Precios de la vivienda nueva en Pereira crecieron 6,1 por ciento, 5 veces más que en Bogotá.
Hace unos años, los consumidores apuntaban al precio como el factor clave para elegir el lugar para hacer el mercado.
Las cosas han cambiado y temas como la calidad, el servicio y la variedad empiezan a ser determinantes.
Así lo señala una encuesta que entregó ayer GS1, asociación empresarial independiente que promueve las mejores prácticas de colaboración entre industrias y comerciantes.
La consulta a 225 personas en 15 supermercados de Bogotá, Medellín, Cali y la Costa muestra que el 40 por ciento prefiere no hacer compras en un almacén si no encuentra algún producto que busca. Incluso, dice que prefiere no llevar aquellos artículos que necesita y que estén disponibles.
Otro 58,6 por ciento afirma que cuando existen productos agotados en el punto de venta compra los productos que estaba buscando, excepto el que no encontró en la góndola.
En la encuesta, GS1 pregunta a los consumidores sobre la importancia que dan a factores puntuales en la decisión de compra.
La mayoría, 13,3 por ciento, dice que considera un almacén reconocido, mientras que el 11,8 y el 11,2 por ciento da prioridad a las promociones y a los precios bajos, respectivamente. Filas cortas, variedad, cercanía y el servicio al cliente también son importantes para el 10 por ciento, en cada variable.
El hecho de que cada porcentaje sea tan cercano al que tiene que ver con los precios ratifica que el consumidor ha aprendido a ser exigente. Lejos de las prioridades está el reconocimiento que da la gran cadena de supermercado el cliente con sus tarjetas de fidelidad: sólo para el 4 por ciento es importante. Se demuestra que en estas estrategias las firmas de comercio no han logrado diferenciarse, explica Leonardo Vitolo, gerente de Logística de GS1.
Para los compradores, en su mayoría amas de casa, que haya menos productos agotados es clave (10,4 por ciento). Tanto para comerciantes como industriales, el tema de los agotados resulta ‘un dolor de cabeza’ en el desempeño de sus negocios y se habla que para el comercio significa ventas de un billón de pesos.
La encuesta de GS1 muestra que, por ejemplo, el 5,1 por ciento de las ventas que hace un supermercado en alimentos y bebidas se pierde porque el cliente no encuentra el artículo en las vitrinas. En estos casos, puede que el consumidor prefiera otra marca, lo que hace perder al fabricante, o que cambie de supermercado, lo que afecta al comerciante.