“Es el mejor producto que tiene el país después del petróleo”, según el presidente de la Cámara Venezolana del Calzado. El precio al que los importadores adquieren un par en China es de tres a seis dólares, eso produce distorsión a nivel del consumidor. | ||
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Fabricantes piden parar importaciones chinas. Producción nacional es vendida totalmente en el mercado interno. La industria del calzado tiene 60 años de historia en Venezuela, y en ese tiempo ha alcanzado “un gran acabado, un buen diseño y precios que en Europa son tres veces del que se paga aquí”, afirmó el presidente de la Cámara Venezolana del Calzado, Nicola Moretti. Es, si se quiere, “el mismo zapato, la gente sólo se da cuenta cuando viaja al viejo continente”, subrayó Moretti para remarcar la calidad que hoy tiene el calzado venezolano. “Es el mejor producto que tiene el país después del petróleo”. La producción nacional de calzado alcanza los 18 millones de pares todos destinados a satisfacer la demanda interna, y a pesar de la calidad competitiva que la caracteriza, los industriales han expresado su preocupación por el futuro de sus empresas por la amenaza del dumping y la competencia desleal de las importaciones que las han hecho tambalear en los últimos cinco años. Los suplidores de insumos se han ido a Colombia y Brasil, cuando Venezuela era fuerte en esa área. La amenaza sobre la industria venezolana se encuentra en las importaciones que en 2007 alcanzaron los 60 millones de pares entre modelos de vestir para niños, damas, caballeros, escolares y deportivos. De estos, el 80% llegaron de la China y el 20% de Colombia y Brasil. El precio al que los importadores adquieren un par en China es de tres a seis dólares, lo cual produce una distorsión en los precios a nivel de consumidor en Venezuela, dijo Moretti. “Los productores de zapatos se han mantenido porque sus fortalezas son la calidad y la horma que se adapta a cada consumidor”, señaló Moretti para agregar que “el venezolano no puede perder hoy el lujo de tener una persona que pueda hacerle un calzado a la medida y a precios asequibles. Ese lujo de calzar zapatos hechos a la medida, en Europa cuesta de cinco a seis veces lo que se paga aquí”. Genaro Paladino, ex presidente de la cámara, ratificó esa versión. “La calidad de nuestro calzado en lo que es la línea de vestir se ha caracterizado por ser muy buena. En Venezuela hay empresas que trabajan con estándares de calidad muy alto, y en sus inicios hace 60 años nuestro calzado fue totalmente de cuero”. Giuseppe “Pino” Iacobucci es propietario de Nembo con operaciones en Valencia, estado Carabobo, donde se trabaja con línea casual y vestir en base a 80.000 pares al año. Iocabucci explicó: “El industrial ha dejado de serlo para convertirse en gran importador” porque en la actualidad ése es el gran negocio. La oferta es tal en Venezuela que anualmente hay un exceso de 223 millones de pares debido a las importaciones. Cuando en el país escasean la leche, el azúcar, la harina precocida, el arroz, la carne, el pollo y hasta los vehículos, el mercado se encuentra saturado de zapatos por la importación indiscriminada que se autoriza desde China. Si las importaciones vienen a Bs. F. 2.15 por dólar, divisa anclada en ese precio durante cinco años, y la inflación ha castigado de manera fuerte a la industria, el producto nacional no puede competir en precio con el importado. “No hay industria que soporte la competencia desleal cuando hay subfacturación. En una época hubo zapatos facturados a un centavo de dólar cuando el precio real es de tres a seis dólares y se vendía en el mercado interno en 40 y 50 bolívares fuertes”, subrayó Iacobucci. |
Ignacio Gómez Escobar
ESTRATEGA EN MERCADEO
COLOMBIA - SURAMERICA
MIEMBRO ACTIVO DE COPERTEX
Gestión y Marketing
COLOMBIA Y PERÚ
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