Olímpica, pues en 2007 ya tendrá que brindar en las fiestas navideñas con nuevos socios. A la única gran empresa del sector del retail en Colombia que durante más de 50 años se mantuvo en propiedad ciento por ciento del mismo grupo familiar, le llegó la hora de dar el paso más difícil: compartir la propiedad. Las alianzas como la que sellaron Carulla-Vivero y Éxito, las movidas de Carrefour y la entrada al país de Falabella han hecho que el mercado en Colombia sea cada vez más competitivo y con opciones únicamente para los más fuertes. Por ello, Supertiendas y Droguerías Olímpica avanza aceleradamente en un proceso que la llevará hacia mediados de 2007 a hacer una millonaria emisión de acciones en la Bolsa de Valores colombiana. En enero del presente año la empresa intentó una alianza con Carulla-Vivero, pero Éxito se le atravesó en el camino. Fuad Char, fundador y hoy miembro de la junta directiva de Olímpica, advierte que se están analizando dos opciones. La primera es la búsqueda de un gran socio extranjero o una emisión fraccionada como la que realizó hace unos años ISA, que le permita obtener capital de cientos de socios minoritarios. La emisión soportará un ambicioso plan de expansión que llevará a la familia Char a tener diferentes formatos del negocio, además de Costa Rica, en donde ya tiene presencia, en Guatemala, Nicaragua, Perú, Panamá y Venezuela. La saga Será la segunda generación de los Char colombianos la que tendrá, desde el ámbito operativo, que enfrentar este nuevo reto. La historia de Olímpica comienza en 1926, cuando arribó a Colombia, procedente de Damasco, Siria, Ricardo Char Zaslawy, atraído por la prosperidad de Nicolás, su hermano menor, que había llegado dos años atrás a Lorica, un pueblo ubicado en la parte baja del río Sinú, en el departamento de Córdoba. Ricardo comenzó como joyero —un arte que aprendió mientras prestó su servicio militar obligatorio al imperio otomano— y aprovechando las capacidades comerciales de Nicolás, formaron la compañía Char Hermanos. Cansado de andar por los pueblos negociando las joyas, Ricardo compró un almacén de telas en 1930. Hacia 1953, por problemas familiares, decidió viajar a Barranquilla con su esposa Herlinda Abdala, una libanesa con la que se había casado el 15 de agosto de 1936 y de la cual nacieron siete hijos: Fuad —el primogénito—, Farid, Jabib, Simón, Ricardo, Mari y Miguel. Allí, en pleno centro, en una calle conocida como la Calle de las Vacas, compró un almacén llamado “El Olímpico”, una cacharrería en la que se encontraban desde hilos, encajes, cremalleras y botones hasta dulces y galletas. No era un gran negocio, pero daba para mantener a la familia. Las utilidades que dejaba “El Olímpico” no alcanzaban para cumplir el sueño del joven Fuad de estudiar medicina en la Universidad Javeriana en Bogotá. Por eso fue inscrito en la Escuela Naval de Cartagena. En 1955, el 30 de julio, un accidente de tránsito le impidió a Ricardo seguir al frente del negocio en los meses siguientes. Esa misma tarde, Herlinda aprovechó que Fuad andaba de vacaciones en Barranquilla y le entregó las llaves del almacén. El 31 de julio estaba al frente del negocio familiar. Seis meses después ya había transformado la cacharrería, pero al regreso de su incapacidad, a su padre no le gustó nada lo que su hijo había hecho, así que hubo una disputa y Fuad decidió dejar el negocio familiar. Con sus 18 años a cuestas, alquiló un local en el que montó una droguería que se llamaría La Olímpica Número Dos. No pasaron cinco meses cuando volvió a trabajar con su padre, para hacerse cargo de los dos locales. Lo primero que hizo fue convertir la cacharrería en una droguería y vendría una época de expansión que le permitió abrir siete establecimientos comerciales de ese tipo. Hasta el cuarto vinculó a sus hermanos y en el quinto ya tuvo su primer administrador no familiar. “Los administradores resultaron más eficientes y responsables que cualquiera de mis hermanos y me di cuenta de que no podía limitarme a tener cuatro locales, porque no tenía más hermanos para administrarlos”, afirma Fuad Char. Vino la expansión por Cartagena, Santa Marta y luego hacia el interior del país. En 1963, cuatro hermanos: Fuad, Jabib, Simón y Ricardo, constituyeron la sociedad Char Hermanos e Inmobiliaria Char —en partes iguales—, con la que organizaban el negocio inmobiliario, en el que ya estaban adentrados por influencia de su padre, quien hacía las veces de asesor. Los otros tres hermanos, por ser muy “pequeños”, dice Fuad Char, no participaron de la sociedad. El quinto hermano, Ricardo, y la sexta, Mari, tuvieron posteriormente alguna participación, pero por desavenencias del primero con sus hermanos y el matrimonio de Mari, ambos vendieron posteriormente su participación. En 1967 adquirieron un local de 1.200 metros cuadrados y allí abrieron la primera supertienda, más por una necesidad de llenar un local demasiado grande para ser droguería, que por una estrategia empresarial. El formato fue un éxito rotundo y antes de dos años ya tenían cuatro supermercados. En 1972 llegó Olímpica a Bogotá y comenzó la expansión por el centro del país. En 1967, ante el gusto por la música que compartían los hermanos, decidieron comprar Radio Regalos, una emisora en los 1.370 de AM, que se convertiría en la primera de la Organización Radial Olímpica (ORO). El grupo fue pionero en la frecuencia modulada y hoy cuenta con más de 25 emisoras. Como la mayoría de los grandes grupos económicos de Colombia y el mundo, Olímpica llevó a cabo una estrategia de integración vertical que significó la incursión en nuevas actividades y creó empresas de producción y comercialización de huevos y pollo como Indunal, fábrica de concentrados como Acondesa, la Arrocera Olímpica, Empaques Transparentes, los asaderos Piko Piko, Vigilancia del Caribe. Coinvol, Coincar, Sonovista Publicidad, Ventamax y hasta una financiera, Serfinanza. Fuad Char, además de empresario se destacó como político. Cinco períodos como congresista, gobernador del Atlántico y ministro de Desarrollo. Hoy, “los muchachos” de la segunda generación están a cargo de la parte operativa del grupo y hay un hijo por cada uno de ellos en la compañía. Antonio Char Chaljub, hijo de Fuad, maneja Supertiendas Olímpica. Antonio fue presidente del equipo de fútbol Júnior de Barranquilla al cual, junto con su padre, le han dado los únicos triunfos en el campeonato nacional en la historia de la institución. El hijo de Farid, Mauricio, es director nacional de perecederos. Jimmy, hijo de Jabib, es director comercial, y Linda, hija de Simón, es la directora de publicidad y mercadeo. El hermano menor de los Char Abdala, Miguel, es el presidente de la ORO y socio de la misma. Arturo Char Chaljub heredó el patrimonio político de su padre y se dedica ciento por ciento a la política, sin tener ningún compromiso operativo con el grupo empresarial; hoy es senador de la República. Y su otro hermano, Alejandro, quien fue gobernador del Atlántico, como su padre, aspira a la Alcaldía de “La Arenosa”. El Archivo 1926. Ricardo Char llega a Lorica, procedente de Damasco, Siria. 1953. Compra el Almacén Olímpico. 1955. Fuad Char asume el mando del negocio. 1956. Olímpica Nº 2. 1963. Se constituyen Char Hermanos e Inmobiliaria Char. 1967. Compra de la emisora Radio Regalos. 1968. Olímpica lideró el primer experimento de almacén por departamentos. 1972. Asumen rescate del equipo Júnior, de Barranquilla. 1976. Primera tienda en Bogotá 1981. La cadena compró 11 establecimientos de la red de mercados Marion en Bogotá. 1986. Los hermanos Char Abdala se retiran de la administración directa. 1991. SAO de Bogotá. 1996. Olímpica compra 18 supermercados Mercafé, en el Valle y Quindío, y 3 Continental, en Cali. 2000. Nacen las marcas propias Olímpica 2001. Pierde la puja por Comfama, en Medellín, frente a Carulla. 2002. Emite bonos por $80.000 millones y compra la cadena Febor, de Bogotá. 2004. Portal de la 80, en Bogotá. 2007. Se proyecta la emisión de acciones Análisis del caso La familia Char tiene una empresa con uno de los mejores indicadores de gestión en su sector, gracias a su estrategia geográfica. Adicionalmente, la familia decidió hacer una diversificación no relacionada en otros sectores, que a la luz de cualquier bolsa de valores hubiera sido cuestionada. Sin embargo, como es una empresa familiar de capital paciente, estas inversiones, en el mediano plazo, le dieron una sinergia sustancial, logrando una rentabilidad superior. Desde el punto de vista familiar y patrimonial, la familia debe tener claros lineamientos sobre cómo invertir los recursos, una vez vendida a un socio estratégico parte la compañía, debido a que se tienen estudios sobre la pérdida del patrimonio en la siguiente generación ante estos eventos. Igualmente, aunque se venda parte o la totalidad, es necesario tener un protocolo de familia que gestione los lazos de unión entre familiares con la constitución de una oficina familiar dedicada al fortalecimiento del patrimonio (en sus inversiones) a la familia en sus reuniones, la transmisión de valores, la educación, formación y apoyo a esas nuevas generaciones que llevan en el ADN el emprendimiento. Finalmente, la familia Char, en estricto rigor está en período de transición de la primera a la segunda generación, con lo cual deben dejar clara la sucesión ejecutiva y patrimonial de todas las empresas. Family Council Consulting. |
ESPECIALISTA EN HARD DISCOUNT DIRECTOR ESTRATÉGICO DE LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE RETAIL - INNOVADOR https://colombiaretail.com/ Investigación y Consultoría / Asesoría estratégica en Marketing de Retail (igomeze@gmail.com) (igomeze@colombiaretail.com) (BLOG desde febrero de 2005). Miembro de HISPANIC RETAIL CHAMBERS OF COMMECE, DISCOUNT RETAIL CONSULTING Con información de Colombia, Latam y Descuento duro